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Niños refugiados sirios en el trabajo... y en escena
La pobreza extrema obliga a muchas familias de refugiados sirios a enviar a sus hijos a trabajar. En Líbano, que alberga a más de un millón de refugiados provenientes de Siria, niños trabajadores y niños que fueron rescatados del trabajo infantil pusieron en escena una representación teatral y musical para celebrar el Día mundial contra el trabajo infantil el 12 de junio.
Niños libaneses y refugiados sirios se subieron a las tablas para decir no al trabajo infantil
La OIT se asoció con el Ministerio de Trabajo de Líbano y la ONG libanesa Beyond para la realización de una obra de teatro interpretada por niños sirios y libaneses que trabajan en las peores formas de trabajo infantil en Líbano. Los nombres de los niños fueron cambiados para proteger su identidad.
La pobreza extrema obliga a muchas familias de refugiados sirios a enviar a sus hijos a trabajar. En Líbano, que alberga a más de un millón de refugiados provenientes de Siria, niños trabajadores y niños que fueron rescatados del trabajo infantil pusieron en escena una representación teatral y musical para celebrar el Día mundial contra el trabajo infantil el 12 de junio.
© Tabitha Ross/ILO

Más de un millón de refugiados sirios han llegado a Líbano desde que estalló la violencia en su país en 2011, y se han instalado en sórdidos campamentos de tiendas de campaña. Una gran proporción de los refugiados – 50 por ciento según algunas estimaciones – está constituida por niños.
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Para los refugiados que huyen de la violencia en Siria es difícil conseguir trabajo en Líbano. Muchos de los refugiados viven en pobreza extrema, sobreviven gracias a la asistencia de las agencias internacionales y de las ONG. Muchos refugiados envían sus hijos a trabajar por un salario exiguo para cubrir sus necesidades.
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Si bien el trabajo infantil es ilegal en Líbano, se estima que hay entre 180.000 y 300.000 niños trabajadores en el país, muchos de ellos son refugiados sirios. Algunas de las peores formas de trabajo infantil – como el trabajo peligroso en el sector informal agrícola o urbano, o las tareas de vendedores ambulantes o mendigos – son cada vez más frecuentes entre los refugiados, con evidencias de trabajo forzoso.
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Más de 80 por ciento de los niños sirios que trabajan en Líbano están empleados en los campos, con frecuencia en condiciones peligrosas. Muchos de ellos en el fértil Valle Begaa, en la zona oriental. Para muchos, su día comienza a las seis de la mañana, cuando un camión los va a buscar a su campamento.
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Maysa, 11 años (a la izquierda) y Rana 10 años, son dos hermanas cuya familia huyó de la región de Aleppo en Siria. Ellas trabajan desde el amanecer y hasta las 11 a.m. “Las papas son pesadas, y las cebollas son picantes y me hacen llorar”, dijo Rana. Ellas regresan al campamento para asistir a una escuela improvisada dirigida por la organización libanesa Beyond. Maysa quiere llegar a ser médico y Rana maestra.
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Los niños deberían recibir alrededor de 6,50 dólares al día como pago, pero cerca de 1,30 dólares va al coordinador de su campamento quien organiza el trabajo de los niños.
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El trabajador agrícola Cildar tiene doce años, otros dos de sus 14 hermanos trabajan, pero ninguno de sus padres ha encontrado empleo. Él también va a la escuela del campamento después del trabajo. Pero considera que la escuela en Siria era mejor, porque “había un edificio, aquí está en una tienda de campaña”, antes de convertirse en un refugiado, Cildar esperaba ir a la universalidad.
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Algunos niños aceptan otro tipo de empleos, como el trabajo en las fábricas y otras tareas en el sector informal urbano. Hussein, 11 años, trabaja sin recibir ninguna remuneración en un taller de reparación de coches; a cambio, se forma en el oficio de mecánico.
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Antes de convertirse en refugiados, Ahmad, 12 años (a la izquierda), y Mahmoud, 16 años, eran estudiantes en la región de Daraa en Siria. En la actualidad, limpian zapatos en las calles de Beirut, la capital de Líbano.
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El Día mundial contra el trabajo infantil el 12 de junio, los niños sirios y libaneses que trabajan en la agricultura y en pequeños negocios informales en el Valle Bekaa representaron una obra teatral para dar a conocer su difícil situación.
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La obra de teatro presenta el tema de los niños involucrados en la venta de objetos baratos como flores en la calle. El comercio ambulante y otras actividades como pedir limosna figuran entre las peores formas de trabajo infantil, porque los exponen al abuso físico y sexual y a la explotación.
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El Director regional adjunto de la OIT para los Estados Árabes, Frank Hagemann, se dirige al público durante la representación. En el marco de la respuesta a la crisis de los refugiados sirios en Líbano y la vecina Jordania, la OIT colabora con los interlocutores sociales en diversos ámbitos, en particular en la promoción de una legislación sobre el trabajo infantil y el cumplimiento de la ley, el desarrollo de oportunidades económicas para los padres y los jóvenes en edad de trabajar, la integración de los niños en el sistema educativo, y el fortalecimiento de las capacidades de la comunidad local.
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Los niños pusieron en escena la obra de teatro después de meses de preparación con los trabajadores sociales sirios y libaneses y profesores de arte, de teatro y de música quienes utilizaron elementos del programa SCREAM de Defensa de los derechos del niño a través de la educación, las artes y los medios de comunicación, creado por IPEC, el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil de la OIT.
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Unos 3.000 niños refugiados sirios que trabajan o corren el peligro de hacerlo y sus familias asistieron a la representación, así como también niños libaneses de las comunidades que los hospedan, autoridades locales, funcionarios municipales, personal de asistencia humanitaria y de las ONG y representantes de las organizaciones de trabajadores y empleadores.
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La obra de teatro tiene por objetivo informar a los jóvenes sobre las causas y consecuencias del trabajo infantil, sobre todo de sus peores formas, con la intención de erradicarlo de la región. SCREAM se basa en el uso de las artes para ayudar a los jóvenes a expresarse, y a la vez favorecer su desarrollo personal y social.
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Today there are 9.2 million child labourers in the Middle East and North Africa (8.4 percent of the global total), trapped by poverty and lack of education. The last decade had witnessed significant progress against child labour in the region. Child protection measures such as raising the minimum age for work, have come into force in many countries.