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La maternidad y la paternidad en el trabajo

La crisis económica proporciona un apoyo inesperado a las familias en algunos países

Un informe de la OIT sostiene que, en determinados países, la crisis produjo un efecto secundario y sorpresivo, al ofrecer incentivos a las familias, incluyendo mejores prestaciones por maternidad y licencia parental.

Noticia | 13 de mayo de 2014
GINEBRA (OIT Noticias) – En contra de las previsiones, la crisis económica sirvió para impulsar el apoyo a las familias en algunos países, según un informe de la OIT titulado Maternity and Paternity at Work: Law and practice across the world (La maternidad y la paternidad en el trabajo: Legislación y práctica en el mundo).

El informe sostiene que la crisis, que comenzó en 2008, produjo tanto recortes en el gasto público como cambios positivos en las políticas a favor de la conciliación de la vida familiar y profesional.

Como parte de los esfuerzos de consolidación fiscal, algunos países, incluyendo Estonia y Lituania, redujeron el período de licencia de maternidad y paternidad o las prestaciones, aunque sea sólo temporalmente.

En otros países, como Grecia, Letonia y Rumanía, la disminución del salario mínimo o el debilitamiento del sistema de negociación colectiva, consecuencia de las nuevas leyes adoptadas tras las medidas de consolidación fiscal, erosionaron el nivel de las prestaciones de maternidad.

El informe también constata que la discriminación de la maternidad persiste en todo el mundo, en muchos casos, exacerbada por la crisis económica.

En Croacia, Italia y Portugal se vio el uso de “dimisiones en blanco”, cartas de renuncia sin fecha que los trabajadores están obligados a firmar cuando son contratados. Estas cartas son utilizadas para despedirlos en caso de embarazo, o de enfermedad de larga duración o de responsabilidades familiares. En España, se le atribuyó a la crisis la culpa de los despidos u hostilidades relacionados con la maternidad.

La crisis ofrece incentivos

Sin embargo, muchos países en realidad incrementaron el nivel de apoyo a las familias durante la crisis facilitando el acceso a la enseñanza y la atención de la primera infancia y a los créditos fiscales, así como un aumento de la duración, el alcance y los niveles de las prestaciones de maternidad y de licencia parental. Estos países incluyen a Alemania, Australia, Eslovaquia, Francia, Noruega y Polonia.

Licencia de maternidad
en el mundo
China extendió su licencia de maternidad de 90 a 98 días en 2011, y Chile llevó el período de licencia postnatal para las mujeres de 18 a 30 semanas. El Salvador aumentó la compensación del ingreso de 75 a 100 por ciento durante las 12 semanas de licencia de maternidad para las mujeres registradas en el Instituto nacional de seguridad social.

“Esto actuó como una medida anticíclica al prevenir que se deterioraran las condiciones de vida de las mujeres y de sus familias”, explicó Laura Addati, una de las autoras del informe y especialista en protección de la maternidad y de conciliación entre la vida familiar y profesional del Servicio de género, igualdad y diversidad de la OIT.

Evolución positiva de la paternidad

El informe constató una evolución positiva en los sistemas de licencias parentales y de paternidad, dirigidas a incrementar el número de hombres que se benefician.

Licencia de paternidad
en el mundo
Australia introdujo la licencia de paternidad remunerada de 14 días en 2013. En Noruega, extendieron el período de licencia de paternidad de 12 a 14 semanas a partir de julio 2013.

En ese mismo año, Singapur introdujo una licencia de paternidad remunerada de una semana financiada con fondos públicos, pagada al 100 por ciento de las ganancias anteriores con un límite relativamente alto. Sin embargo, como las prestaciones están restringidas a los padres casados con ciudadanas singapurenses, excluyen a la numerosa población de trabajadores migrantes.

“Estos sistemas indican la tendencia hacia una mayor participación de los hombres en las responsabilidades familiares. Al mismo tiempo, reflejan que las turbulencias económicas requieren de respuestas creativas por parte tanto de los gobiernos como de las familias, y comprenden el apoyo a favor de la participación de la mujer en la fuerza laboral”, concluyó Addati.