Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".
Cómo los miembros de los sindicatos están ayudando a los Ucranianos
Desde el inicio de la agresión rusa y con la ayuda de la OIT, los miembros de los sindicatos del sector de la construcción han multiplicado las iniciativas para ayudar a la población.
BUDAPEST (OIT Noticias) – Con el 90 por ciento de los trabajadores de la construcción sin trabajo en Ucrania, el Sindicato de Trabajadores de la Industria de la Construcción y los Materiales de Construcción (PROFBUD) ha encontrado nuevas formas de ayudar a sus miembros y al resto de la población a sobrevivir a las hostilidades.
Desde el inicio de la agresión rusa, PROFBUD se ha movilizado para apoyar a sus miembros y a los trabajadores ucranianos: ha puesto en marcha nuevos servicios, como la asistencia humanitaria, y ha proporcionado alojamiento y apoyo médico a los desplazados internos, proporcionando 505.000 pernoctaciones en las instalaciones del sindicato desde principios de marzo. También ha prestado asistencia financiera a los trabajadores sindicalizados, 30.000 de los cuales no han recibido su salario desde finales de febrero.
En estas difíciles circunstancias, miembros del PROFBUD como Oleh, Galyna y Kateryna han encontrado un nuevo propósito en la vida al servicio de su comunidad.
Tras su agotadora experiencia, Galyna decidió que quería ayudar a sus compañeros sindicalistas que estaban en peor situación. Empezó a buscar medicamentos que no estaban disponibles en las regiones ocupadas y, en el proceso, empezó a aprender todo sobre ellos, convirtiéndose básicamente en una "farmacéutica personal" para los sindicalistas de toda Ucrania. Su ayuda ha sido esencial para aquellos que no habrían sobrevivido sin sus medicamentos.
Se sentía impotente. Desde la ventana de su apartamento en el piso 17, Kateryna vio cómo los cohetes destruían edificios residenciales. Durante más de tres semanas pasó las noches en el sótano.
Cuando todos los conserjes de su edificio se marcharon, Kateryna fue asumiendo poco a poco sus funciones. Se sentó en la pequeña sala en la que solían trabajar y la convirtió en un centro de mensajes al que acudían cientos de personas cada día, para hacer preguntas o dejar mensajes. "Nuestro ejército hace mucho por protegernos, pero no todo el mundo puede ser soldado, debemos poner nuestro granito de arena. La conserjería es mi puesto de avanzada", dice Kateryna.
Muchos de los ucranianos que huyen de la agresión rusa también han buscado seguridad en la vecina República de Moldavia. Con la ayuda de la OIT, la Confederación Nacional de Sindicatos de Moldavia (CNSM) se ha movilizado y ha creado centros de acogida para los refugiados, proporcionándoles alojamiento y comida. Desde el comienzo de las hostilidades, han proporcionado más de 28.500 pernoctaciones en diferentes instalaciones, como el Sanatoriul Bucuria-Sind, a unos 40 kilómetros de la frontera con Ucrania, o su centro de formación en la capital moldava, Chisinau.