Los trabajadores inmigrantes podrían contribuir más a la economía argentina

Así lo demuestra un nuevo informe elaborado por la Organización Internacional del Trabajo y la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económico. Si se aprovecharan sus competencias y con políticas públicas adecuadas, los inmigrantes podrían contribuir aún más al fortalecimiento de la economía nacional.

Noticia | 5 de julio de 2018
 
Con una larga historia compartida, la relación entre Argentina y los inmigrantes continúa en el presente. En la actualidad, los inmigrantes representan menos del cinco por ciento de la población del país y su rol en la economía nacional es menor al registrado durante la primera mitad del siglo XX. Un informe conjunto del Centro de Desarrollo de la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OCDE) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT), Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de Argentina, aporta una nueva mirada sobre el tema y recomienda políticas para aumentar la contribución de estos trabajadores.

El informe, dado a conocer en el ex Hotel de Inmigrantes de Buenos Aires, presenta un análisis sin precedentes sobre los aportes de estos trabajadores en tres áreas de la economía nacional: mercados laborales, crecimiento económico y finanzas públicas. Demuestra que los resultados del mercado laboral de nativos y de extranjeros no son muy diferentes. La participación de la fuerza laboral es casi igual, mientras que la tasa de desempleo de los inmigrantes es apenas inferior. Sin embargo, la informalidad y el autoempleo se dan con mayor frecuencia entre los inmigrantes, quienes, en promedio, ganan menos que los nativos.

Para el director de la OIT en Argentina, Pedro Américo Furtado de Oliveira, “es posible aprovechar aún más el impacto positivo de los trabajadores inmigrantes en la economía del país, por lo que es estratégico avanzar en políticas integrales basadas en los principios del trabajo decente”. Si bien Argentina aún no ha ratificado el convenio 143 de la OIT, enfocado en la promoción de la igualdad de oportunidades y de trato de los trabajadores migrantes, el funcionario consideró: “El tejido sociocultural y la riqueza del país fue construido y sigue consolidándose gracias a los diversos flujos migratorios, probablemente porque Argentina cuenta con una de las políticas que más protegen a las poblaciones extranjeras y dan la posibilidad de una vida digna con trabajo decente”.

“Las políticas migratorias efectivas en Argentina y la apertura hacia los inmigrantes reflejan la comprensión de sus contribuciones positivas. Esperamos que este estudio basado en evidencia continúe a respaldar los logros del país y la integración de los migrantes”, dijo Federico Bonaglia, director adjunto del Centro de Desarrollo de la OCDE, quien presentó el informe. La presentación contó también con la participación de Graciela Guzmán, secretaria de Promoción, Proyección y Cambio Tecnológico del Ministerio de Trabajo, Empleo y Seguridad Social.

El informe evalúa si la presencia de trabajadores extranjeros ha beneficiado o perjudicado las oportunidades de empleo de los trabajadores nacidos en Argentina. Al respecto, sugiere que la inmigración no suele asociarse con la pérdida de empleo o la reducción de ingresos entre la población autóctona. De hecho, los ingresos de quienes nacieron en Argentina y son graduados universitarios parecen incrementarse cuando hay un mayor número de extranjeros con título de grado. A su vez, las mujeres nativas menos calificadas tienen una mayor probabilidad de incorporarse a la fuerza laboral cuando más mujeres inmigrantes de diversos países latinoamericanos residen en su localidad. No obstante, el informe también señala que, al parecer, mientras mayor es la cantidad de inmigrantes, un porcentaje más alto de trabajadores autóctonos tiende a desempeñarse de manera autónoma o como trabajadores familiares auxiliares, o bien pueden reducirse los ingresos de los trabajadores nativos poco calificados.

En Argentina, se estima que los trabajadores extranjeros contribuyen con alrededor de un cuatro por ciento del Producto Bruto Interno (PBI). La cifra está por encima del porcentaje de población que representan los inmigrantes en zonas urbanas, pero por debajo de su proporción en la fuerza de trabajo. Con más frecuencia, los inmigrantes se desempeñan en sectores con un menor valor agregado por trabajador. Además, poseen en promedio un menor nivel educativo y menores salarios.

De acuerdo con el informe, y bajo ciertos supuestos, los inmigrantes hicieron una contribución fiscal neta positiva durante 2013, el último año con información disponible. En promedio, esa contribución representó entre el -1 y el 2 % del PBI per cápita. Si bien esta contribución fue menor a la observada para el promedio de los nativos, en parte debido a una alta sobrerrepresentación de adultos mayores entre los inmigrantes, el dato muestra que los trabajadores extranjeros no representaron una carga fiscal significativa durante ese año.


Recomendaciones para el diseño de políticas

Según el informe, los efectos de la inmigración en términos de resultados del mercado laboral de los trabajadores nativos, finanzas públicas y crecimiento económico en Argentina son relativamente limitados. Hay margen para incrementar aún más la contribución de los inmigrantes a través de mejoras en las políticas vigentes, basadas en las siguientes recomendaciones:

• Dar mayor atención a las brechas de integración.La relativamente alta integración de los inmigrantes al mercado de trabajo no debe ocultar el hecho de que su vulnerabilidad puede ser más elevadaque la del grueso de la población. Hay margen para intervenir sobre las brechas salariales y de desempeño educativo entre personas autóctonas y extranjeras.
• Crear un ambiente atractivo para los inmigrantes altamente calificados. Las personas con mayores niveles educativos tienen una mayor contribución fiscal neta y podrían generar un mayor impacto positivo en la productividad. Lejos de perjudicar a los graduados universitarios nacidos en el país, aumentar el número de inmigrantes altamente calificados podría incluso mejorar sus ingresos laborales.
• Reducir la informalidad laboral. Intervenir con políticas para disminuir el empleo informal sería un beneficio para la totalidad de la economía y podría aumentar la contribución fiscal y el trabajo de los inmigrantes tanto nativos como extranjeros.
• Integrar la migración en la planificación de políticas sectoriales no migratorias. Una agenda coherente de políticas públicas contribuiría a que los países destino, como Argentina, puedan beneficiarse totalmente de la inmigración.

El especialista en migraciones de la OIT, Guillermo Dema, explicó que los trabajadores migrantes “contribuyen con el crecimiento y desarrollo de los países de origen y de destino, pese a lo cual muchos trabajadores migrantes no disfrutan de un trabajo decente”. En esa línea, consideró que para aprovechar los beneficios y reducir los costos de la migración, “es fundamental la buena gobernanza, concebida desde un enfoque de derechos, que aborde los deficits de trabajo decente de los migrantes y las necesidades del mercado de trabajo”.
   


 
 
Información de contexto

Al comienzo del siglo XX, la mayoría de los inmigrantes en Argentina provenían de Europa, pero ese número ha disminuido desde entonces y, actualmente, los inmigrantes provenientes de países latinoamericanos representan una proporción mayor. En los inicios del nuevo milenio, el país adoptó una política migratoria de puertas abiertas, basada en los principios de equidad y universalidad.

Contacto de prensa:

Para mayor información o para obtener una copia de este informe y solicitar entrevistas, por favor, póngase en contacto con:

• Pablo María Sorondo (sorondo@ilo.org), de la oficina de la OIT en Argentina o Luis Cordova (cordova@ilo.org), de la oficina de la OIT en Lima.
• Bochra Kriout (bochra.kriout@oecd.org; Tel: +33 (0)1 45 24 82 96), de la oficina de prensa del Centro de Desarrollo de la OCDE.

Cómo los inmigrantes contribuyen a la economía de Argentina es resultado de un proyecto realizado por el Centro de Desarrollo de la OCDE y la Organización Internacional del Trabajo para la Evaluación de la contribución económica laboral en los países en desarrollo como países de destino, cofinanciado por la Unión Europea. Los otros nueve países que cubre el proyecto son: Costa Rica, Côted’Ivoire, Kirguistán, Ghana, Nepal, República Dominicana, Ruanda, Sudáfrica y Tailandia.