Uruguay: diálogo social e instituciones laborales para enfrentar la COVID-19 en el mundo del trabajo

Una crisis económica sin precedentes ha golpeado al mercado de trabajo y los ingresos. La baja tasa de informalidad, la existencia de un seguro de desempleo y el diálogo social han permitido amortiguar los daños, dice una nueva publicación de OIT.

Noticia | 25 de septiembre de 2020
Montevideo, Uruguay.- La OIT destacó hoy que el funcionamiento de las instituciones laborales de Uruguay en un contexto de diálogo social y una moderada tasa de informalidad, han sido factores determinantes para enfrentar una crisis económica y sanitaria sin precedentes que repercute negativamente sobre el mercado de trabajo.

“La recesión económica está teniendo un impacto significativo en el mercado de trabajo y en el ingreso de los hogares”, destacó la Nota técnica de la OIT “Uruguay: Impacto de la COVID-19 sobre el mercado de trabajo y la generación de ingresos”, presentado este viernes en el marco de una conversación virtual tripartita con representantes de gobierno, de empleadores y de trabajadores de este país.

El documento fue presentado este viernes en el marco de una conversación virtual que contó con los comentarios de un panel tripartito integrado por el Ministro de Trabajo y Seguridad Social, Pablo Mieres, el Secretario General del PIT-CNT, Marcelo Abdala y el Presidente de la Cámara Nacional de Comercio, Julio Lestido, y que fue moderado por el Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina, Fabio Bertranou.

El Director de OIT para América Latina y el Caribe, Vinícius Pinheiro, la Coordinadora Residente Naciones Unidas en Uruguay, Mireia Villar Forner, y el Especialista en Políticas de Mercado e Instituciones Laborales de OIT Cono Sur, Andrés Marinakis, también participaron en la presentación Nota Técnica País: “Uruguay: Impacto de la COVID-19 sobre el mercado de trabajo y la generación de ingresos”.

El análisis destaca que si bien desde el punto de vista sanitario el país ha presentado una evolución más favorable que otras naciones en la región, ha habido un fuerte impacto económico reflejado en una caída del PIB que según estimaciones recientes podría ser del orden de -4%.

En el trimestre marzo-mayo la tasa de desocupación se ubicó en 9,8%, una suba moderada respecto al 8,7% registrado durante el mismo trimestre un año atrás. El informe dice que el aumento fue menor al esperado debido a que hubo un aumento en la inactividad. Las medidas para contener la pandemia no solo provocaron una caída en el empleo, sino también una disminución en el número de personas que declararon buscar trabajo.

Según los datos más recientes divulgados por el Instituto Nacional de Estadística (INE) de Uruguay, en el trimestre marzo-mayo se habrían perdido unos 100 000 puestos de trabajo (reducción de 6,2% en el total de ocupados), con una tasa de empleo que cayó 3,8 puntos porcentuales respecto al mismo trimestre del año anterior.

Al mismo tiempo, la tasa de no registro a la seguridad social durante marzo-mayo se ubicó en 21,3%, un valor menor al promedio de 24,8% registrado en 2019. Esto refleja una baja en la informalidad, y estaría dando cuenta que aproximadamente unos 80 000 de los 100 000 empleos perdidos en lo inmediato a raíz de la pandemia corresponden a trabajadores que no cotizaban a la seguridad social.

“Este inusual deterioro del empleo acompañado de una aparente mayor formalización se explicaría porque, en un principio, mientras el trabajo informal y más precario cae abruptamente, la disminución del empleo registrado se ve inicialmente amortiguada por la utilización del seguro de desempleo”, dice el documento.

Agrega que “una vez que los subsidios se agoten y que posiblemente muchas empresas tengan dificultades para reincorporar a los trabajadores que en muchos casos se pueden volcar al segmento informal, cabría esperar un deterioro en la tasa de no registro a la seguridad social que posiblemente retorne a un nivel cercano al 25% previo a la pandemia o incluso se ubique por encima de ese nivel”.

En un hecho sin precedentes, en el período que va de marzo a julio más de un 25% de los asalariados privados formales entraron al seguro de desempleo.
Entre los ocupados que se mantuvieron trabajando, un 19,3% lo hizo en modalidad a distancia en el mes de abril debido de las necesidades impuestas por la pandemia, siendo que solo 5,3% lo hacían con anterioridad en forma habitual.

En materia de ingresos, según el INE, mientras en mediciones interanuales anteriores a la pandemia el ingreso real venía cayendo un 2% en promedio, en el trimestre marzo-mayo el ingreso medio registró un deterioro de 10,2% en términos reales con respecto a igual período del año anterior.

La Nota Técnica de OIT destaca que para enfrentar los efectos económicos y sociales de la pandemia, a lo largo de estos meses el gobierno ha ido tomando diferentes medidas para mitigar el impacto sobre la actividad comercial y productiva y suavizar los efectos sobre los ingresos de los hogares.

“El éxito que hubo en el control de la tasa de contagio ha permitido ir retomando las actividades progresivamente, lo que ha permitido que cerca de la mitad de quienes estaban en el seguro de desempleo ya se reintegraron a sus puestos de trabajo a mediados de agosto de 2020”, agrega.

El nuevo informe destaca especialmente el funcionamiento de las instituciones laborales uruguayas en el marco de diálogo social, como una de las claves de los logros alcanzados en la estrategia de respuesta del país ante la crisis. En este sentido, el diálogo social tripartito ha sido un elemento clave de la respuesta uruguaya ante la crisis.

En el ámbito del empleo, explica que Uruguay pudo responder mejor que otros países a esta crisis a partir de la alta tasa de formalidad del empleo, así como por contar con un seguro de desempleo que abrió la posibilidad de mantener la relación laboral al utilizar la causal suspensión.

“Para Uruguay, la crisis puede constituir una oportunidad para seguir impulsando el diálogo social y revitalizar las instituciones laborales en un ejercicio que se extienda más allá del proceso de recuperación”, dice el informe.

La nota técnica sobre Uruguay forma parte de la serie de la OIT “Panorama laboral en tiempos de la COVID-19”, que analiza el impacto de la crisis en el mundo del trabajo en los países de América Latina y el Caribe y las principales medidas que están adoptando los países para hacer frente al fuerte impacto sobre los mercados laborales.