Nelson Mandela y la OIT
La OIT se une a la comunidad internacional para conmemorar el Día de Nelson Mandela celebra cada año en homenaje al líder sudafricano líder Sudafricano en la fecha de su cumpleaños, el 18 de julio.
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Después de 27 años de cárcel, Nelson Mandela, líder del movimiento para poner fin al apartheid en Sudáfrica, sale en libertad el 11 de febrero de 1990. El 8 de junio 1990, en una de sus primeras visitas a una organización internacional después de su excarcelación rindió homenaje a la OIT por su lucha contra el apartheid.
Después de 27 años de cárcel, Nelson Mandela, líder del movimiento para poner fin al apartheid en Sudáfrica, sale en libertad el 11 de febrero de 1990. En junio 1990, la 77 sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo recibió a Nelson Mandela, entonces Vicepresidente del Congreso Nacional Africano (ANC).
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En 1948, Sudáfrica decidió instaurar una política de “desarrollo separado” de la población según su raza. En pocos años fueron aprobadas diversas leyes a fin de garantizar la separación. Fueron prohibidos los matrimonios interraciales, fueron asignadas áreas de asentamiento diferentes a los grupos raciales con servicios públicos diferenciados, el comunismo fue declarado ilegal y los partidos políticos que el Gobierno de Sudáfrica catalogó de “comunistas” fueron prohibidos. En 1956, una ley sobre trabajo y minas formalizó la discriminación en el empleo. Progresivamente, creció la oposición hacia esa política en Sudáfrica, en África y en todo el planeta. En 1960, la masacre de Sharpeville alertó al mundo sobre la gravedad de la situación.
Con la masacre de Sharpeville, el apartheid se convirtió en un tema destacado de debate en la OIT. La situación suscitó tensión en 1961 durante la 45 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo: el delegado del Gobierno de Nigeria, Joseph Modupe Johnson, presentó una resolución de condena en la que pedía al Consejo de Administración que instara a la República de Sudáfrica retirarse de la OIT.
En 1963, dos años después de su adopción, la resolución de la OIT que condenaba el apartheid y recomendaba a Sudáfrica que se retirase de la OIT, no se había aplicado. Sudáfrica recordó que no había ningún elemento en la Constitución de la OIT que permitiera a los Estados miembros ser excluidos por otros. Sin embargo, cuando el delegado de Sudáfrica intentó hablar fue interrumpido por los delegados africanos, quienes al darse cuenta de que, pese a todo, el delegado sudafricano podría hacer uso de la palabra, decidieron abstenerse de los procedimientos de la Conferencia.
El 16 de junio 1964, los ocho hombres – entre ellos el líder anti-apartheid y miembro del Congreso Nacional Africano Nelson Mandela – condenados en Pretoria a cadena perpetua en el proceso de Rivonia, salen del Palacio de Justicia con los puños en alto alzados a través de los barrotes de las ventanas del furgón que los transporta a la prisión. Los ocho hombres fueron acusados de conspiración, sabotaje y traición.
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En una carta fechada el 11 de marzo de 1964, el Gobierno de Sudáfrica informó al Director General de la OIT, David Morse, de que había decidido retirarse de la Organización, en vista de que las credenciales del delegado de los trabajadores de Sudáfrica habían sido revocadas en la Conferencia Internacional del Trabajo de 1963, en un momento en el que el país iba a ser excluido del Consejo de Administración de la OIT y encontraba una fuerte oposición en la OIT.
La 48 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo tomó nota de la renuncia de Sudáfrica y votó una enmienda que confería a la Conferencia la capacidad de suspender la participación en la Conferencia Internacional del Trabajo a cualquier miembro que Naciones Unidas considerara responsable de aplicar de manera flagrante y persistente a través de su legislación una política evidente de discriminación racial como el apartheid. (El Director General de la OIT, David Morse, con el Presidente de la República de Liberia, William V.S. Tubman).
Después de 27 años de cárcel, Nelson Mandela, líder del movimiento para poner fin al apartheid en Sudáfrica, es liberado el 11 de febrero de 1990. Cuatro meses más tarde, el entonces Vicepresidente del Consejo Nacional Africano (ANC) habló ante la 77 reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo, rindiendo homenaje a la OIT por su lucha contra el apartheid.
“Permítanme decirles que pese al grosor de los muros de la cárcel, todos nosotros en la Isla de Robben y en otras cárceles podíamos escuchar con mucha claridad sus voces pidiendo nuestra puesta en libertad. Esto nos sirvió de inspiración. Supe desde el primer día de nuestra reclusión que al final habría sido imposible para el sistema del apartheid mantenernos en sus calabozos. Les agradecemos que no cesaran en su lucha. Les agradecemos su sentido de humanidad y su compromiso con la justicia, que guiaron el rechazo de la idea misma de que estuviésemos en prisión y de que nuestra gente viviese sometida.”
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El Director General de la OIT, Michel Hansenne, y Nelson Mandela conversan durante la 77 sesión de la Conferencia Internacional del Trabajo, en Ginebra, en junio 1990. Mandela cerró su discurso en la OIT con estas palabras:
“Caminemos juntos la recta final. Convirtamos en realidad la gloriosa visión de una Sudáfrica libre de racismo. Libre de antagonismos raciales entre nuestra gente. Que deje de ser una amenaza para la paz. Que no sufra la afrenta de ser la escoria del mundo. Nuestra victoria conjunta está garantizada.”
“Caminemos juntos la recta final. Convirtamos en realidad la gloriosa visión de una Sudáfrica libre de racismo. Libre de antagonismos raciales entre nuestra gente. Que deje de ser una amenaza para la paz. Que no sufra la afrenta de ser la escoria del mundo. Nuestra victoria conjunta está garantizada.”
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En 1993, Nelson Mandela y el Presidente sudafricano, Frederik W. de Klerk, fueron galardonados con el Premio Nobel de la Paz “por su trabajo en favor de la abolición pacífica del régimen del apartheid, y por haber sentado las bases de una Sudáfrica democrática”.
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Sudáfrica se reincorporó a la Organización Internacional del Trabajo el 26 de mayo de 1994, tres años después de la derogación oficial de las leyes del apartheid y diez días después de la elección de Nelson Mandela como Presidente de la República.
En junio 2007, la OIT otorgó el primer Premio de Investigación sobre Trabajo Decente a Nelson Mandela y al profesor Carmelo Mesa-Lago, en reconocimiento por su contribución única y personal para mejorar las vidas de los pueblos del mundo. En un vídeo-mensaje, Nelson Mandela dio las gracias a la OIT y le exhortó a “perseverar en su lucha por hacer del trabajo decente una realidad en todo el mundo”.
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