107ª Conferencia Internacional del Trabajo
La solidaridad mundial al servicio de la justicia social y la igualdad para todos es fundamental para la paz, según el Presidente de Irlanda
El Presidente de Irlanda, Michael Higgins, hizo un fervoroso llamado a favor de un enfoque del trabajo que pueda responder a las demandas contemporáneas de justicia social. Formuló esta declaración durante la Conferencia Internacional del Trabajo en el marco de la Cumbre mundial sobre el mundo del trabajo dedicada a “El empleo y el trabajo decente para la paz y la resiliencia”.
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GINEBRA (OIT Noticias) – Al exponer las dificultades relacionadas con la consolidación de la paz en este siglo, el Presidente Higgins señaló la necesidad, en condiciones en constante evolución, de inscribir la experiencia del trabajo en un contexto de ciudadanía ética global.
El Presidente de Irlanda citó los momentos históricos de 1919 y 1944 – piedras angulares de la historia de la OIT – cuando la comunidad mundial estaba determinada a construir un orden económico más justo y equitativo, sobre las bases de la dignidad del trabajo, que se basa en el reconocimiento de sus responsabilidades hacia el bien común.
Sobre el tema de la Cumbre sobre el mundo del trabajo, habló de la experiencia del proceso de paz de Irlanda del Norte y del papel central que desempeñaron los principios de reconciliación, solidaridad internacional, la necesidad de luchar contra la discriminación y el reconocimiento de los derechos humanos y su consecución.
Estableció un vínculo entre la búsqueda de la paz y el papel del trabajo decente y del diálogo social y dijo ante los delegados de la Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) de la OIT: “Ampliar las oportunidades económicas, garantizar el reconocimiento de los derechos sociales y económicos fundamentales, promover, hacerlo progresar y realizar el trabajo decente, y facilitar el diálogo social entre trabajadores, empleadores y organizaciones de la sociedad civil son elementos fundamentales para reconstruir después de un conflicto y prevenir una nueva guerra”.
El Presidente de Irlanda se refirió a la histórica Declaración de Filadelfia de la OIT de 1944, la cual establece que todos los seres humanos tienen el derecho a perseguir su bienestar material y su desarrollo espiritual “en condiciones de libertad y dignidad, de seguridad económica y en igualdad de oportunidades”.
“Al ratificar este principio, nosotros, Miembros de la Organización Internacional del Trabajo, aceptamos una responsabilidad política, social y económica, no sólo hacia los habitantes de nuestras naciones sino también hacia los de otras naciones y, si puedo permitirme destacar, también para las futuras generaciones, porque no puede haber justicia social que no sea ilimitada, no puede haber paz que no sea universal, y no puede haber solidaridad que no esté abierta a todos”, agregó Michael Higgins.
En su denso discurso, el Presidente celebró el compromiso de la CIT para poner fin a la violencia y el acoso en el lugar de trabajo. “Estos actos cotidianos de agresión contra las mujeres son una afrenta mundial, no conocen fronteras”. Hizo un llamado a favor de una respuesta global que comience en el lugar de trabajo.
Se refirió además a una serie de temas en los cuales la OIT está profundamente involucrada, como la protección social, la desigualdad salarial entre hombres y mujeres y el futuro del trabajo.
Al presentar al Presidente Higgins, el Director General de la OIT, Guy Ryder, lo describió como un apasionado defensor de la justicia social”.
“Hemos podido constatar – y lo hemos hecho numerosas veces – su energía inagotable para poner estas convicciones al servicio de la paz y de la democracia, en Irlanda y más allá – de Nicaragua a Chile, de Camboya a Irak y Somalia y, más recientemente, en Colombia y Siria”.
Más temprano, Guy Ryder había dicho a los delegados que las terribles imágenes transmitidas desde los campos de batalla o las catástrofes naturales “no nos deben inmunizar contra los costos humanos que implican sino más bien, pienso, deberíamos mostrar nuestra solidaridad y actuar. Este es el motivo por el cual la OIT está, y debe estarlo, presente en este tipo de situaciones… y es por esto que estamos reunidos aquí hoy: para responder a la demanda muy directa de cientos de millones de mujeres y hombres que viven en países frágiles y afectados por conflictos y en situaciones de catástrofes, y su súplica, escuchada muchas veces, por empleos, alimentos, libertad y dignidad, y educación para sus hijos”.