Transformación de las mujeres en el trabajo en Asia

Las mujeres en Asia: aportan una gran contribución, reciben poca recompensa

En Asia, la participación de las mujeres en la fuerza de trabajo ha disminuido o ha permanecido estancada, señala la OIT en el Día Internacional de la Mujer. Una publicación de la organización analiza el papel de la mujer en la transformación económica de Asia y destaca los obstáculos que ellas enfrentan en el mercado laboral de esta región.

News | 01 March 2017
BANGKOK (OIT Noticias) – A pesar de un nivel de educación más alto, de vivir en las zonas más urbanizadas y de tener pocos hijos, las mujeres en Asia aún carecen de acceso a oportunidades de trabajo decente en la transformación económica de Asia. Según una publicación conjunta OIT-SAGE Transformation of women at work in Asia (Transformación de las mujeres en el trabajo en Asia) su tasa de participación en el mercado laboral ha disminuido o se ha estancado.

En promedio, la participación femenina en la fuerza de trabajo disminuyó en Asia Oriental de 70,8 por ciento en 1994 a 63,3 por ciento en 2014, mientras que en Asia Meridional descendió de 36,4 a 30,6 por ciento durante el mismo período.


Descenso/estancamiento de las tasas de participación de las mujeres en el mercado laboral en Asia

“Las conclusiones muestran que las mujeres en el continente han contribuido considerablemente a su espectacular historia de crecimiento; sin embargo, normas sociales y factores económicos limitan sus niveles de participación”, declaró Sher Singh Verick, Director Adjunto de la oficina de la OIT en India y coautor del libro.

Las grandes disparidades generales entre las tasas de participación de los hombres y las mujeres – la brecha de género – se han reducido en todas las regiones en desarrollo salvo en Asia Oriental y Meridional.


Asia Meridional sigue de cerca el Oriente Medio y África del Norte en términos de brecha de género en la participación en el mercado laboral.


“En Asia, una serie de factores siguen manteniendo la tasa de participación de las mujeres en la fuerza de trabajo mucho más baja que la de los hombres, aún en algunos de los países más ricos del mundo (p. ej. Japón y Singapur). Las normas sociales y la falta de oportunidades de trabajo alternativas continúan limitando el acceso de las mujeres al empleo”, explicó Sukti Dasgupta, economista principal de la OIT y coautora del libro.

Más allá de la participación en la fuerza de trabajo
Basándose en un estudio de análisis comparativo dentro de la región y entre los países (que abarcan Bangladesh, Camboya, China, India, Indonesia y Sri Lanka) el libro muestra que los niveles más altos de educación no se traducen en un acceso a mejores empleos para las mujeres que tienen estudios superiores a la enseñanza secundaria.

“Es importante señalar que la participación en la fuerza de trabajo es sólo la punta del iceberg”, agregó Sher Singh Verick poniendo de manifiesto la diferencia entre la cantidad y la calidad del empleo.

“Por ejemplo, en las economías avanzadas de Asia Oriental, las tasas de participación femenina que superan el promedio mundial ocultan la cuestión del subempleo de las trabajadoras. Del mismo modo, en Camboya y Vietnam, la alta participación de las mujeres está acompañada por su sobrerrepresentación en actividades del hogar no remuneradas y su concentración en empleos poco cualificados, de baja productividad y mal remunerados”, explicó.

El estudio revela además que las mujeres en Asia siguen estando en desventaja para obtener un empleo seguro, y se encuentran con mayor frecuencia en formas de empleo vulnerable como el trabajo por cuenta propia y el trabajo de cuidado no remunerado, concentradas en un número menor de industrias y ocupaciones, y tienen salarios inferiores que sus homólogos masculinos.

“A pesar de los progresos, las mujeres con un buen nivel de educación todavía enfrentan limitaciones socio-culturales y prácticas que les impiden aprovechar plenamente sus cualificaciones. La segregación profesional sigue siendo un rasgo predominante en los mercados laborales y de formación, restringiendo las opciones y relegándolas en empleos de estatus inferior y peor remunerados que los hombres”, señaló Sukti Dasgupta.

Hacia el empoderamiento económico de la mujer

El libro hace un llamado a favor de un enfoque integral dirigido a mejorar la participación de la mujer en la fuerza de trabajo. Este enfoque se basa en seis pilares de políticas clave que promueven el trabajo decente y la iniciativa empresarial:
  • Crear de un número mayor de empleos a los cuales las mujeres puedan acceder
  • Mejorar el acceso a la educación de calidad, al desarrollo de las competencias y a la iniciativa empresarial
  • Reducir el tiempo que las mujeres dedican a las tareas del hogar
  • Mejorar el transporte y la infraestructura
  • Fortalecer los derechos legales y la protección
  • Reforzar la medición del trabajo de las mujeres
“Aprovechar plenamente la fuerza de trabajo femenina tiene un enorme potencial para estimular el crecimiento y el desarrollo de la región. Además, reducir las barreras de género para que las mujeres puedan acceder al empleo decente es fundamental a fin promover su autonomía económica”, concluyeron los autores.

Para más información sobre el estudio, por favor póngase en contacto con

Diya Banerjee
Responsable de comunicación
Oficina de la OIT en India
banerjee@ilo.org
Tel.: +91 -11-4750-921