Movilidad humana, cambio climático y una transición justa

© S. Chakraborty/Mountain Partnership 2018
El cambio climático se ha considerado el mayor riesgo para la consecución de los Objetivos de Desarrollo Sostenible. Cada vez está más demostrado que el cambio climático se ha convertido en otro motor de la migración, tanto interna como a través de las fronteras. En el caso de eventos de inicio lento, las variables climáticas interactúan con otros motores clave, incluida la falta de trabajo decente y de oportunidades de empleo, una débil gobernanza, la violencia entre comunidades, etc. Los sectores que emplean a la mayoría de los trabajadores también figuran entre los más vulnerables al cambio climático. Cuando los medios de sustento se comprometen y si la supervivencia está en juego, las personas migran en busca de mejores oportunidades. Ésta es una tendencia creciente, en particular entre los jóvenes.

En el contexto del cambio climático, la migración se considera con más frecuencia un fracaso de la adaptación. Sin embargo, la migración puede ser una importante respuesta de adaptación para quienes se enfrentan a cambios ambientales o desastres de inicio lento. La experiencia adquirida por la OIT en el pasado ha mostrado que la migración laboral, cuando se gestiona de conformidad con las normas internacionales del trabajo puede desempeñar un papel importante en el desarrollo de los países tanto de origen como de destino.

La migración laboral puede utilizarse para impulsar la resiliencia en las comunidades a través de la generación de remesas, la transferencia de conocimientos y competencias, y la creación de redes que pueden conducir a la iniciativa empresarial y a nuevos mercados. Si los migrantes que cruzan las fronteras debido a factores relacionados con el clima pueden hacerlo a través de canales seguros y regulares y pueden acceder a oportunidades de empleo formales, entonces tienen más probabilidades de contribuir de manera positiva al desarrollo de su país de origen. Al mismo tiempo, la migración puede reducir la presión demográfica sobre los entornos afectados por el estrés climático, y podría beneficiar a los países de destino al ayudar a colmar la escasez de mano de obra. Unas políticas de adaptación y movilidad laboral basadas en los derechos y bien gestionadas podrían brindar una oportunidad para impulsar la resiliencia y aumentar el desarrollo, reduciendo al mismo tiempo el riesgo de futuros desplazamientos.

Abordar los déficits de trabajo decente y su interacción con los impactos relacionados con el clima como causas profundas de la migración puede ayudar a que la migración sea una decisión personal, y no una necesidad. La OIT está bien situada para colaborar con los Estados y grupos regionales a fin de considerar el papel de la migración laboral en las estrategias de adaptación al clima, y para contribuir a una transición justa hacia unas economías ambientalmente sostenibles. El Marco multilateral de la OIT para las migraciones laborales también puede proporcionar asesoramiento y orientaciones a los mandantes sobre las múltiples facetas de la migración laboral, y podría ser una herramienta para la promoción, ratificación y aplicación de políticas.

La OIT ha participado asimismo en los esfuerzos internacionales a través de la Convención Marco de las Naciones Unidas sobre el Cambio Climático (CMNUCC) y de las Conferencias de las Partes. Además, se firmó un memorando de entendimiento reciente con la Convención de las Naciones Unidas de Lucha contra la Desertificación (CNULD) a fin de combatir la desertificación y de hacer frente a los retos relacionados con la migración. La OIT también está tomando parte en un Equipo de Tareas sobre los Desplazamientos creado en el marco del Mecanismo internacional de Varsovia para las pérdidas y los daños relacionados con las repercusiones del cambio climático. Además, la OIT está contribuyendo a la Plataforma sobre personas desplazadas por desastres a través de la puesta en práctica de proyectos y planes de acción regionales e integrados.

A fin de impulsar plenamente el desarrollo de oportunidades de trabajo decente en el extranjero, un número creciente de países ha comenzado a establecer planes de acción o políticas de migración laboral nacionales que reflejan las necesidades de las poblaciones profundamente impactadas por las variables del cambio climático. La OIT presta apoyo técnico a dichos países para que logren sus objetivos de desarrollo a través de la formación, el asesoramiento, y el apoyo para la puesta en práctica de intervenciones encaminadas a promover oportunidades de trabajo decente tanto en el país de origen como en el extranjero.

Se necesita una acción combinada a fin de abordar las cuestiones relacionadas con el cambio climático. Puede potenciarse el desarrollo de oportunidades de empleos verdes, llevando a cabo al mismo tiempo intervenciones encaminadas a mejorar la gobernanza de la migración laboral y la protección de los trabajadores migrantes a fin de mitigar los efectos negativos relacionados con el clima. El Servicio de Migraciones Laborales de la OIT está colaborando actualmente con los servicios dedicados a los empleos verdes y otro servicios técnicos en proyectos relacionados con el cambio climático y la migración laboral.