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La IX Reunión regional africana de la OIT concluye sus tareas

Partiendo de la idea de que en África "jamás ha sido tan evidente como hoy la necesidad de perseguir simultáneamente los objetivos de eficacia económica y de eficiencia social", y apoyándose en el informe de Juan Somavia, Director General de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), titulado Trabajo decente y protección para todos en África, los 198 representantes de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de 39 países han expresado su esperanza de que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adquiera mayor notoriedad e influencia ante la comunidad internacional y refuerce su sinergia con las demás organizaciones con objeto de alcanzar la mundialización del progreso social.

Comunicado de prensa | 11 de diciembre de 1999

ABIDJAN (Noticias de la OIT) - Partiendo de la idea de que en África "jamás ha sido tan evidente como hoy la necesidad de perseguir simultáneamente los objetivos de eficacia económica y de eficiencia social", y apoyándose en el informe de Juan Somavia, Director General de la Oficina Internacional del Trabajo (OIT), titulado Trabajo decente y protección para todos en África, los 198 representantes de los gobiernos y de las organizaciones de empleadores y de trabajadores de 39 países han expresado su esperanza de que la Organización Internacional del Trabajo (OIT) adquiera mayor notoriedad e influencia ante la comunidad internacional y refuerce su sinergia con las demás organizaciones con objeto de alcanzar la mundialización del progreso social.

"Numerosos conflictos minan el continente, infligen sufrimientos inútiles a las poblaciones, comprometen el desarrollo económico y la cohesión social; en este contexto, a los interlocutores sociales tripartitos les corresponde desempeñar un papel muy importante para promover el diálogo social, fundamento de una paz duradera", han declarado los delegados participantes en la IX Reunión regional africana de la OIT .

Han reconocido asimismo que la estabilidad política es uno de los factores indispensables para el desarrollo económico generador de un empleo decente y de protección social.

La Reunión ha concluido hoy con la presentación y adopción de unas Conclusiones destinadas a fomentar políticas susceptibles de promover el progreso social en el continente.

Los participantes, entre los que se han contado Zirimba Aka Marcel, Ministro de Trabajo, Empleo y Previsión Social de Côte d'Ivoire, que ha presidido la Reunión, y altos representantes de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, han expresado su aprobación plena del contenido del informe elaborado por el Director General de la OIT sobre las actividades de la OIT en África en 1994-1999, así como su informe Trabajo decente y protección social para todos en África. Apoyan en particular la elección, para el bienio 2000-2001, de cuatro objetivos estratégicos, que son la promoción y consolidación de los principios y derechos fundamentales en el trabajo y de las normas internacionales del trabajo, el aumento de las oportunidades de mujeres y hombres para conseguir un empleo y unos ingresos decentes, la protección social para todos, y el fortalecimiento del tripartismo y del diálogo social.

Los delegados han recordado la importancia que tiene, para la consecución de estos objetivos, la rápida puesta en práctica, en beneficio de la Región, de los ocho programas focales que figuran en el Programa y Presupuesto de la OIT para 2000-2001.

Puesto que se reconoce que "el retroceso de la pobreza, el crecimiento económico y el respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores aparecen indisolublemente unidos", se insta a los países, si no lo han hecho ya, a que ratifiquen los Convenios relativos a los derechos fundamentales de los trabajadores, los incorporen en sus legislaciones y los apliquen.

La ratificación del Convenio de la OIT sobre la libertad sindical y la protección del derecho de sindicación, 1948 ( núm. 87 ), del Convenio sobre el derecho de sindicación y de negociación colectiva, 1949 ( núm. 98 ), es el primer paso para que los gobiernos y los interlocutores sociales pongan en marcha acciones apropiadas que contribuyan al respeto de las libertades fundamentales y sindicales.

Entre las conclusiones de la Reunión, los delegados han hecho hincapié en su compromiso de eliminar el trabajo infantil, comenzando por sus peores formas. Han declarado que "la erradicación del trabajo infantil en África supone un auténtico reto. Ser africano es ante todo respetar y preparar el futuro de África a través de sus niños". Los delegados, pues, han instado vivamente a los países a ratificar en el plazo más breve posible el Convenio sobre la edad mínima, 1973 ( núm. 138 ) y el Convenio sobre las peores formas de trabajo infantil, 1999 ( núm. 182 ), y a velar por su aplicación. En este marco, los delegados han exhortado también a la extensión del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo infantil (IPEC) .

Considerando el logro de un trabajo decente, para las mujeres y los hombres por igual, como uno de los objetivos centrales de los procesos de integración regional, los delegados piden a la OIT que "desarrolle políticas y estrategias eficaces en materia de creación de empleo".

Promoción de la empresa, mejora de la productividad, ingresos decentes y protección social son otras tantas cuestiones imperativas que la OIT debe apoyar ante los gobiernos y también ante el sector privado.

Puesto que la principal riqueza de África es su capital humano, los delegados consideran que "la OIT deberá sensibilizar a las demás organizaciones del sistema de las Naciones Unidas, a las instituciones de Bretton Woods y a las instituciones inversoras sobre la necesidad de tener en cuenta la exigencia de valorar los recursos humanos en todos los programas de reforma económica".

Los delegados, además, han animado a los gobiernos y a los interlocutores sociales a que desarrollen políticas o programas que permitan la inserción o la reinserción social de las víctimas de los conflictos. Y puesto que el sector no estructurado de la economía acoge a una parte muy importante de los trabajadores africanos, se pide a la OIT que estudie y desarrolle sistemas duraderos y viables de protección social que se extiendan al conjunto de la población y en particular a este sector.

Los delegados han mostrado asimismo su particular interés por los problemas relacionados con la propagación del VIH/SIDA en África. Las consecuencias de la pandemia del SIDA, que afectan a la parte más joven de la población activa, que dan pie a discriminaciones en el lugar de trabajo hacia los portadores del virus, que privan de sus padres a numerosos niños y los obligan a entrar prematuramente en el mundo del trabajo, han reclamado la atención de los delegados, que a su vez han instado a la OIT a asignar a este problema el grado más alto de prioridad y a desarrollar programas adecuados para afrontarlo.

"El tripartismo y el diálogo social constituyen para los países una oportunidad de construir y de consolidar a la vez la cohesión y hasta la paz social, el desarrollo mediante la participación de todos los actores en la búsqueda de objetivos comunes, el aprendizaje de la gestión de los conflictos profesionales, la coparticipación en la elaboración y puesta en práctica de las decisiones, y un reparto más equitativo de los frutos del trabajo. Son valores de diálogo y de participación social que los interlocutores sociales deben contribuir a consolidar en sus respectivos países": esto es, en sustancia, lo que han declarado los delegados sobre el tema esencial del tripartismo y el diálogo social.

En su discurso de clausura, Jean-Jacques Elmiger, Presidente del Consejo de Administración de la OIT, que ostentaba la representación de Juan Somavia, felicitó a los delegados por la calidad de los debates e invitó a los países representados a aplicar las decisiones recogidas en las Conclusiones de la Reunión. "Sepamos hacer del conjunto de la OIT uno de los pilares esenciales de la acción para el desarrollo social de África en el alborear del siglo XXI."