El Director General de la OIT llama a un nuevo “consenso” multilateral para evitar una desaceleración global y una recesión

Noticia | 1 de abril de 2008
WASHINGTON (Noticias OIT) - El Director General de la OIT, Juan Somavía, llamó a un nuevo "consenso" multilateral para evitar una desaceleración global y una recesión, al referirse a las amenazas que existen contra la estabilidad y el progreso en el mundo laboral debido a la inestabilidad en el mundo de las finanzas.

En una declaración que será presentada este fin de semana en la reunión de primavera del Fondo Monetario Internacional y el Banco Mundial, Somavía dijo que los crecientes vínculos entre la OIT y estas dos organizaciones son cruciales para los esfuerzos multilaterales que hacen frente a una gama de desequilibrios sociales, desde el aumento de la brecha de ingresos hasta la desaceleración económica global y el cambio climático.

"Los mecanismos de diálogo social de la OIT, de demostrada eficacia, y las discusiones tripartitas son particularmente cruciales para alcanzar consenso en torno a las políticas con vistas a evitar una fuerte desaceleración y salir de la recesión", señaló Somavía en su declaración. "Creo que son un activo subvalorado que el sistema multilateral debería utilizar a la hora de elaborar políticas orientadas a lograr una recuperación sostenible".

Somavía se refirió a las cifras del informe "Perspectivas de la Economía Global" del FMI, que proyectan un crecimiento global del 3,7 por ciento para el 2008 y 2009, y un creciente riesgo de que el mismo caiga por debajo del 3 por ciento, lo cual equivaldría a una recesión 1/ global. También agregó que, según otros informes, estos acontecimientos impactarían sobre los mercados laborales de Estados Unidos y de otros países durante el 2008.

"La estabilidad y el progreso en el mundo del trabajo se ven amenazados por la inestabilidad y los reveses en el mundo de las finanzas", dijo Somavía. "La escala de la reestructuración financiera en curso y la gravedad de la insuficiencia de crédito hacen que la actual crisis financiera sea tal vez la más grave desde 1945, y puede llevar a un crecimiento notablemente más lento en los Estados Unidos y otros países durante un período que podría extenderse a dos o tres años 2/".

Somavía sostuvo que la OIT ha seguido con gran interés "los debates sobre políticas y las acciones de los bancos centrales y ministerios de finanzas en los últimos meses, en vista de la importancia de las políticas monetarias y fiscales para la creación de un entorno propicio para los objetivos de la comunidad internacional del empleo pleno y productivo y del trabajo decente para todos".

Según Somavía, "los desequilibrios en los mercados financieros están relacionados con desequilibrios de mayor amplitud en la sociedad y en el proceso de globalización. El evitar el riesgo de una importante desaceleración mundial y el velar por la recuperación de una vía de desarrollo sostenible a nivel mundial requiere, por lo tanto, una acción política coherente a nivel nacional e internacional que abarque diversos ámbitos de políticas, incluidas las finanzas y las inversiones, el comercio, el empleo, las cuestiones sociales y el medio ambiente".

"Es necesario que encontremos un mejor equilibrio entre la voz democrática de la sociedad, la dinámica productiva del mercado y la función reguladora del Estado", señaló.

"Las respuestas fiscales a la desaceleración deberían ir encaminadas al fortalecimiento del carácter redistributivo de los sistemas fiscales y de beneficios, con vistas a garantizar el máximo impacto sobre el consumo y a contrarrestar la tendencia al aumento de la desigualdad de los ingresos del mercado", agregó.

"Algunos países en desarrollo han comenzado a crear estabilizadores económicos y sociales automáticos", dijo Somavía. "Sin embargo, ese tipo de sistemas suele llegar sólo a una pequeña capa de la población, por lo que la mayoría de los trabajadores y sus familias, sobre todo los que forman parte de la economía informal, están expuestos a riesgos tales como problemas de salud, lesiones o pérdida de puestos de trabajo, y el país en general es vulnerable a las crisis externas e internas".

Somavía citó investigaciones de la OIT, que indican que "la combinación de un modesto beneficio en efectivo para los niños y una pensión modesta, que podría representar un conjunto de prestaciones de nivel mínimo para los países menos adelantados, permitiría reducir el número de personas pobres en un 40 por ciento, y que el costo de esas medidas sería aproximadamente un cuatro por ciento de su PIB".

"El impacto distributivo, así como el monto de las inyecciones de la política fiscal, inciden en la eficacia de los conjuntos de políticas", señaló. "La composición de esos conjuntos de políticas debería figurar en los debates internacionales acerca de los esfuerzos conjuntos destinados a hacer frente a los desafíos mundiales subyacentes de los desequilibrios económicos y sociales".

Somavía detalló cuatro prioridades para ser discutidas en las reuniones de primavera del FMI y el Banco Mundial este año y, de manera más general, en el marco del sistema multilateral. A saber: las políticas fiscales que fomenten la estabilidad social y económica, la regulación internacional de los mercados financieros, el desarrollo de empresas sostenibles y la dimensión laboral de las políticas para hacer frente al cambio climático.

"Aguardo con interés los resultados de los debates internacionales en curso sobre las reformas de las normas financieras, y les insto a que consideren la posibilidad de incluir tanto incentivos para la inversión en empresas productivas y sostenibles como desincentivos a la financiación de los préstamos de alto riesgo con garantías inadecuadas", concluyó Somavía.

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Nota 1 - IMF: Perspectivas de la Economía Global, abril 2008.

Nota 2 - Is the 2007 U.S. Sub-Prime Financial Crisis So Different? An International Historical Comparison Carmen M. Reinhart, Universidad de Maryland y NBER, y Kenneth S. Rogoff, Universidad de Harvard y NBER, (versión del 5 de febrero de 2008).