¿Ayudantes o esclavos? Comprender el trabajo infantil doméstico y cómo intervenir

El presente informe arroja luz sobre el fenómeno del trabajo infantil doméstico y sobre las medidas de intervención que se están adoptando. En él se reúnen los últimos estudios realizados por el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) de la OIT y trabajos realizados por otras organizaciones. Se incluyen varios estudios de casos provenientes de la experiencia de campo del IPEC y se proponen medidas futuras que los diferentes actores, gobiernos, asociados del sector laboral y ONG podrían, adoptar en todos los ámbitos.

En todos los países del mundo, los niños colaboran con las tareas en su propio
hogar; esta puede ser una experiencia positiva para ellos y les sirve para adquirir
calificaciones básicas y sentir que realizan una aportación a la familia. Esto no es
trabajo infantil doméstico.
El trabajo infantil doméstico tiene lugar cuando los niños desarrollan tareas
domésticas en la casa de una tercera persona, el «empleador», en condiciones de
explotación (por ejemplo, en horarios de trabajo prolongados, sin ningún salario o
con una remuneración insignificante, o cuando no han cumplido la edad mínima
de admisión al empleo). Estos niños, que trabajan a puertas cerradas en casas particulares,
están sumamente expuestos a la explotación y los malos tratos. Sin
embargo, en muchos países del mundo, es moneda corriente ver a niños y niñas que
trabajan de niñeras, mucamas, cocineros, limpiadores, jardineros y ayudantes en
tareas generales del hogar. De hecho, como se indica en gran cantidad de publicaciones,
el trabajo infantil doméstico es una de las formas de trabajo infantil más
comunes y tradicionales. Los estudios que han sido realizados revelan que, en todo
el planeta, hay más niñas menores de 16 años empleadas en el servicio doméstico
que en cualquier otra forma de trabajo.