Las brechas de género post COVID-19
Hacia una recuperación con igualdad: el desafío de generar empleo de calidad para las mujeres
Como efecto de la pandemia, los empleos en sectores con mayor participación de las mujeres fueron los primeros en perderse y los últimos en reactivarse. Aunque la recuperación se encuentra en marcha, con una mejora para las mujeres, persisten las desigualdades de género en el mercado de trabajo.
(Buenos Aires, OIT Argentina) — Después de la pandemia, las mujeres están recuperando su participación en el mercado de trabajo. Pero, si se compara con los varones, el ritmo de recuperación y regreso al mercado laboral fue desigual.
Así lo explicó la coordinadora del proyecto “Políticas Económicas para Acelerar la Igualdad de Género en Argentina” (OSF), Cecilia Lavena. Se trata de una iniciativa liderada por la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, que se lleva adelante junto a la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía (DNEIyG).
De acuerdo con la coordinadora, la asistencia técnica que el proyecto OSF le brinda a la DNEIyG contribuye a generar conocimiento e información basada en evidencia. “Esto es fundamental para la toma de decisiones y el diseño de políticas que permitan acelerar la igualdad de género en el país”, explicó Lavena.
Entre fines de 2019 y principios de 2020 la participación económica de las mujeres (esto es, las que están ocupadas o buscan empleo) cayó 8,2 puntos porcentuales. A mediados de 2021, se mantenía 1 punto porcentual por debajo de la etapa pre-pandemia: 330 000 mujeres permanecían fuera del mercado laboral.
El nivel de desempleo de las mujeres en Argentina alcanzaba el 9,5 por ciento superando en 1,1 puntos porcentuales al de los varones. En tanto, la informalidad laboral para las mujeres alcanzaba el 38,2 por ciento, 4,3 puntos porcentuales más que los varones. Estas desigualdades redundaban en el promedio de ingresos: las mujeres recibían remuneraciones que en promedio eran un 28 por ciento inferiores a las de los varones. Esa brecha se ampliaba al considerar a las asalariadas informales, cuyo ingreso es un 37 por ciento menor al de los asalariados (INDEC 2019).
Hacia el final de 2021 se recompusieron los índices de participación económica. La tasa de actividad de las mujeres se recuperó, superando el 50 por ciento de participación en el mercado laboral, el empleo se ubicó en 46,4 por ciento marcando un récord histórico respecto de los niveles pre-pandemia (44,7 por ciento para las mujeres, 63,6 por ciento para los varones, INDEC 2019). Sin embargo, la brecha de género en el empleo persiste en torno a los 19 puntos porcentuales (65,3 por ciento para las mujeres, 46,4 por ciento para los varones, INDEC 2021).
El ritmo de recuperación y regreso al mercado laboral fue desigual: entre el segundo y el cuarto trimestre de 2020, los varones aumentaron el empleo en un 21 por ciento, mientras que las mujeres en un 17 por ciento.
Los sectores feminizados con mayor presencia histórica de mujeres (trabajo en casas particulares, gastronomía, hotelería, comercio y servicios) fueron los más afectados por la pandemia. En el empleo doméstico, que antes de la pandemia era una de las principales fuentes de trabajo para las mujeres, el impacto fue mayor y sostenido. Entre fines de 2019 y mediados de 2020, más de 400 000 trabajadoras de casas particulares perdieron su empleo. Al cuarto trimestre de 2021, se habían recuperado casi 180 000 de estos puestos.
A la vez, en los sectores de actividad que mostraron una recuperación más rápida, como la industria y la construcción, las mujeres siempre han tenido una muy baja participación.
“Estos resultados se podrán visualizar en la plataforma de acceso público y sirven como insumo para el diseño de políticas macroeconómicas y sectoriales en el contexto de recuperación”, dijo la coordinadora. Otras acciones del proyecto permitieron producir conocimiento para identificar sectores críticos y estratégicos y pensar políticas que faciliten la inserción de las mujeres en actividades altamente productivas, a la vez que estratégicas para el desarrollo en términos de cantidad y calidad de puestos de trabajo.
En esta línea, con apoyo de la OIT, en septiembre de 2020 se conformó la Mesa Federal de Economía con Perspectiva de Género.
“Este ámbito constituye un componente central del proyecto OSF”, dijo Sol Prieto, directora nacional de Economía, Igualdad y Género, del Ministerio de Economía, para quien “es un espacio de discusión de los diagnósticos realizados, de análisis y planificación de políticas económicas con perspectiva de género con alcance federal”. De hecho, la Mesa nuclea a las ministras, secretarias y equipos económicos de 20 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
El objetivo será poner en común las políticas públicas tanto productivas como distributivas que se implementaron a nivel provincial, tras dos años de funcionamiento de este espacio de trabajo, y definir en conjunto nuevos desafíos. A su vez, se presentarán dos informes que reflejan los resultados del proyecto “Políticas Económicas para Acelerar la Igualdad de Género en la Argentina”, impulsado por la OIT Argentina.
Así lo explicó la coordinadora del proyecto “Políticas Económicas para Acelerar la Igualdad de Género en Argentina” (OSF), Cecilia Lavena. Se trata de una iniciativa liderada por la Oficina de País de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para la Argentina, que se lleva adelante junto a la Dirección Nacional de Economía, Igualdad y Género del Ministerio de Economía (DNEIyG).
De acuerdo con la coordinadora, la asistencia técnica que el proyecto OSF le brinda a la DNEIyG contribuye a generar conocimiento e información basada en evidencia. “Esto es fundamental para la toma de decisiones y el diseño de políticas que permitan acelerar la igualdad de género en el país”, explicó Lavena.
Las brechas prexistentes y el impacto de la pandemia
Una de las consecuencias de la crisis generada por la COVID-19 fue que las mujeres asumieron la sobrecarga de las tareas del cuidado en el hogar, relegando su participación en el mercado de trabajo. Esto motivó la implementación de diversas medidas de respuesta a la pandemia sensibles al género, que permitieron revertir la caída en la participación de las mujeres en el mercado de trabajo hacia fines de 2021, logrando la reducción más importante de las desigualdades entre mujeres y varones desde 2017.Entre fines de 2019 y principios de 2020 la participación económica de las mujeres (esto es, las que están ocupadas o buscan empleo) cayó 8,2 puntos porcentuales. A mediados de 2021, se mantenía 1 punto porcentual por debajo de la etapa pre-pandemia: 330 000 mujeres permanecían fuera del mercado laboral.
El nivel de desempleo de las mujeres en Argentina alcanzaba el 9,5 por ciento superando en 1,1 puntos porcentuales al de los varones. En tanto, la informalidad laboral para las mujeres alcanzaba el 38,2 por ciento, 4,3 puntos porcentuales más que los varones. Estas desigualdades redundaban en el promedio de ingresos: las mujeres recibían remuneraciones que en promedio eran un 28 por ciento inferiores a las de los varones. Esa brecha se ampliaba al considerar a las asalariadas informales, cuyo ingreso es un 37 por ciento menor al de los asalariados (INDEC 2019).
Hacia el final de 2021 se recompusieron los índices de participación económica. La tasa de actividad de las mujeres se recuperó, superando el 50 por ciento de participación en el mercado laboral, el empleo se ubicó en 46,4 por ciento marcando un récord histórico respecto de los niveles pre-pandemia (44,7 por ciento para las mujeres, 63,6 por ciento para los varones, INDEC 2019). Sin embargo, la brecha de género en el empleo persiste en torno a los 19 puntos porcentuales (65,3 por ciento para las mujeres, 46,4 por ciento para los varones, INDEC 2021).
El ritmo de recuperación y regreso al mercado laboral fue desigual: entre el segundo y el cuarto trimestre de 2020, los varones aumentaron el empleo en un 21 por ciento, mientras que las mujeres en un 17 por ciento.
Los sectores feminizados con mayor presencia histórica de mujeres (trabajo en casas particulares, gastronomía, hotelería, comercio y servicios) fueron los más afectados por la pandemia. En el empleo doméstico, que antes de la pandemia era una de las principales fuentes de trabajo para las mujeres, el impacto fue mayor y sostenido. Entre fines de 2019 y mediados de 2020, más de 400 000 trabajadoras de casas particulares perdieron su empleo. Al cuarto trimestre de 2021, se habían recuperado casi 180 000 de estos puestos.
A la vez, en los sectores de actividad que mostraron una recuperación más rápida, como la industria y la construcción, las mujeres siempre han tenido una muy baja participación.
Acciones conjuntas para la recuperación con igualdad
En este contexto, el proyecto desarrolló diagnósticos para identificar las principales brechas y obstáculos para que el crecimiento económico beneficie también a las mujeres. Para esto, se unificaron los indicadores socioeconómicos actualmente existentes, con diversas fuentes y periodicidades. Además, se procesaron nuevos indicadores.“Estos resultados se podrán visualizar en la plataforma de acceso público y sirven como insumo para el diseño de políticas macroeconómicas y sectoriales en el contexto de recuperación”, dijo la coordinadora. Otras acciones del proyecto permitieron producir conocimiento para identificar sectores críticos y estratégicos y pensar políticas que faciliten la inserción de las mujeres en actividades altamente productivas, a la vez que estratégicas para el desarrollo en términos de cantidad y calidad de puestos de trabajo.
En esta línea, con apoyo de la OIT, en septiembre de 2020 se conformó la Mesa Federal de Economía con Perspectiva de Género.
“Este ámbito constituye un componente central del proyecto OSF”, dijo Sol Prieto, directora nacional de Economía, Igualdad y Género, del Ministerio de Economía, para quien “es un espacio de discusión de los diagnósticos realizados, de análisis y planificación de políticas económicas con perspectiva de género con alcance federal”. De hecho, la Mesa nuclea a las ministras, secretarias y equipos económicos de 20 provincias y de la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.
Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género
El 2 y el 3 de agosto, la DNEIyG del Ministerio de Economía de la Nación, con apoyo de la OIT Argentina, realiza el primer plenario presencial de la Mesa Federal de Políticas Económicas con Perspectiva de Género: “Protagonistas del crecimiento”. El encuentro reunirá a más de 40 funcionarias que lideran áreas económicas, productivas y laborales de todo el país.El objetivo será poner en común las políticas públicas tanto productivas como distributivas que se implementaron a nivel provincial, tras dos años de funcionamiento de este espacio de trabajo, y definir en conjunto nuevos desafíos. A su vez, se presentarán dos informes que reflejan los resultados del proyecto “Políticas Económicas para Acelerar la Igualdad de Género en la Argentina”, impulsado por la OIT Argentina.