Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

El Director General de la OIT sobre la economía mundial: demasiada atención a las finanzas, insuficiente a la sociedad

El Director General de la OIT describió cómo debería ser una nueva era para la economía mundial, con nuevas prioridades que se distancien de los dogmas del pasado y respondan a las necesidades de las personas.

Noticia | 6 de junio de 2012
GINEBRA (Noticias de la OIT) – Es posible cambiar los modelos de crecimiento ineficientes de la economía del mundo actual, pero es necesario redefinir las prioridades y las convicciones políticas a fin de superar los dogmas del pasado, afirmó el Director General de la OIT, Juan Somavia en su discurso ante la sesión plenaria de la Conferencia Internacional del Trabajo. “La ideología ha desempeñado un papel demasiado importante en la definición de las políticas mientras que la sensibilidad hacia los individuos, las familias y las comunidades ha sido insuficiente”, señaló Juan Somavia. “Demasiada atención a las finanzas, poca atención a la sociedad.”

El colapso financiero de 2008 “no fue sólo un accidente desafortunado a lo largo de un camino seguro” sino más bien un “cúmulo” causado por un modelo de globalización cuyos valores fueron definidos en los años ochenta, experimentaron un auge en los años noventa y que ahora están “fuera de control”. La posibilidad de tener que vivir algunos años más de crisis o que la recuperación económica sea débil está despertando las conciencias, dijo el Director General de la OIT, quien agregó que este período prolongado de incertidumbre también puede ser un momento de creatividad potencial si los líderes del mundo redefinen las prioridades.

El crecimiento, por más indispensable que sea, no puede seguir siendo el criterio fundamental de la economía mundial. Crear nuevos empleos, en particular para los jóvenes, reducir la pobreza y el trabajo informal, promover el crecimiento de la clase media, así como ofrecer un acceso equitativo a las oportunidades, deberían ser a partir de ahora, los indicadores para medir el éxito macroeconómico.

El Pacto Mundial para el Empleo de la OIT de 2009 puede ser un instrumento útil en este proceso. El Pacto fue adoptado por la OIT en 2009 en respuesta a la crisis económica de 2007/8, y propone una serie de iniciativas en respuesta a la crisis que los países pueden adaptar a su situación y a sus necesidades específicas. Estas medidas incluyen: conservar el empleo de los trabajadores, sostener a las empresas, y acelerar la creación de puestos de trabajo y la recuperación del empleo, junto a la protección social, especialmente para los más vulnerables.