Estudio presentado en Guatemala muestra características de la niñez trabajadora migrante no acompañada

El objetivo de este estudio es proporcionar un panorama más claro sobre las formas de trabajo y de las principales características de la niñez trabajadora migrante no acompañada.

Noticia | 20 de diciembre de 2017
En el marco del Día Internacional de la Persona Migrante, la Organización Internacional para las Migraciones (OIM), la Secretaría de Bienestar Social de la Presidencia (SBS) y la Organización Internacional del Trabajo (OIT) presentaron el nuevo estudio Migración y trabajo infantil. Guatemala 2017.

El objetivo de este estudio es proporcionar un panorama más claro sobre las formas de trabajo y de las principales características de la niñez trabajadora migrante no acompañada. Esto para impulsar el diseño de medidas de política dirigidas a mejorar la atención y el acompañamiento en la reintegración de las y los retornados, así como prevenir la migración irregular de niñas, niños y adolescentes.

Los resultados de la encuesta muestran que la migración de la niñez no acompañada retornada a Guatemala es multicausal y que, en su mayoría, proviene de los departamentos del altiplano occidental y de El Petén. Dentro de los motivos expresados, 75% de niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados retornados aseguraron haber viajado en busca de mejores condiciones de vida, seguidos por la reunificación familiar (47%) y trabajo (37%).

El sondeo también descubrió que más del 90% de esta población no cumple con la escolaridad esperada. Este porcentaje es mayor para el grupo que realizaba algún tipo de trabajo previo a migrar, lo que sugiere que el tiempo dedicado a actividades productivas limitó las posibilidades de desarrollo para niñas, niños y adolescentes migrantes no acompañados retornados.

Además, 79% de la niñez y adolescencia retornada a Guatemala invirtió más de 22 horas semanales a actividades laborales familiares no remuneradas antes de migrar. Este porcentaje es mayor para las niñas. Por otro lado, el grupo que trabajaba de manera remunerada representa una menor proporción (32% mayoritariamente niños), pero el tiempo dedicado es superior (más de 36 horas por semana).

La agricultura fue el sector que más mencionaron, tanto para trabajo remunerado y no remunerado, en el caso de niños; mientras que para las niñas son las actividades domésticas en su hogar y en casa de terceros. Para la niñez y adolescencia migrante retornada que laboraba de forma remunerada antes de migrar, la investigación encontró que ellas y ellos viven en hogares con niveles de vulnerabilidad levemente superiores que el resto: piso de tierra, falta de acceso a agua potable y no propiedad de la vivienda.

La migración es un derecho. Sin embargo, miles de personas migran de manera irregular, lo que les coloca en situación de vulnerabilidad ante el crimen organizado y otros riesgos a su integridad física y psicológica en la ruta, lo que se ha convertido en una creciente preocupación para los países de Centroamérica.

El proceso migratorio más intenso en la región se produce de Centroamérica a México y Estados Unidos, de forma irregular. En esta ruta, se pone en riesgo el cumplimiento pleno de los derechos fundamentales con lo que no solo se afecta a la persona – incluyendo niñas, niños y adolescentes - sino también al desarrollo de los países y de su población en diversos ámbitos.

“Hacemos un llamado al Estado, a la sociedad y a la familia guatemalteca para que unan esfuerzos a favor de la garantía y cumplimiento pleno de la Convención de Derechos del Niño, con especial énfasis en la niñez y adolescencia migrante no acompañada retornada. Es imperante que – en todas las decisiones que tomemos – prioricemos aquello que erradique la explotación infantil, que minimice cada vez más los riesgos de la migración irregular y que restituya por completo los derechos fundamentales de la población migrante más joven que regresa a Guatemala. Así, aportaremos al desarrollo del país a favor de todas y todos”, dijo el Jefe de Misión para El Salvador, Guatemala y Honduras, Jorge Peraza Breedy.

Por su parte, Carmen Moreno, Directora de la Oficina de la OIT para América Central, Haití, Panamá y República Dominicana, señaló que desde el 2007 la migración de niños, niñas y adolescentes no acompañados, especialmente en el Triángulo Norte (Guatemala, Honduras y El Salvador), tiende al aumento e incentiva situaciones de trabajo infantil y de sus peores formas. En este sentido, Moreno destacó que la colaboración con la OIM ha sido clave para visibilizar el vínculo del trabajo infantil y la migración en la subregión, pues el trabajo conjunto ha permitido profundizar aún más en esta realidad y promover la investigación, seguimiento y puesta en agenda del tema.

El estudio Migración y trabajo infantil. Guatemala 2017 es el resultado del esfuerzo conjunto de ambas organizaciones de las Naciones Unidas, y del gobierno de Guatemala, que les llevó, en los últimos años, a comprometerse con la mejora del conocimiento y la comprensión de la realidad migratoria irregular, en especial de las niñas, niños y adolescentes que migran sin compañía y realizan el viaje en condiciones muy precarias, expuestos a graves riesgos.

Sobre el estudio y sus resultados

Migración y trabajo infantil. Guatemala 2017 constituye una primera aproximación de carácter exploratorio a las características del trabajo infantil en esta población, utilizando como plataforma una muestra y un instrumento especializado en niñez migrante retornada, aplicado en Guatemala entre los meses de mayo y octubre de 2017.

La entrevista incluyó una pequeña batería de preguntas para captar información sobre la realización de trabajo por parte de los niños, niñas y adolescentes migrantes no acompañados, tanto en su comunidad de origen, en su familia y como expectativa en el destino.

Estudio completo: http://white.lim.ilo.org/ipec/documentos/migracion_y_trabajo_infantil_guatemala.pdf