Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Las microfinanzas abren el camino hacia el trabajo decente

Al facilitar pequeñas inversiones destinadas a la creación de puestos de trabajo y empleo independiente, las microfinanzas se convierten en un instrumento importante para la promoción del trabajo decente. También ayudan a los pobres en el manejo de situaciones de riesgo a través de préstamos de emergencia, ahorros y microseguros. El inicio del Año Internacional del Microcrédito de la ONU este 18 de diciembre ofrece una buena oportunidad para conocer ejemplos del funcionamiento de estas herramientas en países muy diferentes.

Artículo | 18 de noviembre de 2004

GINEBRA - Las microfinanzas se han convertido en una contribución importante en la creación de empleos y la promoción del trabajo decente, y esto se puede notar en diversas partes del mundo, desde las regiones que alguna vez dependieron de las minas de carbón en Alemania a las zonas rurales de Nepal.

En el caso de la alemana Anna Berger, quien creó una empresa de servicios secretariales en 1997, el empleo independiente ha producido los dividendos suficientes como para que ahora comience a emplear a otras personas. Y en Nepal una familia de siete integrantes que solía vivir sometida a una servidumbre por deudas ahora negocia con quien fuera su "amo".

La OIT ha promovido las finanzas sociales desde 1991, como un medio para establecer un nexo entre las microfinanzas y el trabajo decente, y para analizar, evaluar y diseminar herramientas del sector financiero relevantes para el empleo y la justicia social.

Berger tiene su negocio en un centro para nuevas empresas en el norte de Essen, que en el pasado fue uno de las grandes ciudades mineras del Norte del Rin - Westfalia. Desde su oficina ofrece servicios de teléfono y fax, y funciona como sede de empresas que se instalan temporalmente en la zona. La mitad de sus clientes provienen del mismo centro empresarial.

La decisión de optar por una forma de empleo independiente fue accidental, según Berger. "La idea me la dio un colega, tras enterarme que mi nuevo empleador no iba a poder pagarme después de medio año de trabajo", contó. Decidió seguir colaborando con esa empresa en forma independiente, utilizando como oficina un cuarto de su casa o espacio en los locales de los propios clientes.

"Asistí a una serie de reuniones informales en una asociación de mujeres empresarias y allí conocí a los consultores de una agencia local para nuevas empresas. Estaban creando un nuevo centro empresarial y fue entonces cuando les pregunté si no sería necesario un servicio de secretaría", agregó

Su propuesta fue aceptada, le pidieron un plan de trabajo, incluyendo cálculos de ganancias, que ella preparó con apoyo de una consultora profesional. Ella nunca habría pensado en contratar una consultoría, pero una colega le sugirió hacerlo, y no se arrepiente porque "me dieron una serie de ideas que nunca se me habrían ocurrido".

Financió su programa con un crédito de un programa especializado para mujeres empresarias, y su marido aportó el 15 por ciento del capital que le requerían para comenzar y una garantía, exigida también por el banco. En la actualidad piensa ampliar su cartera de clientes, y espera lograr un subsidio salarial para poder contratar a tiempo completo a un empleado que actualmente cumple tiempo parcial.

Microfinanza y servidumbre

Hasta el año 2000 cuando fue abolido, el sistema de trabajo por servidumbre conocido como Kamaya era habitual en la Comunidad Tharu en la región Terai de Nepal. Pero desde entonces se han considerado ilegales los arreglos de servidumbre por deudas que sostenían este sistema, y muchas personas lograron salir del trabajo forzoso.

Sin embargo la abolición efectiva toma tiempo, y en ocasiones la desesperación de las personas por sus malas condiciones económicas y sociales los conduce de regreso a la servidumbre, como medio de obtener recursos.

Baijayanti Mala Chaudhary y su marido, quienes fueron Kamayas, viven en el distrito de Binauma. Tienen un hijo y cuatro hijas. Al no tener suficiente tierra para cultivar alimentos para todos, se vieron obligados a mandar a una de sus hijas a ser trabajadora doméstica infantil en la casa de un juez local.

A través de un programa de la OIT que respalda iniciativas para combatir el trabajo forzoso, la señora Chaudhary pudo unirse aun grupo de autoayuda que le permite intercambiar experiencias y expresas en forma colectiva sus preocupaciones comunes, así como recibir ayuda para administrar las finanzas familiares y evitar así el retorno a la condición de servidumbre.

"Ahora al menos podemos negociar con nuestro amo sobre temas como los salarios, y a través del grupo aprendemos a generar ahorros y cortar gastos innecesarios, que son temas clave para pobres como nosotros". Fuera de todo eso, los hijos de Chaudhary han comenzado a recibir algún tipo de educación.

El papel de la OIT

En 1998 la Asamblea General de la ONU declaro a 2005 como el Año Internacional del Microcrédito, en reconocimiento a la contribución de esta herramienta para la reducción de la pobreza.

Hay una serie de desafíos que deberán ser enfrentados durante los próximos años para garantizar que las microfinanzas puedan contribuir al logro de las Metas de Desarrollo del Milenio de la ONU: mejorar el acceso de los pobres a los instrumentos financieros, mejorar el funcionamiento de las instituciones microfinancieras, lograr que las microfinanzas puedan escalar hasta acceder a los mercados interna cionales de capital, y mejorar las políticas de apoyo a las finanzas sociales.

La OIT se concentra en el vínculo entre las microfinanzas y el trabajo decente. Dado que los mercados financieros tienen un impacto considerable sobre el trabajo decente en un mundo globalizado, la OIT creó en 1991 el programa de Finanzas Sociales.

El programa está orientado a reducir la vulnerabilidad, invertir en la creación de puestos de trabajo y lograr que las políticas financieras estén más orientadas hacia el empleo. La OIT promueve instituciones que trabajan a favor de los pobres, está comprometida con lograr que los mercados sean más inclusivos y accesibles.

El Programa de Finanzas Sociales realiza estudios para demostrar la viabilidad de las microfinanzas, experimenta con su aplicación en grupos objetivo, y controla y evalúa el impacto de las microfinanzas en los ingresos y el capital de cada hogar.

Durante los últimos 10 años la OIT ha impulsado la puesta en práctica de una serie de iniciativas en el campo de las microfinanzas: relacionar las remesas de los trabajadores con microfinanzas, microfinanzas después de conflictos, microleasing, microseguros y microvalores.

Los proyectos han sido llevados a la práctica por los interlocutores sociales de la OIT, los sindicatos y las organizaciones empresariales.


Nota 1 - Para mayores informaciones sobre el Año Internacional del Microcrédito visite el sitio web www.yearofmicrocredit.org. Puede visitar el Programa de Finanzas Socials de la OIT en www.ilo.org/public/english/employment/finance/.