Se requiere enfoques multifuncionales para dar atención al sector de trabajo doméstico, según se expresó durante la “Consulta sobre la campaña para promover el convenio 189 de la OIT”, que tuvo lugar en San José, el 13 de julio de 2016, con la participación de representantes de varios países de América Latina.

A la actividad acudió el Director Regional de la OIT, José Manuel Salazar quien fue enfático al señalar que la del trabajo doméstico es una de las ocupaciones que tienen peores condiciones laborales.

Salazar llamó a ratificar el Convenio núm. 189 de la OIT, sobre las trabajadoras y los trabajadores domésticos, adoptado por la OIT en 2011 y que ha sido ratificado por 22 países, de los cuales 12 son de América Latina y el Caribe.



Por su parte, María José Chamorro, Especialista de Género de la OIT, presentó el informe OIT “Políticas de Formalización del trabajo doméstico remunerado en América Latina y el Caribe” y manifestó que “mejorar las condiciones de trabajadoras domésticas es parte fundamental de las políticas de formalización y políticas de cuidado de personas dependientes".

A la actividad también asistió Meg Jones, de ONUMUjeres, quien afirmó que el trabajo doméstico es un aspecto insoslayable cuando se habla de empoderamiento económico de las mujeres. Y es que, precisamente, esta consulta se produjo como antesala al Panel de Alto Nivel para el empoderamiento económico de las mujeres que se desarrollará a partir de mañana.

Phumzile Mlambo-Ngcuka, Directora Ejecutiva de ONUMujeres destacó que “Latinoamérica ha liderado el camino. El hecho de que 12 de los 22 países que han ratificado el convenio estén en esta región es algo que debe ser celebrado. Ustedes representan la mejor práctica".

En la consulta se desarrollaron varios paneles con participación de países de América Latina como Chile, Ecuador, República Dominicana y Uruguay, cuyos representantes compartieron experiencias relacionadas con la respuesta a los retos del sector del trabajo doméstico. Experiencias estas relacionadas con los procesos de ratificación del Convenio 189 de la OIT, las estrategias de extensión de la seguridad social a las personas trabajadoras domésticas, el establecimiento de salario mínimo, el ejercicio de la inspección del trabajo, y las medidas para propiciar la organización del sector, entre otros temas. Los participantes coincidieron en que los países que han tenido más éxito en la formalización del sector son los que han aplicado estrategias multidimensionales.

La consulta contó con la presencia de representantes de sector de los trabajadores, sector empleador, organizaciones no gubernamentales, funcionarios de Naciones Unidas y representantes de gobierno como los ministros de trabajo de Costa Rica, Carlos Alvarado; El Salvador y Ecuador y la Ministra de la Mujer, de Costa Rica.


El trabajo doméstico en la región

El estudio de la OIT plantea que en los hogares de América Latina hay 18 millones de personas trabajadoras domésticas, el 7% de todos los ocupados de la región, de las cuales casi 80 por ciento están en condiciones de informalidad laboral, sin acceso a seguridad social, con salarios muy bajos y jornadas extenuantes. El informe destaca que si bien la tasa de informalidad entre personas trabajadoras domésticas se ha reducido en más de 2 puntos porcentuales desde 2009, continúa siendo de 77,5 por ciento.

La situación de informalidad afecta principalmente a las mujeres, que representan 93 por ciento de las personas en trabajo doméstico en la región, es decir alrededor de 16,5 millones de mujeres. Esta ocupación genera empleo para el 14,3 por ciento de las mujeres, es decir, 1 de cada 7 mujeres ocupadas en la región son trabajadoras domésticas.

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El Convenio 189 de la OIT define el trabajo doméstico como “el trabajo realizado para o dentro de un hogar o varios hogares”.