Un reto universal: seguridad social para el mundo

Sólo una de cada cinco personas en el mundo cuenta con una cobertura adecuada de seguridad social. Enfrentada a esta cruda realidad, la OIT ha puesto en marcha una nueva campaña de ámbito mundial encaminada a animar y asistir a los Estados miembros para que extiendan la seguridad social a la totalidad de sus ciudadanos. La Campaña Mundial en materia de Seguridad Social y Cobertura para Todos refleja el consenso general entre gobiernos, empleadores y trabajadores para abordar este desafío. En el presente artículo de Trabajo se esboza el contenido de esta nueva campaña.

GINEBRA - La protección que brinda la seguridad social es considerada por las Naciones Unidas como un derecho humano básico. Sin embargo, sorprendentemente, son pocas las personas que disfrutan en la práctica de tal derecho.

De acuerdo con la OIT, el 80% de la población mundial carece de un nivel adecuado de cobertura de seguridad social (véase la definición más adelante). Más de la mitad de los habitantes del planeta no dispone de ningún tipo de protección en absoluto. Se estima que, en el África subsahariana y el sur de Asia, el porcentaje de personas con acceso siquiera a la protección más rudimentaria es inferior al 10%.

Hace dos años, la Conferencia Internacional del Trabajo sentó las bases para la adopción de un esfuerzo sostenido por parte de la OIT, encaminado a abordar este reto mediante la convocatoria de una campaña de gran alcance destinada a promover la extensión de la cobertura de la seguridad social. En la 91ª CIT, celebrada en junio, la Campaña Mundial en materia de Seguridad Social y Cobertura para Todos fue presentada oficialmente por Juan Somavia, Director General de la OIT, acompañado por el Embajador Eui-Yong Chung, Presidente entrante del Consejo de Administración, y Sir Leroy Trotman y Daniel Funes de Rioja, recién promovidos también a sus cargos de Vicepresidentes de dicho órgano.

"Los sistemas de seguridad social no sólo contribuyen a la seguridad humana, la dignidad, la equidad y la justicia social, sino que constituyen además una base para la inclusión política, la habilitación y el desarrollo de la democracia", planteó el Sr. Somavia. "Los sistemas de seguridad social diseñados con acierto mejoran el rendimiento económico y, de esta manera, contribuyen a la ventaja comparativa de los países en los mercados mundiales. Tenemos voluntad, y ahora debemos encontrar una vía que nos permita dotar a un mayor número de personas de las prestaciones sociales necesarias para sobrevivir y prosperar."

La campaña refleja el consenso general de gobiernos y organizaciones de empleadores y de trabajadores sobre la necesidad de extender la cobertura de seguridad social a todos los trabajadores, especialmente en el ámbito de la economía no estructurada, y de fomentar la sensibilización a escala mundial respecto al papel que desempeña la seguridad social en el desarrollo económico y social. La campaña procurará el desarrollo de una amplia alianza en la que participen organismos internacionales, países donantes, instituciones de seguridad social y organizaciones de la sociedad civil.

La iniciativa se basa en principios y planteamientos definidos por la CIT, en los que se subraya que no existe un único modelo de seguridad social correcto, y que debe otorgarse prioridad a las políticas y las iniciativas capaces de acercar la seguridad social a los que carecen de la cobertura ofrecida por los sistemas existentes. Además, la seguridad social debe promover el principio de igualdad entre los dos géneros, y basarse en su aplicación. Por último, cada país debe formular una estrategia nacional de avance hacia la consecución de la seguridad social para todos.

Las personas sin cobertura de seguridad social suelen encontrarse en la economía no estructurada de los países en desarrollo, más que en el sector estructurado. Incluso en los países en desarrollo con un crecimiento económico elevado, aumenta el número de trabajadores (en su mayoría mujeres) cuyo empleo es muy poco seguro, ya sea porque se trata de trabajos ocasionales, en el propio domicilio o por cuenta propia, sin disponer de cobertura de seguridad social.

Estas circunstancias repercuten enormemente en su vida y en su propio trabajo. El escaso poder adquisitivo de los desfavorecidos se ve aún más recortado a causa de la marginación y la falta de sistemas de asistencia, sobre todo cuando no pueden acceder al trabajo a causa de la edad, la enfermedad o la discapacidad.

La igualdad de género y la extensión de la seguridad social

La Conferencia Internacional del Trabajo de 2001 hizo hincapié en la conveniencia de que la seguridad social promueva y asuma como uno de sus fundamentos el principio de la igualdad de género, no sólo en lo que respecta a la igualdad de trato para hombres y mujeres en situaciones idénticas o similares, sino también en lo que se refiere a las medidas encaminadas a garantizar un ingreso equitativo para las mujeres. Por ejemplo, muchas sociedades se benefician en gran medida de la labor de asistencia no remunerada, en particular de la que se presta a niños, padres de edad avanzada y parientes enfermos. Sin embargo, en lo que atañe a la seguridad social, estos cuidadores familiares suelen verse desfavorecidos en fases posteriores de su vida, sencillamente porque su trabajo se desarrolló en su hogar y no tuvo la consideración de empleo remunerado. La CIT destacó asimismo que las medias de mejora del acceso al empleo ayudarán a las mujeres a obtener prestaciones de seguridad social por derecho propio, y no como personas dependientes.

En un tiempo se supuso que una proporción creciente de la población activa de los países en desarrollo acabaría integrándose en empleos del sector estructurado cubiertos por la seguridad social. Sin embargo, la experiencia ha puesto de manifiesto que la incidencia al alza del trabajo informal ha dado lugar a tasas de cobertura estancadas o en declive. Los grupos más vulnerables al margen de la población activa son las personas con discapacidades y las de edad avanzada que no cuentan con apoyo familiar y no han podido realizar provisiones para sus pensiones.

A pesar de la situación de carencia generalizada en este terreno, los responsables de la campaña señalan que varios países de renta media han ampliado con éxito la cobertura de sus sistemas de seguridad social en los últimos años. Por ejemplo, Costa Rica ha logrado una plena cobertura sanitaria mediante la combinación de seguros de enfermedad y el acceso gratuito a los servicios de salud públicos. El Sistema Nacional de Pensiones de Vejez de La India, financiado con cargo a recursos de la Administración central y estatal, cubre a una cuarta parte del total de personas de edad avanzada, en torno al 50% de los pensionistas que viven en condiciones de pobreza. Asimismo, en Brasil, las pensiones de asistencia social permitieron sacar a unos 14 millones de personas de una situación de extrema pobreza.

El Embajador Chung comentó que un régimen de seguridad social recién adoptado ayudó a su país, la República de Corea, a afrontar con menores dificultades la crisis financiera asiática de finales del decenio de 1990. En concreto, un programa de seguros de empleo de reciente introducción contribuyó a que el país hiciera frente con mayor eficacia a la cuadruplicación de la tasa de desempleo.

"Nuestro ejemplo pone de relieve que la seguridad social no representan ni un lujo ni una carga para la administración pública", afirmó el Sr. Chung. "Por el contrario, contribuye a la productividad y la cohesión social, y actúa como lubricante de la economía en épocas de crisis o grandes transformaciones. En la era trepidante de la globalización, estos mecanismos constituyen los elementos esenciales del desarrollo económico y social sostenible."

Con la Campaña Mundial se pretende abordar el reto de ayudar a los países de renta media a continuar con sus avances, así como de facilitar a los países menos desarrollados la determinación de los tipos de regímenes que resultan más adecuados para extender la cobertura (véase el recuadro titulado Próximo lanzamiento de la Campaña Mundial en África). Se buscará asimismo potenciar el apoyo prestado por los mandantes tripartitos de la OIT, así como de otras organizaciones, para iniciar y sostener iniciativas que ayuden a los países a desarrollar y ampliar los sistemas de seguridad social mediante un proceso de experimentación y diálogo social.

Como elemento esencial de la campaña, la OIT comprueba actualmente nuevos planteamientos relativos a la ampliación del acceso y el seguimiento de las iniciativas emprendidas por sus Estados miembros para extender la cobertura. Por otra parte, se ha propuesto aprovechar su vasta experiencia en el campo de la promoción del diálogo social y el tripartismo para abordar los retos especiales que plantea la expansión de la seguridad social en países donde la cobertura es deficiente y el grado de participación en la economía no estructurada, elevado. Entre los próximos proyectos planteados figuran:

  • una iniciativa centrada en tres países (Honduras, Malí y Sri Lanka), donde la OIT promoverá enfoques basados en el diálogo social entre gobiernos y grupos de trabajadores y de empleadores, con vistas a la formulación de planes de ejecución de reformas de la seguridad social encaminadas a extender la cobertura de la seguridad social;
  • un proyecto dirigido a los países de habla portuguesa en África (Angola, Cabo Verde, Guinea-Bissau, Mozambique y Santo Tomé y Príncipe), diseñado para ayudarles a comprender mejor qué grupos de personas quedan excluidos de sus sistemas de seguridad social y concebir vías de regreso de tales grupos a una situación de plena cobertura;
  • un proyecto encaminado a promover una mejor comprensión de los planes de seguridad social de ámbito local que han surgido en los países en desarrollo, con el fin de diseñar vías para la financiación de estos sistemas y la habilitación de su crecimiento, así como de determinar su potencial para formar parte de planes nacionales integrados de mayor alcance. Este proyecto, llevado a cabo por el programa STEP de la OIT, se dirige a los grupos desfavorecidos y excluidos de la economía no estructurada, así como a los trabajadores del sector estructurado que obtienen bajos ingresos, cuya cobertura de seguridad social no satisface sus necesidades;
  • una iniciativa, en cooperación con la Organización Panamericana de la Salud (PAO), destinada a entender mejor e intentar invertir el declive de la cobertura de asistencia sanitaria en los países de América Latina y el Caribe, donde unos 140 millones de personas carecen de acceso a servicios de salud.

Seguridad social: una definición

La seguridad social es la protección que ofrece una sociedad a personas y hogares, destinada a garantizar el acceso a la asistencia sanitaria y la seguridad de los ingresos, particularmente en situaciones de edad avanzada, desempleo, enfermedad, discapacidad, lesión profesional, maternidad o pérdida del sostén de la familia.