GINEBRA (Noticias de la OIT) – La incertidumbre de la economía mundial lleva a los países a concentrarse en las cuestiones internas, justo en momentos cuando el mundo necesita acciones concertadas para salir de la crisis, dijo el Director General de la OIT, Juan Somavia, a los delegados de la Conferencia Internacional del Trabajo.

El rostro cambiante de la producción y el consumo

Para 2020, Asia representará un tercio del consumo mundial. Cada vez más, la mayor parte del crecimiento tendrá lugar en las economías emergentes y en los países en desarrollo. Para 2025, la mitad de todas las mercancías serán producidas a nivel global. Para 2050, la población en edad de trabajar (15-64 años) habrá aumentado en 30 %. La mayoría de estos trabajadores estarán en los países emergentes y en desarrollo.

“Los países han sido afectados de manera diferente por la crisis económica y han tenido prioridades distintas para promover su recuperación”, señaló. En la actual economía global ningún país o región puede emprender acciones aisladas y la coordinación
política se ha vuelto más complicada al mismo tiempo que ha adquirido mayor importancia. Somavia reconoció que la coordinación
es una “tarea extremadamente difícil”, pero agregó que la preocupación mundial en torno al empleo puede ser un tema unificador
para la cooperación internacional.

“El desafío que enfrentan los responsables políticos y las autoridades ejecutivas en todo el mundo es tratar de garantizar que los compromisos asumidos a nivel internacional contribuyan con una estrategia mundial coherente y a la vez sean viables y aceptados
en sus respectivos países”, dijo el Director General de la OIT.

Al referirse al futuro del mundo, Juan Somavia también advirtió sobre la necesidad de escuchar a las personas y responder a sus exigencias. “Cada vez más, la diversas voces de la sociedad quieren ser escuchadas y formar parte del proceso de toma de decisiones a nivel local y nacional, pero también en relación a las organizaciones internacionales”.

“En el futuro próximo, la creatividad, la innovación y las nuevas políticas basadas en el respeto del individuo, tendrán un valor adicional en el mundo”, concluyó el Director General de la OIT.

Tendencias futuras en las políticas mundiales

La democracia participativa complementará la democracia representativa; las diversas voces de la sociedad querrán formar parte del diálogo y de la toma de decisiones desde el nivel local hasta el internacional. Un creciente movimiento a favor de la regionalización conducirá hacia un número menor de acuerdos internacionales de comercio y una mayor cantidad de acuerdos de cooperación económica regionales e interregionales.  Es probable que se adopten medidas graduales que promuevan una mayor cooperación financiera y monetaria en los países de Asia durante la próxima década. Esto también podría suceder en otras regiones. Es probable que emerja un nuevo modelo financiero global. El papel de las asociaciones público-privadas será cada vez más importante, especialmente en áreas como la energía y el ambiente, el transporte y el desarrollo de infraestructuras; la educación y en el desarrollo de la capacidad; en hacer que el sistema financiero trabaje a favor de la economía real, y en la transición hacia nuevas formas de crecimiento y globalización. El problema de la justicia social, la equidad y la reducción de inequidades aumentará, igual que el nivel del descontento entre los ciudadanos y la gobernanza gubernamental y privada. La protesta y la inquietud que nacieron de una crisis no resuelta continuarán teniendo un impacto sobre el proceso político, con el peligro de una reacción extrema.  Durante este proceso,  se reforzarán las políticas públicas.