13. Economía informal

Desarrollo Sostenible

Trabajo Decente

Economía Social Ambiental Empleo Protección Rerechos Diálogo
Metas de los ODS pertinentes
8.3, 10.2
Resultados en materia de políticas pertinentes
6

En esta página: Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS | Ejes de política transversales | Las alianzas | Capacidad de la OIT | Recursos

La economía informal33 comprende más de la mitad de la mano de obra mundial y más del 90 por ciento de las microempresas y pequeñas empresas (MYPE) a escala mundial. La informalidad es una característica importante de los mercados laborales del mundo. Hay millones de unidades económicas en funcionamiento y cientos de millones de trabajadores que procuran ganarse la vida en condiciones de informalidad.

La expresión «economía informal» abarca una enorme diversidad de situaciones y fenómenos. En efecto, la economía informal se manifiesta en formas variadas en las distintas economías y dentro de cada una. Los procesos y las medidas de formalización destinados a facilitar la transición a la formalidad necesitan ajustarse a las circunstancias específicas que enfrentan las unidades económicas o los trabajadores de diversos países y categorías.

El trabajo en la economía informal a menudo se caracteriza por estar enmarcado en lugares pequeños o indefinidos, condiciones de trabajo inseguras e insalubres, falta de competencias y escasa productividad, ingresos bajos o irregulares, horarios de trabajo prolongados y falta de acceso a la información, los mercados, la financiación, la formación y la tecnología. En la economía informal, los trabajadores no están reconocidos, registrados, regulados ni protegidos por la legislación laboral ni la protección social. Entre las causas de base de la informalidad se incluyen elementos relacionados con el contexto económico, los marcos jurídicos, normativos y políticos, y ciertos determinantes de nivel microeconómico, como bajo el nivel de educación, discriminación, pobreza y —como se mencionó anteriormente—falta de acceso a recursos económicos, a la propiedad, a los servicios financieros y de otra índole, como también a los mercados. La elevada incidencia de la economía informal constituye un desafío enorme para los derechos de los trabajadores y las condiciones de trabajo decentes, y también tiene un impacto negativo en las empresas, los ingresos públicos, el ámbito de acción de un gobierno, la congruencia de las instituciones y la competencia justa.

La Resolución relativa al trabajo decente y la economía informal de la Conferencia Internacional del Trabajo (2002) fue un hito en el enfoque integrado de la OIT en cuanto a la informalidad. La Resolución aclaró que el término «economía informal» se refería a «todas las actividades económicas realizadas por los trabajadores y unidades económicas que —en la legislación o en la práctica— no están cubiertas, o lo están en forma insuficiente, en los sistemas formales». Dicha descripción fue ratificada 13 años después mediante la Recomendación de la OIT sobre la transición de la economía informal a la economía formal, 2015 (núm.204), en la que se aclara, además, que el término no abarca las actividades ilícitas, y que la expresión «unidades económicas» de la definición hace referencia a las unidades que a) emplean mano de obra; b) corresponden a personas que trabajan por cuenta propia; y c) funcionan como cooperativas y unidades de economía social y solidaria. La Recomendación núm. 204 constituye un hito histórico para el mundo del trabajo, pues se trata de la primera norma internacional que se centra exclusiva y totalmente en la economía informal.

Para promover el trabajo decente, es necesario aplicar una estrategia integrada y de amplio alcance que abarque una gama de áreas de políticas e involucre a un amplio número de actores institucionales y civiles de la sociedad para eliminar los aspectos negativos de la informalidad. Asimismo, es necesario que la estrategia preserve el considerable potencial de generación de empleos e ingresos de la economía informal, y que promueva la protección e incorporación de trabajadores y unidades económicas de la economía informal a la economía general.

Tras la adopción de la Recomendación núm. 204, el Consejo de Administración de la OIT adoptó, en su 325.a sesión, una estrategia de implementación articulada en torno a cuatro componentes interrelacionados, a saber: 1) una campaña promocional de concienciación y defensa; (2) desarrollo de capacidad entre los mandantes tripartitos; 3) desarrollo y divulgación de conocimientos; y 4) cooperación y alianzas internacionales. La estrategia de formalización desarrollada bajo la anterior «esfera de importancia decisiva» (o ACI, por sus siglas en inglés) puede resumirse de esta manera (47):

Recuadro 1
Políticas para promover la transición a la economía formal
1. Políticas específicas para grupos concretos de trabajadores y unidades económicas de la economía informal
  • Formalización de microempresas y pequeñas empresas
  • Enfoques sectoriales para la formalización
  • Formas atípicas de empleo y formalización
2. Políticas orientadas a resolver los factores estructurales de la informalidad
  • Ampliación de la cobertura de seguridad social
  • Mejora del cumplimiento de la legislación (con inclusión de las normas internacionales del trabajo)
  • Instituciones del mercado de trabajo y formalización
  • Organización de los trabajadores y empleadores informales
  • Enfoques integrados para la formalización


Relación entre la Agenda de Trabajo Decente y los ODS

La informalidad se aborda directamente en solo una meta de los ODS, la 8.3: «Promover políticas orientadas al desarrollo que apoyen las actividades productivas, la creación de puestos de trabajo decentes, el emprendimiento, la creatividad y la innovación, y fomentar la formalización y el crecimiento de las microempresas y las pequeñas y medianas empresas, incluso mediante el acceso a los servicios financieros». Sin embargo, en forma indirecta, muchas otras metas de los ODS centradas en la pobreza (ODS 1), la igualdad de género (ODS 5), la reducción de la desigualdad (ODS 10), las instituciones (ODS 16) y las alianzas (ODS 17) son de interés para la informalidad y se beneficiarían mediante programas orientados a la gradual formalización de la economía informal. No hay dudas de que la aspiración central de la Agenda 2030 de que nadie se quede atrás tiene gran significación para los miles de millones de trabajadores en la economía informal de todo el mundo. Será crucial abordar los déficits de trabajo decente que afectan a la economía informal de modo tal que los trabajadores en esta situación tengan una probabilidad de salir de su condición de trabajadores pobres.

El trabajo de la OIT en la formalización de la economía informal está sujeto a un resultado específico en materia de políticas; no obstante, en la práctica, se relaciona con todos los demás resultados, con todas las unidades técnicas de la Oficina y con todas las áreas temáticas de la presente publicación. Para citar las Conclusiones de la Conferencia de 2002 (48):

«La OIT debería valerse de su mandato, estructura tripartita y competencias para abordar los problemas que plantea la economía informal. El enfoque basado en los déficits de trabajo es particularmente encomiable, y debería seguir adoptándose. El enfoque de la OIT tendría que reflejar la gran variedad de situaciones que se dan en la economía informal y sus causas subyacentes. También debería ser global y abarcar la promoción de los derechos, el empleo decente, la protección social y el diálogo social. Asimismo, debería centrarse en ayudar a los Estados Miembros a abordar cuestiones relacionadas con la gobernanza, la creación de empleo y la lucha contra la pobreza. La OIT debería tomar en consideración las dificultades conceptuales que se derivan de la gran diversidad de la economía informal»

Ejes de política transversales

El hecho de que la economía sea informal obedece a que los sistemas formales, como las leyes y reglamentaciones, no se aplican, no se observan o no son aplicables total o parcialmente. Por lo tanto, un elemento clave del trabajo de la OIT tendiente a la formalización de la economía informal consiste en procurar una mejora gradual del marco jurídico y de cumplimiento de la ley y las normas internacionales del trabajo.

La proporción de las mujeres en la economía informal no agrícola coincide con la de los hombres, pero difieren las ocupaciones: muchas mujeres trabajan como vendedoras callejeras, trabajadoras domésticas no registradas, trabajadoras familiares no remuneradas o trabajadoras manuales en fábricas informales. Además, afrontan más específicamente algunos otros factores propios de la informalidad, tales como la discriminación o la falta de acceso a recursos económicos, a la propiedad, y a servicios financieros o de otra índole; asimismo, afrontan una mayor necesidad de combinar responsabilidades familiares y laborales. Por lo tanto, es importante diseñar estrategias de formalización tomando en cuenta específicamente el género.

Habitualmente, los operadores y trabajadores de la economía informal no pertenecen a organizaciones (formales) de trabajadores y empleadores, por lo que a menudo son excluidos de las instituciones formales para el diálogo social. Sin embargo, en los últimos años, los sindicatos y las organizaciones empresarias de diversos países comenzaron a hacer contacto con la economía informal y crearon «ventanas» o categorías de afiliación especiales. De igual modo, los trabajadores y operadores de la economía informal frecuentemente establecen sus propias organizaciones, asociaciones y cooperativas a fin de resguardar sus intereses y generar economías de escala.

Los trabajadores y operadores de la economía informal que participan en actividades nocivas o peligrosas, como la recolección de basura, pueden beneficiarse de programas que procuren combinar la protección o rehabilitación del medio ambiente con la mejora de las condiciones de trabajo.

Las alianzas

La naturaleza polifacética y la universalidad de la economía informal en todos los países y regiones hacen que se constituya en objetivo potencial para una muy amplia variedad de colaboradores. Los mandantes de la OIT a nivel nacional y mundial se preocupan por la dimensión de la informalidad (que, en algunos países, aumenta en lugar de decrecer) y el daño que causa a la población, al planeta y a la prosperidad. Muchos organismos operativos de las Naciones Unidas —si no es que todos ellos— pueden contribuir a la formalización de la economía informal de una u otra manera. De esta forma, la temática se transformaría en una meta ideal para los programas conjuntos de las Naciones Unidas en los países. La Oficina colabora con el Banco Mundial y otras organizaciones regionales e internacionales en temas como la productividad y el costo y los beneficios de la formalización; asimismo, colabora con la Comisión Europea para reducir el empleo informal en Europa, con la OCDE para determinar los impulsores de la informalidad, y con la organización Mujeres en Empleo Informal: Globalizando y Organizando (WIEGO) y otras pertinentes en materia estadística.

Capacidad de la OIT

La naturaleza interdisciplinaria de la economía informal implica que ninguna de las unidades orgánicas de la Oficina monopoliza la tarea de la formalización; esta situación ya se había advertido en 1998, cuando el entonces Director General creó un programa interdepartamental sobre la economía informal. Todas las unidades técnicas de la sede y todos los técnicos especialistas en las oficinas exteriores pueden y deben contribuir a la formalización de la economía informal; además, todos los directores de oficinas exteriores tienen tanto el desafío como la obligación de coordinar tal trabajo como un programa coherente de acción.

Recursos

El portal de la OIT sobre la economía informal brinda acceso a gran número de publicaciones, informes y estadísticas de la economía informal. Asimismo, la Guía de la biblioteca de la OIT incluye una página sobre la economía informal que facilita el acceso a una amplia variedad de materiales, agrupados en diversos temas, sectores y regiones. Debido a la naturaleza interdisciplinaria de la economía informal, muchas otras unidades de la OIT han publicado materiales sobre el fenómeno y su relación con un área técnica específica. Cada dos años, el Centro Internacional de Formación de la OIT en Turín ofrece una academia sobre la formalización de la economía informal, y dicta también una serie de programas de aprendizaje en economía y academias sobre temas específicos.


33 - El término «sector informal» se acuñó inicialmente en 1972, en la conclusión de una misión de asesoramiento integral de la OIT en materia empleo en Kenya33; luego pasó a hablarse de «economía informal» para destacar el hecho de que la informalidad no es un «sector», sino más bien una cierta modalidad de realización de actividades económicas. Cabe destacar: «El Informe (de la misión a Kenya) reconoce que la idea del sector informal no se originó en lo que los destacados aportaron a la misión, sino en el trabajo y el personal del Instituto de Estudios para el Desarrollo de la Universidad de Nairobi, un hecho que, desde entonces, ha quedado en el olvido. En otras palabras, no fue la OIT quien inventó el concepto del sector informal, sino que este provino de pensadores y analistas del Tercer Mundo» (74).

47. Organización Internacional del Trabajo (OIT). Formalización de la economía informal: Esfera de importancia decisiva. (GB.325.POL.1.1). Ginebra: 2015.

48. —. Conclusiones sobre el trabajo decente y la economía informal. Ginebra: 2002.

74. Bangasser, Paul E. The ILO and the Informal Sector: an Institutional History. Ginebra: 2000.