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Discapacidad y recuperación económica inclusiva frente a la crisis de la COVID-19 en Chile

"Se requieren políticas y financiamiento específico para subsanar las brechas que afectan a las personas con discapacidad, mejorar las condiciones de trabajo e impulsar el desarrollo de un sistema de prestación de cuidados”, destaca Fabio Bertranou.

Opinión | 1 de julio de 2021
Por Fabio Bertranou, Director de la Oficina de la OIT para el Cono Sur de América Latina

El mundo del trabajo ha sido profundamente afectado por la pandemia de la COVID-19. Además de ser una amenaza para la salud pública, las perturbaciones a nivel económico y social ponen en peligro los medios de vida y el bienestar de millones de personas, en especial los grupos más vulnerables.

En Chile, el 20% de la población vive con discapacidad (ENDISC, 2015) y la mitad de ella, es decir, 1 millón 400 mil personas, pertenece a los dos quintiles de menores ingresos del país, que en la actualidad registran las menores tasas de empleo (35% frente al 58,9% del quintil más afluente), de acuerdo con el último informe del Centro de Encuestas y Estudios Longitudinales de la Pontificia Universidad Católica de Chile.

La discapacidad no debe ser entendida en forma aislada. Una persona con discapacidad en situación de pobreza enfrenta una compleja intersección de factores de vulnerabilidad, y requiere que el Estado y la sociedad adopte medidas concretas y efectivas para enfrentarlas.

La pandemia aumentó estas brechas, mientras que la pérdida de empleos está golpeando con mayor fuerza a las personas en situación de vulnerabilidad socioeconómica, más aún si son personas con discapacidad. Se trata de una población con barreras de acceso a la educación regular, sin homologación de estudios en la educación especial y, por lo tanto, con una menor cualificación a la hora de buscar empleo.

La Oficina de la OIT para el Cono Sur y el Servicio Nacional de la Discapacidad de Chile (SENADIS) vienen trabajando en conjunto desde 2019, a través del Programa Más Inclusión, con el objetivo de aumentar la comprensión y conciencia en el ámbito público, social, sindical y empresarial, acerca de la contribución que pueden hacer las personas con discapacidad a la construcción social, política y económica del país.

Esta iniciativa conjunta promueve el diálogo social tripartito (gobierno, organizaciones de empleadores y de trabajadores) y busca fortalecer a quienes trabajan por la promoción del empleo, así como a la institucionalidad laboral y social en los territorios para las personas con discapacidad.

Durante 2021, atendiendo al urgente llamado de no dejar a nadie fuera de los planes de recuperación post pandemia, el Programa Más Inclusión está desarrollando una línea específica de trabajo que contribuye a acercar la oferta de programas y subsidios que tengan por objeto la reactivación económica y que puedan tener un impacto relevante en la población con discapacidad.

Para ello, Más Inclusión está promoviendo Diálogos Regionales de Reactivación, en los cuales se desarrolla un trabajo colaborativo con las Secretarías Ministeriales Regionales de Economía, Trabajo, de la Mujer y la Equidad de Género, Desarrollo Social y distintas instituciones públicas chilenas: Instituto de Desarrollo Agropecuario (INDAP), Corporación de Fomento de la Producción (CORFO), Servicio Nacional de Empleo y Capacitación (SENCE), Servicio de Cooperación Técnica ( SERCOTEC), Dirección del Trabajo, Central Unitaria de Trabajadores (CUT), Programa PRO EMPLEO, Instituto Nacional de la Juventud (INJUV), Fondo de Solidaridad e Inversión Social (FOSIS), Red de Empresas Inclusivas (ReIN) de SOFOFA y Red Incluye, OTIC de la Cámara Chilena de Construcción.

Estos diálogos están permitiendo dar a conocer, en forma práctica y con un lenguaje sencillo, las múltiples alternativas económicas y los esfuerzos del sector público y privado para la recuperación de las economías territoriales que puedan incluir a las personas con discapacidad, tales como planes de apoyo al empleo y a la inversión, subsidios al empleo, desarrollo de las Pymes, programas de financiamiento al emprendimiento, generación de capacitación, programas de intermediación, entre otros.

En estos espacios, se responde a inquietudes presentadas por las personas con discapacidad y también se identifican oportunidades por parte de los actores públicos y privados para adecuar la oferta actual a sus necesidades.

La principal barrera percibida por las personas con discapacidad y sus familias, es que los programas y subsidios son creados para poblaciones sin discapacidad, y no contemplan la posibilidad de realizar ajustes razonables para acceder de manera más inclusiva a la oferta pública y privada. Por ello, hacemos un llamado en estos tiempos tan difíciles a las instituciones relacionadas, para avanzar desde una conciencia institucional en el diseño universal, en la promoción y ejecución de los programas de inversión y reactivación diferenciados y focalizados también en los grupos más vulnerables, para evitar aumentar la vulnerabilidad y ampliar más aún las brechas sociales.

Hasta ahora se han realizado 8 diálogos en las Regiones de Arica y Parinacota, Antofagasta, Atacama, Coquimbo, Valparaíso, Maule y Metropolitana, congregando a más de 430 personas, representantes de las distintas comunidades y organizaciones de y para la discapacidad, líderes o lideresas a nivel regional y comunal, así como a organizaciones sindicales y gremios empresariales que promueven la inclusión.

Esta iniciativa, fruto de un esfuerzo colectivo y mancomunado, nos está permitiendo destacar buenas prácticas en las regiones, como también avanzar en una mejor identificación de los desafíos para avanzar en forma más decisiva hacia una recuperación económica más inclusiva.