Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Empleo juvenil

Jordania: La formación empresarial inspira a adolescentes motivados

Gracias al curso “Conozca su negocio”, cerca de 550 jóvenes jordanos aprendieron cómo crear y administrar una empresa y varios maestros recibieron entrenamiento. La iniciativa es fruto de una colaboración conjunta entre la OIT, una organización sin fines de lucro y el gobierno jordano.

Reportaje | 14 de agosto de 2015
AMMAN, Jordania (OIT Noticias) – Conocida por lugares históricos como Petra y maravillas naturales como el Mar Muerto, Jordania es un país árabe del Oriente Medio que tiene una población de alrededor de ocho millones de personas. Más de la mitad de la población (55 por ciento) tiene menos de 15 años, lo cual la convierte en un país joven desde el punto de vista demográfico. En comparación, apenas más de una quinta parte de la población de Italia (22 por ciento) está constituida por niños de este grupo de edad.

Se dice que en Jordania el sol brilla 330 días al año. Pero no todo resplandece para el 30 por ciento de jóvenes jordanos desempleados que buscan trabajo. “Todas las sociedades están agobiadas por el peso de una generación sin esperanza de encontrar un trabajo estable. El empleo precario en la fase inicial de la carrera laboral de un joven puede comprometer su futuro profesional”, señaló Nayef Stetieh, Director Ejecutivo del Centro para el desarrollo empresarial de Jordania.

Si bien Jordania posee una cultura de trabajo por cuenta propia, la educación empresarial ha estado en gran medida ausente. Sólo alrededor de cinco por ciento de las micro, pequeñas y medianas empresas son gestionadas por jóvenes.

La Organización Internacional del Trabajo (OIT) se propuso llenar este vacío al asociarse con el Centro sin fines de lucro para el desarrollo empresarial de Jordania, el Ministerio de Educación y el Ministerio de Educación Superior y de Investigación Científica, a fin de ofrecer a los potenciales jóvenes emprendedores la formación necesaria para que tuviesen una ventaja inicial al establecer su propia empresa.

El proyecto “Conozca su negocio” (KAB, en inglés) fue lanzado en el verano 2011 y concluirá a finales de 2016. Recibió el apoyo del Centro para el desarrollo empresarial y es financiado por el Gobierno de Canadá.

La formación empresarial abarca todos los aspectos de la gestión de empresas de manera simplificada y participativa. Enseña a los jóvenes las competencias empresariales y ayuda a desarrollar las actitudes positivas hacia el trabajo por cuenta propia como una posible opción profesional.

Desarrollar nuevos talentos y la confianza en sí mismo


El proyecto aspira llegar a 4.500 estudiantes jóvenes a lo largo de los años académicos 2013-2014 y 2014-2015. El impacto del proyecto está siendo evaluado y será tomada una decisión con respecto a si será integrado en los planes de estudio de la educación profesional secundaria y en los colegios comunitarios.

Ayat Mahmoud Jamahneh,16 años, antes sólo estaba interesada en el empresariado social pero cambió su modo de pensar después de completar el programa KAB, que para ella creó unas condiciones de aprendizaje muy positivas y estimulantes.

“Hoy día, estoy consciente de la importancia de tener mi propia empresa y de su capacidad de generar ingresos. El programa KAB me ayudó a desarrollar la confianza en mí misma además de adquirir nuevas competencias”, explicó. Ella aprendió los aspectos legales y financieros de la creación de una nueva empresa independiente además de “la capacidad de escuchar, el pensamiento positivo y el trato hacia los clientes”, agregó Jamahneh, quien planifica abrir su propio centro de belleza en Irbid.

De diecisiete años, Abudllah Ayed Alshamayleh estudia para emprender una actividad en ingeniería eléctrica para automóviles y otros vehículos. En el programa KAB adquirió “nuevos conocimientos para gestionar los aspectos financieros y de mercadeo de una empresa. Esto me ayudará a desarrollar y ampliar mi empresa familiar”, explicó. “También aprendí nuevos métodos para atraer clientes y obtener su lealtad a través del trato profesional, la honestidad y la satisfacción de sus exigencias con eficiencia”, agregó.

Alshamayleh ya puso en práctica sus nuevas competencias durante las vacaciones de verano trabajando como responsable de ventas y mejorando el diseño interior de la empresa de productos químicos, de limpieza y perfumes.

Mujahed Mohammed Mujahed, un instructor que trabaja en la Escuela Industrial para varones Al Shareef Abdelhameed Sharaf, cuya especialización es la ingeniería eléctrica para automóviles y otros vehículos, participó en una formación docente de 90 horas para poder impartir el curso KAB. “El contenido, las competencias y la información que ofrece KAB no están por lo general incluidas en los planes de estudio de ninguna escuela, en ningún nivel. Son conocimientos que todos los miembros de la comunidad necesitan porque carecen de ellos”, destacó . El instructor de 29 años está muy satisfecho de haber desarrollado sus propios conocimientos sobre cómo establecer una empresa.

Maestra veterana de una escuela secundaria femenina y empleada del Ministerio de Educación, Jamilah Ahmad Khairi Musleh, constató el gran esfuerzo que requiere la preparación de cada clase del curso integral KAB. “A pesar del difícil proceso de preparación, las lecciones estimulantes y los juegos hacían que la atmósfera fuese muy dinámica e interactiva. La información era transmitida de manera simple y eficaz a los alumnos a través de numerosos casos prácticos”, explicó.

Además de ampliar el horizonte de los estudiantes y los docentes, el proyecto KAB profundizó sobre algunos temas relacionados con las empresas verdes y el trabajo decente; incorporó la perspectiva de género y de discapacidad; formó evaluó y certificó a 13 docentes como formadores que pueden impartir el programa KAB sin la supervisión de la OIT; y otorgar certificados a 540 estudiantes que completaron el curso.

Los egresados del curso KAB piensan en el futuro, que es indudablemente más brillante, sabiendo que es posible comenzar un proyecto y con la confianza de superar el miedo al fracaso.