Mejorar la capacidad de las comunidades en Ghana y Nigeria para combatir la trata de personas

El presente proyecto está relacionado con los programas de trabajo decente por país (PTDP) que actualmente llevan a cabo Nigeria, Ghana y la OIT

En 2003, la OIT inició actividades de cooperación técnica para combatir la trata de personas en Africa Occidental. Esta región fue escogida en respuesta a la creciente preocupación que en los planos regional e internacional suscitan las proporciones actuales de la trata de seres humanos. Esta práctica constituye un problema de enormes dimensiones en Africa Occidental y hunde sus raíces en una pobreza aguda y en el deseo generalizado de los pobres de migrar en busca de oportunidades mejores en la región o fuera de ella. En ambos países, gran parte de la población vive en la pobreza más absoluta y hay una tasa de desempleo alarmante, en particular, entre los jóvenes. Además, se registran fenómenos como un estancamiento general de la mayor parte de la economía rural; arraigadas tradiciones consistentes en enviar a los niños con familias de acogida para favorecer su desarrollo; índices elevados de migraciones estacionales provenientes de muchas zonas rulares, y una demanda de migración significativa, tanto dentro de esos dos países, como fuera de ellos. Las organizaciones criminales aprovechan la ausencia de cauces de migración seguros y regulares para traficar con las víctimas, ya sean éstas mujeres, hombres o menores, y ello no sólo en Ghana y Nigeria, sino también en toda la región y en Europa, exponiéndolas así a trabajos forzosos y a la explotación sexual. Según las estimaciones de la OIT, en Nigeria y Ghana cientos de miles de personas han caído en manos de traficantes de seres humanos que las han colocado en situación de explotación, o sometido a formas de empleo abusivo. En esos dos países la OIT llevó a cabo el Programa de Acción de la OIT contra el trabajo forzoso y la trata de personas en Africa Occidental (PATWA) entre octubre de 2003 y junio de 2006, lo cual contribuyó en gran medida a la adopción de la Ley de Ghana sobre la Trata de Seres Humanos en 2005 1. Dicho programa también permitió ayudar mucho a los Gobiernos de Ghana y Nigeria a esbozar planes de acción nacionales encaminados a combatir la trata de seres humanos y a forjar un consenso sobre la necesidad de luchar contra la trata de seres humanos y el trabajo forzoso.

En el Plan de acción sobre la trata de personas en Ghana se exhorta a la creación de «comités de control comunitarios» facultados para adoptar medidas para localizar, vigilar y detener cualquier tentativa de trata de seres humanos en sus comunidades. En Nigeria, mediante el Plan de acción se fomenta la adopción de programas de sensibilización de las comunidades, además de la participación de los líderes tradicionales en la estrategia nacional contra la trata de personas.

El proyecto propuesto se vinculará a los programas de trabajo decente por país (PTDP) que hoy se preparan en Nigeria, Ghana y la OIT. Este proyecto de PTDP tiene, entre otros objetivos esenciales, el de eliminar la trata de personas y el trabajo infantil, y pone de manifiesto la clara voluntad política de los Gobiernos y sus interlocutores sociales de trabajar conjuntamente con la OIT para alcanzar estas metas. El proyecto también está en consonancia con el Programa de Acción contra el trabajo forzoso que el Consejo de Administración adoptó en 2005.

Objetivo


El proyecto propuesto contribuye a la prevención del tráfico de seres humanos, mediante campañas de sensibilización más específicas, actividades de divulgación en las propias comunidades, y la prestación de asistencia a las víctimas afectadas por este flagelo en una región piloto de Ghana y de Nigeria.

Enfoque

Las actividades dirigidas por la comunidad son un instrumento de prevención importante para combatir la trata de seres humanos. Sin la participación directa de las instituciones locales y de los líderes tradicionales para definir y detectar situaciones de trata de seres humanos y aplicar medidas para combatirla, será difícil lograr progresos duraderos en Africa Occidental. Los grupos comunitarios de vigilancia dirigidos por los gobernantes tradicionales y por las autoridades religiosas y comunitarias pueden movilizar a los miembros de las comunidades en zonas rurales, a fin de detectar y prevenir la trata de seres humanos. Es incluso posible movilizar y ofrecer formación a estos grupos para que puedan controlar las irregularidades que se presentan en la comunidad. La incorporación de estructuras comunitarias a la estrategia de prevención de la trata de seres humanos contribuye a la habilitación de las comunidades, así como a la creación de capacidad y la sensibilización en el plano local, y permite coadyuvar a unos esfuerzos de prevención duraderos.

Con la organización de talleres de formación para los líderes tradicionales de las comunidades y para los miembros de los grupos comunitarios de vigilancia se pretende informar a dichos beneficiarios acerca de la naturaleza y los peligros de los problemas que plantea la trata de seres humanos, y concienciarlos acerca de las diferencias que este fenómeno entraña a lo largo de todo su ciclo en la función del sexo de la persona de que se trate. También se pretende hacerles comprender los conceptos de trabajo forzoso y de trata de seres humanos, enseñarles a reconocer situaciones de trata de seres humanos y de trabajo forzoso sin causar más traumatismos a las víctimas, sensibilizar a la población local a los peligros inherentes a la trata de seres humanos, y trabajar en red con otras instituciones que brindan asistencia y protección a las víctimas de este fenómeno.

Las investigaciones de la OIT ofrecen una perspectiva nueva y diferenciada de los problemas que presentan la trata de seres humanos y la explotación mediante el trabajo forzoso según sus víctimas sean hombres, mujeres o niños. Si bien las conclusiones de las investigaciones indican que las mujeres están más expuestas al cautiverio físico y a la violencia en el trabajo, razón por la cual requieren mayor protección tanto en el lugar de su contratación como en su lugar de destino, las consideraciones de género también obligan a prestar atención a la violación de los derechos humanos de los trabajadores migrantes de sexo masculino que se encuentran en situación irregular y a las víctimas de la trata de seres humanos en situaciones de trabajo forzoso. Además, deberá prestarse especial atención a las necesidades de los niños víctimas de la trata. A fin de lograr el impacto deseado, todas las actividades del proyecto incorporarán sistemáticamente las necesarias consideraciones de género y de derechos humanos. En el marco del proyecto se prevé que por lo menos el 25 por ciento de los participantes en los talleres de formación para líderes comunitarios y en grupos comunitarios de vigilancia sean mujeres.

El proyecto propuesto se basará en los resultados del Programa de Acción de la OIT contra el trabajo forzoso y la trata de personas en Africa Occidental (PATWA), especialmente en lo que se refiere a las relaciones de trabajo con los líderes comunitarios que realizan actividades similares en ambos países. El proyecto propuesto también hará uso de los resultados, el acervo de conocimientos y los contactos derivados del proyecto LUTRENA que la OIT lleva a cabo desde 1999 para luchar contra el tráfico de niños, a fin de paliar la explotación laboral en Nigeria, Ghana y en otros 10 países de Africa Occidental y Central.

Olateru-Olagbegi, B; Ikpeme, A. (2005): Review of Legislation and Policies in Nigeria on Forced Labour and Human Trafficking.

1 Véase: Atuguba, R. (2005): Human Trafficking in Ghana: A review of legislation.