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La situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados sigue siendo precaria, señala la OIT

Las realidades de la ocupación sobre el terreno y de la expansión constante de los asentamientos israelitas que reducen cada vez más el espacio para el desarrollo palestino son las principales causas de la situación en los Estados árabes ocupados que cada día se pone más preocupante.

Noticia | 4 de junio de 2012
GINEBRA (Noticias de la OIT) – La situación de los trabajadores en los territorios árabes ocupados es preocupante en extremo y sigue siendo precaria de acuerdo con el informe anual de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) sometido a la 101.a reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo.

Esto se debe principalmente a las realidades de la ocupación sobre el terreno y de la expansión constante de los asentamientos israelitas que reducen cada vez más el espacio para el desarrollo palestino, sostiene el informe.

Esta tendencia se manifiesta con mayor claridad en la “zona C” de la Ribera Occidental, la cual deberá constituir una parte esencial del Estado palestino. Esta área abarca el 60 por ciento de la superficie de la Ribera Occidental pero permanece enteramente bajo el control de Israel, que impide a los palestinos acceder a sus medios de vida y a establecer contacto entre sí.

“El proceso de paz se encuentra en un punto muerto como no lo había estado nunca antes desde la firma de los Acuerdos de Oslo de 1993”, declaró el Director General de la OIT, Juan Somavia, en su prefacio al informe. Él considera que la evolución de los acontecimientos compromete seriamente la posibilidad de lograr una solución negociada que contemple la existencia de dos Estados.

“Esto se debe a una combinación especialmente perniciosa de la intransigencia política, la incapacidad de los actores externos para ayudar a las partes o influir de forma efectiva en ellos, la inestabilidad en la región, y una dificultad para lograr la reconciliación palestina.”

En ocasión de la publicación del informe, el Director General Somavia hizo un llamamiento a favor de una lógica basada en el desarrollo y la paz que tiene sus bases en una visión a largo plazo de los intereses en materia económica, del empleo y de la seguridad de todos los trabajadores, tanto en los territorios árabes ocupados como en Israel. Reiteró además que las consecuencias del estancamiento del proceso de paz también generan inseguridad en la sociedad israelí.

El Director General está seriamente preocupado por las respuestas de los socios de cooperación internacional, que han sido más débiles que en el pasado. Esto dificulta aún más la tarea de garantizar un nivel básico de subsistencia para gran parte de la población, ni hablar de la capacidad de mantener los pocos indicadores positivos que existen.

El informe pone de manifiesto que no existe ninguna alternativa viable y justa a la finalización de la ocupación de los territorios árabes. “La economía palestina ha alcanzado límites que no pueden ser superados sin una acción respecto a los dos principales obstáculos que enfrenta: la ocupación y la separación”, señala el informe.

“La existencia y la viabilidad de un Estado palestino plenamente operativo seguirán en peligro mientras no se encuentre una solución política, mientras las ocupaciones militar y económica se hagan incluso más rigurosas, y mientras la economía de los asentamientos se arraigue aún más en la economía israelí”, sostiene el informe. Además expresa preocupación por el reciente aumento de los actos de violencia cometidos tanto por los colonos como por los palestinos, los unos contra los otros.

El informe reconoce algunos progresos. La tendencia hacia un mayor crecimiento económico que se registró en los Territorios árabes ocupados entre 2008-2010 y que continuó en 2011, con un incremento del PIB real del 10,7 por ciento. Esta cifra global se elevó considerablemente debido al aumento en un 26,6 por ciento del PIB de Gaza.

Sin embargo, el informe previene, que el crecimiento de Gaza “no es un indicador de una economía más sana, ya que ésta depende esencialmente del auge de la construcción impulsada por la 'economía de los túneles', así como del incremento del volumen de materiales de construcción que pueden entrar desde Israel para los proyectos de reconstrucción de las organizaciones internacionales”.

El informe indica que en el 2011, el desempleo en el territorio palestino ocupado disminuyó un 4,1 por ciento hasta situarse en 222.000 personas, lo cual representa una tasa de desempleo total del 21 por ciento, frente al 23,7 por ciento en 2010. Esto se debe en gran medida a la reducción de la tasa de desempleo en Gaza de más de un 9 por ciento, pero el desempleo en general continúa siendo más alto que en 2000, desde cuando las oportunidades de trabajar en Israel se redujeron drásticamente.

Las perspectivas de empleo sin duda constituyen uno de los mayores desafíos que enfrentan los jóvenes palestinos. El año pasado, el 53,5 por ciento de las mujeres jóvenes y el 32,2 por ciento de los hombres jóvenes entre 15 y 24 años de edad estaban desempleados. Dado que el 71 por ciento de los palestinos tiene menos de 30 años, el informe exhorta a emprender acciones urgentes dirigidas a abordar la crisis de la educación en Jerusalén Oriental, a cesar la demolición de las escuelas en la Ribera Occidental, y a detener la erosión de las competencias en Gaza.

A pesar de las dificultades en el terreno, el informe observa que el proceso de construir un Estado palestino continúa. Este proceso requiere de “la reconciliación palestina sobre bases democráticas y el respeto de la voluntad de la población”. El informe destaca además la necesidad de que este proceso “abarque las instituciones y políticas de creación de empleo, diálogo social, igualdad de género, seguridad social e ingresos justos”.

Una de las conclusiones del informe es que la igualdad de género debe ser perseguida con determinación, y las mujeres y hombres jóvenes necesitan autonomía, en particular, a través del establecimiento y funcionamiento eficaz de consejos juveniles.

Además de los progresos en la construcción de un Estado palestino, el informe observa también la evolución del mundo árabe hacia una mayor democracia y apertura como un motivo de esperanza.

Las conclusiones del informe se basan en una misión enviada al inicio de este año a los territorios árabes ocupados y a Israel para evaluar la situación de los trabajadores de los territorios árabes ocupados, incluyendo el Golán sirio ocupado. Desde 1980, el Director General tiene el mandato de presentar un informe anual sobre esta materia a la Conferencia Internacional del Trabajo.