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Prosperar en la economía digital: oportunidades para las organizaciones empresariales

Para seguir siendo representantes fuertes, independientes y eficaces de sus miembros, las organizaciones empresariales deben esforzarse por ser modelos de conducta para sus afiliados y reflejar las mejores prácticas empresariales de los mismos.

Noticia | 16 de abril de 2021
Para seguir siendo representantes fuertes, independientes y eficaces de sus miembros, las organizaciones empresariales (OE) deben esforzarse por ser modelos de conducta para sus los mismos y reflejar las mejores prácticas empresariales de éstos. A medida que las tecnologías digitales impregnen cada vez más las distintas esferas de la actividad económica, las empresas, así como las OE tendrán que desarrollar nuevas capacidades para responder e innovar a medida que las tecnologías y las condiciones del mercado sigan cambiando.

Las tecnologías digitales ofrecen nuevas oportunidades para generar valor en forma de productos, servicios, soluciones y formas de trabajo antes inimaginables. Sin embargo, aprovechar al máximo estas oportunidades requiere algo más que ajustes periódicos en las competencias, los recursos y las operaciones. Para adaptarse eficazmente a un entorno digital más rápido y conectado, hay que convertirse en una organización digital, capaz de reconfigurar y rejuvenecer sus recursos humanos y digitales de una manera ágil.

¿En qué se basa este tipo de capacidad dinámica? La cultura organizativa -en forma de valores y prácticas- desempeña un papel importante. Las OE y sus miembros pueden apoyarse en las investigaciones que ponen de manifiesto los valores y prácticas compartidas por las empresas analógicas de alto rendimiento como Amazon, Netflix, Hubspot u otras.
Los valores comunes de estas organizaciones son
- Apertura: aprender de las personas (experiencia) y de las máquinas (datos).
- Rapidez: responder rápidamente, incluso con información incompleta, y luego mejorar iterativamente.
- Autonomía: actuar de forma independiente pero transparente para servir a los clientes.
- Impacto: esforzarse por estar cerca de la gente a nivel local y ser relevante a nivel mundial.

Estas organizaciones revelan sus valores en la práctica...
- Digitalizar ampliamente sus operaciones para permitir la medición y el seguimiento continuos de las actividades, para luego tomar decisiones basadas en datos siempre que sea posible.
- Experimentar sistemáticamente recopilando datos para apoyar un análisis sólido, aprender de los resultados e innovar rápidamente a escala.
- Colaborar de forma instintiva más allá de los límites funcionales, geográficos e incluso organizativos para encontrar información y conocimientos que permitan resolver rápidamente los problemas de las partes interesadas.
- Centrarse principalmente en los clientes, utilizando los datos para anticiparse a las necesidades no declaradas y ofrecer soluciones de forma proactiva.
- Ser muy transparentes basándose en datos sobre el rendimiento en todas las dimensiones de importancia y a todos los niveles para promover un esfuerzo discrecional pero responsable para servir a los clientes y cumplir los objetivos de la empresa.

Este sistema cultural se adapta a la economía digital, que se mueve con rapidez y está conectada, ya que promueve la generación de nueva información, el aprendizaje rápido, la retroalimentación clara y la acción de seguimiento de las acciones por medios mecánicos y humanos.
Las OE pueden explorar su propia preparación cultural para la economía digital reflexionando sobre los valores de la era digital - apertura, velocidad, autonomía, impacto –
y preguntándose:
- ¿Qué valores resuenan en nuestra empresa? ¿Nuestras acciones los reflejan?
- ¿Hay valores incompatibles con nuestra entidad? ¿Por qué o por qué no??

A continuación, las OE pueden explorar las oportunidades para fortalecer prácticas y normas de la era digital planteándose las siguientes preguntas:
1. ¿Cómo podemos ser más proactivos a la hora de satisfacer las necesidades de nuestros miembros y clientes? ¿Cómo podemos ampliar nuestro alcance más allá de nuestros servicios actuales para anticiparnos a sus necesidades futuras y desarrollar nuevas propuestas de valor?
2. ¿Cómo podemos colaborar más ampliamente para satisfacer estas necesidades? ¿Estamos abiertos a colaborar con otros y a aprender de su experiencia? ¿Podemos hacernos más fuertes y relevantes pidiendo ayuda, incluso a nuestros miembros?
3. ¿Cómo podemos aumentar el impacto de nuestros limitados recursos aprovechando mejor todos los datos, la información y los conocimientos disponibles en nuestro ecosistema? ¿Cómo podemos ofrecer a nuestro personal datos coherentes y completos sobre las actividades clave?
4. ¿Cómo podemos medir mejor nuestro impacto e influencia? ¿Qué indicadores clave de rendimiento (KPI) pueden ayudarnos a medir, controlar y gestionar mejor nuestros servicios? ¿Recogemos regularmente datos sobre estas métricas? ¿Estamos preparados para tomar decisiones basadas en estas métricas?
5. ¿Cuál es nuestro rendimiento personal? ¿Estamos preparados y dispuestos a medir nuestro propio rendimiento? ¿Qué indicadores clave de rendimiento (KPI por sus siglas en inglés) pueden ayudarnos a controlar y gestionar mejor nuestras propias operaciones? ¿Cómo podemos medir de manera sistemática esos parámetros?
La economía digital favorece a las empresas que son precisas, impulsadas por los datos, innovadoras, abiertas al aprendizaje y centradas en el cliente. Adoptando las prácticas basadas en datos que impulsan el alto rendimiento en este entorno, las OE pueden prosperar y crecer también.

Sobre la Dra. Deborah Soule
La Dra. Deborah Soule, es investigadora y consultora independiente y profesora adjunta de la Manning School of Business de la Universidad de Massachusetts Lowell, la Northeastern University y el Emeritus Institute of Management. Imparte cursos sobre negocios, gestión de la tecnología y la innovación, transformación digital y plataformas multifuncionales, aprendizaje organizativo y análisis empresarial. La investigación de la Dra. Soule se centra en la organización y el liderazgo en la economía digital, examinando cómo las empresas aplican y se adaptan al avance de las tecnologías digitales y los múltiples datos conectados.
La Dra. Soule trabaja actualmente con ACT/EMP en el puesto de investigador principal para el proyecto DaaSA "Los datos como activo estratégico para el desarrollo organizativo y la creación de capacidades de EBMO".
Para saber más sobre el proyecto DaaSA y los resultados que se obtendrán en 2021, haga clic aquí.