Esta historia fue escrita por la Sala de Noticias de la OIT. Para ver las declaraciones y discursos oficiales de la OIT, por favor visite nuestra sección "Declaraciones y Discursos".

93ª Conferencia Internacional del Trabajo El trabajo forzoso en la Federación de Rusia: la construcción de dachas en Stavropol

Los delegados a la Conferencia Internacional del Trabajo debatieron además el informe global de la OIT sobre el trabajo forzoso. Una sesión especial fue dedicada a este tema la semana pasada. Según el referido informe, ningún país del mundo está exento de casos de trabajo forzoso. En Rusia, la economía informal o "subterránea", que emplea a unos 10 millones de personas y genera el 22 por ciento del PIB, constituye un grave problema por la gran cantidad de prácticas ilegales en materia de empleo. Olga Bogdanova, de la Oficina de la OIT en Moscú, presenta este informe sobre el trabajo forzoso en la Federación de Rusia.

Artículo | 17 de junio de 2005

STAVROPOL, Rusia - Nikolai aceptó hablar conmigo bajo la condición de que no reveláramos su verdadero nombre. Este hombre viene de la ciudad ucraniana de Poltava, donde viven su esposa y su hijita. Siendo ingeniero profesional en construcción, pensó que ganaría más en Rusia gracias a sus calificaciones.

Contactó a un agente de colocación, quien le encontró un trabajo en la ciudad rusa de Stavropol, pero no era el tipo de trabajo con el que Nikolai soñaba. El agente le confiscó su pasaporte y le hizo firmar una factura de 200 dólares por gastos de transporte y alojamiento y sus propios honorarios. Así fue cómo Nikolai quedó atrapado en el círculo vicioso de la servidumbre por deuda. Para poder dejar este empleo, tiene que reembolsar la deuda de 200 dólares, más una multa de 100 dólares, pero no tiene esta suma de dinero.

"Me pagan mil rublos (unos 35 dólares) por mes, lo que apenas me alcanza para comprar comida, cigarrillos y ropa. El resto de mi salario, me dicen que sirve para reembolsar mi deuda. Sin mi pasaporte, no puedo ir a ninguna parte; estoy atascado aquí en el sitio de la obra. Si me rehúso a trabajar, me pegan. Me gustaría tanto volver a mi país, pero no veo cómo puedo lograrlo. Primero tengo que reembolsar mi deuda".

Nikolai trabaja desde las 7 de la mañana hasta las 10 de la noche, seis días por semana, construyendo dachas, las famosas casas de campo rusas. Le habían prometido un trabajo de capataz, pero en realidad trabaja como albañil o como carpintero. Tiene que hacer todo lo que le exige su empleador.

Según el informe global de la OIT sobre el trabajo forzoso, la economía informal, en la que el gobierno tiene muy poco control sobre los salarios y las condiciones laborales, es un buen caldo de cultivo para el trabajo forzoso. La pobreza es otra causa de este flagelo. Aunque el PIB de la Federación de Rusia ha registrado un fuerte crecimiento durante los últimos años, la pobreza sigue siendo un problema mayor en este país, donde el 27 por ciento de la población vive por debajo del nivel de subsistencia. Debido a su bajo nivel de ingresos, una proporción importante de la población no puede acceder a servicios educativos y sanitarios decentes.

La situación es aún peor en los otros Estados miembros de la CEI, especialmente Ucrania, y en los países vecinos como China. Por esa razón Rusia está registrando un flujo creciente de inmigrantes ilegales provenientes de estos países, que alcanza actualmente entre 4 y 5 millones de personas. Ya que tienen muy pocas posibilidades de escapar del círculo vicioso de la pobreza, muchos de estos inmigrantes se ven obligados a correr riesgos para encontrar un empleo con el que puedan sobrevivir junto con sus familias.

Sin embargo, el informe de la OIT explica que el trabajo forzoso no corresponde sistemáticamente a las situaciones en las que los trabajadores ganan poco y tienen condiciones de trabajo difíciles. Los dos criterios básicos para definir el trabajo forzoso son el hecho de que el trabajo o el servicio se realiza bajo la amenaza de una sanción y el hecho de que se realiza contra la voluntad del trabajador. Las amenazas utilizadas por los empleadores pueden tener formas extremas como la violencia física, pero también pueden tener formas más sutiles como la confiscación de documentos de identidad o denuncias a la policía por trabajo clandestino. Así pues, el empleador saca provecho del trabajador de manera abusiva.

Según un estudio de la OIT realizado en Rusia ( Nota 2), el 47 por ciento de los trabajadores migrantes que viven en este país tienen que trabajar sin saber exactamente cuánto van a ganar o sin recibir ninguna remuneración, el 71 por ciento de ellos tienen jornadas de trabajo interminables y el 51 por ciento se ven obligados a realizar trabajos contra su voluntad.

Alrededor del 30 por ciento de los migrantes no tienen ninguna libertad de movimiento y se encuentran parcialmente aislados en la sociedad, el 20 por ciento tienen su pasaporte confiscado por su empleador y el 12 por ciento están endeudados con su empleador y no pueden dejar su empleo por su propia voluntad. Además, el 22 por ciento de las mujeres migrantes declaran ser objeto de explotación sexual.

El informe de la OIT sobre Rusia pone énfasis en el vínculo entre el trabajo forzoso y la trata de seres humanos. Rusia es a la vez un país adonde llegan y de donde salen las personas que son víctimas de las redes internacionales de traficantes y son explotadas en el mundo del trabajo y en el comercio del sexo.

La corrupción y el crimen organizado también desempeñan un papel importante en la perpetuación de la vulnerabilidad de los trabajadores migrantes clandestinos. El informe global hace referencia a un estudio de la OIT sobre trabajadores migrantes tayikos en la industria de la construcción rusa. Todos los obreros declararon que repetidas veces habían sido hostigados por la policía. Un trabajador que no posee un permiso de residencia corre el riesgo de ser deportado.

Esta situación ha contribuido al auge de organizaciones mafiosas que chantajean y acosan a estos trabajadores con miras a extorsionarles dinero. En Moscú, más de mil agencias ofrecen a los migrantes permisos temporales generalmente falsificados, con lo cual los exponen a los abusos de policías corruptos, explica el informe.

La Convención de las Naciones Unidas contra la Delincuencia Organizada Transnacional (Convención de Palermo) insta a los gobiernos nacionales a adoptar leyes y programas de acción que prevean medidas adecuadas para combatir la trata de seres humanos y la esclavitud. En los primeros meses de 2004, Rusia ha iniciado esta lucha incorporando a su Código Penal un artículo sobre el tráfico de seres humanos y el trabajo en servidumbre.

"Es probable que esto no sea suficiente. El auge del trabajo forzoso en Rusia se debe a muchos problemas relacionados con el contenido y la aplicación de la legislación nacional, particularmente en materia de economía, empleo y migración", declaró Roger Plant, Director del Programa Especial de Acción de la OIT para Combatir el Trabajo Forzoso. "La inspección laboral y las otras formas de control son muy deficientes en este país y la falta de justicia social contribuye también al trabajo forzoso y a las diferentes formas de explotación".

La explotación de los trabajadores migrantes que vienen de países menos ricos es incompatible con el objetivo del trabajo decente. Plant considera como una tragedia el hecho de que "tantas personas en situación de pobreza estén sometidas a semejante explotación y que esto sea su único recurso para competir por los empleos disponibles. Es indispensable realizar acciones de sensibilización a gran escala para que las sociedades se den cuenta de que estas formas de explotación son inaceptables y criminales, que dejen de tolerarlas tan fácilmente y que castiguen a aquéllos que las practican".

La alianza global contra el trabajo forzoso propuesta por la OIT exige la adopción de medidas enérgicas por parte de los gobiernos nacionales y de todas las fuerzas sociales progresistas, particularmente las organizaciones de empleadores y de trabajadores. Rusia está a punto de convertirse en un miembro activo de esta alianza y sigue luchando contra el trabajo forzoso.


Nota 1

Nota 2 - E. Tyuryukanova, Forced labour in the Russian Federation today, Oficina Internacional del Trabajo, Ginebra 2005 (edición rusa: 2004).