La política de asociación activa (PAA) fue adoptada en la 80ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo (junio de 1993). El objetivo de esta política era acercar más la Organización Internacional del Trabajo a sus mandantes tripartitos en los Estados miembros y mejorar la coherencia y la calidad de los servicios técnicos que podían prestarse a los mismos, en el marco del mandato de la Organización.
Un elemento clave de esta política fue el fortalecimiento de la estructura de la Oficina Internacional del Trabajo en el terreno. Esta política se tradujo en la creación de equipos multidisciplinarios y en el fortalecimiento progresivo de la red de oficinas regionales de la OIT. El Departamento de
Cooperación Técnica se encargó de promover, facilitar y supervisar la aplicación de la PAA.