100 años de historia de la OIT

América Latina y la OIT: indagar el pasado para entender el futuro del trabajo

Historiadores coinciden en recorrer diversos aspectos de la vinculación entre esta región y la Organización Internacional del Trabajo. Todo comenzó en 1919, y desde entonces ha dado lugar a una fructífera relación.

Reportaje | 18 de octubre de 2019
1.a Reunión Regional Americana en Santiago de Chile, 1936.
Lima – La historia del trabajo en América Latina y las relaciones con la OIT, iniciadas hace 100 años, están bajo la lupa de una serie de investigadores que indagan en el acontecer laboral, social, económico y político de la región en busca de elementos que permitan comprender mejor el pasado y también el futuro.

“Hay una relación virtuosa entre América Latina y la OIT, con altibajos y momentos de esplendor”, destacó esta semana en Lima Pedro Daniel Weinberg, presidente de la Fundación Electra, quien pasó por Lima junto a un grupo de historiadores para presentar una serie de libros que abordan desde diversos ángulos el desarrollo de este vínculo.

Weinberg, quien en el pasado también fue director de OIT/CINTEFOR, el Centro Interamericano para el Desarrollo del Conocimiento en la Formación Profesional, compiló una serie de estudios sobre la historia de la región en un libro titulado “La OIT en América Latina, los orígenes de una relación”, donde se exploran acontecimientos de los primeros 20 años de vida de la Organización fundada en 1919.

“La historiografía americana sobre el trabajo se ha visto reforzada desde no hace muchos años con la apertura de este nuevo campo de interés: la historia de la OIT y de sus oficinas en nuestra región”, comento Weinberg. “América Latina ha sido decisiva en el desarrollo de OIT, y OIT ha sido decisiva en el desarrollo de la institucionalidad laboral en la mayoría de los países”.

La ratificación de las normas internacionales del trabajo en la región y la manera en que influyeron en diferentes países, la primera reunión regional en la historia de OIT realizada en Chile en 1936, los desafíos laborales, el papel de los delegados de los países, o las consecuencias del primer viaje a la región de Albert Thomas primer Director General de la Organización, en 1925, están bajo la lupa de estos historiadores.

En una serie de coloquios realizados en la Universidad Católica de Perú los historiadores que investigan OIT presentaron también libros con ensayos sobre los primeros representantes de la Organización en algunos países, la presencia de delegaciones de la región en las primeras reuniones de OIT y sus posiciones, o temas puntuales como “Ciencia, política y domesticidad: la OIT y el estudio de los hogares asalariados”.

Delegados latinoamericanos en la Conferencia Internacional del Trabajo, 1924.
El Decano de la Facultad de Derecho de esta universidad peruana, Alfredo Villavicencio, destacó que en la propia gestación de OIT, como parte del Tratado de Versalles con el cual se puso fin a la Primera guerra mundial, ya hay una influencia latinoamericana. “Hay una conexión directa con la constitución mexicana de Querétaro” de 1917, explicó.

La redacción de la parte XIII del Tratado estuvo a cargo de una comisión encabezada por el estadounidense Samuel Gonpers, quien había seguido de cerca el proceso constitucional mexicano. Además entre sus miembros había un jurista de la región, el cubano Antonio Sánchez de Bustamante.

Entre los 42 Estados Miembros fundadores de la OIT figuran 16 países latinoamericanos. El especialista de la OIT Humberto Villasmil destaca en uno de los trabajos presentados que a partir de 1925 comenzaron las ratificaciones de las normas internacionales del trabajo desde la región, y que durante los primeros años este proceso se aceleró, y coincidió “con el momento fundacional de la codificación laboral en América Latina”.

La codificación del trabajo fue “un proceso sostenido y de onda larga” en la región, en el cual es posible detectar “una influencia evidente de la OIT”.

El investigador Andrés Stagnaro, de la Universidad Nacional de la Plata en Argentina, destacó que se está generando una “reflexión colectiva” sobre la presencia de la OIT en esta parte del mundo, y contó en Perú sobre la puesta en marcha de una “Red latinoamericana de estudios sobre la Organización Internacional del Trabajo” en la cual participan académicos que abordan diversos aspectos de la historia laboral.

“En tiempos en que se habla mucho del futuro del trabajo nos parece importante recuperar la historia de OIT”, explicó Victoria Basualdo, investigadora del CONICET en Argentina, para quien las conclusiones de estos trabajos son importantes para “iluminar el presente”, en particular cuando se está forjando una nueva visión de las relaciones laborales que podría influir sobre el escenario del mundo del trabajo en los próximos años.

Basualdo, quien en uno de los libros abordó el tema de “Dictadura y trabajo” sobre respuestas dictatoriales a denuncias sindicales presentadas a la OIT (Argentina, 1976-1983), dijo que la historia puede rescatar lecciones importantes del desarrollo de la institucionalidad laboral, así como de los acontecimientos que han dejado marca en el mundo del trabajo en la región.


Los estudios a los que hace mención este artículo son los siguientes:
La OIT en América Latina . Los orígenes de una relación. Pedro Daniel Weinberg.
La OIT y los países del Conosur en el período de entreguerras. Norberto O. Ferreras
- A Conexão OIT América Latina. Norberto O. Ferreras, Andrés Stagnaro y Gabriela Caruso.