Ruptura del ciclo de la pobreza en Túnez

Los atentados que ha padecido Túnez en los últimos años han alejado a los turistas, lo que ha agravado la situación de desempleo, en particular el juvenil, además del profundo desequilibro que ya sufría el país a raíz de la existencia de regiones desfavorecidas en las que surgió la Revolución tunecina.

Nuestro impacto, sus historias

En consecuencia, la pobreza es una realidad para varios estratos sociales en Túnez. Con objeto de contribuir a romper el círculo de pobreza en las zonas desfavorecidas, la OIT ha puesto en marcha una serie de proyectos piloto mediante un enfoque participativo que incluye a interlocutores sociales y a sus beneficiarios.

El diálogo social es una de las ventajas del país. Dicho diálogo, cuyo símbolo es la concesión del Premio Nobel de la Paz en 2015 al Cuarteto Tunecino formado por las organizaciones sindical y patronal más importantes, a saber, UGTT y Utica, no solo tiene lugar a nivel nacional, sino también a nivel local.

  1. “La comunidad internacional puede ayudar a Túnez apostando por su futuro (…) puesto que la democracia tunecina es hoy en día un bien público mundial.”

    Mahmoud Ben Romdhane, Ministro de Asuntos Sociales de Túnez

  1. “Debemos trabajar juntos hombro a hombro para superar la situación actual y lograr avances.”

    Wided Bouchamaoui, Presidenta de Utica

  1. “Sin la labor del Cuarteto, Túnez habría vivido la misma situación que la de otros países en su proceso post-revolucionario.”

    Houcine Abassi, Secretario General del Sindicato UGTT

 

Cuando el Nobel corona el diálogo social

El ejemplo de Túnez demuestra asimismo que el diálogo social a todos los niveles, en la cumbre y en las bases, puede contribuir a la lucha contra la pobreza.  La cooperación tripartita entre el gobierno y los interlocutores sociales, así como la negociación colectiva eficaz entre ellos, fomenta una distribución más equitativa de los ingresos y de la riqueza de un país.

Ayuda para las regiones desfavorecidas


La dificultad de encontrar empleos decentes y la pobreza reinante, principalmente en las regiones desfavorecidas del interior del país, son las causas principales que provocaron la Revolución de Túnez en 2011.

La ciudad de Sidi Bouzid, situada a 250 km al sur de Túnez, fue el símbolo del levantamiento que condujo a la caída de la dictadura. En dicha ciudad, Mohamed Bouazizi, un joven vendedor ambulante desesperado por la imposibilidad de ganarse la vida y el acoso al que fue sometido por las fuerzas del orden, se prendió fuego delante de la sede de la Gobernación. Su acción es considerada el punto de partida de la Revolución que se produjo en enero de 2011 y que provocó la caída del régimen.

Nuevas perspectivas para el empleo

  1. “La vida sigue siendo difícil. Sin embargo, para mí la construcción del nuevo mercado en Sidi Bouzid es algo positivo.”

    Salah Bouazizi, 31 años, vendedor ambulante en Sidi Bouzid

  1. “Gracias a las obras del mercado he podido obtener nuevos contratos”

    Dali Karim, 31 años, empresario en Sidi-Bouzid

  1. "Poseo mi título de maestría desde hace cuatro años y durante este tiempo he tenido muchas dificultades para encontrar trabajo, como todos los jóvenes titulados en Túnez."

    Fatma Jaballi, 30 años, agricultora


Un mercado y trabajos gracias al desarrollo económico local


La OIT escogió precisamente Sidi Bouzid para poner en marcha un proyecto piloto destinado a la construcción de un mercado cubierto en el centro de la ciudad. Esta obra modificará la imagen del centro de la ciudad y permitirá a los comerciantes trabajar en condiciones dignas.

Búsqueda de trabajadores agrícolas especializados


El Programa de apoyo al desarrollo de las zonas desfavorecidas (AZD), financiado por la Unión Europea e implantado por la OIT, desarrolla simultáneamente otra actividad en la región de Sidi Bouzid, en la localidad de Regueb, conocida por la fertilidad de su suelo. Sin embargo, al carecer de la mano de obra calificada pertinente, en dicha región era necesario hasta ahora contratar a trabajadores agrícolas en las zonas costeras, en detrimento de la población local, que permanecía desempleada.

El programa piloto de la OIT ha permitido formar a casi un centenar de personas en actividades de poda e injerto de árboles frutales y de cultivo de hortalizas, incluidas labores de recolección, envasado y preparación de productos agrícolas locales.

Como demuestra el caso de Fatma Jaballi, que tuvo que retomar su trabajo en la explotación familiar de sus padres a pesar de su Maestría en Geología, la imposibilidad de numerosos jóvenes diplomados para encontrar trabajo es uno de los mayores desafíos que debe superar la joven democracia en Túnez.




El papel clave de la formación

En la pequeña ciudad de Kesra, situada en lo alto de una montaña a 160 km de Túnez, en la Gobernación de Siliana, otro proyecto AZD de la OIT ha permitido impulsar la economía local. Todo comenzó con un proyecto de irrigación llevado a cabo por Wided Bougrine, una joven ingeniera hidráulica natural de Kesra, recién graduada en la universidad. La llegada de agua a los campos ha permitido desarrollar el potencial agrícola, en particular la producción de higos, que estaba disminuyendo.

El programa de la OIT proporcionó equipos para el procesamiento de higos y facilitó la formación técnica de veinte mujeres, así como un certificado de competencia.  Una agrupación de mujeres de la localidad, que se encontraban en su mayoría sin trabajo, gestiona actualmente la producción y comercialización de varios productos, en particular deliciosas mermeladas de higos que se venden hasta en las ferias comerciales de la capital del país.

Poner las competencias a trabajar

  1. “Tras obtener mi diploma, la instalación del sistema de irrigación en mi ciudad natal de Kesra me ha brindado una primera experiencia profesional.”

    Wided Bougrine, 28 años, Ingeniera hidráulica en Kesra

  1. “El proyecto de irrigación de la OIT me ha permitido impulsar mi actividad. Espero poder contratar pronto a varios trabajadores agrícolas.”

    Mohamed Ali Belgacem, 27 años, agricultor en Kesra

  1. “Después de estar cuatro años desempleada, finalmente he podido realizar una actividad remunerada.”

    Sabrine Ben Hnia, 26 años, empleada en el Grupo de elaboración de confituras de higos en Kesra


Salir de la crisis laboral en Túnez mediante el trabajo decente

Para Mahmoud Ben Romdhane, Ministro de Asuntos Sociales de Túnez, es necesario fomentar los empleos de calidad mediante la creación de empresas. A tal efecto, cuenta con el potencial del país, pero también con el apoyo de la comunidad internacional.


La reducción de la pobreza constituyó uno de los temas de la 105ª Reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo y de la edición de 2016 del Informe de la OIT “Perspectivas sociales y del empleo en el mundo”.