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“¿Por qué no voy a poder yo?” Los jóvenes de Kinshasa crean su propia empresa

Gracias a un programa de la OIT, jóvenes congoleses, mujeres y hombres, de origen humilde recibieron formación en iniciativa empresarial, en algunos casos con resultados significativos.

Reportaje | 11 de julio de 2018
Régine Kahindo Lukwangi
KINSHASA (OIT Noticias) – Régine Kahindo Lukwangi no parecía tener el perfil adecuado para convertirse en una mujer de negocios. Una de cinco hermanos, no poseía las competencias que podían haberle permitido crear una empresa. Fue así que primero estudio enfermería en Kinshasa, la capital de la República Democrática del Congo (RDC) con la intención de seguir una carrera tradicional en un centro de salud.

Sin embargo, desde el principio, se dio cuenta que estaba hecha para el mundo de los negocios.

“Mis padres eran comerciantes, de manera que todos los días hablábamos de comprar y vender. Así que mientras estudiaba no pude abstenerme de emprender un negocio.”

Ella comenzó con una actividad muy pequeña, vendía yogures en la universidad. Su concepto era muy simple, pero tuvo éxito entre sus compañeros estudiantes.

Ella recuerda que sus amigas la miraban sorprendidas. “Yo les dije: si otros pueden hacerlo, ¿por qué no voy a poder yo?”.

Pronto comenzó a expandirse. En vez de yogures, comenzó a vender productos alimenticios a gran escala en Kinshasa: carne de cerdo y más tarde de res, pescado ahumado, sémola, codornices y huevos de codorniz. También comenzó a transformar vegetales frescos en productos secos destinados al consumo local y a la exportación.

Aprender a administrar y a expandirse

Pero no pasó mucho tiempo antes de que se tomara con una pared: su falta de conocimientos sobre administración de empresas.

Fue entonces cuando un amigo le habló sobre la formación que ofrecía la Organización Internacional del Trabajo (OIT) dirigida a los jóvenes de origen humilde que proporcionaba las herramientas necesarias para crear y desarrollar una empresa.

Considero que la formación fue muy útil, porque estaba específicamente adaptada a las condiciones comerciales de la RDC."

Régine Kahindo Lukwangi
“Considero que la formación fue muy útil, porque estaba específicamente adaptada a las condiciones comerciales de la RDC. Aprendí a elaborar un plan de negocios, cuándo y hacia dónde expandir mi empresa y profundicé mis conocimientos sobre cómo desarrollar mercados”, declaró Régine Kahindo Lukwangi.

Aminata Maiga, Directora de la Oficina de la OIT en Kinshasa, explico: “Los jóvenes emprendedores que formamos suelen provenir de sectores de pocos recursos y fueron recomendados por nuestros socios locales (instituciones religiosas y organizaciones juveniles). Se les enseñó a utilizar la metodología del programa de la OIT Inicie y Mejore su Negocio (IMESUN), cuyo componente principal es la elaboración de un plan de negocios.”

“Cuatro instructores certificados de la red sin fines de lucro IMESUN RDC que vinieron especialmente de Lubumbashi seguían a los participantes. Algunos de ellos recibieron orientación para ayudarlos a emprender su propia actividad; la introducción a los agentes económicos los hizo sentir menos aislados”, agregó.

Combatir el desempleo juvenil

En total, alrededor de 100 jóvenes recibieron formación comercial básica gracias al proyecto de la OIT. Al menos 25 de ellos elaboraron un plan de negocios que les permitió crear su propia empresa.

El acceso de los jóvenes al empleo decente es una prioridad para la RDC."

Aminata Maiga, Directora de la Oficina de la OIT en Kinshasa
“El acceso de los jóvenes al empleo decente es una prioridad para la RDC”, señaló Aminata Maiga. “Los participantes a la formación fueron identificados en base a su interés en la iniciativa empresarial y al deseo de triunfar. El objetivo es ayudar a estos jóvenes a desarrollar su potencial y a darle un buen comienzo a su proyecto, en particular en términos de gestión financiera, al concentrarse en la rentabilidad. Además, les hicimos una presentación de la ventanilla única para la creación de empresas de la RDC, que permite que los emprendedores en el país formalicen sus empresas”.

Según Aminata Maiga, la Oficina de la OIT en Kinshasa decidió organizar esta formación para los jóvenes a fin de implementar la prioridad de la OIT de ofrecer oportunidades de empleo decente para los jóvenes, como un medio de promover la paz social y la equidad.

De vendedora de yogures a dirigente de empresa

Desde entonces, Régine Kahindo Lukwangi se ha convertido en la Directora Ejecutiva de Maximum Group, una empresa social que opera en la industria de alimentos y vende productos de higiene menstrual. La empresa emplea a 14 jóvenes quienes reciben el salario mínimo de 200 dólares.

Ella decidió aportar su experiencia y poner sus competencias a disposición de otros jóvenes congoleses que quieren emprender su propio negocio.

“Estoy creando un espacio expositivo permanente para los jóvenes emprendedores a fin de promover la industria local y permitir así que desarrollen sus mercados, para que se reúnan con sus clientes e inversionistas, mejorar la calidad de sus productos utilizando un sistema de evaluación directa del consumidor, e incrementar la productividad”, concluyó Régine Kahindo Lukwangi.