OIT apoya proceso de actualización de la política energética de Chile

La iniciativa busca recoger las visiones y aportes de diversos actores de la sociedad para alimentar el proceso de actualización de esta política con miras al 2050 y a los nuevos desafíos que enfrenta Chile en esta materia.

Noticia | 13 de agosto de 2020
Santiago de Chile.- En el marco del proceso de actualización de la Política Energética Nacional que lleva adelante el Ministerio de Energía de Chile, con miras a los nuevos desafíos que tiene el sector, recientemente se establecieron nueve mesas técnicas donde participan representantes de instituciones del Estado, asociaciones gremiales, empresas, académicos, organizaciones de la sociedad civil y organismos internacionales, entre ellos, la OIT.

El objetivo del trabajo que realizarán estas mesas será proponer cambios y visiones de futuro para la Política Energética Nacional desde sus respectivas áreas. Dichas propuestas serán presentadas por cada mesa al Comité Consultivo Nacional, instancia en la que serán evaluadas.

La política energética, que se actualiza cada cinco años, tiene actualmente como marco los compromisos de los NDCs por el cambio climático, la intención de avanzar hacia la carbono-neutralidad en 2050 y avanzar hacia una matriz energética sostenible social y medioambientalmente.

Las mesas establecidas abordarán las siguientes temáticas: Acceso equitativo a la energía sostenible; Ciudades y energía; Energías limpias y cambio climático; Dimensión social y ambiental del desarrollo energético; Energía como motor de desarrollo económico; Seguridad, adaptación y calidad energética; Sistema eléctrico inteligente y nuevo rol del usuario de energía; Educación e información en energía; e Información para el diseño de política pública en energía.

Diálogo social y transición justa

La OIT forma parte de las instituciones convocadas para esta instancia y estará representada por la Especialista Regional en Empleos Verdes, Ana Sánchez y por el Especialista en Protección Social de OIT Cono Sur, Guillermo Montt.

Ana Sánchez será parte del Comité Consultivo que revisará y consolidará los insumos de las mesas de trabajo, y Guillermo Montt, será parte de la mesa 4, que abordará la dimensión social y ambiental del desarrollo energético. Serán temas de esta mesa, por ejemplo, los efectos negativos relacionados a la transición a una matriz energética más limpia, los procesos de generación, transporte y uso de la energía, con el fin de minimizar los impactos en el medio ambiente y asegurar una buena calidad de vida para las personas.

La transición justa y el diálogo social, son dos temáticas claves dentro de la labor que desarrolla la OIT, y en torno a este tema, aparecen como ejes en al menos cuatro de las mesas establecidas.

En primer lugar, para la OIT, una transición justa para todos hacia una economía ambientalmente sostenible, debe contribuir al logro de los objetivos del trabajo decente para todos, la inclusión social y la erradicación de la pobreza. Estos tres ámbitos, son los desafíos decisivos del siglo XXI. Las economías deben ser productivas para poder atender las necesidades de la población mundial, las sociedades deben ser incluyentes, ofrecer oportunidades de trabajo decente para todos, reducir las desigualdades y eliminar efectivamente la pobreza.

El diálogo social, en tanto, comprende todo tipo de negociaciones y consultas - e incluso el mero intercambio de información - entre representantes de los gobiernos, los empleadores y los trabajadores, sobre temas de interés común relativos a las políticas económicas y sociales. El proceso de diálogo social puede ser informal o institucionalizado, y como ocurre a menudo, es una combinación de ambas categorías. Por otra parte, puede ser interprofesional, sectorial, o combinar ambas características.

El principal objetivo del diálogo social es la promoción del consenso y de la implicación democrática de los principales actores en el mundo del trabajo. Las estructuras y los procesos del diálogo social que resulten exitosos tienen la ventaja de solucionar importantes temas económicos y sociales, alentar el buen gobierno, mejorar la paz y la estabilidad social y laboral, así como impulsar el progreso económico, todas materias que serán clave al configurar un futuro que sea medioambiental, social y económicamente sostenible.