Quebec: los "Fondos de Solidaridad" patrocinados por trabajadores generan empleo

El Fondo de Solidaridad de la Federación de Trabajadores de Quebec tiene dos objetivos primordiales. Para comenzar, busca obtener ganancias. Pero también es un instrumento efectivo para la promoción y la capacitación de trabajadores. El ex presidente del consejo administrativo y actual consultor del Fondo, Fernand Daoust, habló sobre el tema en una conversación con la OIT.

MONTREAL, Canadá - La creación del Fondo de Solidaridad representó una innovación en el campo de las finanzas en América del Norte, y actualmente es una de las pocas instituciones de este tipo en el mundo (Nota 1). Fue creado en 1983 por la Federación de Trabajadores de Quebec, en momentos de profunda recesión.

"El pleno empleo era una meta muy atractiva en esa época", recuerda Daoust. En tiempos de crisis eran necesarias nuevas iniciativas, y la Federación planteó la creación de este fondo auspiciado por los mismos trabajadores, con tasas de interés atractivas para sus inversionistas.

Desde el comienzo fue necesario adaptarse a la realidad. "En primer lugar era necesario contar con un patrocinador, un sindicato dispuesto a realizar este proyecto. En segundo lugar era necesaria la voluntad de las autoridades y del gobierno. Y en tercer lugar, resultaba esencial que quienes estaban en control de las finanzas y los negocios, aquellos que suelen llevar las riendas de la economía, no acabaran con esta idea antes que pudiera despegar", explicó Fernand Daoust.

Finalmente y a pesar del escepticismo, el Fondo contó con el respaldo de todos los involucrados.

El Fondo tiene como objetivo obtener ganancias, pero es considerado primordialmente como un instrumento de "capital para el desarrollo", en el cual el resultado financiero es sólo parte de la ecuación. La filosofía del Fondo está basada en una lógica social que promueve la creación y la conservación de puestos de trabajo. Daoust precisó que "nuestra meta final es, sin lugar a dudas, la de obtener ganancias, pero también nos interesa el desarrollo económico de Quebec".

En 2003 el Fondo de Solidaridad tenía más de medio millón de accionistas. De activos netos por un total de 4,6 mil millones de dólares canadienses, 2,6 mil millones estaban invertidos en 2.104 empresas, lo que permitía crear, mantener o salvaguardar más de 90.000 puestos de trabajo en Quebec. A pesar que en un comienzo el Fondo había sido acusado de invertir en empresas cuestionadas, ahora es una entidad financiera respetada cuyos beneficiarios no son sólo los accionistas o los receptores de sus inversiones, sino la población de Quebec y de Canadá en general.

Principios rectores del Fondo

El Fondo de Solidaridad opera en base a cuatro principios fundamentales: invertir en empresas apropiadas y proveerlas de servicios para crear, mantener y salvaguardar empleos; respaldar la capacitación de trabajadores para permitirles aumentar su influencia en el desarrollo económico de Quebec; estimular la economía de Quebec a través de inversiones estratégicas; y respaldar el desarrollo empresarial mediante la invitación a los trabajadores a suscribir acciones del Fondo.

El trabajador desempeña un papel que trasciende sus tareas cotidianas. Como parte del Fondo puede tener una visión más íntima del funcionamiento de la empresa, conocer los mecanismos internos, no sólo de la microeconomía del lugar donde trabaja, sino también de la región de Quebec.

Más allá de los cuatro principios rectores, el Fondo también ha desarrollado otras características que ayudan a explicar las razones de su éxito.

Los "Responsables Locaux" (responsables a nivel local, RL) son una fortaleza del Fondo. "Son trabajadores voluntarios que están a cargo de la inscripción de miembros en sus propios lugares de trabajo. Desempeñan un papel importante porque trabajan directamente en terreno, al interior de las empresas. Ellos son la columna vertebral del Fondo de Solidaridad. Hasta ahora más de 2.000 voluntarios han recibido capacitación, han participado en las reuniones y se han convertido en verdaderos expertos".

El Fondo no invierte en una empresa hasta contar con una "evaluación social". Es un examen meticuloso de cómo opera la empresa en relación a sus empleados, de su estilo de gestión, de las relaciones laborales, de su producción, y de la forma en que asume las recomendaciones de la Federación, en especial en lo que se refiere a salud y seguridad en el trabajo y a legislación ambiental.

Otro aspecto importante es la estrategia del Fondo de realizar una cantidad importante de sus operaciones a través de empresas pequeñas y medianas. En la actualidad cuenta con 17 fondos regionales, 86 compañías de inversión locales y 43 fondos especializados en sectores como agroempresas o tecnologías.

Por otra parte la experiencia del Fondo de Solidaridad no está confinada a Quebec, y se refleja en dos proyectos en Senegal y Argelia. "En el caso de Senegal, debería estar listo para operar en los próximos meses, ya firmamos los protocolos con nuestras contrapartes. En ambos casos ha sido extraordinario, considerando que un proceso iniciado hace apenas dos años comenzará a dar frutos pronto", dijo Daoust.

El modelo del Fondo de Solidaridad, propone una forma novedosa y transparente de operar a través de una "economía participativa", en la cual todos los miembros son actores importantes del proyecto.


Nota 1: Para informaciones adicionales sobre los Fondos de inversión auspiciados por los trabajadores, por favor vea nuestro artículo en: www.ilo.org/public/spanish/bureau/inf/features/03/funds.htm.