EN EL CONGRESO NACIONAL

El futuro del trabajo llegó al centro de la agenda política argentina

Janine Berg, especialista de la OIT, presentó el informe de la comisión global sobre el futuro del trabajo en una jornada junto a la vicepresidente argentina, Gabriela Michetti, y ante la delegación nacional que participará en la próxima Conferencia Internacional del Trabajo.

Comunicado de prensa | 21 de mayo de 2019
BUENOS AIRES – Una mayor inversión en las personas, en las instituciones laborales y en el trabajo decente y sostenible: son los ejes centrales del informe Trabajar para un futuro más prometedor, que hoy fue presentado en el Honorable Senado de la Nación y ante la delegación argentina que participará de la 108ª Conferencia Internacional del Trabajo (CIT) en Ginebra. En esa oportunidad, las delegaciones nacionales discutirán el informe y, asimismo, las propuestas de un convenio y una recomendación referidas a la violencia laboral.

Ambas presentaciones estuvieron a cargo de la economista Janine Berg, especialista en mercados de trabajo de la OIT en Ginebra y asesora técnica de la comisión independiente –formada por 27 expertos internacionales– que redactó el documento sobre el futuro del trabajo. Berg resumió el informe como parte de la presentación de la Comisión del Futuro del Senado, con la presencia de la vicepresidenta de la Nación, Gabriela Michetti, acompañada por el director de la oficina de país de la OIT en Argentina –Pedro Américo Furtado de Oliveira– y la especialista en mercados de trabajo inclusivos –Elva López Mourelo–.

“Crear esta comisión es un paso muy importante para revitalizar el contrato social con el diálogo social como herramienta principal, para que la tecnología y los modelos de desarrollo productivo estén al servicio de las personas”, dijo Berg durante esa presentación, en la que también estuvieron presentes el senador nacional Miguel Ángel Pichetto, el rector de la Universidad de Ciencias Empresariales y Sociales –Gastón O’Donell–, la directora ejecutiva del Centro de Implementación de Políticas Públicas para la Equidad y el Crecimiento (CIPPEC) –Julia Pomares–, senadora con mandato cumplido y periodista María Eugenia Estenssoro y el decano de la Escuela de Gobierno de la Universidad Torcuato Di Tella, Eduardo Levy Yeyati.




Por otra parte, tras el evento en el Senado, la delegación de la OIT continuó con una sesión de trabajo junto a los representantes del gobierno y de las organizaciones de empleadores y trabajadores de Argentina que asistirán a la CIT durante junio.

En ese contexto, se recalcó la cuestión de género como eje fundamental del debate: “La igualdad es un tema transversal durante todo el informe, pero además la comisión incluyó una recomendación específica sobre esto. La igualdad de género comienza en el hogar con la distribución de tareas domésticas, la licencia por paternidad y el reconocimiento de las tareas del cuidado”, agregó Berg.

Según la experta, “algo muy novedoso, entre las recomendaciones del informe, es la de establecer una garantía laboral universal. Porque podemos tener más flexibilidad en los mercados y nuevos tipos de contratos, pero siempre, que no se comprometan los derechos fundamentales de los trabajadores”. A su vez, subrayó la necesidad de ampliar la soberanía del tiempo de las personas para “equilibrar las necesidades de los trabajadores y las empresas”.

Berg destacó la importancia de retomar la discusión sobre el futuro del trabajo en un momento en el que se experimentan cambios sin precedentes: “Es necesario reorientar los incentivos para alentar las inversiones a largo plazo en la economía real”, enfatizó, poniendo foco en el “aprendizaje durante toda la vida como derecho de todos”.

En ese sentido, continuó la especialista, la comisión identificó tres sectores estratégicos para invertir en trabajo decente: la economía rural, la economía verde y la economía de los cuidados.

La premisa central del informe está puesta en el diálogo social entre los gobiernos y los interlocutores sociales. Para ello, la comisión independiente que elaboró el informe incluyó a importantes figuras mundiales provenientes de empresas, sindicatos, grupos de expertos, gobiernos y organizaciones no gubernamentales. El informe también aborda las propias responsabilidades de la OIT para brindar asesoramiento técnico a sus mandantes. Por lo cual, en palabras de Berg, “la comisión reconoció que el diálogo social está en el centro de lo democrático y es necesario revitalizar el contrato social con políticas que representen a los intereses colectivos”.

Durante la jornada, además, la directora del Departamento de Condiciones de Trabajo e Igualdad de OIT –Manuela Tomei– participó por videoconferencia y se refirió al otro de los puntos clave que se discutirán en Ginebra: evitar la violencia y el acoso en el mundo laboral. Tomei explicó a la delegación los instrumentos normativos sobre esta problemática, con la meta de obtener un convenio vinculante, o en su defecto, garantizar ciertas recomendaciones mínimas a consensuar entre los representantes nacionales de los gobiernos, trabajadores y empleadores.

Declaración de la OIT en su centenario

Este año 2019, marca los 100 años de la Organización Internacional del Trabajo, en ese contexto se prepara, para el mes de junio, la 108ª reunión de la Conferencia Internacional del Trabajo. Esta fecha brinda una oportunidad única para reafirmar la relevancia del mandato de la OIT sobre la justicia social y el programa de trabajo decente, y para trazar un camino que permita a la organización enfrentar nuevos desafíos a medida que entra en su segundo siglo.

Teniendo en cuenta que la experiencia del siglo pasado ha confirmado que la acción continua y concertada de los gobiernos y representantes de empleadores y trabajadores es esencial para el logro de la justicia social y la promoción de una paz universal y duradera. La OIT marca su centenario en un momento de cambio transformador en el mundo del trabajo, impulsado por las innovaciones tecnológicas, los cambios demográficos, el cambio climático y la globalización, que cuestionan la naturaleza y el futuro del trabajo, y el lugar y la dignidad de las personas en eso.

De tal forma, la OIT hace un llamamiento a actuar con urgencia para aprovechar todas las oportunidades y dar forma a un futuro de trabajo más justo, inclusivo y más seguro, con pleno empleo y trabajo decente para todos. La OIT –en su segundo siglo– se propone hacer que los derechos, necesidades y aspiraciones de las personas sean los objetivos primarios de las políticas económicas, sociales y ambientales. De este modo, podrá generarse un enfoque humanitario para el futuro del trabajo.