Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

OIT100

El centenario será un hito para la OIT, afirma su Director General Adjunto

Cuando faltan poco más de 100 días para el centenario de la OIT, el Director General Adjunto de la OIT, Greg Vines, explica en qué punto se encuentra la Organización con los preparativos para el año del aniversario.

Noticia | 3 de septiembre de 2018
Greg Vines

¿Qué expectativas tiene para el centenario?

El año del centenario – cuya marca de identidad es “OIT100” – promete ser un año trascendental, y ciertamente será una etapa decisiva en la historia de nuestra Organización. Realmente espero que sea una experiencia memorable para todos los que participan, y que proyecte una imagen dinámica y positiva de la OIT a todos sus miembros – gobiernos y organizaciones de trabajadores y empleadores – y mucho más allá.

Desde el lanzamiento de las Iniciativas del centenario, el Director General ha reiterado que este aniversario es una oportunidad excepcional para la OIT. Un año clave para hacer un recorrido a través de nuestra historia como una de las organizaciones más antiguas del sistema multilateral, así como para celebrar algunos de nuestros numerosos y significativos logros.

El aniversario será también un momento para examinar con honestidad y espíritu crítico los grandes desafíos del mundo del trabajo y los principales cambios que tienen lugar, y cómo la OIT y sus Estados miembros pueden responder a ellos y orientarlos de la manera más eficaz.

Nuestra Iniciativa relativa al Futuro del Trabajo aborda estos desafíos. Hemos constituido una Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo que presentará su informe en enero, y esperamos que este informe nos proporcione las bases para el debate con nuestros mandantes y para la movilización de nuestros socios a lo largo de todo el año.

Dijo que el centenario será un hito en la historia de la OIT. ¿Puede decirnos más?

Es notable ver cuántos eventos que han cambiado el curso de la historia están relacionados con las diez décadas de historia de la OIT. La OIT ha desempeñado un papel en importantes coyunturas históricas – la Gran Depresión en los años 1930, la descolonización, la creación del sindicato independiente Solidarność en la Polonia comunista, la victoria sobre el apartheid en Sudáfrica – y hoy día en la construcción de un marco ético y productivo para una globalización equitativa.

Desde su origen, la Organización Internacional del Trabajo ha desarrollado un mandato muy distinto del resto de la Liga de las Naciones, predecesora de las Naciones Unidas, fundada en 1919. Mientras que la Liga fue establecida con dificultades considerables, la OIT estaba en plena marcha desde el principio.

Después de la Segunda Guerra Mundial, la OIT recuperó muy pronto un lugar prominente en la escena internacional, en gran parte gracias a la adopción de la Declaración de Filadelfia. Sus principios son hoy día tan relevantes como lo eran en 1944. La Declaración de Filadelfia estableció que el trabajo no es una mercancía, que la libertad de expresión y de asociación es esencial para un progreso constante, que la pobreza, en cualquier lugar, constituye un peligro para la prosperidad de todos.

En la actualidad, cuando reflexionamos sobre el futuro del trabajo y de nuestras sociedades, los principios planteados por la Declaración de Filadelfia mantienen toda su pertinencia. Durante los dos últimos años, se celebraron más de 110 diálogos nacionales sobre el futuro del trabajo – reuniendo a gobiernos, empleadores y trabajadores – de manera que hemos escuchado las ideas de muchas personas en relación al futuro del trabajo. Sus reflexiones sobre este tema, sus proyectos, sus esperanzas, pero con demasiada frecuencia también sus temores y preocupaciones.

Enfrentemos la realidad. Si el largo curso de la historia no se orienta hacia el trabajo decente y la justicia social, corre el riesgo de tomar la dirección opuesta. Pero el futuro no está predeterminado. El trabajo decente para todos es posible, pero depende de nosotros hacerlo realidad. Será necesario invertir la ola de cambios, no simplemente defendernos de ella.

Es precisamente con este imperativo que la OIT constituyó su Comisión Mundial sobre el Futuro del Trabajo como parte de la iniciativa para celebrar su centenario en 2019.

¿Cómo ve el futuro del trabajo, será un futuro sin empleos?

Todos sabemos que el mundo del trabajo está cambiando, y que el ritmo, grado, y profundidad de las transformaciones que estamos observando no tienen precedentes. Existe un amplio consenso de que el mundo está entrando en una ‘cuarta revolución industrial’.

Existe sin embargo el peligro de que los cambios tecnológicos, incluidas la digitalización y la robótica, dominen el debate sobre el futuro del trabajo excluyendo todos los otros factores. Sabemos que nuevos empleos serán creados y otros serán destruidos. Pero el balance de este proceso de destrucción creativa aún está en discusión. Nuestra tarea es gestionar la innovación tecnológica para obtener las mejores ventajas en el plano social.

No obstante, la tecnología no es el único motor del cambio. Otros motores incluyen la organización del trabajo y la producción, la globalización, el cambio climático y la demografía. Es por ello que la OIT ha lanzado una gran iniciativa para explorar el futuro de trabajo en un contexto lo más amplio posible.