Consejo de Administración

Mundo del Trabajo: los retos que tiene por delante la OIT

En esta entrevista, el presidente del Grupo de los Trabajadores comenta los resultados de la 328ª sesión del Consejo de Administración de la OIT, que ha tenido lugar en noviembre. Luc Cortebeeck explica los grandes retos que tiene por delante la OIT luego de la reelección de su Director General, Guy Ryder. Cortebeeck expone asimismo la posición del Grupo de los Trabajadores sobre la protección de los derechos de los trabajadores en Qatar, Venezuela, Chile, Guatemala y Myanmar, al igual que sobre la lucha contra el trabajo infantil en el mundo.

Noticia | 24 de noviembre de 2016
Luc Cortebeeck, Presidente del Grupo de los Trabajadores del Consejo de Administración
ACTRAV INFO : La 328ª sesión del Consejo de Administración de la OIT acaba de concluir. ¿Qué lectura hace usted de los resultados de esta sesión en lo que atañe al Grupo de los Trabajadores?

Luc Cortebeeck :
Es siempre una aventura, que preparamos durante semanas con la secretaria del Grupo de los Trabajadores, Raquel González, y su colega Esther Busser. Como de costumbre, esta sesión se inició con la reunión del Comité de Libertad Sindical, que ha hecho un excelente trabajo para proteger los derechos de los trabajadores. El Consejo también fue preparado por la Oficina del Consejo de Administración, con el presidente
Seidenberger, el director general, mi colega empleador Jørgen Rønnest y yo mismo. El día anterior al Consejo nos reunimos con los portavoces de nuestro grupo. El primer día del Consejo, lunes 30 de octubre, el Grupo de los Trabajadores se reunió para afinar sus posiciones sobre los temas del orden del día. Hay que ponerse de acuerdo también con los gobiernos y con el Grupo de los Empleadores. Se trata, sin lugar a dudas, de un proceso complejo. Luego, el la última sesión, los debates fueron difíciles pero abiertos y los tres grupos (gobiernos, empleadores y trabajadores) finalmente se decidieron a llegar a un consenso, algo que no siempre sucede. Los documentos provistos por la OIT eran de buena calidad, lo cual constituye una ayuda considerable para facilitar los trabajos del Consejo de Administración. He regresado a casa, en Bélgica, cansado como todos los colegas, pero con un sentimiento más bien de satisfacción, con la esperanza de que nuestro trabajo va a ayudar a garantizar la protección de los trabajadores en el mundo. Ese es nuestro objetivo principal en cada una de nuestras reuniones del Consejo de Administración.

Termino con un homenaje a todos los compañeros y compañeras que nos han dejado en estos últimos tempos. Es en especial el caso de Helen Kelly, de Nueva Zelanda, que formaba parte de nuestro Grupo de los Trabajadores, una amiga que partió el 14 de octubre de 2016. Ella luchó hasta el final a nuestro lado a fin de servir a los trabajadores en general y a la OIT en particular. Nuestros pensamientos también para James Denis Akumu, que falleció el pasado agosto. Akamu había participado de muchas sesiones del Consejo con la Organización de la Unidad Sindical Africana (OUSA). Un homenaje, igualmente, a Nair Goulart, de Força Sindical, de Brasil, que fue miembro del Consejo de Administración. Transmitimos nuestros sentimientos a sus familiares, a sus organizaciones nacionales y al conjunto del movimiento sindical alrededor del mundo.

ACTRAV INFO: Las quejas concernientes al respeto de los derechos de los trabajadores fueron discutidas en esta sesión. ¿Cuál es su evaluación sobre las decisiones tomadas en lo que atañe a Qatar, Venezuela, Chile, Guatemala y Myanmar?

Todos los gobiernos mencionados corren el riesgo de tener que someterse a una Comisión de Investigación y, de todas formas, están presionados a respetar los Convenios de la OIT. En Qatar, el gobierno debe reformar el sistema kafala, que es un sistema de esclavitud en el cual los trabajadores son totalmente dependientes y controlados por el empleador y por el gobierno. Hablamos de 1 800 000 trabajadores migrantes. La legislación fue reformada en diciembre de 2016, pero eso no será suficiente para erradicar el kafala. Mientras tanto, nuestra Federación Sindical Internacional de los Trabajadores de la Construcción y la Madera está en negociación con algunas compañías para instituir comités de trabajadores. Esperamos ansiosamente el acuerdo del gobierno qatarí para instituir dichos comités. He intervenido en el Consejo de Administración y personalmente ante el ministro de Trabajo para apoyar este proceso. En cualquier caso, la evaluación del trabajo legislativo se hará en el Consejo de Administración de marzo de 2017.

Por presión nuestra, la protección de los sindicalistas en Guatemala ha mejorado, al igual que la inspección del trabajo. En lo que concierne a la libertad sindical, el gobierno de Guatemala ha introducido un proyecto de ley en el Parlamento, pero desafortunadamente no encontramos en él todas las recomendaciones hechas por los expertos de la OIT. La legislación actual comporta muchos obstáculos a la libertad sindical. Deploramos, además, el asesinato de 75 sindicalistas, impetrados a lo largo de los últimos años. Constatamos que las investigaciones no avanzan y que la legislación no evoluciona lo suficiente; estamos frente a una falta de voluntad política que dura años. El Consejo de Administración evaluará la situación en marzo próximo.

Se ha presentado al gobierno de Venezuela una queja por parte de los empleadores, a propósito de la libertad de asociación, y otra por parte de algunos sindicatos, concerniente a la situación de los trabajadores. Actualmente, una iniciativa de paz está siendo construida con la ayuda del Vaticano y de algunos dirigentes políticos del exterior que están preocupados por la situación de Venezuela. Se implican a las organizaciones de empleadores y a los sindicatos en aspectos económicos y sociales. Nosotros esperamos que este proceso prospere y podamos emitir un primer juicio en marzo de 2017.

Respecto a Chile, se trata de una queja presentada, no por un trabajador chileno, sino por un peruano, en la Conferencia Internacional del Trabajo en enero del pasado junio. La queja se baja, según el denunciante, en el no respeto a una serie de Convenios de la OIT en Chile. Aguardamos las observaciones del gobierno en el Consejo de marzo de 2017 y, de nuestra parte, contactaremos a los sindicatos de Chile para conocer cuál es su evaluación.

Para el caso de Myanmar, ya no se trata de una queja sino del seguimiento del plan de acción referente al trabajo forzoso y a la libertad sindical. Incluso después de las elecciones de 2015, el ejército tiene aún mucho poder y, en ciertas regiones, los militares persisten en sus practicas de trabajo forzoso. Se plantean también problemas de violaciones a la libertad sindical. El gobierno ha aceptado un seguimiento más severo por parte de la OIT.

ACTRAV INFO: La Organización de la 4ª Conferencia Mundial sobre el Trabajo Infantil para noviembre de 2017 ha sido abordada durante esta sesión. ¿De qué manera preparan esta conferencia para luchar contra el trabajo infantil en el mundo?

Se ha hecho un progreso muy importante: de los 280 millones de niños y niñas que trabajaban hace poco más que 10 años, hemos bajado a 168 millones. El resultado es remarcable, pero aun así queda mucho por hacer. Y no podemos olvidar los 85 millones de niños y niñas implicados en las peores formas de trabajo, como las de los niños soldados. La Conferencia Mundial, que tendrá lugar en Argentina en noviembre de 2017, puede dar un nuevo impulso a la erradicación del trabajo infantil que, en algunos casos, se asemeja al trabajo forzoso. Con el Bolsa Familia, el presidente Lula, de Brasil, estableció una asignación monetaria a las familias a condición de que los niños y niñas recibieran das vacunas necesarias y fueran a la escuela. Esto prueba que existe una vinculación entre el trabajo decente y la protección social. El Grupo de los Trabajadores se involucrará en la preparación de la Conferencia y será fundamental, sobre todo, la participación de las organizaciones sindicales de los países más afectados por ese flagelo.


ACTRAV INFO : Esta sesión ha estado marcada por la reelección del director general de la OIT para un nuevo mandato de cinco años. Como Grupo de los Trabajadores, ¿cuáles son sus expectativas en relación a este segundo mandato de Guy Ryder a la cabeza de la OIT?

Hay que subrayar que Guy Rider ha contado con el apoyo de los tres grupos – de los trabajadores, de los gobiernos y de los empleadores – con un resultado de 54 votos sobre 56 y dos abstenciones. Es sumamente importante que el director general tenga buena relación con los tres grupos. Se trata de una necesidad para el funcionamiento aceitado de la OIT, pero significa también que el director general ha dado pruebas de tener la objetividad y el equilibrio necesarios para el cumplimiento del objetivo de la organización. De nuestra parte, estamos orgullosos de que Guy Ryder tenga sus orígenes en el mundo de los trabajadores.

Los retos son grandes y múltiples. En un mundo que sufre con guerras, atentados terroristas y que está signado por el éxito del populismo, como lo demuestran los referéndums y elecciones en todas las regiones del mundo, una organización como la OIT reviste todavía más importancia que antes. Los análisis nos dan cuenta de que reina una gran frustración entre los trabajadores, que no le tienen más confianza ni a la política ni a las instituciones. La globalización no se desarrolla en todas partes de la misma manera, un gran porcentaje de la población se siente hecha a un lado, sin ser tenida en cuenta, sin la suficiente protección, sufriendo de una creciente desigualdad, con un trabajo que se precariza cada vez más.

La clase media se reduce y teme por el futuro. El libre mercado, sin suficiente regulación social y ecológica, conduce a incidentes y accidentes que afectan a la sociedad. Una digitalización no reglamentada y el fin del trabajo asalariado, tal como se anuncia a favor de los contratos de trabajo con los “falsos trabajadores autónomos”, no son perspectivas para el porvenir del mundo del trabajo que den credibilidad a la economía o apacigüen las inquietudes de nuestras sociedades. Por esa razón, hay que tomar las riendas de ese proceso. Las evoluciones tecnológicas, por ejemplo, pueden ser sumamente positivas, siempre y cuando estén bien enmarcadas. La OIT, con sus tres constituyentes, no puede dejar pasar esa ocasión. Bajo la orientación de su director general, tienen el deber de encontrar la aplicación, adaptada a nuestra época, del objetivo que está en el origen de la OIT: “Una paz universal y duradera solo puede alcanzarse si se basa en la justica social”.