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La OIT estima que se producen más de un millón de muertos en el trabajo cada año

GINEBRA (Noticias de la OIT) - La OIT estima que se producen más de un millón de muertos en el trabajo al año y cientos de millones de trabajadores son víctimas de accidentes en el lugar de trabajo y de exposición profesional a substancias peligrosas a través del mundo, expresó el jefe del programa de salud y seguridad de la OIT ante los delegados reunidos en el 15º Congreso Mundial sobre Salud y Seguridad en el Trabajo, que comienza hoy en São Paulo.

Comunicado de prensa | 12 de abril de 1999

GINEBRA (Noticias de la OIT) - La OIT estima que se producen más de un millón de muertos en el trabajo al año y cientos de millones de trabajadores son víctimas de accidentes en el lugar de trabajo y de exposición profesional a substancias peligrosas a través del mundo, expresó el jefe del programa de salud y seguridad de la OIT ante los delegados reunidos en el 15º Congreso Mundial sobre Salud y Seguridad en el Trabajo, que comienza hoy en São Paulo.

En el discurso de la primera reunión del Congreso, el Dr. Jukka Takala, jefe del programa de salud y seguridad de la OIT, señaló que la hecatombe del trabajo que representa un 1.1 millón de muertos excede el promedio anual de decesos causados por los accidentes de tránsito (999.000), las guerras (502.000), la violencia (563.000) y el Sida (312.000). Aproximadamente un cuarto de estas muertes son producidas por la exposición a substancias peligrosas que causan enfermedades de incapacidad como el cáncer y los trastornos cardiovasculares, respiratorios y del sistema nervioso. Advirtió que se prevé que las enfermedades relacionadas con el trabajo se duplicarán en el año 2020 y que si no se implementan medidas de mejoramiento ahora, las exposiciones actuales producirán la muerte de personas en el año 2020.

Agregó, además, que las estimaciones moderadas muestran que los trabajadores sufren aproximadamente 250 millones de accidentes del trabajo y 160 millones de enfermedades profesionales cada año. Las muertes y las lesiones siguen presentando particularmente altos índices en los países en desarrollo, donde existen grandes cantidades de trabajadores en actividades primarias y de extracción, como la agricultura, la explotación forestal, la pesca y la minería - algunas de las industrias más peligrosas del mundo.

La OIT también estima que se podrían salvar alrededor de 600.000 vidas cada año, si se utilizaran las medidas de seguridad disponibles y la información adecuada:

  • cada año se producen 250 millones de accidentes que tienen como consecuencia la ausencia del trabajo, esto equivale a 685.000 accidentes diarios, 475 por minuto y 8 por segundo;
  • los niños trabajadores sufren 12 millones de accidentes del trabajo y se estima que 12.000 de éstos producen la muerte;
  • 3.000 personas mueren en el trabajo cada día, dos por minuto;
  • el asbesto solamente causa la muerte de más de 100.000 trabajadores cada año.

Las estimaciones de la OIT muestran que la tasa de accidentes mortales en las economías industrializadas avanzadas alcanza a casi la mitad de la de Europa central y oriental, China e India. En la región de América Latina/Caribe esta tasa es aún más alta y en el Medio Oriente y Asia (excluidas China e India), la tasa de accidentes mortales sobrepasa cuatro veces la de los países industrializados. Ciertos trabajos peligrosos pueden ser entre 10 y 100 veces más arriesgados. Las obras de construcción en los países en desarrollo son 10 veces más peligrosas que en los países industrializados.

Los países industrializados han experimentado un claro descenso de las lesiones graves, producido por cambios estructurales en la naturaleza del trabajo y mejoras reales que hacen que el lugar de trabajo sea más salubre y seguro, incluidos los primeros auxilios y atención de emergencia mejoradas, lo que permite salvar vidas en caso de accidentes. Sin embargo, la característica evolutiva del trabajo crea nuevos riesgos profesionales, entre los que se cuentan los problemas musculares, óseos, mentales, estrés, reacciones asmáticas y alérgicas y otros causados por la exposición a agentes peligrosos y cancerígenos, como el asbesto, la radiación y los productos químicos.

El alto costo de la negligencia

Los costos económicos de las enfermedades y lesiones profesionales, y las relacionadas con el trabajo, aumentan de manera muy rápida. El experto de la OIT afirma que "aunque es imposible fijarle un valor a la vida humana, las cifras de indemnización indican que aproximadamente el 4% del producto interno bruto del mundo desaparece con el costo de las enfermedades, a través de ausencias del trabajo, tratamientos de enfermedades, incapacidad y prestaciones de sobrevivientes". El PIB que se pierde en lesiones y enfermedades relacionadas con el trabajo es superior al PIB total de África, los Estados árabes y Asia meridional y más que toda la asistencia oficial de desarrollo para los países del tercer mundo.

Además de tener una escasez de materiales y servicios médicos insuficientes, los problemas de los países en desarrollo se ven agravados por la rápida industrialización y la migración hacia las ciudades. Según el Dr. Takala, en el contexto de la mundialización, se crean industrias que a menudo son informales y peligrosas, y que emplean a trabajadores que no tienen una experiencia previa en trabajo industrial. El suministro de viviendas y locales apropiados retrasa, con frecuencia, la creación de nuevas fábricas e industrias.

La necesidad de infraestructura produce un aumento del trabajo de construcción, otra ocupación peligrosa, en áreas tan diversas como vivienda, caminos, represas y servicios de energía y telecomunicaciones, lo que trae un sinnúmero de beneficios, pero también problemas vinculados a las sociedades industriales modernas, como son el tránsito , ruido, estrés, productos nuevos y un conjunto de materiales químicos y sintéticos que pueden ser peligrosos si no se utilizan de manera correcta o si se eliminan indebidamente. La competencia intensa por una inversión de capital mínima puede contribuir a descuidar factores como la seguridad, salud y medio ambiente, como lo demuestra la gran cantidad de incendios de fábricas de juguetes, textiles y similares en los países en desarrollo.

La OIT afirma que la cobertura de la salud y la seguridad en el trabajo varía mucho en distintos lugares del mundo, como por ejemplo los trabajadores de los países nórdicos tienen una cobertura casi total, mientras es probable que sólo un 10% o un porcentaje inferior de los trabajadores de muchos países en desarrollo tengan algún tipo de cobertura. Incluso en muchos países desarrollados, la cobertura de las lesiones y enfermedades profesionales puede que se extienda solamente a la mitad de los trabajadores.

Estrategias para mejorar la seguridad

Aunque la OIT defiende la cobertura más amplia posible para todos los trabajadores, la Organización afirma que se necesitan diferentes estrategias para mejorar la salud y la seguridad en el trabajo, en vista de las distintas circunstancias que enfrentan los países. Para los países industrializados, las prioridades necesitan centrarse en los factores psicológicos vinculados a las malas relaciones y gestiones del trabajo, las consecuencias mentales y físicas de trabajos muy técnicos y repetitivos, y la información necesaria para la utilización de tecnologías y substancias nuevas, incluidos los productos químicos.

En los países en desarrollo, las prioridades deben centrarse en mejorar las prácticas de salud y seguridad en las industrias primarias como la agricultura, la pesca y la explotación forestal, evitar los accidentes del trabajo, incluidos los incendios y los escapes de substancias peligrosas, y evitar los acidentes y las enfermedades tradicionales, incluidas las que se producen en los cursillos informales y las industrias a domicilio, y la exposición al polvo de sílice que es extremadamente peligroso y produce una gran cantidad de muertes prematuras innecesarias cada año.

El Dr. Takala dijo que "en países con todos los niveles de desarrollo, una gran proporción de las muertes y lesiones de trabajadores se pueden atribuir a una información inadecuada sobre salud y seguridad". Expuso en términos generales varios programas de la OIT, algunos desarrollados en conjunto con la Organización Mundial de la Salud y el Proyecto de Desarrollo de las Naciones Unidas a fin de mejorar la información sobre salud y seguridad, y el trabajo en red.

Estos incluyen el programa internacional sobre seguridad química que desarrolla, traduce y difunde información clara y uniforme sobre las propiedades de las substancias químicas en el lugar de trabajo. La OIT también realiza una investigación exhaustiva y edita una gran cantidad de publicaciones, entre las que se cuenta la Enciclopedia de salud y seguridad en el trabajo de la OIT, que tiene 4.000 páginas, publicada en su 4ª edición actualizada el año pasado.

El Dr. Takala citó varias actividades que se llevan a cabo en los países en desarrollo que varían desde programas de seguridad química para pequeñas minas de carbón en China, iniciativas de seguridad agro-química en América Central, hasta campañas de información sobre salud y seguridad en el trabajo a través de África.

El Dr. Takala instó a los delegados del Congreso a establecer diversos objetivos mensurables para mejorar la salud y seguridad en el trabajo. Entre estas figuran políticas y legislación mejoradas, mayor disponibilidad de servicios de salud en el trabajo, infraestructura y mano de obra mejoradas, y mejores sistemas de registro y notificación. En muchas industrias, ni siquiera se notifican las lesiones y enfermedades profesionales y las relacionadas con el trabajo: "Una cultura de seguridad mejorada es en parte una cuestión de recursos y tecnología, pero sobre todo se necesita una mejor información, gestión y normas éticas más importantes para enfrentar los peligros del trabajo que no dejan de estar presentes y de aumentar", expresó el Dr. Takala.

La OIT insiste en que los convenios claves de salud y seguridad en el trabajo, como el marco del convenio sobre la seguridad en el trabajo (núm. 155) y el convenio sobre los servicios de salud en el trabajo (núm. 161) debieran ser considerados como normas mínimas. Además, se ha lanzado el Programa Mundial de Trabajo Seguro para proporcionar conocimientos, apoyo y servicios en salud y seguridad en el trabajo, y para incluir esto de manera destacada en el programa a nivel mundial, internacional y nacional.