Trabajadores domésticos

OIT: El Senado de México ha dado un importante paso al aprobar la ratificación del Convenio 189 sobre trabajo doméstico

El Senado mexicano aprobó por unanimidad la ratificación de esta norma internacional que busca hacer frente a la histórica condición de desigualdad y discriminación vivida por quienes se dedican al trabajo doméstico, en su mayoría mujeres.

Noticia | 13 de diciembre de 2019
Ciudad de México – La OIT celebró hoy que el Pleno del Senado de México haya aprobado por unanimidad la ratificación del Convenio 189, adoptado en 2011, que tiene por objeto mejorar las condiciones de vida y de empleo de millones de trabajadoras y trabajadores domésticos en el mundo, asegurándoles oportunidades de trabajo decente con protección social y derechos.

“México ha dado un paso muy importante en favor de la igualdad de oportunidades y de la justicia social”, destacó la Directora de la Oficina de la OIT para México y Cuba, Gerardina González, al comentar la decisión del Senado anunciada la noche de este jueves. “Saludamos y celebramos que la aprobación a la ratificación en el Senado haya contado con un respaldo tan importante”.

El comunicado de prensa del Senado destaca que: “La Cámara de Senadores aprobó con 105 votos a favor ratificar el Convenio 189 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), sobre trabajo decente para las trabajadoras y los trabajadores domésticos. Adoptado en Ginebra Suiza, el 16 de junio de 2011. Con la adhesión a este Convenio, el Gobierno Federal refrenda el propósito de garantizar la promoción y la protección efectivas de los derechos humanos de las trabajadoras y los trabajadores domésticos”.

Según se ha informado la ratificación deberá ahora ser firmada por el Presidente, para luego ser depositada ante la OIT.

“El Convenio remitido al Ejecutivo Federal, permitirá atender las recomendaciones de mecanismos de derechos humanos de la Organización de Naciones Unidas; del Comité de Protección de los Derechos de todos los Trabajadores Migratorios y de sus Familiares, del Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer, entre otros”, destacó el comunicado.

Por su parte, Antonio Molpeceres, Coordinador residente de la ONU en México, destacó que “el Sistema de Naciones Unidas reitera su compromiso con las trabajadoras y los trabajadores domésticos y con el Estado mexicano para acompañar la implementación efectiva de este Convenio y hace un llamado a las empleadoras y los empleadores para avanzar en el cumplimiento de los derechos de este sector de la población”.

El Convenio sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, 2011 (núm. 189), destaca en sus consideraciones que “el trabajo doméstico sigue siendo infravalorado e invisible y lo realizan principalmente las mujeres y las niñas, muchas de las cuales son migrantes o forman parte de comunidades desfavorecidas, y son particularmente vulnerables a la discriminación con respecto a las condiciones de empleo y de trabajo, así como a otros abusos de los derechos humanos”.

En el documento que el Ejecutivo Federal de México envió hace pocos días al Senado se destaca que, según datos del Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS), en México hay cerca de 2.5 millones de trabajadores que laboran en servicios del hogar -95 por ciento mujeres- y que, en su gran mayoría, no gozan de seguridad social o de la protección de un mecanismo afín.

Alrededor de 85 por ciento del personal que se dedica al trabajo doméstico, se ubica en un rango de edad que comprende entre los 25 y los 65 años.

El Convenio 189 de la OIT destaca en su texto “la contribución significativa de los trabajadores domésticos a la economía mundial, que incluye el aumento de las posibilidades de empleo remunerado para las trabajadoras y los trabajadores con responsabilidades familiares, el incremento de la capacidad de cuidado de las personas de edad avanzada, los niños y las personas con discapacidad, y un aporte sustancial a las transferencias de ingreso en cada país y entre países”.

El Convenio lo han ratificado 39 naciones.

En América Latina y el Caribe ha sido ratificado por Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Colombia, Costa Rica, República Dominicana, Ecuador, Granada, Guyana, Jamaica, Nicaragua, Panamá, Paraguay, Perú y Uruguay.

El Convenio busca que las personas trabajadoras domésticas gocen de una protección efectiva contra toda forma de abuso, acoso y violencia, así como que sean informados sobre sus condiciones de empleo de forma adecuada, verificable y fácilmente comprensible, de preferencia, cuando sea posible, mediante contratos escritos en conformidad con la legislación nacional o con convenios colectivos.

La norma también establece que los Estados que se adhieran al mismo, deben adoptar medidas que garanticen la libertad de asociación sindical, el reconocimiento efectivo del derecho de negociación colectiva, la eliminación de todas las formas de trabajo forzoso u obligatorio, la abolición efectiva del trabajo infantil, así como la supresión de la discriminación en materia de empleo y ocupación a las trabajadoras domésticas.

Prevé, asimismo, que instrumenten medidas, de conformidad con la legislación nacional y teniendo en cuenta las características específicas del trabajo doméstico, para asegurar que estos trabajadores cuenten con la protección de la seguridad social.