Palabras de bienvenida por el 8to. Director General de la OIT, Michel Hansenne, con ocasión de la visita del Sr. Nelson Mandela

Declaración | Geneva, Switzerland | 8 de junio de 1990
El PRESIDENTE. - Tengo el honor de recibir como invitado al Sr. Nelson Mandela, Vicepresidente del Congreso Nacional fifricano. Para presentar a tan ilustre invitado doy la palabra al Secretario General de la Conferencia, Sr. Michel Hansenne.

Orzginal francés El SECRETARIO GENERAL. - Señor: es un gran honor y un auténtico privilegio acogerle en la Conferencia Internacional del Trabajo. Es también, sin duda alguna, un placer inmenso para una organización y para sus miembros que desde hace unos treinta años se esfuerzan para lograr la eliminación del aparthezd y la igualdad de los derechos en Sudáfrica.

Los esfuerzos de esta Organización se han concretado en análisis precisos, realizados año tras año, de los efectos perversos de la abyecta discriminación de los trabajadores de Sudáfrica. Estos esfuerzos, han adoptado también la forma de exámenes minuciosos de estos problemas en las instancias de la Organización, el Consejo de Administración y la Conferencia, donde están representados, como ustedes saben, los gobiernos, las asociaciones patronales y las sindicales, y han tenido como resultado la adopción de una Declaración, varias veces revisada, que constituye un verdadero plan de batqlla para la erradicación del apartheid. Tenemos actualmente la íntima convicción de que el final de esta discriminación está muy próximo No le quede la menor duda, señor, de que continuaremos avoyando su empeño de construir y desarrollar una Sudáfrica fundada sobre la libertad, igualdad y justicia social. Damos hoy la bienvenida a un militante de la libertad y la dignidad del hombre.
 
Durante veintisiete años ha estado separado de su familia, de sus amigos, de su movimiento. Pero durante los años que pasó en la prisión, siempre estuvo cerca de aquellos que, en su país y en otros países, trabajaban en favor del respeto a los valores fundamentales del hombre. La presencia del Sr. Mandela al principio de la reunión de nuestra Conferencia constituye, por lo tanto, una fuente única de inspiración para todas las delegaciones que, una vez más, han de examinar el problema del apartheid, así como otras dificultades relativas a la aplicación práctica de los derechos de la mujer y el hombre en el trabajo. El combate del Sr. Mandela es nuestro combate, y nos ayudará, en un sentido más amplio, a ganar otras batallas por la igualdad de los derechos y por el respeto al trabajo y al trabajador Durante sus años de cárcel, el Sr. Mandela se ha convertido - paradójicamente - en el símbolo de la libertad y el abanderado de la paz. Para la opinión pública mundial nada es más evidente, aparte de sus sufrimientos y sus privaciones, que su ausencia de espíritu de revancha, su preocupación por construir y no por destruir, su serenidad y su sentido del diálogo.
 
A La presencia del Si. Mandela en esta sala constituye así la mejor prueba de la pertinencia y la eficacia de los medios sobre los cuales nuestra institución ha fundado su acción. La justicia, social, el tripartismo y la concertación; la voluntad de progresar por medio del debate y no del enfrentamiento; ¿no son, acaso, las bases de la política de la Organización Internacional del Trabajo? ¿Y no son estos elementos los que ha defendido siempre el Sr. Mandela y, los que ahora facilitan, al parecer, la evolución de su país hacia mejores días? Por otra parte, el levantamiento del estado de urgencia ha sido la última señal. Esta convergencia confirma la propiedad de los métodos de nuestra institución y constituye en estímulo formidable para continuar nuestra acción en favor de los derechos fundamentales del hombre y del trabajador.