Raúl Mongelós, Viceministro del Trabajo de Paraguay: “El trabajo decente es un factor clave en tiempos de crisis”

Noticia | 1 de marzo de 2009
El 23 de febrero pasado representantes de Gobierno, organizaciones de trabajadores y de empleadores de Paraguay firmaron un histórico acuerdo tripartito que establece un Programa Nacional de Trabajo Decente para el país.

El acuerdo, impulsado por la OIT, tiene como principal objetivo, desarrollar en el país un conjunto de políticas y acciones en el ámbito sociolaboral, que procuren el acceso a trabajos productivos, adecuadamente remunerados, socialmente protegidos y tomando el diálogo social como método esencial para el logro de consensos.

Conforme a estos principios, el gobierno paraguayo implementó una serie de medidas tendientes a la generación de Trabajo Decente en el país, especialmente en aquellos sectores más críticos del ámbito del empleo y a la vez más vulnerables, tomando en cuenta el contexto de crisis económica mundial.

Un personaje clave en la aplicación de estas nuevas medidas es el Viceministro del Trabajo y Seguridad Social del Paraguay, Raúl Mongelós, quien -de paso por Chile- se refirió al convenio, al actual escenario laboral de su país y las principales estrategias implementadas por el Gobierno en ese tema.

¿Qué significó para ustedes la firma de este acuerdo?

Tuvo un significado político muy importante. En parte, porque tan sólo dos países han firmado el Plan de Trabajo Decente a nivel de Presidencia de la República: Chile y Paraguay. Nuestra presencia aquí fue para participar de una jornada de trabajo con el director y asesores de OIT, quienes nos han acompañado muy de cerca en todas las medidas adoptadas. Con ellos, hemos visto algunos lineamientos y estrategias para nuestro posterior trabajo, para seguir avanzando.

¿Cuál era el escenario laboral en Paraguay, al momento de asumir el gobierno?

Asumimos el gobierno el 15 de agosto de 2008, después de sesenta y siete años de dictadura. Nos encontramos con un estado prácticamente devastado, con altos índices de corrupción y una baja moral de los funcionarios públicos. Además, con una ausencia casi total del Estado, principalmente en el cumplimiento de leyes laborales. Por esto la primera tarea fue elaborar un plan de 100 días para "ordenar la casa".

¿En qué consistió este plan?

El plan de 100 días tuvo varios ejes importantes como, por ejemplo, potenciar el Servicio Nacional de Empleo, que determina la política de empleo a nivel nacional. Además, se creó una bolsa de trabajo, que comenzó a funcionar en febrero pasado, y se implementó, entre otras, una política de intermediación laboral.

¿Cómo fueron esos días?

Los 100 días fueron difíciles. Además, tuvimos que reestructurar muchas direcciones en el Viceministerio del Trabajo. Creamos, por ejemplo, una oficina para la dirección del Seguro Social. Esta es importantísima, porque prácticamente las cajas de pensiones no tenían un control efectivo por parte del Estado. Tuvimos que diseñar y reestructurar muchas cosas, por lo que el apoyo de OIT tuvo un rol muy importante en todo el proceso, apoyo que además, se ha traducido en medidas concretas en nuestro gobierno.

¿Cuáles por ejemplo?

Hemos hecho los "Operativos en Trabajo Decente", en conjunto con la fiscalía, como una medida tendiente a erradicar la corrupción. Hemos querido focalizar la fiscalización en algunos sectores económicos más vulnerables. En una primera fase, detectamos in-fraganti a siete inspectores, extorsionando a empresarios y dispusimos la intervención de la jefatura de fiscalizadores. Los inspectores fueron removidos y hoy, se capacitan, con el apoyo de OIT, cuarenta nuevos inspectores.

¿En qué consiste este plan de operativos y cómo han funcionado?

El primero, en enero de este año, fue el "Operativo de Trabajo Decente en el Transporte". Duró unos quince días y dio como resultado un sumario administrativo a las empresas que no cumplían las horas de jornada laboral legales y la inscripción en el Instituto de Previsión Social de los Trabajadores. Posteriormente, iniciamos el "Operativo Trabajo Decente en el campo". Unos veinte inspectores se trasladaron al Chaco Paraguayo a verificar e inspeccionar los lugares de trabajo de los indígenas. Este plan originó el sumario de muchos establecimientos ganaderos que estaban incumpliendo la legislación. También tuvo una parte positiva, porque la Asociación Rural del Paraguay nos ofreció cooperación en la apertura a los mercados extranjeros, lo que dependen fundamentalmente de la erradicación del trabajo forzoso en el Paraguay.

¿Qué otras áreas han sido parte de los operativos?

La segunda quincena de febrero iniciamos el "Operativo Trabajo Decente en la Construcción", en donde había muchas denuncias de inseguridad y de salud ocupacional. En el Paraguay, se calcula una incidencia de los accidentes de trabajo de 1.5% del producto interno bruto, una cifra muy alta. La Dirección de Higiene y Seguridad Ocupacional se trasladó con los inspectores, a fin de verificar a empresas constructoras. Varias fueron sumariadas y el diagnóstico general realizado, arrojó un índice de informalidad que ronda los 35 a 40 %.

¿Cuál operativo se lleva a cabo actualmente?

El "Operativo Trabajo Decente en el Servicio Doméstico". Consideramos importante hacer algo en este tema, porque en Paraguay tenemos porcentajes muy elevados de informalidad. Existe una discriminación en la propia legislación, al establecer para la trabajadora doméstica remunerada, un salario mínimo mucho menor que el establecido para otros sectores. Hay un alto margen de gente que no está cubierta por el seguro social y mucho menos con una pensión.

¿Cuál ha sido el objetivo general de estos operativos?

Hemos querido dar especial énfasis al tema de la generación de trabajo decente. Creemos que es un factor clave, más aún en los tiempos de crisis económica mundial que estamos experimentando.

¿Cómo influye la crisis económica mundial en estos problemas?

La crisis nos llevó a solicitar la documentación sobre la posición y recomendaciones de OIT en este tema. Con esto, el Ministerio de Justicia y Trabajo ha realizado un Plan Anti-Crisis, dentro de las perspectivas del empleo. Esto forma parte del Plan País en esta materia, en el cual se creó una comisión de diálogo social de protección al empleo. En esta instancia se evaluará a las empresas que, por efecto de la crisis, tengan que cerrar sus puertas y generen desempleo, para tratar de solucionar el problema con un carácter tripartito. También, en el Ministerio, creamos una comisión para evaluar aquellos pedidos de suspensión de contratos de trabajo, para que no ocurra lo que nosotros llamamos una "avivada" de algunos sectores privados, que argumenten la crisis para tratar de deshacerse de alguna carga laboral.

¿Cuál será la próxima acción conjunta que está planificada?

El 25 de abril, conmemoraremos los 90 años de la OIT, con una reunión en la que vamos a debatir sobre la crisis y la igualdad de género, ambos temas muy relevantes en nuestro quehacer.