Informe de la Comisión Mundial

La globalización puede y debe cambiar, advierte un informe pionero presentado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que insta a considerar como una prioridad mundial la construcción de un proceso más justo e integrador.

Noticia | 11 de marzo de 2004

LA GLOBALIZACION PUEDE Y DEBE CAMBIAR
La globalización puede y debe cambiar, advierte un informe pionero presentado ante la Organización Internacional del Trabajo (OIT), que insta a considerar como una prioridad mundial la construcción de un proceso más justo e integrador.

11 de marzo 2004

El informe Por una globalización justa: crear oportunidades para todos llama a "replantear con urgencia" las políticas e instituciones de gobernanza global. El informe fue elaborado por la Comisión Mundial sobre la Dimensión Social de la Globalización que estuvo copresidida por la Presidenta de la República de Finlandia, Tarja Halonen, y el Presidente de la República Unida de Tanzanía, Benjamín William Mkapa e integrada por 26 miembros incluidos un Premio Nobel de Economía, varios políticos parlamentarios, expertos en materia social y económica, representantes de las empresas, de las multinacionales y de los sindicatos, miembros de círculos académicos y de la sociedad civil.

En las 185 páginas del informe se reconoce que "los beneficios que pueden obtenerse [con la globalización] son inmensos" y que la globalización "ha abierto las puertas a numerosos beneficios. Ha propiciado sociedades y economías abiertas, así como una mayor libertad para el intercambio de bienes, ideas y conocimientos... [y] como resultado de ello, comienza a configurarse una verdadera conciencia global, atenta a las desigualdades ligadas a la pobreza, la discriminación por razón de sexo, el trabajo infantil y la degradación medioambiental, donde quiera que se produzcan".

No obstante, también se señala que "en el funcionamiento actual de la economía global se observan desequilibrios persistentes y profundamente arraigados, que resultan inaceptables desde un punto de vista ético e indefendibles desde el punto de vista político... Para una gran mayoría de mujeres y hombres, la globalización no ha sido capaz de satisfacer sus aspiraciones sencillas y legítimas de lograr un trabajo decente y un futuro mejor para sus hijos".

El Director General de la OIT, Juan Somavia, quien propusiera inicialmente la creación de la Comisión, dijo que es la primera vez que se ha tratado de abordar la dimensión social de la globalización de forma sistemática. "Esta Comisión", dijo, "entrega un mensaje de esperanza, claro y con sentido común. Conseguir que la globalización sea justa e integradora es difícil pero posible, y es una prioridad a nivel mundial".

El Director Regional de la OIT para América Latina y el Caribe, Agustín Muñoz, al comentar el informe de la Comisión dijo que "existe una convicción generalizada sobre la necesidad de civilizar o humanizar la globalización y que ella se constituya en un espacio para que las personas y sociedades puedan ejercer su derecho al desarrollo integral".

La Comisión recomienda que el trabajo decente para todos se convierta en "un objetivo global, que debería perseguirse mediante políticas complementarias a nivel nacional e internacional. Esto daría respuesta a una importante exigencia política en todos los países". Abordar la necesidad de acelerar la creación de empleo en todos los países contribuiría a reducir las tensiones sociales dentro de los países y los roces económicos entre ellos. El informe insta a "una mayor coordinación de las políticas macroeconómicas para elaborar una estrategia más equilibrada de crecimiento global sostenible y de pleno empleo, en la que se prevea el reparto equitativo entre los países de la responsabilidad del mantenimiento de altos niveles de demanda efectiva".

Tomando nota de que objetivos sociales como el empleo no han recibido prioridad a nivel global debido, entre otras razones, a que las organizaciones internacionales con diferentes mandatos no colaboran suficientemente bien entre ellas, la Comisión recomienda que las organizaciones internacionales pertinentes adopten "iniciativas de coherencia política" con miras a desarrollar políticas más equilibradas que permitan lograr una globalización justa e integradora.