COVID-19: Estimular la economía y el empleo
Las respuestas al COVID-19 deben basarse en la solidaridad humana, reitera la OIT al FMI y al BM
En su contribución a las Reuniones de primavera del FMI y del Banco Mundial, el Director General de la OIT presentó un plan de respuestas políticas a la crisis del COVID-19, organizadas en cuatro pilares y basadas en la solidaridad mundial.

En sus declaraciones escritas a las Reuniones de primavera del Fondo Monetario Internacional (FMI) y el Banco Mundial (BM), Guy Ryder definió la dimensión humana de la pandemia como devastadora, y sus repercusiones sanitarias, sociales y económicas combinadas como la peor crisis desde la Segunda Guerra Mundial.
El Director General de la OIT instó al FMI y al Banco Mundial a centrar su respuesta en “una ayuda inmediata a los trabajadores y a las empresas, a fin de proteger sus actividades y sus medios de subsistencia, sobre todo en los sectores más afectados y en los países en desarrollo”. Afirmó además que es necesario prestar atención prioritaria al impacto sobre las pequeñas empresas, los trabajadores no protegidos y los trabajadores de la economía informal.
La crisis ha revelado los enormes déficits de trabajo decente que siguen prevaleciendo en 2020, y muestra la vulnerabilidad de millones de trabajadores cuando sobreviene una crisis."
Guy Ryder, Director General de la OIT
Guy Ryder invitó al Comité Monetario y Financiero Internacional y al Comité para el Desarrollo a apoyar decididamente cuatro respuestas políticas interrelacionadas: En primer lugar, estimular la economía y la demanda de mano de obra a través de las herramientas fiscales y monetarias disponibles, así como el alivio de la deuda. Las inversiones públicas en los sistemas de salud serán doblemente eficaces, al aportar una contribución vital a la lucha contra la pandemia y crear empleos decentes.
Segundo, proporcionar una ayuda inmediata para sostener las empresas, mantener los empleos y apoyar los ingresos. En este contexto, Guy Ryder puso de manifiesto la necesidad de invertir en medidas de protección social, que pueden contribuir a mitigar las consecuencias más graves de la crisis y, a la vez, actuar como un estabilizador económico.
Tercero, asegurar una protección adecuada a todos los que siguen trabajando durante la crisis. Esto exige garantizar la seguridad y la salud en el trabajo, establecer acuerdos de trabajo adecuados, como el teletrabajo y el acceso a la indemnización por enfermedad.
Cuarto, aprovechar plenamente el diálogo social entre los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, que ha demostrado ser útil para encontrar soluciones eficaces, prácticas y equitativas a los tipos de desafíos que actualmente enfrentamos en el mundo del trabajo.
Nuestro objetivo deber ser reconstruir todo mejor, de manera que nuestros sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles de los que permitieron que esta crisis ocurriera, y más eficaces para amortiguar las consecuencias de las futuras crisis sobre las poblaciones de todo el mundo."
Guy Ryder
La crisis ha demostrado que los hábitos y los comportamientos pueden cambiar, agregó Guy Ryder, señalando que a causa de la paralización total las emisiones de carbono a nivel mundial podrían disminuir de 4 por ciento en 2020.
“Nuestro objetivo deber ser reconstruir todo mejor, de manera que nuestros sistemas sean más seguros, más justos y más sostenibles de los que permitieron que esta crisis ocurriera, y más eficaces para amortiguar las consecuencias de las futuras crisis sobre las poblaciones de todo el mundo”, concluyó.