Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

Mujeres empresarias

De vendedora ambulante a directora ejecutiva en Costa de Marfil

Lea la historia de una mujer que pasó de trabajar como vendedora ambulante en Costa de Marfil a convertirse en directora de una empresa con planes de expandirse a todo el continente.

Artículo | 16 de marzo de 2015
Patricia Zoundi Yao, directora ejecutiva de la empresa QuickCash
ABIDJÁN (OIT Noticias) – “Cuando decidí establecer mi propia empresa, no tenía ni un céntimo”, evocó Patricia Zoundi Yao, quien hoy en día es la directora ejecutiva de la empresa QuickCash, en Costa de Marfil, África Occidental.

“Cuando cree la empresa tuve que pedir un préstamo para pagar los honorarios del notario. Comencé con una computadora de segunda mano que compré por 60.000 francos CFA (alrededor de 100 dólares) y un teléfono móvil por 10.000 francos CFA (17 dólares aproximadamente)."

En la actualidad, la compañía de transferencia de dinero que fundó esta joven mujer es una empresa floreciente que planifica expandir sus actividades a todo el continente.

El secreto de su éxito

Zoundi Yao dio sus primeros pasos en el mundo de los negocios al lado de su madre. Durante los años de la escuela primaria, pasaba las vacaciones acompañando a su madre de aldea en aldea vendiendo mercancías mientras aprendía los rudimentos del comercio. Ella vendía jugos de frutas (jengibre y tamarindo), recipientes de plástico, ropa de niños, útiles escolares y tarjetas telefónicas.

Zoundi Yao mostró pasión por los negocios a lo largo de todo su trayecto hasta la universidad. Durante sus estudios, vendió un poco de todo en el campus, desde attiéké (el plato tradicional de su país hecho con mandioca), hasta plátanos, cosméticos y joyas.

En 1999, completó la maestría en derecho económico en la Facultad de Derecho y Ciencias Políticas de la Universidad de Ouagadougou en Burkina Faso. Pero entonces, como muchos jóvenes licenciados en África, tuvo que enfrentar la dura realidad de la escasez de empleo.

Cuando su madre murió, Zoundi Yao decidió encargarse de su actividad comercial. Tres años más tarde su tío le pidió que le ayudara a establecer una compañía de transferencia de dinero para una famosa multinacional.

“Así fue que me involucré por primera vez con el mundo de la transferencia de dinero”, explicó. “En 2006 creé mi propia empresa de servicios de transferencia de dinero. No fue muy exitosa, pero me enseñó mucho sobre el entorno competitivo del mercado, lo cual me ayudó a seguir adelante."

Encontrar el segmento del mercado

Zoundi Yao constató que las plataformas de transferencia de dinero existentes no funcionarían en las comunidades rurales debido a limitaciones como falta de electricidad y de acceso a Internet. Para realizar una transacción, las personas que viven en las zonas rurales tienen que hacer largos viajes, a veces hasta de dos días. Además, algunas de las carreteras no son seguras. Esto significa que en las comunidades rurales, las transferencias de dinero son consideradas un lujo.

En 2010, Zoundi Yao decidió crear la empresa de transferencia de dinero QuickCash con el objetivo de facilitar las transferencias en las zonas rurales.

Una vez más, el comienzo fue difícil: “No podíamos ni siquiera alquilar un espacio para la oficina, así que trabajábamos en la casa. Como es fácil de imaginar, yo no ganaba ningún salario.”

Además, la nueva empresa tenía que hacer frente a sus principales competidores. Conscientes de sus limitaciones, Zoundi Yao y su equipo dividieron la base de clientes y seleccionaron un grupo específico que conocían muy bien y que con frecuencia no estaba atendido, es decir las comunidades rurales.

Con el apoyo de un equipo dinámico y de su familia, también decidió renovar la manera en que los servicios eran promocionados, optando por no utilizar los mismos canales que otras empresas de transferencia de dinero. Zoundi Yao inventó su propia identidad de marca, relacionada con la cultura y las tradiciones rurales.

La educación, una herramienta valiosa


Como a menudo sucede con este tipo de iniciativas, el desarrollo de capacidades, sobre todo en gestión, técnicas de negociación y diálogo social, fue fundamental.

No es posible tener éxito sólo gracias al esfuerzo sin contar con las herramientas necesarias. Esto demuestra la importancia de la educación.”

Zoundi Yao
“En tres años, pasamos de dos empleados a alrededor de 50. No es posible tener éxito sólo gracias al esfuerzo sin contar con las herramientas necesarias. Esto demuestra la importancia de la educación”, explicó.

Zoundi Yao participó en un curso de formación sobre diálogo social en el Centro Internacional de Formación de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), en Turín. Este curso le permitió desarrollar buenas prácticas y, en particular, formar un equipo compacto que la apoyara.

Además, completó otros cursos de formación y ha tenido la oportunidad de intercambiar su experiencia con otros empresarios en los foros internacionales.

En la actualidad, cinco años después de fundar su empresa, la joven vendedora de attiéké ha llegado muy lejos.

Su empresa ofrece servicios a Costa de Marfil, Burkina Faso y Nigeria, y no tiene intenciones de detenerse. Su próximo objetivo es abarcar a toda África Occidental, antes de expandirse a todo el continente africano.


Esta historia se basa en un artículo publicado en Travail Décent una revista editada por la Oficina de la OIT en Dakar.