La Agenda 2030 de Desarrollo Sostenible

La Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo de Addis Abeba concede prioridad al trabajo decente

La Tercera Conferencia Internacional sobre Financiación para el Desarrollo, celebrada en Addis Abeba, concluyó el 16 de julio con la adopción de la Agenda de Acción de Addis Abeba en la cual se reconoce el papel crucial del trabajo decente y la protección social en la consecución de los objetivos de la ambiciosa agenda para el desarrollo después de 2015, incluidos los Objetivos de Desarrollo Sostenible. La Agenda de Acción fue aprobada formalmente por la Asamblea General el 23 de julio de este año.

Artículo | 5 de agosto de 2015
El primer párrafo de la Agenda de Acción de Addis Abeba, adoptada por la Tercera Conferencia sobre Financiación para el Desarrollo, llama a promover “…un sistema económico mundial equitativo en que ningún país o persona quede a la zaga, posibilitando el trabajo decente y los medios de vida productivos para todos, al tiempo que preservamos el planeta para nuestros hijos y las generaciones futuras”. Reconociendo que el resultado de Addis proporciona un marco global que estructura la cooperación para el desarrollo en los 15 próximos años, el resultado representa un cambio significativo en el pensamiento sobre el desarrollo, al vincular las finanzas y la movilización de recursos con la promoción del trabajo decente. Mientras las dos conferencias anteriores llevadas a cabo en Monterrey y Doha abordaron la cuestión del empleo, por primera vez, la Agenda de Acción de Addis Abeba concede prioridad e incorpora el Programa de Trabajo Decente a través de las distintas secciones del documento final.

Aprovechar el potencial del Programa de Trabajo Decente de la OIT

Los compromisos asumidos en la conferencia aprovechan el potencial del Programa de Trabajo Decente de la OIT para sostener la reducción de la pobreza y el crecimiento inclusivo y sostenible. La Agenda de Acción de Addis Abeba reconoce que es necesaria una alianza mundial más fuerte para poder fortalecer la cooperación internacional en la consecución de la agenda para el desarrollo después de 2015. La Agenda identifica siete esferas intersectoriales en las que se pueden sacar partido de las sinergias para contribuir a avanzar en todos los objetivos y metas. Dos de las siete sinergias transversales están estrechamente relacionadas con el Programa de Trabajo Decente, incluida la protección social y la creación de trabajo decente y la promoción de pequeñas y medianas empresas (PYME).

Mas específicamente, el párrafo 12 de la Agenda menciona el compromiso a brindar protección social y servicios públicos esenciales para todos y la creación de un nuevo pacto social que proporcione “sistemas y medidas de protección social fiscalmente sostenibles y apropiadas para cada país”, que incluyan pisos de protección Social. También alienta a los países a estudiar la posibilidad de fijar metas de gastos apropiadas para cada país a este respecto. La Declaración reconoce la necesidad de un mayor apoyo internacional para la extensión de los pisos de protección social para todos y se compromete a colmar esta brecha estudiando “modalidades de financiación coherentes para movilizar recursos adicionales, tomando como base las experiencias dirigidas por los países.”

El párrafo 16 menciona el compromiso de dar prioridad a la generación de empleo pleno y productivo y trabajo decente para todos, y la promoción de las microempresas y las empresas pequeñas y medianas (PYME). Para lograr este objetivo, los líderes se comprometen a garantizar que el trabajo decente sea el objetivo central de las estrategias nacionales de desarrollo y alienta la participación plena e igual de mujeres y hombres en el mercado de trabajo estructurado. Asimismo, concuerdan en trabajar con agentes del sector privado y bancos de desarrollo para promover un acceso adecuado, asequible y estable de las microempresas y las PYME al crédito, alentar la formalización y proporcionar capacitación suficiente para el desarrollo de aptitudes para todos, en particular para los jóvenes. Se promoverán las estrategias nacionales para la juventud y los gobiernos se comprometerán a desarrollar y llevar a la práctica a más tardar en 2020 “una estrategia mundial en favor del empleo de los jóvenes y a aplicar el Pacto Mundial para el Empleo de la OIT”.

El documento final reitera a su vez el firme compromiso de garantizar la protección de los derechos en el trabajo con arreglo a las normas del trabajo de la OIT. Hace hincapié en el hecho de que las actividades empresariales deben ser conformes a las normas internacionales del trabajo de la OIT. Destaca la prioridad otorgada a los proyectos de inversión directa en el extranjero (IDE) que tienen un gran potencial para promover el trabajo decente. Identifica la necesidad de avanzar hacia la igualdad de género al garantizar un trabajo decente a las mujeres e incluir una remuneración por un trabajo de igual valor. El comercio es reconocido como un motor importante de promoción del trabajo decente. Los Estados Miembros también se comprometen a proteger los derechos humanos de los migrantes y a reducir los costos de contratación. Existe también un fuerte compromiso para incrementar la asistencia en la generación de una amplia gama de datos desglosados.

El objetivo del trabajo decente para todos requiere que la amplia variedad de políticas trabajen en forma conjunta y coherentes. El mercado de trabajo y las políticas sociales son importantes pero no bastan por sí solas para lograr empleos plenos y productivos."

Director General de la OIT, Guy Ryder
Las importantes referencias incluidas en la Agenda de Acción de Addis Abeba en relación con el mundo del trabajo, destaca la importancia de la coherencia política en garantizar vínculos efectivos entre el trabajo decente, la financiación y el desarrollo. Durante su intervención en la Mesa Redonda 2 de la Conferencia de la Financiación para el Desarrollo (FfD), ‘Garantizar la coherencia política y un entorno propicio a todos los niveles para el desarrollo sostenible’, el Director General de la OIT, Guy Ryder, declaró que “el objetivo del trabajo decente para todos requiere que la amplia variedad de políticas trabajen en forma conjunta y coherentes. El mercado de trabajo y las políticas sociales son importantes pero no bastan por sí solas para lograr empleos plenos y productivos. Las macro políticas necesitan avanzar en el mismo sentido. Así deben hacerlo las políticas en materia de salud, educación, medio ambiente, mercado y finanzas, para mencionar solo algunas.”

A su vez, durante la Conferencia, la OT y el Gobierno de Suecia copresidieron un evento paralelo de alto nivel sobre ‘Financiación del desarrollo a través del Trabajo Decente’. El evento paralelo se centró en el empleo pleno y productivo y en el trabajo decente para todos como principal fuente de recurso para el desarrollo al generar un circulo virtuoso de ingresos que impulsa el consumo, estimula la demanda e incrementa las tasas de ahorro para la financiación pública y privada. El Sr. Stefan Lofven, Primer Ministro de Suecia pronunció un discurso durante el evento en el cual llamó a una nueva alianza mundial, o ‘Pacto Global’, para asegurar que los beneficios sean compartidos por todos. Declaró que el núcleo de esta alianza debe basarse en la visión de una responsabilidad compartida, en la cual los gobiernos, los empleadores y los sindicatos desarrollan soluciones conjuntas. El evento también presentó los enfoques de la Confederación Sindical Internacional (CSI) y de la Organización Internacional de Empleadores (OIE), que representan la voz de los interlocutores sociales de la OIT así como la de los representantes gubernamentales de países asociados clave de Bélgica, Brasil, y Sudáfrica.

Al pasar del debate y la discusión a la aplicación, la OIT, dada su conformación tripartita, se encuentra en una posición única para potenciar su papel en las nuevas alianzas que deben impulsar la aplicación de la Agenda de Acción de Addis Abeba y la Agenda para el desarrollo después de 2015. El Pacto Mundial para el Empleo puede ser utilizado para desarrollar un enfoque más sistemático para la creación de empleo a nivel nacional y que a su vez puede ayudar a movilizar recursos internos, atraer la inversión extranjera directa y dar prioridad a las inversiones a favor de la creación de empleo y crear el espacio fiscal para invertir en el trabajo decente. Dichas inversiones contribuirán a reducir la dependencia del préstamo extranjero y de ayuda como fuentes importantes de inversión y crecimiento.