La OIT examina los progresos relativos a la situación de los trabajadores domésticos
El Consejo de Administración discute las medidas tomadas por los países desde la adopción del Convenio de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, así como los pasos necesarios para ofrecer condiciones de trabajo decente a los 53 millones de trabajadores domésticos del mundo.
GINEBRA – Según un estudio de la OIT publicado en enero de 2013, sólo diez por ciento de los trabajadores domésticos está cubierto por las mismas leyes y legislación que los otros trabajadores. Muchos de ellos además están sometidos a condiciones de trabajo deplorables, a la explotación laboral y a abusos de los derechos humanos.
Pero la situación está cambiando. Una discusión organizada en el marco del Consejo de Administración de la OIT el 23 de octubre hizo un balance de los progresos realizados desde la adopción del Convenio de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189) y las conclusiones fueron muy alentadoras.
Hasta la fecha, diez Estados miembros de la OIT (Alemania, Bolivia, Filipinas, Guyana, Italia, Mauricio, Nicaragua, Paraguay, Sudáfrica y Uruguay) ratificaron el Convenio. Diversos otros Estados miembros iniciaron procedimientos de adopción o declararon su intención de hacerlo.
Desde junio 2011, el interés por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores domésticos se ha acelerado en todas las regiones del mundo. En numerosos países se introdujeron reformas legislativas relativas a los trabajadores domésticos, incluyendo a Argentina, Bahrein, Brasil, España, Filipinas, Tailandia y Vietnam.
Varios otros países han emprendido nuevas iniciativas políticas y normativas, como Angola, Austria, Bélgica, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Finlandia, India, Indonesia, Jamaica, Marruecos, Namibia y Paraguay.
La campaña mundial “12 para 12” dirigida a promover los derechos de los trabajadores domésticos y la ratificación del Convenio núm. 189, lanzada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) en colaboración con la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA-IUF) y la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar (IDWN en ingles), ha contribuido con estos progresos.
Agencias internacionales, como la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad entre los Géneros y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-Mujeres), procesos de diálogo internacional como el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD), y organizaciones no gubernamentales también han ayudado a llamar la atención de la comunidad internacional sobre los trabajadores domésticos.
“Todo esto demuestra que el Convenio de la OIT sobre los trabajadores domésticos y su Recomendación correspondiente efectivamente han comenzado a desempeñar su papel como catalizadores del cambio”, declaró Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
Para los países que han adoptado las reformas, el próximo y más difícil desafío es instaurar instituciones adecuadas y desarrollar la capacidad para implementar efectivamente las nuevas normas y políticas, y medir los resultados obtenidos.
Muchos de los delegados que participaron en la discusión del Consejo de Administración se refirieron al problema de la informalidad. El trabajo doméstico es el sector con el porcentaje más alto de empleo informal y representa una parte considerable del empleo informal toral en varios países en desarrollo.
“Facilitar la transición de los trabajadores domésticos de la economía informal a la formal debería ser uno de los principales motores de nuestros esfuerzos”, declaró Ronnie Goldberg de Estados Unidos, en representación del grupo de los empleadores. Y agregó que estos esfuerzos deberían tener en cuenta la necesidad de proteger a los trabajadores domésticos sin destruir sus oportunidades de empleo.
La discusión del Consejo de Administración destacó además que los trabajadores domésticos son altamente vulnerables a las formas inaceptables de trabajo, como el trabajo infantil, la exposición al abuso sexual y otras formas de violencia, las condiciones similares a la esclavitud y el trabajo forzoso. La vulnerabilidad de los trabajadores domésticos al irrespeto de sus derechos y la informalidad de las relaciones de trabajo en el trabajo doméstico son cuestiones que se refuerzan mutuamente.
Al hablar en nombre del grupo de trabajadores, Helen Kelly dijo que la formalización del empleo, los derechos de los trabajadores domésticos, incluyendo la libertad sindical y la negociación colectiva, y las horas de trabajo siguen siendo importantes desafíos que deben ser enfrentados.
Al finalizar la discusión, el Consejo de Administración de la OIT anunció que organizará una conferencia mundial de alto nivel sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos. La fecha aún no ha sido establecida.
Pero la situación está cambiando. Una discusión organizada en el marco del Consejo de Administración de la OIT el 23 de octubre hizo un balance de los progresos realizados desde la adopción del Convenio de la OIT sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189) y las conclusiones fueron muy alentadoras.
Hasta la fecha, diez Estados miembros de la OIT (Alemania, Bolivia, Filipinas, Guyana, Italia, Mauricio, Nicaragua, Paraguay, Sudáfrica y Uruguay) ratificaron el Convenio. Diversos otros Estados miembros iniciaron procedimientos de adopción o declararon su intención de hacerlo.
Desde junio 2011, el interés por mejorar las condiciones de vida y de trabajo de los trabajadores domésticos se ha acelerado en todas las regiones del mundo. En numerosos países se introdujeron reformas legislativas relativas a los trabajadores domésticos, incluyendo a Argentina, Bahrein, Brasil, España, Filipinas, Tailandia y Vietnam.
Varios otros países han emprendido nuevas iniciativas políticas y normativas, como Angola, Austria, Bélgica, Chile, Emiratos Árabes Unidos, Estados Unidos, Finlandia, India, Indonesia, Jamaica, Marruecos, Namibia y Paraguay.
La campaña mundial “12 para 12” dirigida a promover los derechos de los trabajadores domésticos y la ratificación del Convenio núm. 189, lanzada por la Confederación Sindical Internacional (CSI) en colaboración con la Unión Internacional de los Trabajadores de la Alimentación, Agrícolas, Hoteles, Restaurantes, Tabaco y Afines (UITA-IUF) y la Red Internacional de Trabajadoras del Hogar (IDWN en ingles), ha contribuido con estos progresos.
Agencias internacionales, como la Entidad de las Naciones Unidas para la Igualdad entre los Géneros y el Empoderamiento de la Mujer (ONU-Mujeres), procesos de diálogo internacional como el Foro Mundial sobre Migración y Desarrollo (FMMD), y organizaciones no gubernamentales también han ayudado a llamar la atención de la comunidad internacional sobre los trabajadores domésticos.
“Todo esto demuestra que el Convenio de la OIT sobre los trabajadores domésticos y su Recomendación correspondiente efectivamente han comenzado a desempeñar su papel como catalizadores del cambio”, declaró Manuela Tomei, Directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de la OIT.
Los desafíos futuros
En la actualidad, hay unos 53 millones de trabajadores domésticos en el mundo y su número está aumentando, tanto en las economías desarrolladas como en las en desarrollo. 83 por ciento de los trabajadores domésticos son mujeres.Para los países que han adoptado las reformas, el próximo y más difícil desafío es instaurar instituciones adecuadas y desarrollar la capacidad para implementar efectivamente las nuevas normas y políticas, y medir los resultados obtenidos.
Muchos de los delegados que participaron en la discusión del Consejo de Administración se refirieron al problema de la informalidad. El trabajo doméstico es el sector con el porcentaje más alto de empleo informal y representa una parte considerable del empleo informal toral en varios países en desarrollo.
“Facilitar la transición de los trabajadores domésticos de la economía informal a la formal debería ser uno de los principales motores de nuestros esfuerzos”, declaró Ronnie Goldberg de Estados Unidos, en representación del grupo de los empleadores. Y agregó que estos esfuerzos deberían tener en cuenta la necesidad de proteger a los trabajadores domésticos sin destruir sus oportunidades de empleo.
La discusión del Consejo de Administración destacó además que los trabajadores domésticos son altamente vulnerables a las formas inaceptables de trabajo, como el trabajo infantil, la exposición al abuso sexual y otras formas de violencia, las condiciones similares a la esclavitud y el trabajo forzoso. La vulnerabilidad de los trabajadores domésticos al irrespeto de sus derechos y la informalidad de las relaciones de trabajo en el trabajo doméstico son cuestiones que se refuerzan mutuamente.
Al hablar en nombre del grupo de trabajadores, Helen Kelly dijo que la formalización del empleo, los derechos de los trabajadores domésticos, incluyendo la libertad sindical y la negociación colectiva, y las horas de trabajo siguen siendo importantes desafíos que deben ser enfrentados.
Al finalizar la discusión, el Consejo de Administración de la OIT anunció que organizará una conferencia mundial de alto nivel sobre trabajo decente para los trabajadores domésticos. La fecha aún no ha sido establecida.
El papel de la OIT en el trabajo doméstico |
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Hasta la fecha, la OIT ha apoyado el cambio a través de asistencia técnica sobre trabajo decente en más de 36 países, como por ejemplo:
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