Competencias para la inclusión social

Mejorar las perspectivas de los mercados laborales y la calidad del trabajo para las personas desfavorecidas en el mercado de trabajo es un objetivo principal de la labor de investigación de la OIT y de su programa encaminado a desarrollar la capacidad. Se necesitan esfuerzos concertados y específicos para mejorar la promoción, la calidad y la pertinencia de la educación y la formación. Dada la heterogeneidad de los grupos desfavorecidos, como las mujeres, los jóvenes, las personas con discapacidades, los trabajadores de las zonas rurales o de la economía informal, los migrantes o los refugiados, se precisan iniciativas concretas para encarar los desafíos particulares a los que se enfrentan dichos grupos a fin de mejorar el vínculo entre la educación y la formación y el mundo del trabajo. El programa de la OIT “Capacitación para Fomentar la Autonomía Económica Rural” (TREE, por sus siglas en inglés) proporciona un ejemplo de una plataforma demostrada que ayuda a quienes trabajan en las comunidades rurales pobres a desarrollar las competencias y aptitudes pertinentes para el empleo y la generación de ingresos.

Unos programas de mercado de trabajo activos que ofrezcan un conjunto de servicios de apoyo, entre ellos educación de refuerzo, competencias fundamentales, formación profesional y de preparación para el empleo, experiencia laboral, sensibilización acerca de los derechos laborales y de la seguridad y salud en el trabajo, asistencia para la búsqueda de empleo, y orientación y asesoramiento profesional, tienen más probabilidades de aumentar la empleabilidad y de facilitar la transición al trabajo decente.