Como reflejo de una creciente conciencia sobre la necesidad de proteger a los agricultores, se pueden observar avances mundiales en la seguridad y salud en el trabajo (SST) del sector agrícola. Esto se traduce concretamente en la formación constante de agricultores, lo que ayuda a mejorar su seguridad, salud y bienestar, a pesar de las numerosas limitaciones a las que se enfrentan. Tienen especial relevancia las recientes experiencias de formación participativa y práctica orientada a la agricultura.

Reconociendo la naturaleza peligrosa del trabajo agrícola, el Convenio relativo a la seguridad y la salud en la agricultura de la OIT (núm. 184) enfatiza firmemente la importancia de la gestión integral del riesgo y la aplicación de medidas preventivas multifacéticas para proteger a los trabajadores de lesiones y enfermedades laborales. Asimismo, el Código de Prácticas sobre Seguridad y Salud en la Agricultura de la OIT, aprobado en 2009, busca aumentar la conciencia sobre los peligros y riesgos en el sector y promover su aplicación eficaz. El Código alienta a Gobiernos, empleadores, trabajadores y otras partes interesadas a cooperar en la prevención de accidentes y enfermedades relacionados con el trabajo. Asimismo, promueve actitudes y comportamientos más positivos hacia la SST en el sector agrícola. Los programas participativos de formación son herramientas clave para la aplicación de estas normas y directrices internacionales en el lugar de trabajo (OIT, 2011).