Género: Entrevista a Carmen Bravo Sueskun, Sindicalista

En ocasión del Día Internacional de la Mujer, que se celebra el 8 de marzo, Carmen Bravo Sueskun, Secretaria Confederal de la Mujer de la Confederación Sindical de Comisiones Obrera (CCOO) nos concedió una entrevista…

Comunicado de prensa | 8 de marzo de 2011

ACTRAV INFO: Usted es la Secretaria de la Confederación Sindical de Comisiones Obreras, (CCOO). Con ocasión del 100 aniversario del Día Internacional de la Mujer, ¿cómo podría evaluar el progreso de las mujeres trabajadoras en España?

Carmen Bravo Sueskun: El progreso de las mujeres trabajadoras en España está íntimamente relacionado con los progresos políticos durante el último siglo. La Segunda República Española representó un cambio radical en la adquisición de los derechos de las mujeres, y uno de los elementos fundamentales fue el derecho a voto. En efecto, España estuvo entre los primeros países en Europa en donde las mujeres obtuvieron el derecho a voto. Durante la Segunda República, la principal luchadora por los derechos de las mujeres fue Clara Campoamor, una colaboradora política cercana de Clara Zetkin. Clara Campoamor defendió el derecho universal a votar frente al Congreso, lo que requería un gran valor político, ya que había mucha gente que no era favorable a la adquisición de derechos de las mujeres. Junto con el derecho de voto, la nueva Constitución proporcionó a la mujer el derecho al divorcio. Al mismo tiempo se efectuaron progresos en la educación pública y en el ámbito de la salud.

Estos fueron los mayores logros que demostraron ser frágiles. Con la llegada del General Franco al poder, España entró en la era oscura de la dictadura durante cuarenta años. Los derechos de las mujeres adquiridos durante la Segunda República se perdieron. Durante su régimen, se reestableció un modelo tradicional de diatriba y las mujeres se vieron forzadas a confinarse en su antiguo papel como madres, esposas y cuidadoras.

Después de la caída del régimen de Franco, el movimiento feminista se intensificó, en un proceso estrechamente vinculado con el emergente movimiento sindical independiente que promovió en paralelo los derechos de hombres y mujeres, en conformidad con la Constitución adoptada en 1978. Los sindicatos y las feministas unidos trabajaron en forma conjunta por los derechos políticos, sociales y los derechos de las mujeres.

ACTRAV INFO: Después de la crisis, muchos países entre ellos España adoptaron medidas de austeridad para la recuperación de sus economías. En su opinión, ¿cuáles son las consecuencias de estas medidas para las condiciones de las mujeres?

Carmen Bravo Sueskun: En España, se lograron grandes avances en los años anteriores a la crisis. Se adoptaron importantes medidas legislativas en lo que se refiere a la igualdad de género y que abarcaron la violencia contra la mujer, el derecho al aborto, el género y la negociación colectiva, pero también se adoptaron disposiciones relativas al ámbito parental. Fue creado el Ministerio de la Igualdad estableciéndose de esta manera un marco institucional amplio para la igualdad de género.

La voluntad política del gobierno es indispensable para respaldar estos avances y para implementar los cambios en términos prácticos. Aunque por una parte este Gobierno ha contribuido al progreso legal, por otra parte, las medidas actuales de austeridad han socavado las posibilidades de puesta en práctica. El programa de austeridad ha recortado en forma severa los servicios públicos y los salarios, así como la seguridad social. Las pensiones han sido congeladas. La reforma laboral que se introdujo fue perjudicial para los trabajadores. Las personas más afectadas por estas medidas son las mujeres, en tanto que trabajadoras y cuidadoras.

La crisis ha afectado a las mujeres españolas en forma desproporcionada en el mercado laboral. La actual tasa de desempleo de las mujeres es de 21 por ciento y de 19 por ciento para los hombres. La diferencia de dos por ciento parece pequeña pero no explica todos los antecedentes de la historia puesto que las razones que se encuentran detrás de estas cifras, son muy diferentes. Mientras que para las mujeres españolas las raíces son problemas estructurales y legados culturales, para los hombres es más la coyuntura económica la que está en juego.

También tenemos la segregación ocupacional como un importante factor de explicación. La discriminación en contra de las mujeres en el mercado laboral adopta dos formas: la representación desproporcionada en los empleos a tiempo parcial y la sobre representación en el sector de los servicios, en donde la discriminación salarial es alta. La brecha salarial de género actualmente en España es de aproximadamente 27 por ciento.

Esta situación no corresponde con los logros de la mujer relativos a la educación superior. En España el 60 por ciento de las personas que cuentan con un grado universitario y superior son mujeres, y todavía el 40 por ciento de las mujeres de menos de 30 años se encuentran desempleadas. El conocimiento y el talento no parecen ser reconocidos por la sociedad, a pesar de las declaraciones políticas que afirman lo contrario.

En efecto, el Gobierno español está abandonando su compromiso relativo a la igualdad de género. Un claro ejemplo de esto es que el permiso por paternidad o maternidad ha sido reducido. Otro ejemplo importante es la abolición del Ministerio de la Igualdad de reciente creación. Este último acto ha socavado la base estructural e institucional sobre la cual se podría haber implementado una política de igualdad a largo plazo. Además, en comparación con otros países europeos, la igualdad de género en España ha avanzado menos, en términos de tasas de actividad y de participación de la fuerza laboral, de la brecha salarial de género, de los contratos precarios y de la seguridad social.

ACTRAV INFO: ¿Qué debería hacerse en España para mejorar las condiciones de trabajo de la mujer en el contexto actual?

Carmen Bravo Sueskun: Tenemos varios elementos importantes que deberían ser considerados si deseamos comprender el impacto de la crisis sobre las mujeres en España. Como he mencionado, el primero emana del hecho de que, incluso antes de la crisis, existían más mujeres desempleadas y subempleadas en España que en otros países europeos. La destrucción de empleos en España fue también más brutal. Se añade a esto el deterioro de los servicios públicos y la seguridad social y la suma del efecto sobre las mujeres es bastante negativa.

El Gobierno tiene la responsabilidad clave de desarrollar políticas públicas y de efectuar inversiones productivas en la industria nacional. Las actuales políticas de solo reducir costos no pueden justificarse. La política fiscal tiene que dejar un margen para desarrollar empleos públicos y servicios. La presión descendente sobre las pensiones es inaceptable. Lo que necesitamos es un retorno al Estado providencia con un compromiso del gobierno con los derechos sociales.

ACTRAV INFO: Finalmente, ¿cuáles son las soluciones a largo plazo que usted recomienda para lograr la igualdad entre hombres y mujeres en el trabajo en su país?

Carmen Bravo Sueskun: Ahora que estamos en la casa de la OIT, me gustaría terminar con las siguientes conclusiones.

Primero, no habrá soluciones para el persistente problema de las desigualdades de género mientras no haya soluciones tripartitas. Sin embargo, el consenso tripartito debería conducirnos a ajustes ascendentes de las disposiciones sociales, y de este modo, conducentes tanto a una mayor igualdad de género como al trabajo decente para todos los trabajadores españoles.

La segunda conclusión es que las mismas mujeres deben formar parte de estas soluciones. Solo un enfoque de este tipo es el camino para un desarrollo sostenible, una sociedad justa y la igualdad de género, asociado con un trabajo inclusivo, productivo e intensivo en conocimientos.

Entrevistador:
Mamadou Kaba SOUARE

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