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OIT analiza preocupaciones de los trabajadores, los empleadores y los gobiernos en materia de mundialización e incertidumbre económica

BANGKOK (Noticias de la OIT) ­ Ante las graves dificultades financieras y la perspectiva de un incremento del desempleo en la región de Asia y el Pacífico, la Organización Internacional del Trabajo está tratando de definir nuevas estrategias a largo plazo destinadas a capacitar a los trabajadores, los empleadores y los gobiernos para hacer frente a las consecuencias de la mundialización y a la incertidumbre en cuanto a la evolución de la economía.

Comunicado de prensa | 9 de diciembre de 1997

BANGKOK (Noticias de la OIT) ­ Ante las graves dificultades financieras y la perspectiva de un incremento del desempleo en la región de Asia y el Pacífico, la Organización Internacional del Trabajo está tratando de definir nuevas estrategias a largo plazo destinadas a capacitar a los trabajadores, los empleadores y los gobiernos para hacer frente a las consecuencias de la mundialización y a la incertidumbre en cuanto a la evolución de la economía.

En el marco de la Duodécima Reunión Regional Asiática de la OIT, que tendrá lugar en Bangkok del 9 al 11 de diciembre, altos funcionarios y dirigentes de servicios estatales y de organizaciones sindicales y de empleadores analizarán la crisis económica en curso y propondrán orientaciones tripartitas para actividades futuras en una amplia gama de materias. Han sido invitados a participar en la Reunión regional representantes de 43 Estados y territorios. (Nota 1)

La Reunión será el primer foro internacional en que, desde el desencadenamiento de la reciente crisis económica en Asia y el Pacífico, los gobiernos, los empleadores y los trabajadores podrán debatir sobre las repercusiones que diversos acontecimientos tienen en las normas del trabajo, la creación de empleo y la mitigación de la pobreza, el desarrollo de los recursos humanos, la situación de las trabajadoras, el trabajo infantil, las relaciones laborales, la salud y la seguridad en el trabajo y otras cuestiones relativas a la justicia laboral.

Puntos destacados del programa de la reunión

Entre los temas principales previstos para el debate figuran algunas normas internacionales del trabajo (convenios y recomendaciones) relativas a un amplio espectro de cuestiones sociales y laborales. Las normas internacionales siguen siendo pertinentes, sobre todo en el contexto actual de mundialización, liberalización del comercio e incertidumbre sobre el futuro económico. Hasta julio del año en curso, los 174 Estados Miembros de la Organización habían adoptado 181 convenios y 188 recomendaciones. La ratificación y la puesta en práctica de estas normas constituyen un impulso considerable al progreso social en todos los países.

Las deliberaciones que se desarrollan entre la OIT y sus mandantes ­ vale decir, los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores ­ han permitido alcanzar un amplio consenso sobre la aplicabilidad universal de los principios que sustentan los derechos básicos de los trabajadores, así como sobre la necesidad de vincular los avances económicos con el progreso social.

En el «código internacional del trabajo» establecido a lo largo de los años por la OIT, estos derechos se han plasmado en siete convenios fundamentales, que tratan de la libertad sindical y de negociación colectiva, la abolición del trabajo forzoso, la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor, la no discriminación en el empleo y la abolición del trabajo infantil.

En 1995, la OIT emprendió una campaña que tiene por objeto lograr la ratificación universal de los siete convenios fundamentales. Hasta la fecha, 18 de los 25 Estados Miembros de Asia y el Pacífico han ratificado por lo menos tres de estos convenios. En los Estados árabes de Asia occidental, siete de once Estados Miembros han ratificado por lo menos 4 de dichos convenios. El recuento total arroja 76 ratificaciones entre los Estados de Asia-Pacífico y 43 entre los Estados árabes de Asia occidental. Además, muchos países han iniciado los trámites de ratificación o han solicitado el asesoramiento de la OIT a tal efecto.

La importancia de los convenios fundamentales fue puesta de relieve en 1995, en ocasión de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social y de la Cuarta Conferencia Mundial sobre la Mujer, ambas reuniones organizadas por las Naciones Unidas.

Creación de empleos y mitigación de la pobreza

En los últimos diez años, la situación del mercado laboral en Asia y el Pacífico ha experimentado cambios radicales, y en la actualidad es muy inestable. En general, el desempleo y la pobreza han cedido terreno en Indonesia, Malasia y Tailandia (no obstante, cabe señalar que su disminución ha sido menos rápida en las zonas rurales y que tras la reciente crisis de los mercados financieros el desempleo ha repuntado en Tailandia y la República de Corea). En los países económicamente menos adelantados de la región, como Bangladesh y Nepal, el desempleo y la pobreza tienen todavía carácter masivo, especialmente en los campos. Por otra parte, en los países de industrialización reciente, como Singapur y Malasia, hay escasez de mano de obra en algunos sectores.

La crisis financiera de hace algunas semanas ha hecho temer que vuelvan a registrarse tasas de desempleo elevadas, en particular en Asia suroriental. La OIT está promoviendo esencialmente un crecimiento favorable al empleo. Es evidente que hace falta aplicar políticas para impedir la agravación de las desigualdades, a fin de reforzar el impacto del crecimiento en lo que atañe a la reducción de la pobreza. A este respecto, también son eficaces las intervenciones a nivel microeconómico, concretamente los programas especiales de empleo destinados a grupos beneficiarios específicos.

Desarrollo de los recursos humanos

La rapidez de los procesos de mundialización y liberalización del comercio, y la consiguiente necesidad de intensificar la competitividad internacional explican la importancia creciente que ha ganado el desarrollo de los recursos humanos. Los esfuerzos de perfeccionamiento de los sistemas de enseñanza y de formación profesional se orientan a reforzar su capacidad de reacción ante la evolución de la oferta de empleo.

Al mismo tiempo, las autoridades políticas de la región han reconocido la necesidad de actuar con arreglo a objetivos a largo plazo, habida cuenta de que, para paliar la falta de mano de obra calificada, el mercado de trabajo tal vez acepte métodos de producción menos eficientes y trabajadores con menos competencias profesionales.

Las trabajadoras

En muchos países, la situación de las trabajadoras ha progresado, concretamente en materia de educación y formación, y de una mejor oferta de empleo en las grandes corporaciones y en las industrias de la exportación (como ocurre en Bangladesh, Filipinas, la India, Indonesia y Tailandia). Sin embargo, la mayoría de las mujeres siguen ocupando puestos de trabajo poco seguros y mal remunerados, y no están amparadas por la legislación sobre salarios y condiciones de trabajo. Además, todavía son objeto de prácticas discriminatorias en lo que respecta a los salarios y la formación profesional, y siguen asumiendo la doble carga que representan la actividad profesional y las responsabilidades familiares.

La «flexibilidad» cada vez mayor del mercado laboral es la causa de que haya aumentado el número de mujeres ocupadas en formas de empleo ocasional, temporero o a domicilio. Por lo general, se trata de puestos de trabajo precarios y expuestos a toda suerte de prácticas abusivas. Las trabajadoras ocupan la mayor parte de los empleos atípicos, como, por ejemplo, en régimen de tiempo parcial (el 72,5 por ciento de los trabajadores a tiempo parcial de Australia son mujeres). Huelga decir que sus condiciones de empleo suelen ser inferiores a las de los trabajadores a tiempo completo.

Los programas de la OIT en Asia tienen por objeto la creación de empleos abundantes y de gran calidad para las mujeres, así como el desarrollo de la capacidad para encontrar soluciones a las diferencias entre trabajadoras y trabajadores, centrándose en el respeto de los derechos de las trabajadoras y en la igualdad de oportunidades y de trato. Dos de los convenios fundamentales de la OIT tratan de la no discriminación en el empleo y de la igualdad de remuneración por un trabajo de igual valor.

Trabajo infantil

Unos dos tercios de los niños incorporados a la fuerza de trabajo en el mundo son asiáticos. Según estimaciones, uno de cada cinco chicos de la región ejercen una actividad laboral, y una parte de ellos son ocupados en las formas más intolerables de trabajo infantil. La realidad es, por cierto, compleja: mientras que en Asia suroriental la reducción del grupo familiar, los progresos de la educación y el aumento de los ingresos parecen determinar una disminución del trabajo infantil, en algunas de las economías de auge reciente, en cambio, el trabajo infantil se está incrementando (como consecuencia del deterioro de las infraestructuras, del alza de los costos de la enseñanza que deben asumir las familias y del aumento del desempleo entre los trabajadores adultos).

La OIT ha implantado su Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) en nueve países (Bangladesh, Camboya, Filipinas, India, Indonesia, Nepal, Pakistán, Sri Lanka y Tailandia); además, las labores preliminares con miras a su puesta en marcha en China y Mongolia se encuentran bien encaminadas.

Los 40 países asistentes a la Conferencia Internacional sobre Trabajo Infantil, celebrada en Oslo en octubre de 1997, adoptaron un «Programa de Acción» de ámbito mundial en el que se invita a todos los países a que contribuyan a formular un convenio de la OIT sobre la eliminación de las formas más intolerables de trabajo infantil (esclavitud y servidumbre por deudas, prostitución, pornografía, narcotráfico y otras actividades peligrosas), instrumento que será debatido durante la Conferencia Internacional del Trabajo de 1998.

Relaciones laborales

En muchos países asiáticos se ha observado una disminución del número de empleos a tiempo completo, al tiempo que aumentan el trabajo a tiempo parcial, temporero, ocasional y en régimen de subcontratación. Una gran parte de los nuevos puestos de trabajo corresponden a estas categorías y a menudo quedan fuera del ámbito de aplicación de la legislación laboral. La generalización de formas de empleo que quedan al margen de las reglamentaciones suele ir acompañada del deterioro de las remuneraciones y de las condiciones de trabajo, y de una baja del nivel de salud y seguridad en el lugar de trabajo. Los trabajadores son especialmente vulnerables en períodos de contracción del volumen de empleo y de reestructuración industrial.

De acuerdo con el informe El Trabajo en el Mundo 1997-98, publicado hace unas semanas por la OIT, en términos generales el número de afiliados sindicales está disminuyendo en todo el mundo. En varios países asiáticos tal disminución ha sido considerable (como en Japón y Singapur); por el contrario, en otros países (Bangladesh, República de Corea y Filipinas) los sindicatos han crecido. Las empresas de algunos sectores económicos (y en ciertos países, de las zonas francas de exportación) invitan a sus trabajadores a no afiliarse a sindicatos o incluso prohíben las actividades de éstos en sus recintos. Los sectores más dinámicos de Asia (textiles, calzado y electrónica) han limitado o inclusive eliminado la presencia de los sindicatos. No todos los empresarios dan cumplimiento a sus obligaciones en materia de empleo. Los propios trabajadores se muestran a veces poco interesados en afiliarse a sindicatos, dado que perciben aumentos de salarios o en razón de las trabas que entorpecen las negociaciones con los empleadores. Sin embargo, el informe de la OIT puso de manifiesto que en muchos campos profesionales los sindicatos han logrado mantener su influencia e incluso han consolidado su fuerza.

Entre las posibles medidas para mejorar las relaciones laborales figuran la prestación de asistencia para la solución de conflictos del trabajo, la adopción por los empleadores de estilos y estrategias de gestión más adecuados, y la intensificación de las actividades sindicales en las esferas del mejoramiento de la competitividad de la empresa y de la calidad de la vida laboral. Sobre todo, es preciso establecer prácticas administrativas eficaces e instituciones modernas que se ocupen de fomentar relaciones laborales basadas en la libre asociación de empleadores y de trabajadores. Contar con una fuerza de trabajo bien formada y dirigida y altamente motivada es un gran aporte a la eficacia de las empresas.

La protección, la seguridad y la salud de los trabajadores

La rápida industrialización, en especial de las economías más dinámicas de Asia meridional y Asia suroriental, ha traído consigo la mejora de las normas mínimas de protección de muchos trabajadores, y en especial de los empleados por las grandes corporaciones. Ahora bien, hay todavía países en que la legislación es muy poco estricta o sencillamente no se aplica. A esto se agrega el hecho de que varios millones de personas ocupadas en las pequeñas empresas y en el sector informal trabajan en condiciones sumamente precarias e incluso peligrosas, cumpliendo por lo general horarios y jornadas muy extensas.

El ritmo más intenso de la mundialización y la liberalización ha incidido positivamente en lo que atañe a la cantidad de empleos disponibles en Asia, pero no siempre en cuando a su calidad. A fin de atraer las inversiones extranjeras y mejorar la competitividad, los empleadores descuidan a veces el cumplimiento de las normas en materia de condiciones de trabajo, salud y seguridad. Hay algunas zonas francas de exportación a las que simplemente se exime de aplicar la legislación correspondiente.

Aunque muchas grandes compañías ofrecen buenas condiciones laborales y un entorno de trabajo seguro, son numerosos los trabajadores abandonados a su suerte. En la región falta todavía un nivel de conciencia mínimo en lo relativo a la seguridad y la salud en el trabajo, deficiencia que se observa tanto entre los empleadores como entre los trabajadores. Ello explica que la incidencia de accidentes profesionales sea tan alta. En 1995, se registraron oficialmente 216.000 accidentes del trabajo en Tailandia y 114.000 en Malasia. Ese mismo año, en China se declararon 20.000 accidentes fatales en el lugar de trabajo. Decenas de trabajadores han perdido la vida en varios accidentes industriales de mayor gravedad. Miles de personas han fallecido víctimas de enfermedades que, como la neumoconiosis, son provocadas por sustancias contaminantes o por procesos de transformación industriales. La garantía de un entorno seguro y salubre supone beneficios no tan sólo para los trabajadores sino también para las empresas, que verán incrementadas su eficiencia y competitividad.

Nota 1:
Afganistán, Arabia Saudita, Australia, Bahrein, Bangladesh, Camboya, China, Corea (República de), Emiratos Arabes Unidos, Estados-Unidos, Fiji, Filipinas, Francia, Islas Salomón, India, Indonesia, Irán (República islamica del), Iraq, Japón, Jordania, Kuwait, República Democrática Popular Lao, Líbano, Malasia, Mongolia, Myanmar, Nepal, Nueva Zelandia, Omán, Pakistán, Papua Nueva Guinea, Portugal, Qatar, Reino Unido, Rusia (Federación de), Singapur, Sri Lanka, República Arabe Siria, Tailandia, Turkmenistán, Viet Nam, Yemen, y Hong Kong, China.