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OFICINA INTERNACIONAL DEL TRABAJO

Actividades de la OIT, 1994-1995

Conferencia Internacional del Trabajo
83.a reunión 1996

Memoria del Director General


4. Asociación activa

Los años 1994 y 1995 constituyeron el primer bienio completo de aplicación de la política de asociación activa, cuyo propósito es estrechar los vínculos entre la OIT y sus mandantes y mejorar la calidad de los servicios técnicos que se proporcionan a éstos. Una vertiente fundamental de esta política es el establecimiento de la red de equipos consultivos multidisciplinarios en las regiones. A finales del bienio, los 14 equipos consultivos multidisciplinarios habían alcanzado su capacidad operativa y se había nombrado a la mayoría de sus asesores técnicos.

Uno de los elementos de la política de asociación activa es la definición, en estrecha consulta con las autoridades gubernamentales y las organizaciones de empleadores y de trabajadores, de objetivos por país en los que queden plasmados las principales preocupaciones de orden social y los problemas más importantes que se plantean a cada Estado Miembro en el marco de esferas de competencia de la OIT. Durante el período objeto de examen, se formularon los objetivos y programas, ya sea con carácter de proyectos o en su forma definitiva, correspondientes a más de 70 países. Tanto la participación de los interlocutores sociales como su acogida a este proceso han sido favorables y alentadores. La labor de definición de objetivos y programas ha servido de catalizador para reunir a los ministerios de trabajo y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores con el fin de debatir cuestiones de interés común, determinar de consuno cuáles son las que revisten un interés prioritario y tomar decisiones al respecto. Ello ha permitido también que los mandantes se asocien más íntimamente a las actividades de planificación, puesta en práctica y seguimiento de los programas y demás actividades que la OIT lleva a cabo en el plano nacional.

Uno de los frutos del enriquecimiento de este diálogo ha sido la inclusión en los objetivos por país, a petición de los mandantes, de componentes destinados en forma específica a fomentar el tripartismo. La realización de cursos prácticos nacionales de carácter tripartito sobre relaciones de trabajo ha sido un aspecto esencial de los objetivos que se han fijado la mayoría de los países. En algunos casos, las reacciones que la política de asociación activa ha suscitado a nivel nacional han inducido a los ministerios de trabajo a constituir o reactivar los comités consultivos tripartitos, con el fin de respaldar la aplicación de esta política. Otra prueba de la buena acogida de que ha sido objeto dicha política la constituye el hecho de que durante el bienio 17 países hayan ratificado el Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144). La labor de los equipos consultivos multidisciplinarios ha favorecido también el establecimiento de una corriente mucho más constante y coherente de informaciones entre los sindicatos y las organizaciones de empleadores. Ha ocurrido en muchos casos que todo un equipo multidisciplinario preste asistencia a las organizaciones de empleadores y de trabajadores y tome parte en la promoción de actividades de carácter tripartito o bipartito.

El mayor grado de participación de los mandantes de la OIT en la preparación de los programas de la Oficina ha redundado en una creciente demanda de servicios de asesoramiento. Esta tendencia ha dado lugar a una sensible reorientación de las actividades, que han evolucionado desde pautas <<tradicionales>> basadas en los proyectos hacia labores de asesoramiento y análisis centradas más bien en programas de nivel superior. En efecto, la fijación de objetivos por país supone un incremento neto de los servicios de asesoramiento normativo con respecto a la oferta de años anteriores. La labor de orientación tiene por objetivo familiarizar a los mandantes con diferentes experiencias, sistemas, prácticas y disposiciones legislativas, y potenciar así su capacidad para tomar por sí mismos las decisiones más oportunas y útiles.

Otra tendencia de las actividades regionales de la OIT que se puso de manifiesto durante el bienio a raíz de la aplicación de la política de asociación activa fue la creciente importancia que ha cobrado para la labor de la Oficina la aplicación de un enfoque multidisciplinario que abarca varios campos de acción. Así ha ocurrido también en el caso de sus proyectos de cooperación técnica. A continuación se exponen algunos ejemplos ilustrativos de este enfoque, entre los que figuran el proyecto de reestructuración regional de la industria y el mercado de trabajo en los países de Europa central y oriental y el programa de creación de empleo en Camboya.

Africa

Durante el bienio, las actividades de la OIT en la región africana estuvieron marcadas por dos preocupaciones fundamentales y conexas, a saber, el fomento del empleo y la erradicación de la pobreza. El interés particular por estas materias quedó reflejado en las notas sobre los objetivos por país escogido, en las que se precisan las necesidades y metas prioritarias de los Estados Miembros. En este contexto, la cuarta Reunión bienal de planificadores africanos del empleo, organizada por la OIT, en Accra, Ghana, en diciembre de 1994, analizó la situación y las perspectivas del empleo en la región. En esta reunión se determinaron las políticas y las necesidades institucionales para la formulación y la puesta en práctica de programas integrales de empleo a nivel nacional, y se hizo hincapié en la importancia que reviste la adopción de medidas destinadas a facilitar el acceso de las mujeres a fuentes de trabajo productivo. Atendiendo a la creciente inquietud que existe en la región ante la extensión de la pandemia de VIH/SIDA, la reunión de Accra examinó también los efectos que esta enfermedad tiene en la fuerza de trabajo africana. Por otra parte, la Oficina prestó asistencia técnica al Comité Directivo del Comité Administrativo de Coordinación de las Naciones Unidas (CAC), a propósito de la recuperación y el desarrollo económicos de Africa, señaladamente en las esferas de la creación de empleo y de medios de subsistencia viables. Ello sirvió para la preparación de la Iniciativa Especial para Africa del Secretario General de las Naciones Unidas, que fue discutida por los jefes ejecutivos del sistema de las Naciones Unidas con ocasión del período de sesiones del CAC de octubre de 1995.

Una de las actividades principales de la OIT en la región africana durante el bienio fue la celebración de la octava Conferencia Regional Africana, en Mauricio, en enero de 1994. En dicha Conferencia, la República de Sudáfrica, que en mayo de ese mismo año volvería a incorporarse a la OIT al cabo de una ausencia de tres decenios, estuvo representada por una delegación tripartita de observadores enviada por la Comisión Nacional de Mano de Obra, que integraban representantes de las organizaciones democráticas de empleadores y de trabajadores. En esta Conferencia Regional se debatieron dos cuestiones que cobran un interés primordial para los mandantes de la región en razón de las crisis del empleo y económica, a saber, las políticas y programas de fomento del espíritu empresarial y de las pequeñas empresas, tanto en el sector urbano como en el rural, y la ampliación del ámbito de la protección social durante los períodos de cambio estructural. La Conferencia pasó revista también a las actividades desplegadas por la OIT en la región desde la reunión anterior, celebrada en 1988, y tomó nota de las medidas adoptadas por los Estados Miembros con miras a ratificar y aplicar las normas internacionales del trabajo, de conformidad con las obligaciones que han contraído a este respecto. Atendiendo a una resolución adoptada por la Conferencia, relativa a la devaluación del franco CFA de enero de 1994, en octubre del mismo año se organizó en Dakar una reunión tripartita dedicada a este tema. Asistieron a ella los 14 países de la zona del franco CFA, que analizaron las consecuencias de la devaluación en los planos social, económico y del empleo, y recomendaron la adopción de medidas para hacer frente a los efectos negativos de la devaluación y aprovechar las condiciones favo-rables para el incremento de las exportaciones que surgieron tras dicha devaluación.

Equipo consultivo multidisciplinario para Africa oriental

El Equipo consultivo multidisciplinario para Africa oriental, que está compuesto por diez asesores técnicos, tiene su sede en Addis Abeba, y despliega sus actividades en Comoras, Djibouti, Eritrea, Etiopía, Kenya, Madagascar, Mauricio, Seychelles, Somalia, República Unida de Tanzanía y Uganda. Durante el bienio, el EAMAT emprendió, en colaboración con los mandantes tripartitos de diez de estos países, el examen de los respectivos objetivos por país y redactó las notas sobre los objetivos por país escogido. El Equipo utilizó estas notas como punto de referencia a la hora de planificar sus actividades y de atender las solicitudes de asistencia dimanantes de los Estados Miembros.

El programa Mejore su negocio en Uganda

Las pequeñas empresas son la fuerza motriz del crecimiento económico y de la creación de empleo. Ello no obstante, una de las barreras más grandes que entorpece su desarrollo es la falta de competencias empresariales, sobre todo en los países en desarrollo.

El programa Mejore su negocio fue concebido para atender la demanda de los Estados Miembros que deseaban disponer de materiales didácticos eficaces y de bajo costo para que los pequeños empresarios adquiriesen los rudimentos de la gestión empresarial. Dicho programa está compuesto de un conjunto coherente de unidades didácticas y materiales de apoyo que se han elaborado para capacitar a los propietarios y gerentes de pequeñas empresas de los países en desarrollo en las técnicas de administración de empresas que necesitan para hacer prosperar sus actividades. El programa Mejore su negocio se ha aplicado en más de 50 países, y sus elementos informativos se han traducido a más de 30 idiomas y han servido para capacitar a más de 100.000 empresarios.

Entre los usuarios de Mejore su negocio figuran instituciones que tienen ya experiencia en el desarrollo de las pequeñas empresas. En Uganda, país donde el programa se estrenó en 1988, su principal promotor ha sido la Federación de Empleadores de Uganda. En 1994, al darse comienzo a un programa de formación trienal, se constituyó el Comité Coordinador de Mejore su negocio con el fin de favorecer la cooperación entre todas las organizaciones de usuarios, entre las que figuran la Cámara Nacional de Comercio de Uganda y una organización de personas con discapacidades. A fin de institucionalizar el programa, se ha previsto que durante el trienio se reduzca paulatinamente el aporte financiero de los donantes y que la fi-nanciación sea asumida por las organizaciones y empresarios participantes.

Hasta la fecha, el programa Mejore su negocio aplicado en Uganda ha formado a 71 instructores especializados en el programa, los que a su vez han impartido capacitación a más de 1.400 empresarios. Con el fin de garantizar su continuidad y satisfacer la demanda constante de formadores por parte de las organizaciones participantes, la OIT ha acreditado a cinco instructores jefes en Uganda, quienes se encargarán de proseguir la formación de instructores nacionales.

Habida cuenta del dinamismo demostrado por el programa Mejore su negocio en Uganda, éste fue uno de los dos países en que se experimentó el nuevo programa Start Your Business (Inicie su negocio) -- uno de los componentes de la serie de capacitación empresarial --, destinado a empresarios potenciales. Se capacitó a 12 instructores en métodos para identificar a las personas que se proponen emprender un negocio e instruirlas sobre los pasos básicos que se han de tomar con tal fin. La serie se ha hecho más animada con la incorporación de un juego de salón sobre temas empresariales, el que fue concebido originalmente para el programa Mejore su negocio.

Al igual que todos los programas de este tipo que se aplican en otros países, el de Uganda forma parte de la red internacional promovida por la OIT con miras al perfeccionamiento y la actualización constantes del programa y al intercambio de opiniones sobre las experiencias respectivas y las prácticas óptimas.

Los mandantes indicaron que el desempleo y la pobreza eran las principales preocupaciones de la subregión, y que guardaban una estrecha relación con estos problemas, a la vez como causas y como efectos, la escasa capacidad de las instituciones encargadas de las cuestiones sociales y laborales, así como el desfase entre los servicios prestados por los sistemas de enseñanza y de formación profesional y las necesidades del mercado laboral. Al mismo tiempo, la difícil situación económica y financiera estaba acentuando el deterioro de las condiciones de trabajo y el menoscabo de la protección social, lo que se conjugaba con una incapacidad generalizada para dar pleno cumplimiento a las obligaciones que entrañan las normas internacionales del trabajo.

Por consiguiente, durante el bienio el Equipo se empeñó sobre todo en prestar asistencia a los mandantes a fin de que éstos adquiriesen la capacidad necesaria para adoptar políticas y medidas de fomento del empleo y mitigación de la pobreza. Ello supuso asesorar a los Estados Miembros en la formulación de estrategias y políticas, así como en la definición del marco institucional necesario para la planificación del empleo. Recurrieron a los servicios de asesoramiento en estas materias Eritrea, Etiopía, Kenya, Seychelles y Uganda. Las recomendaciones hechas apuntaron a mejorar los resultados macroeconómicos y a incrementar la proporción correspondiente al empleo en el crecimiento obtenido. Los servicios consultivos y de formación hicieron hincapié en la necesidad de establecer mecanismos para el acopio y la utilización eficaz de información sobre el mercado de trabajo, requisito básico para la planificación del empleo. En todas estas actividades se adoptó un planteamiento que comprendía la protección de los grupos vulnerables y la promoción de criterios de equidad por lo que se refería a la búsqueda de soluciones a los problemas relativos al empleo y la pobreza. Las misiones de asesoramiento enviadas a Eritrea, Etiopía, Kenya y Uganda recomendaron, entre otras cosas, que se tomaran medidas encaminadas a garantizar que los programas de acción beneficiasen fundamentalmente a las mujeres, los jóvenes y las personas con discapacidades. Para apoyar estas actividades se llevaron a cabo cursos prácticos y seminarios tripartitos sobre temas relativos a la condición de la mujer, los que tuvieron lugar en Comoras, Djibouti, Etiopía, Madagascar, Mauricio y Seychelles. Hay indicios que permiten suponer que la sensibilización de los responsables nacionales sobre la importancia que reviste la incorporación del fomento del empleo y de la reducción de la pobreza en sus programas de reforma económica ha ejercido una influencia positiva en varios países, entre ellos Etiopía, Kenya y Uganda, redundando concretamente en la formulación de programas integrales de empleo.

También se brindó asistencia para la elaboración y la puesta en práctica de proyectos y programas de creación de empleo orientados específicamente a reducir la pobreza, y, en particular, de programas de obras públicas con un alto coeficiente de mano de obra y proyectos relativos a las pequeñas empresas y las microempresas. Entre los países beneficiarios de estas actividades figuraron Eritrea, Etiopía, Kenya, Seychelles, República Unida de Tanzanía y Uganda. A guisa de ejemplo cabe citar el Programa Nacional de Generación de Ingresos de Tanzanía, en cuyo marco diversas misiones prestaron asistencia para la formulación de propuestas de proyecto, y se prestó ayuda técnica a otros programas en vías de ejecución, tales como el proyecto de mitigación de la pobreza urbana que se lleva a cabo en el asentamiento Hanna Nassif, en Dar es-Salaam, el que apuntando a una utilización abundante de mano de obra recurre a los pequeños contratistas locales y a la fuerza de trabajo comunitaria para desarrollar la infraestructura y mejorar los servicios públicos comunales. También se está aumentado la oferta de empleo mediante proyectos de protección del medio ambiente, incluida la recolección y el reciclado de desechos sólidos. Por ejemplo, durante el bienio se dio cima a un proyecto de modernización del sistema de desagüe de Kampala, uno de cuyos objetivos consistió en potenciar la capacidad de las autoridades locales para reproducir en las zonas urbanas de bajos ingresos la experiencia de los proyectos comunitarios con alto coeficiente de mano de obra.

Como un requisito previo para mejorar el funcionamiento de los mercados de trabajo y ampliar las posibilidades de empleo y de obtención de ingresos, se proporcionó asistencia para llevar a cabo la reforma de los sistemas de enseñanza y formación profesionales. En esta perspectiva, se pasó revista a los sistemas de formación de Djibouti, la República Unida de Tanzanía y Uganda, y se formularon recomendaciones que comprendían la adopción de medidas destinadas a aumentar la capacidad de dichos sistemas para satisfacer los niveles de calificación que reclama el mercado, así como a flexibilizar la formación, preparando trabajadores calificados tanto para el sector estructurado como para el sector no estructurado. Entre los enfoques preconizados figuraban el fomento de una mayor participación de los empleadores y de las ONG, la creación de fondos especiales para costear la formación en el sector no estructurado mediante pequeños gravámenes sobre las nóminas y el establecimiento de programas nacionales de formación para el empleo por cuenta propia y el trabajo en el sector no estructurado. Se apoyó la realización de estudios nacionales de evaluación de las necesidades de formación en los sectores económicos prioritarios, y la puesta en funcionamiento de programas intensivos de formación de instructores.

La asistencia prestada por el Equipo a las organizaciones sindicales y de empleadores apuntó fundamentalmente a fortalecer su capacidad de investigación y análisis, con miras a ayudarles a hacer frente a las dificultades que plantean la mundialización de la producción y la liberalización del comercio. Se aportó asistencia técnica a las reuniones celebradas por las organizaciones nacionales de trabajadores y de empleadores, y se prepararon materiales didácticos destinados al uso de los funcionarios locales. En Eritrea, Kenya y la República Unida de Tanzanía tuvieron lugar seminarios nacionales para las organizaciones de empleadores, en los que se abordaron temas como las relaciones de trabajo, el desarrollo de los recursos humanos y el papel de los empleadores en los programas de ajuste estructural. Se realizaron actividades análogas destinadas a enriquecer la capacidad de las organizaciones de trabajadores en Eritrea, Etiopía, Kenya, Mauricio, República Unida de Tanzanía y Uganda. Entre estas actividades cabe mencionar diversos seminarios y cursos prácticos sobre temas como la igualdad y la condición de las trabajadoras, la educación obrera y el medio ambiente, la dimensión social del ajuste estructural y sus consecuencias para el empleo, la dirección de las organizaciones sindicales, la negociación colectiva, y la seguridad y salud en el trabajo. El Equipo multidisciplinario colaboró también con las organizaciones sindicales regionales en la realización de proyectos de investigación y la preparación de manuales sobre planificación del empleo y otros temas laborales.

Otra vertiente de la asistencia prestada a los mandantes fue la mejora de las condiciones de trabajo y de la protección social para los trabajadores. En Mauricio y la República Unida de Tanzanía se llevaron a cabo cursos prácticos en los que se utilizó la metodología del programa sobre las mejoras del trabajo en las pequeñas empresas (WISE). En el ámbito de la salud y la seguridad en el trabajo, se contribuyó a la preparación de un manual de formación nacional para Etiopía, y se efectuaron misiones de asesoramiento en Kenya, República Unida de Tanzanía y Uganda. Asimismo, en Seychelles se impartió formación sobre algunos aspectos de la seguridad y la salud en el trabajo, y se brindó apoyo a un curso de formación organizado en Kenya por la Commonwealth. En Etiopía se prestó ayuda a la instalación de una base de datos sobre condiciones de trabajo, seguridad y salud en el trabajo y trabajo infantil. Por otra parte, en Eritrea, Kenya y Uganda, en el marco de los exámenes de los objetivos por país, se procedió a una revisión preliminar de los sistemas de seguridad social.

Equipo consultivo multidisciplinario para Africa central y occidental

El Equipo consultivo multidisciplinario para Africa central y occidental, que está compuesto por 15 asesores técnicos, tiene su sede en Abidján y despliega sus actividades en Angola, Benin, Burkina Faso, Burundi, Camerún, República Centroafricana, Congo, Chad, Côte d'Ivoire, Gabón, Ghana, Guinea Ecuatorial, Níger, Nigeria, Rwanda, Santo Tomé y Príncipe, Togo y Zaire.

El Equipo alcanzó su capacidad operativa en 1995, y desde entonces ha contribuido a efectuar el análisis preliminar de las notas sobre los objetivos por país escogido relativas a nueve países. Las versiones definitivas de estas notas se encuentran en diversas etapas de su redacción. Un aspecto importante de este proceso ha sido la oportunidad que se ha brindado a los mandantes de conocer mejor la amplia gama de servicios que pueden solicitar en el marco del mandato y la competencia generales de la OIT, así como el enfoque multidisciplinario que la Oficina ha venido aplicando progresivamente a sus actividades. Además de la alta tasa de desempleo y del escaso nivel de desarrollo de los recursos humanos, entre los principales problemas que se plantean a los países de la subregión figuran la escasa participación popular en el proceso de desarrollo y el agravamiento de la pobreza, que afecta con especial rigor a las mujeres y los niños. Las estructuras institucionales existentes son inadecuadas para encontrar soluciones a estos problemas, así como a la difícil situación por la que atraviesa la fuerza de trabajo, que se ve confrontada al creciente deterioro de sus condiciones de trabajo y a la insuficiencia de los mecanismos de protección social. Otro problema de talla es la desigualdad entre los hombres y las mujeres por lo que se refiere al acceso al mercado de trabajo y a las prestaciones de carácter económico y social.

Con miras a resolver estas cuestiones, se pusieron a disposición de los países de la subregión servicios de asesoramiento sobre diversos campos de actividad, y en particular se brindó apoyo en la elaboración de políticas de promoción del empleo y de mitigación de la pobreza. Luego de celebrada la reunión tripartita sobre la devaluación del franco CFA, muchos de los países de la región recibieron apoyo técnico con objeto de poner en práctica las recomendaciones de dicha reunión, las cuales se orientaban fundamentalmente a potenciar la creación de empleo en el marco de los proyectos de inversión, atribuyendo una mayor importancia al uso de los recursos y la mano de obra locales y suprimiendo los escollos que entorpecen el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. La asistencia técnica que se prestó para dar cumplimiento a estas recomendaciones comprendió ayuda para revisar la legislación laboral y la promoción de las competencias necesarias para establecer mecanismos de seguimiento del mercado de trabajo y de planificación del empleo. Concretamente, el Equipo contribuyó a establecer y poner en marcha los servicios de seguimiento del empleo, como el creado en Côte d'Ivoire, así como las dependencias de los ministerios de planificación y empleo encargadas de las políticas de empleo y de inversión, actividades que tuvieron por objetivo incrementar aquellas partidas de los programas de inversión que suponían la realización de trabajos con un alto coeficiente de mano de obra.

Uno de los medios que la OIT utilizó para promover el empleo y los ingresos de los pobres fue el mantenimiento de sus actividades de creación de cooperativas. Se trata de un campo en el que, desde hace años, la OIT ha venido desplegando actividades en la subregión, entre las que cabe citar el proyecto ACOPAM. Además de los proyectos que se llevaron a cabo para contribuir a desarrollar las cooperativas en el nivel local, se brindaron servicios consultivos y de asistencia técnica para la elaboración y la puesta en práctica de políticas y programas de desarrollo cooperativo, así como para la revisión de la legislación pertinente. Con miras a reestructurar el movimiento cooperativo en los países interesados, de manera que las cooperativas se adapten mejor a las necesidades de sus afiliados teniendo en cuenta las reformas económicas y los programas de ajuste estructural en curso, se procedió a revisar la legislación y se celebraron seminarios consultivos nacionales para examinar los cambios propuestos. Fruto de estas actividades fueron la reforma legislativa y la adopción de políticas en Benin, Burkina Faso, Chad, Congo, Côte d'Ivoire, Guinea-Bissau, Malí, Níger, Nigeria, Senegal, Togo y Zaire, las que se encuentran en distintas fases de elaboración.

La labor desplegada por el Equipo para reforzar el diálogo social y el tripartismo en la subregión tuvo dos objetivos, a saber, revisar los mecanismos consultivos y potenciar la capacidad de los interlocutores sociales. Se celebraron seminarios tripartitos subregionales y nacionales y se prestaron servicios consultivos como una forma de respaldar las actividades de examen, elaboración, o revisión de la legislación del trabajo en lo que atañe a los mecanismos consultivos tripartitos. Asimismo, se formularon propuestas destinadas a consolidar los sistemas de negociación colectiva y de resolución de los conflictos del trabajo, así como a fomentar la participación de los trabajadores en los órganos decisorios de las empresas. Se beneficiaron de esta asistencia Benin, Burkina Faso, Côte d'Ivoire, Níger y Togo. Con vistas a robustecer las capacidades de los sindicatos y de las organizaciones de empleadores, se organizaron seminarios en que se analizó el papel que incumbe a los interlocutores sociales en las consultas tripartitas y en la aplicación de las normas internacionales del trabajo. Asimismo, se prestó asistencia técnica para reforzar la capacidad de los ministerios de trabajo. Los países beneficiarios de estas actividades fueron Benin, Burkina Faso, la República Centroafricana, Malí y Níger, entre otros. Con estas actividades se contribuyó a mejorar la gestión y las actividades de las organizaciones sindicales en Côte d'Ivoire, así como las relaciones de trabajo y el sistema de negociación colectiva en Gabón y Mauritania, y se impulsó el establecimiento de mecanismos tripartitos eficaces para el desarrollo de las relaciones de trabajo en Malí.

Se prestó asistencia para mejorar la readaptación profesional y las oportunidades de empleo de las personas con discapacidades. La República Centroafricana, Gabón, Guinea y Sierra Leona recibieron asistencia técnica para formular la legislación nacional relativa a las personas con discapacidades, poniéndola en conformidad con las disposiciones del Convenio sobre la readaptación profesional y el empleo (personas inválidas), 1983 (núm. 159). En Côte d'Ivoire, las actividades de apoyo al establecimiento de un programa de aprendizaje para personas con discapacidades en la región de Bouake apuntaron a determinar cuáles eran las ocupaciones idóneas para esas personas y las condiciones para que participaran en el proyecto los maestros artesanos y la Cámara de Comercio regional. En el Camerún, el Equipo consultivo multidisciplinario contribuyó a organizar un seminario nacional, que contó con la asistencia de representantes de diversos sectores económicos y que tuvo por objetivo formular una política multisectorial para la integración socioeconómica de las personas con discapacidades. La ayuda prestada a los países mencionados en este párrafo y a otros países de la subregión consistió también en el suministro de orientación en materia de acopio y análisis de datos estadísticos sobre los grupos vulnerables.

Las actividades realizadas por el Equipo contribuyeron también a la celebración de consultas en un cierto número de países, y cabe esperar que gracias a ellas se pueda allanar el camino a la adopción de nuevas políticas en materia de seguridad y protección social. En Benin, Burkina Faso, República Centroafricana, Gabón, Gambia, Guinea, Marruecos, Mauritania y Zambia, el asesoramiento técnico se centró en el fortalecimiento de la capacidad de los gobiernos y los interlocutores sociales para elaborar leyes y políticas de protección social en el sector moderno de la economía. Muchas de estas actividades consistieron en definir medidas para la readaptación profesional de las víctimas de accidentes del trabajo y afines. Se prestó asesoramiento a Angola, Burkina Faso, Congo, Côte d'Ivoire y Ghana con el fin de ayudarlos a organizar sistemas estadísticos y de gestión para sus instituciones de seguridad social. Benin, Burkina Faso, la República Centroafricana, Malí y Níger recibieron apoyo técnico para poner en pie programas integrados de formación en materia de seguridad social que abarcasen las diferentes ramas de la protección social.

Por lo que se refiere a la seguridad y la salud en el trabajo, mediante un proyecto en cuyo ámbito se incluyó a Benin, Burkina Faso, la República Centroafricana, Malí y Níger, se contribuyó a tener más presentes los riesgos inherentes al trabajo y a mejorar los conocimientos al respecto. En toda la subregión se prestó asistencia en el establecimiento de sistemas de acopio, análisis y difusión de datos estadísticos periódicos y fiables sobre los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. También se prestó asistencia técnica en Benin, Burundi, la República Centroafricana, Rwanda y Zaire por lo que se refiere a la formulación y la revisión de la legislación de cada país, con objeto de ponerla en armonía con las normas internacionales del trabajo sobre la seguridad y la salud en el trabajo. En Benin, Madagascar y Togo, el Equipo contribuyó a elaborar programas de sensibilización e información destinados a las empresas tanto de las zonas rurales como de los sectores urbanos, que contaron con el aporte de las autoridades nacionales, los interlocutores sociales y las asociaciones de cooperativas. Para apoyar estas actividades, se prepararon módulos de enseñanza y de capacitación en materia de seguridad y salud en el trabajo.

Equipo consultivo multidisciplinario para Africa del Noroeste

El Equipo consultivo multidisciplinario para Africa del Noroeste, que está compuesto por siete asesores técnicos, tiene su sede en Dakar y despliega sus actividades en Argelia, Cabo Verde, Gambia, Guinea, Guinea-Bissau, Liberia, Jamahiriya Arabe Libia, Malí, Marruecos, Mauritania, Senegal, Sierra Leona y Túnez. En tres de estos países se ha terminado la fijación de los objetivos por país, mientras que en los demás se han llevado a cabo los estudios analíticos preparatorios para esos efectos.

El Equipo tiene por ámbito de acción una extensa subregión caracterizada por la diversidad y la complejidad de sus problemas políticos, sociales y económicos. En los países del Magreb, en Africa septentrional, el Equipo se ocupó de cuestiones relativas a los perniciosos efectos del gran endeudamiento exterior y de la dependencia cada vez mayor de estos países con respecto de los mercados internacionales. Han aumentado las tasas de desempleo declarado entre los jóvenes y los egresados de la enseñanza, mientras que ha crecido el sector no estructurado de la economía al contraerse el volumen de empleo asalariado. La disminución de los ingresos de los hogares se ha traducido en una agravación de los niveles de pobreza. En cambio, los problemas de los países de Africa occidental de que se ocupa el Equipo están relacionados con las altas tasas de crecimiento demográfico. Insuficientemente desarrollado, el sector privado de estos países es incapaz de absorber la oferta de mano de obra, a lo que se suma la reducción del empleo asalariado. Por ejemplo, el sector moderno de la economía del Senegal emplea a menos del 6 por ciento de la población activa del país. Como consecuencia de ello, se ha producido la saturación del sector no estructurado, sobre todo en las aglomeraciones urbanas. Estos problemas se han agravado por el desfase que existe entre los sistemas de formación y la demanda del mercado de trabajo. El aumento de la pobreza, que afecta en especial a las mujeres, los jóvenes y los niños, ha redundado en una mayor incidencia del trabajo infantil. Estos problemas están estrechamente relacionados con las dificultades que supone la promoción del diálogo social, y con los consiguientes riesgos de que se produzcan tensiones sociales y políticas.

Las actividades desplegadas por el Equipo se decidieron previa consulta con los mandantes de la OIT y con otros organismos que se ocupan de cuestiones del desarrollo en los Estados Miembros. El diálogo entablado con los mandantes a propósito de la redacción de las notas sobre los objetivos por país permitió dar realce a la labor que la OIT lleva a cabo a nivel nacional. La eficacia con que el Equipo atendió las solicitudes de asistencia presentadas por los mandantes tripartitos quedó demostrada al quedar incorporadas sus recomendaciones en los programas nacionales de desarrollo.

Las actividades del Equipo a este respecto constituyeron un contexto idóneo para llevar adelante su labor de fomento de las capacidades nacionales en las esferas del tripartismo y el diálogo social. Dicha labor comprendió la organización de seminarios en Malí sobre las consultas tripartitas y el fomento del diálogo social. En Guinea se efectuó una evaluación de los mecanismos de consulta social y se formularon recomendaciones para mejorar su funcionamiento. Asimismo, se prestó asesoramiento a los Ministerios de Trabajo de Guinea-Bissau, Mauritania y Sierra Leona con miras a armonizar las actividades de los diversos departamentos y facilitar la coordinación entre ellos, sobre todo en materia de relaciones de trabajo y promoción del empleo. La labor de asesoramiento incluyó actividades de fomento de la ratificación y la aplicación de las normas internacionales del trabajo. Se difundieron informaciones sobre las normas internacionales y la legislación de cada país, recurriendo en particular a las bases de datos ILOLEX y NATLEX, y se impartió formación a los funcionarios públicos y a los representantes de los empleadores y de los trabajadores sobre las normas de la OIT y su mecanismo de control de la aplicación de las mismas.

En cuanto a la promoción del empleo, el apoyo prestado a los países de la región se centró en el fomento de las empresas y el desarrollo de los recursos humanos. Se brindó asistencia técnica para la formulación y puesta en práctica de programas de mitigación de la pobreza mediante el incremento de las posibilidades de acceso al trabajo productivo y remunerado. Se organizaron cursos prácticos y seminarios de formación destinados a funcionarios públicos, así como a los interlocutores sociales, sobre planteamientos y estrategias para la promoción de la microempresa. También se prestó asistencia a los mandantes en el marco de la evaluación de la capacidad institucional de cada país para respaldar el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas. Se recomendó, entre otras cosas, que se reorientasen los sistemas de formación hacia el fomento de estas empresas. Una de las actividades concretas consistió en apoyar a Cabo Verde en la preparación de programas para ayudar a los trabajadores del sector público que han sido despedidos por reducción de plantilla a administrar una empresa. Ello supuso capacitar a estos trabajadores para administrar las empresas del sector paraestatal que les cedió el Gobierno. Tras la devaluación del franco CFA, los países de la región emprendieron un proceso de reforma de sus códigos del trabajo, para adecuarlos a las necesidades de la reestructuración económica. Los mandantes, y en particular los sindicatos y las organizaciones de los empleadores, tuvieron a su disposición los servicios de asesoramiento técnico de la OIT, lo que les permitió participar en forma activa y provechosa en este proceso.

Equipo consultivo multidisciplinario para Africa meridional

El Equipo consultivo multidisciplinario para Africa meridional, que está compuesto por 11 asesores técnicos, tiene su sede en Harare y despliega sus actividades en Botswana, Lesotho, Malawi, Mozambique, Namibia, Sudáfrica, Swazilandia, Zambia y Zimbabwe. La definición de los objetivos por país, que ya se ha concluido en siete de estos nueve países, permitió que el Equipo y los mandantes tripartitos colaborasen en la preparación de los programas nacionales de actividades a mediano plazo. Se ha previsto proceder a la fijación de los objetivos para Sudáfrica y Swazilandia una vez que la Oficina de la OIT en Pretoria haya alcanzado su plena capacidad operativa.

Las tareas más difíciles que tienen por delante los países de la subregión se plantean en torno al eje que constituyen los problemas del desempleo y la pobreza. Estos se han agravado, al menos por lo que se refiere al corto y al mediano plazo, como consecuencia de la aplicación de los programas de ajuste estructural. También ha incidido en esta situación el hecho de que los interlocutores sociales carezcan de la capacidad indispensable para poder participar con éxito en la toma de decisiones con respecto a algunos problemas esenciales. El contexto institucional es poco propicio al desarrollo de las pequeñas y medianas empresas o de las actividades del sector no estructurado urbano, al tiempo que se han debilitado los mecanismos de protección de los trabajadores.

El aspecto más importante de las actividades del Equipo durante el bienio consistió en prestar asistencia a los gobiernos con miras al establecimiento de marcos normativos que favorezcan la creación de empleo productivo. Esta asistencia supuso prestar asesoramiento en materia de formulación de políticas de protección del empleo y de fomento de objetivos sociales en el marco de los regímenes de ajuste estructural. Las medidas recomendadas tenían por objeto garantizar que las políticas macroeconómicas de carácter general aplicadas a esferas tales como el comercio, los tipos de cambio y la tributación fuesen compatibles con el objetivo de conservar e incrementar los volúmenes de empleo en situaciones de reforma estructural profunda de la economía -- como ha sido el caso de la economía de Zimbabwe, que en los últimos años se ha embarcado en un proceso de transición desde un sistema cerrado a un régimen más abierto y libre. La experiencia de la subregión de Africa meridional, al igual que la de otras regiones, ha mostrado que el éxito de los programas de ajuste estructural depende en gran medida de la valoración del proceso de reforma económica que hayan hecho los trabajadores y los empleadores, y de su grado de comprensión del mismo. Por lo tanto, las actividades del Equipo se centraron también en el enriquecimiento de las competencias técnicas y de investigación de las organizaciones sindicales y las organizaciones de los empleadores. Entre tales actividades se incluyó la organización, en colaboración con las organizaciones de trabajadores, de seminarios de formación sobre metodología y técnicas de investigación, celebrados a nivel regional, así como a nivel nacional en Malawi, Namibia y Zambia. Además, se llevaron a cabo programas especiales de formación en el Centro de Turín, se difundieron manuales y módulos de capacitación, y se organizaron giras de estudio para funcionarios gubernamentales.

El Equipo prestó asistencia en materia de fomento de las pequeñas y medianas empresas, así como de las actividades del sector no estructurado urbano, ofreciendo servicios consultivos sobre medios para mejorar el acceso a la capacitación y el crédito y crear un entorno normativo más propicio a estos sectores. Se prepararon informes sobre políticas y medidas monetarias, tributarias y de inversión que pudieran favorecer el desarrollo de las pequeñas y medianas empresas, y también de las microempresas. En los casos de Namibia y Zimbabwe, estos informes se presentaron oficialmente a los gobiernos, que los analizaron oportunamente. Asimismo, se brindaron servicios de asesoramiento sobre la promoción de las pequeñas y medianas empresas a las organizaciones de empleadores de Botswana, Sudáfrica y Swazilandia. La adopción por Mozambique, Zambia y Zimbabwe de políticas oficiales en materia de fomento de las pequeñas y medianas empresas como parte de sus programas generales de reforma económica demostró la proyección de estas actividades.

Estos temas se analizaron también en un seminario tripartito subregional sobre formación y empleo de excombatientes en Africa meridional, el que tuvo lugar en Harare, en julio de 1995. En esta reunión se llegó a la conclusión de que el crecimiento de las pequeñas y medianas empresas, así como de las microempresas, podría contribuir a aumentar la oferta de trabajo tan necesaria para ocupar a los soldados y demás excombatientes desmovilizados. A solicitud del Gobierno de Zimbabwe, el Equipo llevó a cabo un estudio sobre el sector no estructurado urbano y su capacidad de creación de empleo(1). El estudio se centró en el desarrollo de organizaciones de base de los agentes económicos del sector no estructurado y en las reformas institucionales que habrán de implantarse en estrecha colaboración con las autoridades públicas locales. Entre otras recomendaciones, el informe preconizó ampliar la formación profesional e incluir en ella al sector no estructurado, incrementar las posibilidades de acceso de los empresarios y negociantes del sector no estructurado a las tecnologías más apropiadas, fomentar las actividades cooperativas y poner en pie las infraestructuras esenciales.

A petición de la Comunidad para el Desarrollo de Africa Meridional (SADC), el Equipo realizó un estudio sobre la aplicación de la legislación laboral en las zonas francas industriales (ZFI). Dicho estudio permitió establecer que la aplicación de normas del trabajo no constituía un factor que pudiera entorpecer de manera significativa la buena marcha de las ZFI. En particular, en el estudio se sostuvo que la aplicación de normas del trabajo en esferas como la seguridad y la salud en el trabajo o la libertad sindical no entrañaría ningún menoscabo, ya sea en la productividad o en la producción de zonas especiales como las ZFI.

Equipo consultivo multidisciplinario para Africa del Norte

El Equipo consultivo multidisciplinario para Africa del Norte tiene su sede en El Cairo y despliega sus actividades en Egipto y Sudán. Integrado actualmente por tres especialistas técnicos, no llegó a constituirse plenamente durante el bienio.

Se elaboraron objetivos por país para Egipto y también se prestaron servicios de asesoramiento técnico en Egipto y Sudán en las esferas de la administración del trabajo, el seguimiento de la situación del mercado laboral y la seguridad y salud en el trabajo. La ayuda prestada consistió principalmente en actividades de capacitación destinadas a administradores e inspectores del trabajo, incluida la formación de 20 instructores egipcios especializados en salud y seguridad en el trabajo. Se ofrecieron también servicios consultivos en materia de información sobre el mercado de trabajo, a los efectos de facilitar el estudio de las tendencias del empleo en Egipto y la formulación de políticas adecuadas que se aplicarán una vez que concluya el período de ajuste estructural. En este marco, se prestó una atención especial a la cuestión del trabajo infantil, con el fin de ayudar al Gobierno de Egipto a armonizar plenamente su legislación con las normas internacionales del trabajo, evaluar la situación de los niños cuya vida transcurre en las calles y preparar un plan nacional de acción sobre el trabajo infantil.

Estados árabes

Los históricos progresos alcanzados recientemente en el proceso de paz del Oriente Medio, así como las perspectivas de que se llegue a una solución global de los conflictos de la región, fueron los factores dominantes que marcaron la labor de la OIT en esta región durante el bienio. Una de las principales características de los Estados árabes es el contraste que hay entre la situación de los países productores de petróleo, cuyos niveles de ingreso por habitante se cuentan entre los más elevados del mundo, y los países menos desarrollados, que figuran entre los de menos ingresos en el mundo. Los largos años de disturbios e inestabilidad en muchas partes de la región han tenido por resultado el aumento del desempleo y la pobreza, a lo que se suma la falta de capacidad institucional para ocuparse de los problemas inherentes al empleo, la planificación de la mano de obra y la protección social.

Buena parte de la labor de la OIT en los Estados árabes se centró, pues, en el robustecimiento de la capacidad de los servicios y autoridades encargados del trabajo y el empleo, así como en la promoción de las instituciones tripartitas y del potencial de los interlocutores sociales, con miras a capacitarlos para que conjuntamente con los gobiernos busquen soluciones a los problemas económicos y sociales. Además de ocuparse de la promoción del empleo y de la mitigación de la pobreza, la OIT prestó una atención especial al fomento del principio de la igualdad de oportunidades para las trabajadoras, al problema que constituye el trabajo infantil y a las políticas relativas a los trabajadores migrantes.

En el marco de las actividades regionales destinadas a reforzar el tripartismo, se siguió colaborando con las organizaciones regionales de trabajadores y de empleadores. A los efectos de mejorar las competencias de los sindicalistas de la región, en el marco del programa de cooperación con la Confederación Internacional de Sindicatos Arabes se organizaron, entre otras cosas, seis seminarios regionales para sindicalistas. También se respaldó la celebración de un seminario regional sobre sistemas de capacitación sindical. Se mantuvo asimismo la colaboración con la Unión General de Cámaras de Comercio, Industria y Agricultura de los Países Arabes. Se llevaron a cabo varias misiones de asesoramiento técnico para organizaciones nacionales de empleadores, y se organizó un curso de capacitación subregional sobre las responsabilidades que incumben a los dirigentes de las organizaciones de empleadores. En el marco del programa de actividades realizadas conjuntamente por la OIT y la Organización Arabe del Trabajo (OAT), se celebraron seminarios regionales dedicados a algunos temas como el desarrollo de la pequeña empresa, las organizaciones de los empleadores y la educación obrera.

Por lo que se refiere a las actividades de asistencia a las organizaciones de empleadores y de trabajadores, se puso un especial empeño en hacer que se comprendan mejor la importante contribución que las mujeres aportan al desarrollo económico así como las normas internacionales del trabajo relativas a la igualdad de oportunidades y de trato entre hombres y mujeres. Se apoyó la celebración de un seminario regional tripartito dedicado a la condición de las trabajadoras, así como de un seminario regional sobre el empleo para las trabajadoras, actividades realizadas en colaboración con la OAT. Se suscribió un acuerdo de cooperación con el Programa Arabe del Golfo para las Organizaciones de Desarrollo de las Naciones Unidas (AGFUND) y con el Centro de Formación e Investigación para la Mujer Arabe (CAWTER), en la esfera del empleo femenino. Entre las actividades conjuntas previstas en el acuerdo figuran la realización de investigaciones en cuatro países de la región para evaluar la situación de las mujeres, al cabo de las cuales se celebrarán reuniones nacionales de trabajo para examinar los resultados de las evaluaciones por país y definir las esferas que reclaman una atención urgente. El acuerdo prevé también la prestación de apoyo para el desarrollo institucional del Centro CAWTER y la organización de la capacitación, tanto a nivel nacional como regional, en materia de derechos de las trabajadoras y normas internacionales del trabajo.

Las actividades realizadas en la esfera del trabajo infantil tuvieron por objetivo principal hacer tomar conciencia del problema y determinar el campo de las medidas prioritarias que han de adoptar los gobiernos, las organizaciones de empleadores y de trabajadores y otros interlocutores sociales interesados. Con tal fin, se establecieron estrechas relaciones con el Consejo Arabe para la Infancia y el Desarrollo (ACCD). En colaboración con esta organización, se llevó a cabo un seminario regional tripartito sobre el trabajo infantil. Además de tomar mayor conciencia del problema y de analizar las normas internacionales pertinentes en la materia, los participantes en el seminario pasaron revista a las experiencias adquiridas en la región por lo que se refiere a la solución de las distintas cuestiones que plantea el trabajo infantil y definieron las tareas y medidas que pudieran tomar los interlocutores sociales que se interesan por esta problemática, destacándose en particular la importancia de las campañas de sensibilización pública. Este seminario fue la primera actividad significativa dedicada al trabajo infantil que la OIT ha llevado a cabo en la región de los Estados árabes, y constituyó para los mandantes de la Organización una oportunidad singular para debatir a fondo los problemas relacionados con los niños que trabajan.

Durante el bienio se dio principio a un proyecto de asistencia a los países de emigración de mano de obra en la región. Este proyecto tiene por objetivo incrementar la capacidad de dichos países para formular políticas y estrategias eficaces con miras a prestar ayuda a los trabajadores migrantes y sus familias y reducir el desempleo nacional. Entre las actividades previstas figuraba la capacitación y el asesoramiento para unos 40 ó 50 funcionarios de cada país beneficiario, con objeto de mejorar la gestión de las cuestiones relativas a las migraciones. La capacitación se centró en las cuestiones siguientes: el acopio y análisis de datos sobre los trabajadores migrantes, lo que debería servir de base para la formulación de políticas; el análisis de las tendencias futuras de la economía de los países de inmigración, y las medidas que pudieran tomar los gobiernos de los países de emigración para incitar a los trabajadores migrantes a repatriar sus ahorros y al mismo tiempo ofrecerles una protección jurídica más adecuada en los países de acogida. Se organizó un sistema de intercambio de datos relativos a la creación de sistemas nacionales de información sobre corrientes migratorias y oferta de empleo. También se llevaron a cabo encuestas de hogares, con el fin de estudiar las condiciones de vida en el país de origen de las mujeres y los niños que dejan tras de sí los trabajadores migrantes, así como de los problemas que aquéllos deben afrontar.

Equipo consultivo multidisciplinario para los Estados árabes

El Equipo consultivo multidisciplinario para los Estados árabes, que está compuesto por nueve especialistas, tiene su sede en Beirut y despliega sus actividades en Arabia Saudita, Bahrein, Emiratos Arabes Unidos, Iraq, Jordania, Kuwait, Líbano, Omán, Qatar, República Arabe Siria, Yemen y los Territorios Ocupados. Durante el bienio, con la colaboración de los mandantes de los países respectivos, se definieron los objetivos por país correspondientes a Jordania, Kuwait, Líbano y Omán. El Equipo participó activamente en el perfeccionamiento de las competencias de los ministerios de trabajo, así como de los interlocutores sociales. Habida cuenta de los progresos logrados por el proceso de paz en el Medio Oriente, y tras la firma de un Memorándum de entendimiento entre la OIT y la Autoridad Palestina, se hizo particular hincapié en el desarrollo de la capacidad institucional y en la formulación de proyectos de cooperación técnica para la creación de empleo en los Territorios Ocupados.

Con objeto de reforzar la capacidad técnica de los ministerios de trabajo, se prestaron servicios de asesoramiento técnico y se impartieron cursos y seminarios de capacitación en esferas como la información sobre el mercado de trabajo, las políticas en materia de mano de obra, la readaptación profesional, las normas internacionales del trabajo y diversas cuestiones relativas a las trabajadoras. Asimismo se llevaron a cabo misiones multidisciplinarias en Omán y Kuwait, con el fin de determinar cuáles eran las necesidades de los respectivos ministerios de trabajo y de formular programas encaminados a satisfacerlas. Se otorgaron becas y se organizaron giras de estudio para funcionarios de los servicios de trabajo, incluida una gira de funcionarios yemenitas que visitaron Túnez con el propósito de intercambiar experiencias sobre formación profesional e inspección del trabajo, así como visitas de funcionarios jordanos a Túnez y Marruecos, con el fin de estudiar los servicios nacionales del empleo de estos países. Las actividades de desarrollo de capacidades destinadas a las organizaciones de empleadores y de trabajadores se centraron en el campo de la formación profesional. Se prestaron servicios consultivos en cuestiones normativas con objeto de potenciar la capacidad de estas organizaciones para tomar parte en los comités nacionales encargados de las políticas de formación. También se les prestó asistencia técnica a fin de habilitarlos para llevar a cabo y controlar actividades de formación, con miras a satisfacer, en particular, las necesidades del sector privado.

Entre los objetivos prioritarios de la asistencia que se prestó a la Autoridad Palestina destaca la creación de un Departamento de Trabajo y Formación Profesional. Un proyecto que se inició en 1994 prevé la formación del personal del nuevo Departamento, así como aportes en mobiliario y equipo. En Gaza y Jericó comenzaron a funcionar, a título experimental, sendas oficinas de empleo, y se creó la Oficina Central Palestina de Estadísticas. Además, se prestó asistencia en la redacción del primer Código del Trabajo. Se celebró un curso práctico sobre el tema de la gestión de los institutos de enseñanza y formación profesionales, actividad que fue coronada con la publicación de un informe sobre el particular(2). En estrecha relación con estas actividades, y atendiendo a una petición de la Federación de Cámaras de Comercio, Industria y Agricultura, se llevó a cabo una misión y se elaboró un proyecto con miras a potenciar la capacidad de esta Federación para promover actividades en favor de las pequeñas empresas. También se prestó asistencia en la redacción de los estatutos de la citada Federación, y en la formación de su personal de dirección para la utilización de servicios computarizados y de información. En Gaza, Naplusa y Turín se llevaron a cabo seminarios

Estadísticas del trabajo en los Territorios Ocupados

Un paso preliminar y no obstante esencial para el desarrollo de políticas de empleo eficaces es el acopio de datos estadísticos fiables. Entre las prioridades definidas en el Memorándum de entendimiento firmado por la OIT y la Autoridad Palestina en enero de 1994 se destacaba, consecuentemente, el desarrollo de la capacidad para producir información estadística precisa y actualizada sobre el empleo, el subempleo y el desempleo en los Territorios Ocupados.

Durante el bienio, la OIT aportó sus competencias técnicas en el campo de las estadísticas del trabajo y del empleo, y prestó asistencia a la Oficina Central Palestina de Estadísticas en la preparación de un programa quinquenal de estadísticas del trabajo, que comprende la realización de encuestas bianuales de la fuerza de trabajo, encuestas de hogares y la edición de una publicación de estadísticas de la PCBS.

Entre los servicios técnicos prestados por la OIT se incluyen el apoyo a la creación de un servicio de estadísticas del trabajo en la Oficina Central Palestina de Estadísticas, el diseño de una encuesta básica sobre la fuerza de trabajo y la realización de un estudio suplementario sobre los ex detenidos. También se brindó capacitación al personal de dicha Oficina para la organización de actividades de terreno y el procesamiento de datos. Se contribuyó asimismo a la adquisición de equipo informático y al análisis de los datos sobre la situación del empleo y las necesidades de formación de los ex detenidos.

Gracias a estas actividades de asistencia, el servicio de estadísticas del trabajo alcanzó su nivel operativo y se publicó un informe sobre el avance del proyecto relativo a las estadísticas del trabajo en Palestina. En julio de 1995 se llevó a cabo una encuesta piloto sobre la fuerza de trabajo, experiencia que fue seguida en septiembre del mismo año por la primera encuesta completa.

destinados a capacitar a las organizaciones sindicales palestinas para organizar programas de educación obrera.

Otra materia a la que se prestó una considerable atención fue la necesidad de crear puestos de trabajo para los desempleados de los Territorios Ocupados, cuyo número se estima en unos 400.000. Al respecto, se prestó asistencia a la Autoridad Palestina en la formulación de proyectos de obras públicas con alto coeficiente de mano de obra, entre los que figuran diversos trabajos de embaldosado y pavimentación de calles, así como de renovación de escuelas y clínicas. Se planificó la asistencia que la OIT prestará a la puesta en práctica de un programa global de empleo. Además, se puso en marcha un proyecto destinado a los ex detenidos, cuyo objetivo es facilitar mediante el empleo su reintegración en la vida económica y social palestina. En un comienzo, el proyecto se centró en la asistencia a 12.000 ex detenidos que se hallaban en una situación más precaria. A estas personas se les proporcionó asistencia médica y un seguro de salud, así como servicios de orientación y de ayuda para la búsqueda de un empleo. Otras prestaciones son la formación y la readaptación profesionales, facilidades para reincorporarse a la enseñanza institucional, apoyo para iniciar sus propios negocios y fondos de subvención salarial a los empleadores del sector privado. La prestación de servicios de empleo se efectúa en 14 oficinas de colocación. Otro proyecto, que beneficia a personas con discapacidades, se ocupa de la fabricación de sillas de ruedas de bajo costo y de otros dispositivos ortopédicos. Este proyecto cuenta con tres talleres de producción en Naplusa, Gaza y Ramallah, que han alcanzado su plena capacidad operativa. Se impartió capacitación técnica a 20 trabajadores de dichos talleres, diez de los cuales son personas con discapacidades.

América

Las actividades realizadas durante el bienio por la OIT en América Latina y el Caribe estuvieron estrechamente ligadas con la evolución de cuestiones prioritarias que interesan a la región, a saber, los procesos de integración económica, el proceso de paz en América Central, y las actividades preparatorias regionales con vistas a la participación en importantes conferencias mundiales sobre cuestiones sociales. Impulsados por el Mercado Común del Sur (MERCOSUR), el Tratado de Libre Comercio de América del Norte (TLC), la Comunidad del Caribe (CARICOM), de reciente creación, y de otros acuerdos, los países de la región han intensificado sus relaciones de cooperación y sus intercambios comerciales. En este contexto, la OIT desplegó una intensa actividad promoviendo la toma de conciencia sobre los problemas sociales que entrañan los procesos de integración. También aportó su contribución al proceso de paz en curso en América Central, sobre todo con miras a impulsar la aplicación de procedimientos democráticos.

Al ponerse en práctica la política de asociación activa, el centro de las actividades regionales de la OIT en prácticamente todas sus esferas de competencia se trasladó a los equipos consultivos multidisciplinarios constituidos recientemente, y cuyas sedes se encuentran en Port of Spain, Santiago, San José y Lima. Ello no obstante, en algunos campos de actividad se mantuvo un enfoque fundamentalmente regional, en particular en esferas como los sistemas de información sobre el mercado de trabajo, la formación y los pueblos indígenas.

Con el propósito de ofrecer a los mandantes información sobre diversos modelos en materia de reglamentación y funcionamiento del mercado de trabajo, se creó una red regional que enlaza a las oficinas de la OIT y los equipos consultivos multidisciplinarios, la que tiene por función publicar un informe anual sobre la situación del mercado laboral en la región(3). Con ello se pretende ofrecer a los mandantes unos fundamentos sólidos para instituir sistemas coherentes en los que se integren los programas de empleo y de formación, en los cuales se tomen en consideración las circunstancias del mercado de trabajo. También se llevaron a cabo encuestas a nivel nacio-nal en algunos países de la región, las que han de servir de base para el desarrollo y perfeccionamiento de sus respectivos sistemas de información sobre el mercado de trabajo. En este contexto, se organizaron, en cooperación con el centro de estadísticas de la Organización de los Estados Americanos, dos cursillos de formación en el Perú y Venezuela, respectivamente.

Habida cuenta de la rápida mutación reciente en las esferas de las calificaciones técnicas y las necesidades de formación, el trabajo de la OIT en este último campo, y en particular la labor del Centro Interamericano de Investigación y Documentación sobre Formación Profesional (CINTERFOR), se orientó en mayor medida al tratamiento de problemas como la mejora de la productividad y la utilización de tecnologías avanzadas. Se prepararon programas de asistencia técnica sobre formación para la incorporación al mercado del trabajo, los que tuvieron por beneficiarios organizaciones de trabajadores, los jóvenes y las mujeres. Al CINTERFOR le correspondió coordinar diversas actividades en los campos de la capacitación portuaria marítima y la readaptación profesional. Se prestó apoyo a los centros de capacitación portuaria de la región con el fin de ayudarles a aplicar en sus cursos las nuevas metodologías de formación y a elaborar estrategias que permitan adaptar sus sistemas de formación a la evolución de la demanda provocada por las reformas estructurales en el sector portuario. Asimismo, se organizó un programa de becas destinado al personal de los servicios portuarios de América Latina. En el campo de la readaptación profesional, se prestaron servicios de asesoramiento técnico a la Argentina, Bolivia, Brasil, Chile, Cuba, México y Uruguay. Fundamentalmente, se ayudó, basándose en experiencias previas, a elaborar cursos y programas de estudios y a reforzar los mecanismos de participación comunitaria en las actividades de formación. El CINTERFOR contribuyó también a la creación de una base de datos sobre institutos de readaptación profesional.

En América Latina viven hoy aproximadamente 40 millones de indígenas, miembros de unos 400 pueblos indígenas repartidos en más de 20 países. La mayoría de ellos se cuentan entre los pobladores más pobres de las capas rurales más desfavorecidas. Un elemento central de las actividades de la OIT de apoyo a estas poblaciones de la región siguió siendo la aplicación del Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169), único instrumento internacional de validez actual que trata específicamente de la condición de estos pueblos. Las actividades de cooperación técnica destinadas a los pueblos indígenas tuvieron por objeto promover la democracia y los derechos humanos, crear empleo y mitigar la pobreza. En el marco de un programa interregional de asistencia a organizaciones cooperativas indígenas (Para mayor información sobre el programa interregional de apoyo a las poblaciones indígenas por intermedio del desarrollo de cooperativas y empresas asociativas (INDISCO), véase el capítulo 2), se promovió el intercambio de informaciones y la aplicación de nuevas pautas de desarrollo comunitario y participativo. La OIT participó también en la organización de diversos fondos regionales (incluido el Fondo Regional Indígena), que tienen por cometido respaldar las actividades y las iniciativas de los pueblos indígenas. Como parte integrante del proyecto interdepartamental sobre el medio ambiente y el mundo del trabajo, de la OIT, se llevó a cabo un estudio sobre los progresos registrados en los últimos tiempos en materia de derechos de los indígenas, legislación sobre el medio ambiente y desarrollo sostenible en América Latina.

Equipo consultivo multidisciplinario andino

El Equipo consultivo multidisciplinario andino, que está compuesto por ocho asesores técnicos, tiene su sede en Lima y despliega sus actividades en Bolivia, Colombia, Ecuador, Perú y Venezuela. Durante el bienio, en consulta con los gobiernos respectivos y los interlocutores sociales, el Equipo preparó los objetivos por país correspondientes a Bolivia, Colombia y Venezuela, y prácticamente ultimó los objetivos correspondientes al Perú. Por lo que se refiere a estos objetivos, se ha hecho hincapié en el fortalecimiento de los interlocutores sociales y de los mecanismos de diálogo social en las circunstancias del proceso de ajuste estructural, así como también en la creación de empleo. La importancia que los programas elaborados tienen para los mandantes de la OIT ha quedado demostrada por la voluntad que han manifestado algunos de los gobiernos interesados de financiar su puesta en práctica o participar en la financiación.

Con el fin de garantizar que se sigan haciendo progresos en lo que atañe al respeto de los derechos básicos de los trabajadores, se organizaron seminarios nacionales sobre normas de trabajo en Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela. La mejora del cumplimiento de las normas fundamentales de la OIT se incluyó entre los objetivos por país definidos para Bolivia, Colombia y Venezuela. De hecho, en lo tocante a los convenios fundamentales, sólo faltan las ratificaciones del Convenio núm. 29 por Bolivia y del Convenio núm. 138 por Bolivia, Colombia, Ecuador y Perú. Para respaldar las actividades en materias normativas, en Colombia y Perú se impartieron cursillos de capacitación sobre el uso de instrumentos de información tales como las bases de datos ILOLEX y NATLEX.

La promoción del diálogo social es uno de los aspectos prioritarios incluidos en todos los proyectos de apoyo a la consecución de los objetivos por país en la subregión. En la medida en que los cinco países que la integran se encuentran empeñados en un proceso de ajuste estructural, el objetivo fundamental ha sido promover el tripartismo y el diálogo social, con miras a aplicar medidas de ajuste que sean compatibles con el logro de una mayor equidad y de un desarrollo sostenible. En el marco de la definición de los objetivos por país, se dio inicio en Colombia a un proyecto destinado a inculcar una nueva concepción de las relaciones de trabajo. Ello supuso la organización de varios seminarios tripartitos de ca-rácter oficioso sobre temas relativos a la formación, las relaciones de traba-jo y los derechos sindicales, referidos en particular al Convenio núm. 87. También se prestó asistencia técnica con miras a fomentar el diálogo social en Bolivia, Colombia, Ecuador y Venezuela, países donde está ganando adeptos el principio según el cual el diálogo social es indispensable para consolidar los esfuerzos de estabilización y las reformas radicales que se llevan adelante. Para sustentar esta labor, en colaboración con el Centro de Turín, se organizó en Bogotá una reunión de trabajo tripartita subregional en la que se hizo un análisis comparativo de distintas experiencias de diálogo social. También se impartió formación y se prestaron servicios de asesoramiento a los interlocutores sociales sobre materias relativas al proceso de ajuste estructural, así como sobre las vertientes social y laboral de los acuerdos de integración económica.

El objetivo prioritario del Equipo en relación con los pueblos indígenas fue la mejora de las condiciones de vida y trabajo de éstos en las zonas andina y amazónica. Se emprendió un proyecto subregional centrado en la promoción de mecanismos de participación y de la seguridad jurídica de pueblos indígenas. En este marco, se prestó asesoramiento al Gobierno y a las organizaciones indígenas de Bolivia sobre diversas propuestas legislativas que afectaban a los pueblos indígenas. Para garantizar el funcionamiento de un programa de servicios jurídicos, se constituyó un grupo de juristas especializados en derechos indígenas. También se prestó asistencia en el Ecuador, con el fin de examinar el contenido y alcance del Convenio núm. 169 a la luz de las disposiciones constitucionales existentes, en la perspectiva de la posible ratificación del Convenio.

En todas las definiciones de objetivos por país para la subregión andina se ha atribuido un alto grado de prioridad a la mitigación de la pobreza mediante el fomento del empleo. Consecuentemente con ello, el Equipo consultivo multidisciplinario andino incluyó en su programa un gran número de actividades destinadas a reforzar la capacidad de los gobiernos para elaborar y poner en práctica políticas y programas de aumento de la oferta de empleo y de posibilidades de obtener ingresos, especialmente con miras a atenuar los efectos sociales negativos de las medidas de ajuste estructural. En particular, se prestó asistencia técnica sobre la información relativa al mercado de trabajo a los Ministerios de Trabajo de los cinco países de la subregión, y se organizaron dos cursillos de capacitación sobre el tema en el Perú y Venezuela, respectivamente. En cuanto a las políticas activas de mercado de trabajo y a los programas especiales de empleo, se proporcionaron servicios de asesoramiento para poner en marcha un programa de empleo de la juventud en el Perú, programas de empleo locales en Colombia y Venezuela y un programa de readaptación profesional para los trabajadores del sector público en Bolivia. Se han iniciado las labores preparatorias para la elaboración de un informe global sobre las políticas de empleo en el Perú. En lo que atañe al sector no estructurado, además de las actividades desplegadas en Bogotá (véase en el capítulo 2 una reseña sobre esta labor), se llevaron a cabo actividades de asesoramiento en Bolivia, Colombia y Venezuela sobre las políticas aplicadas en dicho sector y el desarrollo de las microempresas en el nivel local.

La mayoría de las actividades realizadas por el Equipo durante el bienio en la esfera de la igualdad de oportunidades y de trato se centraron en los preparativos para la Conferencia de Beijing. En lo relativo a la igualdad, tema que figura en varios de los objetivos por país, se prestó asistencia y se organizaron seminarios nacionales tripartitos en Bolivia, Colombia y Perú, con ocasión de los cuales se analizaron diversas cuestiones relativas a la condición femenina. También se brindó asistencia técnica en materia de erradicación del trabajo infantil a Bolivia, Colombia, Perú y Venezuela. En estos países se allanó el camino para la aplicación de los programas del IPEC (véase en el capítulo 3 una descripción de las actividades del IPEC), así como para la puesta en marcha de un proyecto subregional sobre trabajo infantil. El principal logro en este campo es la inclusión de cuestiones relativas al trabajo infantil entre los objetivos sociales de varios países de la subregión.

Equipo consultivo multidisciplinario centroamericano

El Equipo consultivo multidisciplinario centroamericano, que está compuesto por ocho asesores técnicos, tiene su sede en San José y despliega sus actividades en Costa Rica, Cuba, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México, Nicaragua y Panamá. Durante el bienio se prepararon los objetivos por país correspondientes a la República Dominicana, Haití y México y se definió una serie de objetivos subregionales para América Central.

El Equipo de San José ha tenido una destacada participación en algunos de los acontecimientos políticos más importantes de la subregión, y en particular, en el término de los conflictos civiles y la consolidación de la paz. Uno de los aspectos que han singularizado el proceso de paz y de democratización en América Central ha sido la importancia que se ha atribuido al respeto de los derechos humanos y a la participación de la sociedad civil en las nuevas formas de gobierno instauradas. La constitución del Equipo de San José permitió que la OIT participara en forma directa y significativa tanto en las negociaciones de paz como en el proceso de consolidación de la misma, sobre todo en Guatemala. En toda la región

Paz en Guatemala

En noviembre de 1994, las partes en el conflicto que desde hacía treinta años se desarrollaba en Guatemala se sentaron a la mesa de negociaciones decididas a encontrar el camino de la paz. Además de su secuela de muerte y desplazamientos de población, el conflicto dio lugar al empobrecimiento y a flagrantes violaciones de los derechos fundamentales, especialmente en detrimento de la mayoría indígena de la población. Habida cuenta de que buena parte de los puntos del programa de paz se referían a cuestiones comprendidas en el mandato de la OIT, el Secretario General de las Naciones Unidas pidió a la Oficina que asesorara al moderador de las Naciones Unidas a cargo de las negociaciones.

El proceso de paz continúa todavía, pero ya ha arrojado importantes resultados. En marzo de 1995, las partes firmaron un Acuerdo sobre identidad y derechos de los pueblos indígenas, basado en gran parte en el Convenio sobre pueblos indígenas y tribales, 1989 (núm. 169). El Acuerdo abarca una serie de cuestiones relativas a los pueblos indígenas, incluidas la educación, la situación de la mujer, los derechos de la tierra y el derecho común, e insta a las partes a promover el Convenio núm. 169.

Para mantener la dinámica establecida por este logro, se emprendió un proyecto destinado a suscitar entre los pueblos indígenas una respuesta al Acuerdo. Con este fin, se ha previsto poner a disposición de las organizaciones indígenas unos foros en los que se celebren reuniones periódicas para precisar la actitud que adoptarán ante el Acuerdo y concertar actividades de sensibilización acerca de sus problemas entre las autoridades y diversos grupos de acción cívica. El proyecto comprende también la evaluación de las necesidades de los pueblos indígenas y la formulación de programas de capacitación en las esferas de la planificación para el desarrollo y la defensa jurídica.

se ha recurrido a los convenios fundamentales de la OIT, que se han convertido en uno de los pilares del Estado de derecho y de la protección de los ciudadanos. Los principios de la OIT y la práctica del tripartismo han servido también de modelo para la incorporación productiva de la sociedad civil en la vida política de las nuevas democracias.

En armonía con el establecimiento de sociedades e instituciones democráticas, el Equipo se ha definido como uno de sus objetivos principales la creación y perfeccionamiento de los mecanismos y competencias nacionales en materia de negociación social y diálogo tripartito. La OIT desempeñó un papel destacado en la creación y consolidación de varios organismos consultivos en la subregión, incluidos el Foro de Concertación Económica y Social en El Salvador, la Comisión Tripartita de Reformas a la Legislación Laboral en Honduras, el Consejo Laboral Superior en Costa Rica y la Fundación del Trabajo en Panamá. En marzo de 1995, bajo los auspicios de la OIT, se celebró una reunión bilateral entre organizaciones de empleadores y de trabajadores en la subregión, con objeto de iniciar una serie ininterrumpida de contactos que deberían facilitar las consultas y la cooperación tripartitas como uno de los aspectos más significativos de la democratización. Las organizaciones de trabajadores y de empleadores pudieron beneficiarse también de proyectos de modernización y de desarrollo de sus capacidades, que les permitirán participar en forma más activa y eficaz en las nuevas instituciones democráticas.

Las condiciones más favorables en que tiene lugar el diálogo social han permitido concluir varios acuerdos importantes para la subregión. Entre ellos figura un acuerdo bipartito que define nuevos términos para las relaciones de trabajo, el que fue firmado por organizaciones de empleadores y de trabajadores de México, y que se espera contribuirá a superar la crisis financiera y económica en la que se debate el país desde diciembre de 1994. En abril de 1995 se firmó en Panamá el Acuerdo de Bambito, de carácter tripartito, relativo a cuestiones de política social. Mediante dicho Acuerdo se creó la Comisión de Concertación Tripartita, en la que se pidió que la OIT participara en calidad de secretaría técnica. A este respecto, se prestó asistencia técnica a la reforma del Código de Trabajo de Panamá. En el marco de un proyecto subregional de promoción de las consultas tripartitas en materias laborales y de reforma de los códigos de trabajo, se puso en pie en Panamá un proyecto de cooperación técnica destinado a potenciar la gestión del Ministerio de Trabajo y Bienestar Social. Por otra parte, visitó Haití una misión multidisciplinaria, la que presentó al Gobierno recientemente elegido un documento de proyecto sobre el desarrollo del diálogo social mediante el Comité Presidencial Tripartito.

En la medida en que el empleo sigue siendo uno de los temas de mayor prioridad en la región, el Equipo dedicó también sus esfuerzos a reforzar la capacidad de los gobiernos para elaborar y poner en práctica políticas y programas de fomento del empleo y de ocupaciones generadoras de ingresos. En México, en el marco del proceso de formulación de objetivos por país se organizó una mesa redonda tripartita sobre políticas de empleo y competitividad, especialmente en relación con las consecuencias de la integración económica en el marco del Tratado de Libre Comercio. Además, siguieron ejecutándose varios programas de importancia en el campo de la promoción de las pequeñas empresas y las microempresas, y se siguieron adaptando los programas de formación a fin de que respondan a la vez a la oferta de empleo y las exigencias del mercado de trabajo. Prosiguió la aplicación en América Central de un programa subregional denominado PROMICRO, el que tiene por objeto potenciar la capacidad de las empresas del sector no estructurado y de las microempresas mediante el fomento de las asociaciones de microempresarios. Estas asociaciones han constituido una red a nivel local, nacional y subregional, y han logrado que se comience a reconocerlas como interlocutores en consultas sobre cuestiones políticas, sobre todo acerca de materias que interesan al sector no estructurado. Aun cuando las asociaciones de microempresarios ofrecen diversas prestaciones a sus miembros, y en particular servicios de capacitación, de adquisición de equipo y, en algunos casos, la posibilidad de negociar acuerdos colectivos de atención sanitaria, su primer objetivo suele ser facilitar el acceso al crédito y la constitución de asociaciones de ahorro y préstamo. Para sentar las bases de las actividades de asesoramiento sobre estas materias, se llevó a cabo una serie de estudios en los países de la subregión acerca de las instituciones de ahorro y préstamo que pertenecen a los propios beneficiarios(4). En Honduras, en el marco de un proyecto denominado <<POCET>>, se adoptó un enfoque que complementa las políticas de desarrollo económico, lo que permitió establecer vínculos entre las autoridades locales, las empresas y las instituciones de formación de las zonas rurales. Se crearon más de 10.000 puestos de trabajo, de los cuales un 40 por ciento fueron ocupados por mujeres. El proyecto POCET ha sido utilizado también como enfoque modelo por el nuevo programa de desarrollo sostenible a nivel local iniciado por las Naciones Unidas bajo los auspicios del Fondo Fiduciario creado por la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social. En Haití se llevaron a cabo misiones de asesoramiento que permitieron poner en marcha diversos proyectos sobre creación de empleo y formación profesional, inclusive en los ámbitos de las cooperativas y de las microempresas tanto urbanas como rurales. Asimismo, se prestaron servicios consultivos y se respaldaron proyectos en la esfera de la formación profesional en Costa Rica, Cuba, República Dominicana, El Salvador, Guatemala, Haití, Honduras, México y Panamá.

Los conflictos armados de América Central dejaron tras de sí el gran problema de la integración de las personas desplazadas, refugiadas y repatriadas. A la OIT le ha correspondido desempeñar una importante función en el marco del programa interorganismos de desarrollo dedicado a estos grupos (el programa PRODERE), el que se ha centrado en la creación de empleo y la generación de ingresos. Dando prioridad a las actividades de formación destinadas a mejorar las competencias administrativas y al desarrollo de mecanismos de crédito por intermedio de organismos de desarrollo económico locales, el programa ha obtenido considerables resultados para sus 1.300.000 beneficiarios. Se han constituido cerca de 1.500 comités locales de desarrollo, al tiempo que los mecanismos de crédito han permitido crear puestos de trabajo para más de 37.000 personas. Los proyectos locales de desarrollo de actividades productivas han beneficiado a unos 72.000 trabajadores. Cerca del 40 por ciento de las actividades de formación estuvieron destinadas a las mujeres, así como una cuarta parte de los préstamos otorgados. El programa se ha constituido en modelo para los gobiernos de la región en lo que atañe a los esfuerzos encaminados a consolidar la paz mediante acciones de lucha contra la pobreza basadas en el desarrollo económico de determinadas zonas prioritarias.

En lo que respecta al trabajo de los niños y, en particular, a su protección social, el Equipo se fijó los objetivos de desarrollar las capacidades nacionales y reforzar el dispositivo jurídico en la materia. Con tal fin, se prestaron servicios de asesoramiento técnico sobre materias relativas al trabajo infantil a Costa Rica, El Salvador, Guatemala, Honduras, México y Panamá. Además, se emprendió una serie de estudios nacionales en algunos países centroamericanos sobre los distintos cauces que puede seguir la movilización de los maestros y educadores para luchar contra el trabajo infantil. También se prestó asistencia en materia de seguridad social a prácticamente todos los países de América Central, y sobre todo a la República Dominicana, Haití y México. A finales del bienio, se aprobó un programa de revisión del régimen de seguridad social hondureño.

Equipo consultivo multidisciplinario para los países del sur de América Latina

El Equipo consultivo multidisciplinario para los países del sur de América Latina, que está compuesto por 11 expertos, tiene su sede en Santiago de Chile y despliega sus actividades en la Argentina, Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay. Durante el bienio, en estrecha colaboración con los mandantes tripartitos, se terminó la redacción de las notas sobre los objetivos por país escogido correspondientes a cuatro de los cinco países de la subregión.

Los cinco países atendidos por el Equipo difieren sustancialmente, tanto por lo que atañe a sus características sociales y económicas como a su situación política. En algunos de ellos, el pasivo dejado por los regímenes anteriores se refleja todavía en la debilidad de sus estructuras representativas. Muchos de los problemas que experimentan estos países han de situarse en la perspectiva de los procesos de mundialización y de integración regional en curso. Aun cuando el proceso de integración por intermedio de MERCOSUR ha estimulado enormemente las actividades de cooperación de todo tipo y, en particular, el comercio entre estos países, el desempleo sigue siendo elevado en todos ellos. La reglamentación del mercado de trabajo y su compatibilidad con el crecimiento económico es otra cuestión de candente actualidad. Además, la discriminación y la desigualdad que afectan profundamente a vastos sectores de la población siguen siendo rasgos característicos de las pautas de crecimiento que han seguido estos países.

La asistencia prestada en el campo de las políticas de empleo se centró en la elaboración de políticas y estrategias de creación de empleo en el marco de la integración regional y de la intensificación de la competitividad. En el Brasil se organizó un foro nacional de alto nivel sobre modernización, crecimiento y empleo. Los participantes en dicha reunión procuraron determinar y analizar las políticas sociales que, en las actuales circunstancias, permiten conseguir que el aumento de la productividad se produzca conjuntamente con la creación de puestos de trabajo; desarrollar los recursos humanos mediante el fomento de la formación profesional; consolidar un sistema de relaciones de trabajo que sea compatible con el sistema de producción, y encontrar salidas al hecho de que algunos sectores de la economía quedan excluidos del proceso de modernización. En relación con lo mismo, se puso en práctica un proyecto destinado a precisar cuáles son las necesidades de formación de las empresas y a favorecer la adquisición de las calificaciones que éstas precisan. En el marco de este proyecto se orientó a las organizaciones de empleadores y de trabajadores a preparar de consuno la reforma de la organización de las empresas que permita impulsar el aumento de la productividad y la creación de puestos de trabajo.

En la esfera del tripartismo, el Equipo se esforzó por elevar el diálogo social a un nivel que redunde en beneficio del crecimiento económico, al tiempo que garantice la vigencia de los principios de democracia y respeto de los derechos humanos. Ello supuso la realización de actividades encaminadas a potenciar la capacidad de los interlocutores sociales y fortalecer las instituciones tripartitas. Conjuntamente con la Coordinadora de las Centrales Sindicales del Cono Sur, se preparó un programa sobre diálogo social en cuyo marco se impartió capacitación y se organizaron seminarios para las organizaciones sindicales, con miras a capacitarlas para participar en negociaciones sobre la dimensión social del MERCOSUR. Asimismo, se prestaron servicios de asesoramiento técnico al subgrupo del MERCOSUR encargado de las cuestiones sociales. En el Brasil, Chile y Paraguay se organizaron seminarios tripartitos de carácter oficioso sobre formación, relaciones de trabajo y derechos sindicales. Uno de los resultados del seminario nacional tripartito celebrado en el Paraguay en octubre de 1994 fue la firma de la Declaración de San Bernadino, primer acuerdo tripartito suscrito por los interlocutores sociales de este país. Para respaldar la labor llevada a cabo en las esferas del tripartismo y de las normas internacionales del trabajo, se llevaron a cabo seminarios y cursos prácticos en la Argentina, Brasil y Chile sobre la utilización de instrumentos de información tales como las bases de datos NATLEX e ILOLEX.

Para fortalecer el proceso de democratización en Chile, se llevó a cabo un proyecto de creación y afianzamiento de mecanismos de diálogo social, así como de capacitación de los funcionarios encargados de aplicar las políticas laborales. Estas actividades tuvieron por resultado la concertación de acuerdos tripartitos sobre salarios mínimos, subsidios familiares y pensiones asistenciales. También se introdujeron reformas en la legislación del trabajo, concretamente en lo relativo a la terminación de la relación de trabajo y la estabilidad en el empleo, la negociación colectiva y las organizaciones sindicales. En lo que atañe a la administración pública, se aprobó una reforma por la que se establece el derecho de asociación de los empleados de este sector.

En el ámbito de la protección social, la OIT prestó su ayuda para organizar en el Paraguay una reunión de trabajo tripartita sobre reforma de la seguridad social. También se proporcionó asistencia técnica al Paraguay y al Uruguay en lo tocante a la reforma de sus regímenes de seguridad social. Una parte sustancial de la labor desplegada por el Equipo en materia de seguridad social se centró en las indemnizaciones de los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. Se prestó asistencia técnica a los empleadores argentinos en la redacción de una propuesta de reforma del régimen de prestaciones en casos de accidentes del trabajo y enfermedades profesionales. En dicho texto se abordan aspectos relativos a la prevención, el fomento de la salud y la readaptación profesional. También se prestó asistencia técnica a los demás países del Cono Sur en la concepción y puesta en práctica de regímenes de seguro que cubren los accidentes del trabajo y las enfermedades profesionales. En abril de 1995 se organizó en la Argentina una reunión de alto nivel dedicada a la reforma de los regímenes de indemnización, oportunidad en la que se pasó revista a la práctica de algunos países europeos, con el fin de determinar posibles cauces de solución a los problemas que se plantean en esta materia. En una perspectiva similar, se puso en marcha en Chile un proyecto de creación de un fondo destinado a financiar actividades generadoras de ingresos y a fomentar la igualdad de oportunidades para personas con discapacidades.

En el marco de un proyecto regional destinado a promover la integración de las mujeres en el mercado de trabajo, se prepararon materiales didácticos y de información que serán utilizados por los servicios de empleo y las oficinas de información; esta actividad contó con la participación de representantes de Chile, Colombia y Uruguay(5). Por otra parte, se patrocinó una gira de estudio por Chile en la que tomaron parte funcionarios gubernamentales de la Argentina, Paraguay y Uruguay. Estos intercambiaron opiniones sobre su práctica respectiva en lo relativo a los programas de empleo para las mujeres y estudiaron el funcionamiento del comité tripartito dependiente del Ministerio de Trabajo y Previsión Social, que se ocupa de la igualdad de oportunidades y del programa de capacitación de inspectores del trabajo en cuestiones relativas a la condición femenina y a la igualdad de oportunidades. En estos países se organizaron también seminarios de formación sobre el empleo y la actividad empresarial de las mujeres.

En el marco del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), en varios países se organizaron actividades de capacitación para los mandantes de la OIT. Con todo, las actividades se centraron fundamentalmente en el Brasil, concretamente en el desarrollo institucional, el apoyo directo a los niños que trabajan y la sensibilización por este problema. Como fruto de estas actividades, se logró que diversos grupos de niños dejaran de ocuparse en trabajos peligrosos y se incorporasen a la enseñanza escolar. Se impartieron cursos a 1.000 niños de la calle y se consiguió que una importante organización de empleadores de una rama industrial aportara su respaldo a las actividades encaminadas a erradicar el trabajo infantil. Por otra parte, se difundió un vídeo por televisión y se organizó una exposición fotográfica. En el plano político se registró un gran progreso, al incluirse los problemas relativos al trabajo infantil entre los temas que merecían una atención prioritaria a nivel nacional y al lograrse que los interlocutores sociales y diversas ONG participasen en el Programa e hiciesen suyos sus objetivos. Desde un punto de vista técnico, el IPEC ha probado que existen soluciones viables al problema del trabajo infantil. En el ámbito social, se ha conseguido la movilización de las organizaciones de empleadores y de trabajadores, y se ha suscitado un amplio interés por parte del Gobierno y de las instituciones públicas. El Gobierno está examinando la revisión de la Constitución, lo que permitirá proceder a la ratificación del Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138).

Equipo consultivo multidisciplinario para el Caribe

El Equipo consultivo multidisciplinario para el Caribe, que está compuesto por siete especialistas, tiene su sede en Port of Spain y desempeña su actividad en Antigua y Barbuda, Bahamas, Barbados, Belice, Dominica, Granada, Guyana, Jamaica, Santa Lucía, Suriname y Trinidad y Tabago. Se definieron objetivos por país para Belice, Granada y Trinidad y Tabago, y se están preparando los correspondientes a Barbados y Jamaica.

Siguiendo las tendencias mundiales hacia la liberalización y la integración económica, en el transcurso del bienio se inauguró la Asociación de Estados del Caribe, que agrupa a 25 Estados y 12 territorios del Mar del Caribe y zonas aledañas. Los países de la subregión prosiguieron en su empeño por reestructurar y reforzar sus economías, elevando a tales efectos sus resultados económicos y mejorando su competitividad en los mercados, impulsando las exportaciones, controlando la deuda pública, reduciendo los déficit presupuestarios y privatizando las empresas del sector público. Como consecuencia de estas medidas aumentó el desempleo y se comprimió el gasto social. La tasa de inflación se mantuvo en niveles bajos, pero los salarios reales mermaron o, en el mejor de los casos, apenas aumentaron, y se extendió la pobreza.

En tales circunstancias, a lo largo del bienio predominó un clima de relaciones de trabajo más bien inestable en los países en los que desempeña su actividad el Equipo, clima caracterizado por la oposición sindical a los planes de privatización y a las políticas de restricción salarial para el sector público. En su empeño por hacer frente a la situación, la OIT preconizó un nuevo enfoque de las relaciones de trabajo. Con objeto de promover la estabilidad social, la productividad y el crecimiento económico, se dio primacía al mantenimiento de un diálogo tripartito en las esferas económica, social y laboral, y se fomentó el establecimiento de unas relaciones obreropatronales basadas más bien en actitudes cooperativas y ya no en posturas adversas. A solicitud de los Ministros de Trabajo de la Comunidad del Caribe (CARICOM), se organizó un coloquio tripartito subregional sobre la productividad y, en colaboración con el Centro de Turín, se celebró un curso práctico tripartito sobre las nuevas tendencias en materia de relaciones de trabajo. Asimismo, se prestó asistencia a la organización nacional de empleadores de Jamaica, con el fin de aumentar su capacidad para concebir y aplicar planes de mejoramiento de la productividad en el plano empresarial. Gracias a esta labor se insufló nueva vida a los órganos consultivos tripartitos de Belice, Granada y Trinidad y Tabago y, al parecer, se admite cada vez con mayor frecuencia que las relaciones de trabajo desempeñan un importante papel en el mejoramiento de la productividad. A título ilustrativo cabe citar el caso de Barbados, país donde los sindicatos y los empleadores del sector privado se pusieron de acuerdo en adoptar una política de precios e ingresos con arreglo a la cual los incrementos salariales dependen del mejoramiento de la productividad.

Para promover las normas internacionales del trabajo se adoptó en los países del Caribe una estrategia de concienciación e información al respecto, que se puso en práctica por medio de una serie de seminarios y cursos prácticos subregionales y nacionales dirigidos a los mandantes tripartitos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores, respectivamente. Combinadas con la asistencia directa que se prestó a los ministerios de trabajo, estas reuniones tuvieron como resultado que algunos gobiernos hicieran grandes adelantos en el cumplimiento de sus obligaciones en materia de presentación de memorias, y que aumentara el número de ratificaciones. En efecto, en el transcurso del bienio los países del Caribe ratificaron cinco convenios, y próximamente habrá más ratificaciones.

En el marco del proceso de integración subregional, se ofreció asistencia a la secretaría de la CARICOM para ayudarla a redactar leyes modelo sobre la terminación de la relación de trabajo, el reconocimiento de los sindicatos y la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo. El Comité Permanente de Ministros de Trabajo de la CARICOM aprobó en abril de 1995 los proyectos de textos legales, que se inspiran en las normas pertinentes de la OIT y se utilizarán como base de la consulta tripartita que se celebre en el plano nacional sobre la promulgación o actualización de las leyes correspondientes. Esta forma de proceder se adoptó como fruto de las consultas mantenidas con los interlocutores sociales en los planos nacional y regional, y fue amoldándose en función de las consultas continuas que se celebraban con los altos funcionarios que se encargan de asuntos laborales de los países interesados. Seguirá prestándose asistencia sobre el particular, ya que el nuevo tema que se escogió para ser objeto de una legislación laboral modelo es la seguridad y la salud en el trabajo. El proceso de armonización de la legislación constituye un importante paso adelante en el fortalecimiento de la integración regional y en el mayor respeto de las normas pertinentes de la OIT.

La OIT colaboró con otros órganos de las Naciones Unidas en la organización de dos reuniones subregionales de expertos del Caribe con vistas a la preparación de la Cumbre Mundial sobre Desarrollo Social, y desempeñó un destacado papel en la elaboración de los principios de acción para la creación de empleos en el Caribe, que se adoptaron en la segunda reunión de expertos, en diciembre de 1994. En estos principios se basa hoy la labor que la Organización despliega con el fin de fomentar el empleo en la subregión. En el marco de dicha labor se insiste en el robustecimiento de la capacidad de los gobiernos para formular políticas y programas, a cuyos efectos se les presta asistencia en la elaboración de sistemas de información sobre el mercado de trabajo, o bien en el fortalecimiento de los ya existentes. Se emprendieron estudios y se formularon recomendaciones con relación al establecimiento de un sistema de información sobre el mercado de trabajo en Guyana, y se brindaron servicios de asesoramiento y formación para crear sistemas de esta índole y concebir y realizar encuestas sobre la fuerza de trabajo en varios países. En Barbados y Jamaica se realizaron también estudios monográficos relativos al alcance, la naturaleza y la función del sector no estructurado en la creación de empleos, sobre cuya base se proporcionará el asesoramiento político en la materia.

La promoción de las pequeñas empresas fue un importante elemento de la estrategia de empleo de la OIT en el Caribe. En siete países (Barbados, Belice, Granada, Guyana, Jamaica, Suriname y Trinidad y Tabago) se efectuaron estudios sobre los principales factores que contribuyen al éxito de las pequeñas empresas y sobre las dificultades con que éstas tropiezan. Dichos estudios versaron sobre el entorno político, la legislación, el crédito, los diferentes tipos de organización de la producción de bienes y servicios, y la formación en el área de la técnica, la administración y la comercialización. Las recomendaciones y pautas que se formularon con miras al buen funcionamiento de las pequeñas empresas se pondrán a disposición de los Estados Miembros y se utilizarán para suministrar asesoramiento en cuestiones normativas. Además, se impartió formación en materia de gestión y comercialización a los órganos de desarrollo de la pequeña empresa y las cooperativas de varios países del Caribe oriental. Con arreglo a un proyecto de creación de pequeñas empresas se constituyeron en cinco países y territorios (Anguilla, Antigua y Barbuda, Dominica, Saint Kitts y Nevis y Santa Lucía) unidades encargadas de prestar asesoramiento e impartir formación a las pequeñas empresas.

En cuanto a la seguridad y la salud en el trabajo, Guyana, Jamaica y Suriname recibieron asistencia para redactar una nueva legislación general sobre el particular. Se espera que estos proyectos de texto legislativo quedarán adoptados en el próximo bienio y conformarán el sustrato de la legislación modelo de la CARICOM en materia de seguridad y salud en el trabajo. En varios países se organizaron cursos prácticos tripartitos de carácter nacional sobre la formulación de las políticas nacionales relativas a la seguridad y la salud en el trabajo en general, así como sobre aspectos específicos de esta cuestión, como la utilización de los productos químicos y la prevención de los accidentes mayores. Se brindaron servicios de información, asesoramiento y formación a los sindicatos, incluida una serie de cursos prácticos nacionales, para ayudarlos a constituir comités de seguridad y salud en el trabajo y capacitar a sus delegados. El resultado de todas estas actividades ha sido que hoy se reconoce cada vez más en la subregión la importancia de disponer de un medio de trabajo que ofrezca buenas condiciones en materia de seguridad, y la necesidad de que todas las medidas idóneas que se adopten sobre el particular sean elaboradas y aplicadas con arreglo a un enfoque tripartito.

Se organizó un coloquio subregional sobre las políticas y la legislación nacionales referentes a los discapacitados, con el fin de fomentar la igualdad de oportunidades y de trato en la formación y el empleo de las personas afectadas por una incapacidad. Además, se preparó un programa regional de formación, por medio del cual se pretende dar a conocer mejor los principios en materia de formación y empleo de personas discapacitadas que deben aplicar los órganos de información y los funcionarios encargados de la contratación, colocación y rehabilitación de estas personas. Como consecuencia de todo ello, en los 13 países que participaron en este coloquio se constituyeron comités cuya misión es dar cumplimiento a las recomendaciones formuladas en dicha reunión. Lo que demuestra que se ha conseguido adquirir mayor conciencia de las necesidades de las personas discapacitadas es el hecho de que varios gobiernos pidieron que se les prestara asistencia en la definición de las políticas y leyes sobre el empleo y la formación de los discapacitados.

Asia y el Pacífico

La región de Asia y el Pacífico se caracteriza por las grandes disparidades que encierra en materia de riqueza, niveles de desarrollo y problemas sociolaborales. En ella conviven algunas de las economías más dinámicas del mundo junto con las zonas de mayor concentración de desempleo y pobreza del planeta. Es cierto que las economías de más rápido crecimiento actúan como locomotoras del progreso económico para los países en desarrollo vecinos, pero, aun así, muchos Estados Miembros de la región tuvieron que seguir luchando contra los efectos del ajuste estructural y la estabilización, la transición hacia una economía de mercado, las guerras y sus secuelas y las catástrofes naturales, que no hicieron sino exacerbar los problemas sociales y económicos que venían arrastrando desde hacía años.

Los modelos de liberalización económica y crecimiento dinámico prepararon el terreno para el desarrollo de un mayor diálogo social y para el reconocimiento de la necesidad de respetar los derechos fundamentales de los trabajadores, pero, en general, siguió persistiendo el problema de la insuficiencia del diálogo social y de la consulta tripartita en la región. Esta fue una de las principales razones por las cuales no se respetaron los derechos de los trabajadores y persistió el fenómeno del trabajo infantil. Para rectificar la situación, se insistió mucho en la participación de los copartícipes sociales en las actividades que la Organización despliega en la región, por medio del proceso de fijación de los objetivos por país tanto como del suministro de apoyo para los procedimientos tripartitos consultivos que se aplican en el plano nacional. Se llevaron a cabo muy distintas actividades con el fin de crear entre los mandantes la capacidad de participar en los mecanismos de diálogo y consulta. El apoyo que la OIT prestó para la celebración de reuniones de alto nivel que contaron con una participación tripartita, como la Cumbre Económica Nacional de Filipinas, la misión que cumplió la OIT en el fomento del empleo, en especial en Camboya, y su acción manifiesta con respecto a la problemática social, sobre todo en lo que concierne al trabajo infantil, fueron tan sólo algunas de las actividades que la Organización desplegó a lo largo del bienio y que le permitieron ganar crédito en su calidad de socio en el desarrollo, así como mejorar su prestigio en la región.

Equipo consultivo multidisciplinario para Asia oriental

El Equipo consultivo multidisciplinario para Asia oriental, que está compuesto por 18 consejeros, tiene su sede en Bangkok y despliega sus actividades en los países siguientes: Camboya, China, República de Corea, República Democrática Popular Lao, Malasia, Mongolia, Myanmar, Singapur, Tailandia y Viet Nam. En el transcurso del bienio se prepararon objetivos por país en colaboración con los mandantes de Camboya, China, Mongolia, Tailandia y Viet Nam.

Entre los países donde desarrolla su labor el Equipo los hay que tienen una economía predominantemente agrícola, aquejada por los problemas inherentes de subempleo en las zonas rurales, mientras que otros están bien encaminados en la senda de la industrialización y tienen problemas relacionados con la escasez de mano de obra. En algunos países, la fuerza de trabajo se caracteriza por las elevadas tasas de crecimiento demográfico, y en otros lo que preocupa es el envejecimiento de la población. Unas tasas de crecimiento demográfico sin precedentes, aunadas al mejoramiento sustancial de los niveles de vida, han sido causantes de cambios de gran envergadura, como los que han llevado a muchos más segmentos de la población a participar en el proceso de adopción de las decisiones de carácter nacional y a aumentar la movilidad de la mano de obra. Actualmente hay mayores posibilidades de salvaguardar los derechos de los trabajadores, a pesar de que los cambios ocurridos tienen también su lado negativo. Como los sectores protegidos están obligados a ajustarse a las fuerzas del mercado, es prácticamente inevitable que se produzca cierto deterioro en la protección de sus derechos. Por otro lado, los problemas tradicionales de la pobreza y el desempleo, lejos de haber desaparecido, se manifiestan hoy bajo nuevas formas que, a su vez, requieren soluciones polifacéticas y originales. Con este telón de fondo puede decirse que los temas de que se ocupa en forma prioritaria la Organización, o sea, el fomento de la democracia, la lucha contra la pobreza y la protección del trabajador, no han perdido ni un ápice de su pertinencia.

Por lo general, los efectos de la labor de la OIT pueden percibirse recién al cabo de un largo espacio de tiempo. No obstante, ya hay claros indicios de que las actividades del Equipo están teniendo influencia en el ámbito nacional tanto como en el regional. La labor que el mismo desarrolla en materia de asesoramiento se hace sentir en las políticas y los programas nacionales, como ha ocurrido en Mongolia, donde el asesoramiento práctico prestado en materia de empleo y mitigación de la pobreza se ha plasmado en la realización de programas y proyectos sobre temas concretos. Merced a la asistencia prestada por la OIT con respecto a la política de empleo ha sido posible formular en Camboya un plan de desarrollo quinquenal orientado al empleo. Las recomendaciones que la OIT enunció en el ámbito de la seguridad social contribuyeron a que se hicieran profundas reformas y se ejecutaran programas prácticos en China, la República Democrática Popular Lao, Mongolia y Viet Nam. La labor que la Organización ha llevado a cabo en materia de legislación laboral ha culminado en la promulgación de nuevos códigos de trabajo en Camboya y Viet Nam. Y gracias al apoyo que ha prestado a los programas prácticos, se están extendiendo también los programas de cooperación técnica, como el que apunta a la creación de empleos en Camboya.

El rápido crecimiento económico y la liberalización política permiten crear unas condiciones más propicias para el diálogo con los copartícipes sociales e incrementar el interés por los derechos de los trabajadores, aunque pueden también soslayar completamente los objetivos sociales, como el de la protección social. Siendo así, se fomentaron las normas internacionales del trabajo y se ayudó a los gobiernos a revisar la legislación laboral. A tales efectos, se organizaron seminarios sobre las normas internacionales del trabajo en China y Malasia, se tradujo una selección de normas a las lenguas vernáculas, como el chino, el mongol y el vietnamita, y se prestaron a Indonesia y Tailandia servicios consultivos sobre el cumplimiento de las obligaciones en materia de presentación de memorias. Los servicios consultivos que se brindaron abarcaron también algunos temas que suscitan una preocupación particular, como el trabajo forzoso en Tailandia y la libertad sindical en Myanmar.

Muchos países asiáticos se encuentran aún en los albores de la democratización, y en ellos no siempre se reconoce a las organizaciones de empleadores y de trabajadores como socios en igualdad de condiciones. Pero se vislumbran algunos signos positivos, que se han reforzado por medio de la prestación de servicios de asesoramiento en materia de legis-lación laboral en Camboya, China y Viet Nam, y del suministro de forma-ción sobre el tripartismo, la negociación colectiva y la solución de conflictos en China, Malasia y Tailandia. En China, Mongolia y Viet Nam se celebraron conferencias nacionales sobre el tripartismo, las relaciones de trabajo y la legislación laboral. Además, se organizaron cursos prácticos y seminarios nacionales, y se prestaron servicios consultivos a las organizaciones de trabajadores, en colaboración con las organizaciones regionales de trabajadores, con respecto a los derechos fundamentales de los trabajadores y los efectos de la mundialización y la regionalización de la economía. En cuanto a las organizaciones de empleadores, se desplegaron muy variadas actividades para ayudarlas a asumir un papel cada vez más decisivo en la formulación de la política del sector público. Entre estas actividades cabe mencionar los servicios de asesoramiento y los programas de formación de carácter nacional y regional sobre los temas siguientes: remuneración y sistemas de pago, prevención y solución de conflictos, gestión eficaz de las organizaciones de empleadores y sistemas de relaciones laborales.

Si bien, por lo general, los países de la subregión que están pasando de una economía de planificación centralizada a una economía de mercado han logrado tasas de crecimiento económico rápidas, se enfrentan aún a graves problemas relacionados con la pobreza y el desempleo. Para ayudar a estos países a compartir sus experiencias y extraer las enseñanzas apropiadas, en 1994 se organizó en Hanoi un seminario tripartito subregional sobre las políticas de empleo y de mercado de trabajo en las economías asiáticas en transición. Se prestó asistencia a Camboya, China, Mongolia y Viet Nam en el análisis de sus problemas relacionados con el mercado de trabajo y la identificación de soluciones viables. El informe sobre la situación de Viet Nam atrajo más que ningún otro la atención de los medios de información internacionales; se está preparando su traducción al vietnamita para darle un mayor impacto en el propio país(6). En dicho informe se estudian las dificultades que entraña la absorción anual de más de un millón de nuevos trabajadores en la fuerza de trabajo, y se propone que en las políticas que se formulen con el fin de hacer frente a la situación se dé preeminencia al fomento de las pequeñas y medianas empresas, a la organización de más numerosos cursos de formación para satisfacer la demanda de mano de obra calificada y a la adopción de una política de mercado de trabajo activa. Se recomienda, además, que se preste más atención al potencial de empleo del sector agrícola, lo que permitiría retener en él a más trabajadores. También se proporcionó ayuda a los proyectos y programas de creación de empleo en Camboya y la República Democrática Popular Lao. La más vasta actividad de este tipo es el programa de creación de empleos en Camboya, que se ha puesto en práctica mediante la realización de proyectos de rehabilitación de la infraestructura vial que requieren una intensa utilización de mano de obra, la creación de pequeñas empresas y de microempresas, y la formación profesional con vistas a la creación de empleos. Merced al componente de generación de empleos del proyecto fue posible crear aproximadamente 1,25 millones de días de trabajo, en la rehabilitación de más de 200 km y la reparación de 400 km de caminos y carreteras de las zonas rurales, y en la rehabilitación o construcción de unos 100 km de canales. Más de 3.500 personas, en su mayoría mujeres, asistieron a los cursos de formación sobre la pequeña empresa, y 2.000 de estas personas iniciaron su propio negocio o ampliaron el que ya tenían con ayuda de préstamos. Otras 6.000 personas se capacitaron para el empleo o el ejercicio de una actividad en el sector no estructurado.

Si bien el rápido crecimiento económico genera nuevas oportunidades de empleo, tiene también el defecto de exponer a los trabajadores a nuevos riesgos, en especial a los que se derivan de la utilización de máquinas que funcionan a muy alta velocidad y de productos químicos tóxicos. La falta de conocimientos sobre los peligros que entrañan los nuevos procesos industriales y sobre las medidas preventivas que es necesario adoptar constituye un problema en muchas partes. En el marco de un programa regional sobre la seguridad en la utilización de los productos químicos en el trabajo se organizaron cursos prácticos regionales y nacionales con el fin de concienciar a los gobiernos y a las organizaciones de empleadores y de trabajadores respecto a las medidas que deberían adoptarse en materia de seguridad y salud. En apoyo de esta labor se publicaron varias guías y manuales de formación sobre la seguridad y la salud en el trabajo(7). Se prestaron servicios de asesoramiento a los Gobiernos de China, Indonesia y Nepal, así como a la Federación de Empleadores Malayos, para ayudarlos a elaborar nuevas políticas y programas en materia de seguridad y salud. Por lo general, las recomendaciones formuladas fueron aceptadas y se esperan ahora las medidas de seguimiento.

Uno de los problemas que con más frecuencia se plantean en Asia con respecto a los regímenes de seguridad social es que las personas amparadas suelen ser los asalariados del sector estructurado, estando la mayoría de la población excluida de los mismos. Además, los regímenes de seguridad social tienden a cubrir pocas contingencias y no suelen pagar ciertas prestaciones, como el seguro de salud, el seguro de desempleo y los subsidios familiares. A ello cabe añadir que, muchas veces, los regímenes de seguridad social no se aplican como es debido y tienen una gestión financiera deficiente. En casi todos los países en que desempeña su actividad el Equipo consultivo multidisciplinario para Asia oriental, se prestaron servicios de asesoramiento con la finalidad de abordar estos problemas. Se dio también asistencia a Mongolia con respecto a la aplicación de la ley sobre el seguro social promulgada en 1994; desde hace varios años la OIT participa en este país en la elaboración de un nuevo régimen de seguridad social. Se brindó asistencia al Gobierno de China con respecto a la preparación de una ley general del seguro social y de reglamentos sobre las pensiones, el seguro de desempleo y el seguro de accidentes del trabajo. En Viet Nam dio comienzo un proyecto cuya finalidad es elaborar un sistema de administración de los regímenes de seguros sociales para empleados y poner en práctica medidas de asistencia social para los grupos vulnerables. En la República Democrática Popular Lao se facilitaron becas y se dispensó formación a los funcionarios encargados de la seguridad social. Se preparó también un proyecto para el desarrollo global de un régimen de seguridad social. La asistencia prestada en Tailandia contribuyó a la planificación y aplicación del nuevo régimen de seguridad social, cuya primera fase comprendió la atención médica, el pago en efectivo de prestaciones de enfermedad y de maternidad, las prestaciones de invalidez y un subsidio de sepelio.

Equipo consultivo multidisciplinario para Asia sudoriental y el Pacífico

El Equipo consultivo multidisciplinario para Asia sudoriental y el Pacífico, que está compuesto por cinco consejeros, tiene su sede en Manila y desempeña su actividad en Fiji, Filipinas, Indonesia, las Islas Salomón, Papua Nueva Guinea y los países insulares del Pacífico meridional. En el transcurso del bienio se prepararon objetivos por país para Filipinas, Indonesia y Papua Nueva Guinea.

Los países en los que el Equipo desempeña su actividad presentan muy grandes diferencias en cuanto a tamaño y nivel de desarrollo económico, pero también tienen ante sí varios problemas y retos que son comunes a todos. En efecto, casi todos ellos están pasando por un proceso de reforma económica y cambio estructural de gran envergadura, en el contexto de la creciente mundialización de la economía mundial y la liberalización de sus economías internas. Estos cambios tienen repercusiones directas en los niveles de empleo, las necesidades en materia de calificaciones y las condiciones de trabajo. Desde el momento mismo de su constitución, a comienzos de 1995, el Equipo fue considerado un socio influyente en la construcción del consenso social durante el proceso de transformación económica y estructural.

El Equipo llevó adelante su labor en estrecha colaboración con los mandantes tripartitos de la OIT en el plano nacional, con el fin de lograr un acuerdo sobre los programas de reforma económica. En 1994 se celebró en Filipinas una reunión a la que concurrieron funcionarios del Gobierno y representantes de los empleadores y de los trabajadores, en la cual se adoptó un plan de acción social con la finalidad de resolver ciertos asuntos relacionados con el ajuste estructural. En dicho plan estaba comprendido un programa de acción cuyo objeto era fomentar el crecimiento de las industrias que generan abundante empleo y establecer redes de seguridad

Los trabajadores a domicilio en Filipinas

En Filipinas, los trabajadores a domicilio, o sea, una abrumadora mayoría de mujeres, trabajan en la producción, el montaje y el envasado de una amplia gama de productos y en el suministro de muy variados servicios. Sus condiciones de trabajo suelen ser duras y, hasta una fecha reciente, estaban excluidos del ámbito de aplicación de la legislación laboral.

Desde hace varios años está en marcha un proyecto de la OIT, cuya finalidad es mejorar la condición económica y social de los trabajadores a domicilio, fomentar las oportunidades de empleo que les conciernen, elevar su productividad y ampliar la protección social y jurídica de modo que también los ampare a ellos. PATAMABA, la organización de trabajadoras a domicilio que fue creada en los primeros años de ejecución del proyecto, constituye hoy una red nacional compuesta por unos 5.000 miembros dispersos en 28 provincias. Como resultado de las presiones ejercidas por la organización PATAMABA, y del apoyo obtenido del Ministerio de Trabajo y Empleo y de otros organismos públicos, se dictó un decreto en virtud del cual los trabajadores a domicilio se hallan ahora amparados por la legislación laboral.

Una de las actividades que se emprendieron en el marco del proyecto con el fin de apoyar a la organización PATAMABA consistió en capacitar a unos 400 miembros de la misma, tanto en el plano local como en el central, en la teneduría de libros, las funciones directivas y la planificación estratégica. Se publicaron folletos didácticos en las lenguas vernáculas y se preparó a 26 instructores para que estuvieran en condiciones de animar las actividades de formación.

Se prestó asistencia a los trabajadores a domicilio con el fin de que lograran desarrollar y diversificar sus actividades, una de las cuales fue la creación de un fondo de rotación que les proporcionó facilidades de crédito; se les ayudó también a conseguir materias primas y a comercializar sus productos. Después de haberse dado a conocer los resultados de un estudio de mercado, unos 500 trabajadores retazo, dedicados a la producción de artículos confeccionados con los retazos de tela que desechan las fábricas de prendas de vestir, instalaron pequeños negocios de limpieza de vestimenta, guantes y palas de zapatos. A medida que fue consolidándose su estructura orgánica y administrativa, estos trabajadores lograron comprar las materias primas a precios más bajos y comercializar directamente sus productos, evitando así los intermediarios.

La organización PATAMABA ha proporcionado también asesoramiento a sus miembros sobre cuestiones relacionadas con la seguridad y la salud, y ha estudiado posibles formas de extender el alcance de la protección social de modo que los ampare también a ellos.

para quienes se vean afectados por el proceso de reforma. La OIT brindó también su apoyo técnico a la Cumbre Nacional sobre el Empleo, que se celebró en el mes de septiembre de 1995, con la participación de unos 900 representantes de varios sectores, entre ellos de los empleadores y de los trabajadores. La asistencia que la OIT prestó en dicha oportunidad consistió fundamentalmente en la elaboración de un informe en el que se esbozaba un programa general que, a su vez, definía una estrategia en materia de empleo; este informe se utilizó como base para las deliberaciones de la Cumbre. La OIT seguirá aportando su apoyo técnico al comité de supervisión que se constituyó con el fin de vigilar el cumplimiento de las recomendaciones y los programas de acción que se habían concertado en la Cumbre. A solicitud del Gobierno, se formularon recomendaciones de carácter normativo sobre las medidas necesarias para mejorar el nivel y la calidad del empleo generado por las industrias exportadoras, en particular las de los sectores del vestido y de la microelectrónica.

En Papua Nueva Guinea, la OIT colaboró también en la organización de una Cumbre Nacional sobre el Empleo, que se celebró en mayo de 1994, y a la que concurrieron altos ministros y funcionarios gubernamentales, representantes de los empleadores y de los sindicatos y expertos procedentes de diferentes órganos nacionales. En esta Cumbre se formularon varias recomendaciones que abogaban, entre otras cosas, por la adopción de una estrategia de crecimiento económico impulsada por el empleo; el fomento del sector privado como incentivo de la competitividad internacional, y la promoción del sector agrícola mediante la utilización de abundante mano de obra. En la Cumbre se abogó asimismo por la adopción de una política comercial orientada al exterior. El Gobierno aprobó las recomendaciones relativas a la estrategia en materia de empleo, las cuales se incorporaron al presupuesto adoptado en marzo de 1995.

En mayo de 1994 se firmó un Plan de trabajo de la OIT para Indonesia, en virtud del cual se constituyeron grupos de trabajo en seis ministerios sectoriales, con la misión de potenciar la capacidad de los funcionarios para vigilar la evolución del empleo e individualizar los subsectores, los grupos de productos y las mercancías respecto de los cuales es posible estimular el incremento del crecimiento del empleo. La máxima prioridad que se fijó en este Plan de trabajo fue la de establecer unas relaciones de trabajo sólidas, que respeten la ideología del Estado. Tras efectuarse un examen multidisciplinario del estado de las relaciones de trabajo en Indonesia, se formularon recomendaciones encaminadas a lograr que la legislación laboral se adapte a la evolución de las necesidades sociales y económicas del país, y que el sistema de relaciones de trabajo cumpla con las condiciones y los principios fundamentales, teniendo en cuenta el grado de desarrollo económico, así como la cultura y las tradiciones nacionales. Se enunciaron otras recomendaciones que se referían concretamente al establecimiento de métodos de fijación de salarios, a la independencia y autonomía de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y al mejoramiento de las condiciones de trabajo como medio de estimular la productividad y fomentar una protección laboral más eficaz. En el Seminario OIT/Ministerio de Mano de Obra, celebrado en julio de 1995, se aprobó el informe en el que figuraban estas recomendaciones.

El Equipo consultivo multidisciplinario para Asia sudoriental y el Pacífico colaboró estrechamente con los interlocutores sociales para fortalecer su capacidad de participación en las reformas económicas y de adaptación a las mismas. Este Equipo tomó parte, junto a las organizaciones de empleadores, en una serie de cursos prácticos que se organizaron en Filipinas sobre la evolución de los modelos de relaciones de trabajo en una economía mundializada. En este mismo país se celebraron también otros varios cursos prácticos y debates con las organizaciones de trabajadores sobre cuestiones relacionadas con el ajuste estructural y la creciente flexibilidad de los mercados de trabajo. En agosto-septiembre de 1995 se organizó en Papua Nueva Guinea un seminario nacional tripartito sobre la colaboración y la consulta entre la dirección y el personal en el lugar de trabajo. En una declaración conjunta adoptada en dicha ocasión se reclamaba la reactivación del Consejo Nacional Tripartito de Consulta y el establecimiento de una cooperación y una consulta más estrechas entre las industrias y entre las empresas.

En la subregión siguió reconociéndose por doquier que la creación de pequeñas empresas y de microempresas es un factor decisivo para el crecimiento del volumen del empleo. En Papua Nueva Guinea se proporcionó asistencia a la Sociedad de Creación de Pequeñas Empresas en la preparación de programas de desarrollo del espíritu empresarial por medio de acuerdos de autofinanciación. Además, se pusieron en marcha programas de capacitación para las industrias de la madera, del textil y de la elaboración de alimentos. Se confeccionó un programa cuya finalidad es la creación de microempresas y de puestos de trabajo independientes en Indonesia, en apoyo de las más amplias atribuciones delegadas al Ministerio de Cooperativas y de Pequeñas Empresas. En noviembre de 1995 se organizó en Indonesia un seminario nacional sobre una estrategia de elevación de la productividad, en el cual se formularon recomendaciones para una acción futura y se definió el tipo de asistencia técnica que se necesitaba. En Filipinas, la OIT hizo recomendaciones sobre la reestructuración de los servicios que presta el Ministerio de Comercio e Industria a las pequeñas empresas. Al aceptar estas recomendaciones, el Gobierno adoptó medidas preliminares para la constitución de la Sociedad de Fomento de la Pequeña Empresa, que constará de 24 centros provinciales en los que se suministrará asistencia, así como servicios consultivos en materia de formación y comercio, a las microempresas y a las pequeñas y medianas empresas. Manila, junto con sus suburbios, fue una de las ciudades en las que se desarrolló el proyecto interdepartamental sobre el sector no estructurado. Los resultados de este proyecto se examinaron en un seminario municipal que se celebró en noviembre de 1995, en el cual se adoptaron recomendaciones con miras al reconocimiento de la función que cumple el sector no estructurado en el desarrollo económico y al fortalecimiento de la misma. (En el capítulo 2 de esta Memoria puede consultarse más información sobre este proyecto interdepartamental.)

Los gobiernos de la subregión reconocieron también que uno de los objetivos prioritarios era el mejoramiento de las condiciones de trabajo y de la protección de los trabajadores, en especial con relación a las pequeñas empresas. En varios países se emprendieron actividades con miras a la aplicación de la metodología del programa sobre las mejoras del trabajo en las pequeñas empresas (programa WISE), de la OIT. En cuatro regiones de Filipinas se elaboraron materiales didácticos e informativos y se estableció una red de instructores de ese programa. Además, se organizaron cursos prácticos en los que participaron las personas que están al frente de pequeñas empresas, las cuales lograron introducir muchas mejoras en las mismas. Alentado por estos resultados, el Gobierno decidió aplicar el proyecto en todo el país, utilizando para ello los recursos nacionales. En Indonesia se formaron también instructores del programa WISE y se organizaron cursos prácticos. Cabe añadir que una parte de la asistencia que se prestó en este país consistió en el establecimiento de una red de información de seguridad y salud en el trabajo y en la capacitación de los instructores de los sindicatos y de los empleadores respecto a temas relacionados con la seguridad y la salud en el trabajo. En Filipinas se celebraron seminarios sobre esas cuestiones para los mineros y los trabajadores de la hostelería. En Indonesia se llevó a cabo la revisión de la política relativa a la seguridad y la salud en el trabajo y a las condiciones de trabajo al término de la cual se recomendó la adopción de una estrategia en la que estaban previstos la revisión y el debido cumplimiento de la legislación pertinente, la organización de la formación, la información y la investigación, el robustecimiento de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y el mejoramiento de la protección otorgada a los trabajadores más vulnerables, o sea, entre otros, las trabajadoras y los niños que trabajan. En un curso práctico nacional que se celebró en mayo de 1995 se adoptó el informe en el que se exponía dicha estrategia y se definieron áreas prioritarias para una acción nacional. En Papua Nueva Guinea se celebró en junio de 1994 un curso práctico tripartito relativo a la aplicación del Convenio sobre seguridad y salud de los trabajadores, 1981 (núm. 155). En colaboración con la Federación Nacional de Empleadores se impartió formación en materia de seguridad y salud en los puertos.

En Filipinas se organizaron cursos prácticos sobre la igualdad de oportunidades y de trato en el empleo y sobre el acoso sexual, con el fin de fomentar todo lo relacionado con la igualdad. En Indonesia se celebró un seminario en el que se abordaron distintos aspectos del empleo femenino en el sector no estructurado. Además, a lo largo del bienio transcurrido se ejecutó un proyecto destinado a mejorar la situación de los trabajadores a domicilio, en su inmensa mayoría mujeres (véase el recuadro). Durante el mismo período considerado, uno de los temas más candentes en Filipinas fue la consecución de la igualdad de oportunidades de empleo para las personas discapacitadas. Tras la firma del Pacto Social sobre la igualdad de oportunidades de empleo para las personas discapacitadas, se prestó apoyo técnico con vistas a organizar el curso práctico nacional que se celebró en septiembre de 1995 con el fin de fomentar la integración de las personas discapacitadas en los cursos de formación para el empleo. Tanto Filipinas como Indonesia participan en el Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC), de la OIT, con los auspicios del cual se desarrollaron en Indonesia varios programas de acción a lo largo del bienio. En mayo de 1994 se celebró en Filipinas un curso práctico nacional de planificación sobre el trabajo infantil, en el que se estableció un marco de acción sobre el particular, y se definió una forma muy específica de abordar el problema que representaba el trabajo de los niños. Los participantes nacionales del curso práctico distinguieron algunos grupos de niños que, a su entender, merecían una atención prioritaria.

Equipo consultivo multidisciplinario para Asia meridional

El Equipo consultivo multidisciplinario para Asia meridional, que está compuesto por 12 consejeros técnicos, tiene su sede en Nueva Delhi y desempeña su actividad en Afganistán, Bangladesh, Bhután, India, Maldivas, Nepal, Pakistán y Sri Lanka. Se emprendió el examen de los objetivos por país correspondientes a Bangladesh, India, Nepal, Pakistán y Sri Lanka.

Los problemas y situaciones a que deben hacer frente los países en los que el Equipo desempeña su actividad son de muy distinta naturaleza, aunque los más graves presentan muchos rasgos en común. En casi todos estos países, por ejemplo, se ha registrado una tasa de crecimiento económico moderada, lo cual no impidió que se dispararan el desempleo, el subempleo y la pobreza. Las reformas económicas y las medidas de ajuste estructural aplicadas por la mayoría de estos países les impusieron nuevos retos relacionados con la pobreza y el desempleo. Para poder ser eficaces, es indispensable que sus sistemas de desarrollo de los recursos humanos hagan frente a las nuevas exigencias de modo que permitan dotar a los interesados de las técnicas y los conocimientos necesarios para el empleo rural y promover el empleo por cuenta propia y el desarrollo del espíritu empresarial. Estos sistemas deben adaptarse también de modo más satisfactorio a las necesidades en materia de formación que plantea la industria, a las nuevas exigencias que impone la reestructuración industrial en lo que atañe a la readaptación profesional, y al tipo de calificaciones que deben adquirir las mujeres y los jóvenes.

En muchos países, la protección social sigue dejando mucho que desear, sobre todo en lo que concierne a los trabajadores del sector no estructurado. Agrava la situación el hecho de que no se reconoce en general la importancia que revisten las cuestiones relacionadas con la seguridad y la salud en el trabajo, el recurso generalizado al trabajo infantil y las distintas formas de discriminación de que son objeto las mujeres, las poblaciones indígenas, los grupos étnicos y los trabajadores migrantes. A pesar de que las organizaciones de empleadores siguieron dando preferencia al desarrollo de los recursos humanos y a la adquisición de aptitudes gerenciales, y de que las organizaciones de trabajadores hicieron lo propio con los derechos básicos de los trabajadores, las relaciones laborales siguen desarrollándose, por lo general, en un clima conflictivo, exacerbado por los nuevos retos que traen consigo las reformas económicas, y por la necesidad de revisar los procedimientos de solución de conflictos.

Habida cuenta de las altas tasas de desempleo y pobreza que se observan en los países de Asia meridional, uno de los principales objetivos del Equipo fue prestar asistencia a los mandantes en la formulación y aplicación de programas y políticas de mitigación de la pobreza y fomento del empleo. A solicitud del Gobierno de Nepal, una misión multidisciplinaria visitó el país con el fin de trazar las líneas generales de una estrategia de empleo y formular programas para varios sectores de la economía. En Bangladesh se llevó a cabo un estudio de las políticas de empleo en el sector no estructurado, que servirá de base para la concepción de políticas y programas. A este respecto, se insistió en la participación de los interlocutores sociales. En noviembre de 1995 se celebró en el Pakistán un seminario tripartito sobre las políticas nacionales de empleo, en cuyos resultados se inspirarán quienes están encargados de concebir los correspondientes programas de acción. En la India se organizó en 1994 un curso práctico nacional tripartito en el que se examinó un informe sobre las políticas económicas nacionales y la pobreza. En dicho informe no sólo se analizaban las experiencias que se habían hecho en el país con respecto a los programas de mitigación de la pobreza y creación de empleos, sino que también se examinaban las reformas económicas que se estaban llevando a cabo y se proponían políticas destinadas a paliar sus efectos negativos. Se efectuó un estudio multidisciplinario de la seguridad en el empleo, la política salarial y la red de seguridad, que venía a ser una primera etapa para la concepción de medidas prácticas destinadas a proteger a las personas que podrían verse afectadas por las reformas. En el Pakistán, un informe sobre las consecuencias de la privatización -- que es la piedra angular del programa de reforma de este país -- puso de manifiesto las medidas que podrían adoptarse en materia de empleo, readaptación profesional y protección social con el fin de reducir al mínimo las consecuencias sociales negativas de este proceso. Este informe fue examinado por los mandantes de la OIT, y el Gobierno expresó su deseo de que se pusieran en aplicación algunas de sus recomendaciones.

Al igual que en otras regiones, el fomento de las pequeñas empresas y las microempresas es un factor muy importante en la creación de empleos y la mitigación de la pobreza en Asia meridional. Las reformas económicas que se están llevando a cabo en la región asiática tienen una fuerte incidencia en las condiciones de funcionamiento de las pequeñas empresas. Con objeto de estudiar esta incidencia y formular recomendaciones respecto a la creación de un entorno político más propicio para el desarrollo de estas empresas, en 1995 se organizó un curso práctico regional de carácter tripartito. Para dar curso a las recomendaciones formuladas en esta reunión se prestaron servicios consultivos y se pusieron en marcha proyectos. En un estudio de las pequeñas empresas y las microempresas de Sri Lanka, que se presentó al curso práctico nacional de alto nivel celebrado en 1994, se hacía una reseña de algunas medidas generales de asistencia a las pequeñas industrias, como, por ejemplo, el crédito, la coordinación institucional, la tecnología y la adquisición de conocimientos técnicos y prácticos. Algunas de estas recomendaciones se recogieron en el plan de acción preparado por el Gobierno con el fin de crear nuevos mecanismos de promoción y desarrollo de las empresas. En Filipinas, la India, Nepal, Sri Lanka y Tailandia dio comienzo un proyecto destinado a fomentar el desarrollo del espíritu empresarial entre las mujeres (en el capítulo 3 puede consultarse más información al respecto).

Teniendo en cuenta el bajo nivel de educación y competencias existente en los países de Asia meridional, así como los nuevos desafíos a que deben hacer frente los sistemas de formación profesional, uno de los principales objetivos del Equipo consultivo multidisciplinario para Asia meridional consistió en prestar asistencia a los mandantes en la formulación de estrategias para el perfeccionamiento de los recursos humanos y de programas para el desarrollo de las aptitudes. Tras la revisión general del sistema de formación profesional que se llevó a cabo en Nepal se formularon recomendaciones, entre las cuales figuraba la realización de varios programas de acción que muy probablemente se aplicarán en una fecha cercana. Los servicios de asesoramiento técnico en materia de formación profesional que se ofrecieron en Bangladesh, Bhután, Nepal, Pakistán y Sri Lanka culminaron también en la planificación de importantes reformas en los sistemas de formación profesional de algunos de estos países.

Prosiguió durante todo el bienio la labor de fomento de la ratificación y aplicación de las normas internacionales del trabajo como elemento favorable a la consolidación de la democracia y al respeto de los derechos fundamentales de los trabajadores. Se asesoró a los mandantes con relación a todos los aspectos de las normas y del mecanismo de supervisión, y se prestó asistencia técnica a Bangladesh, la India, Pakistán y Sri Lanka en lo concerniente a algunos comentarios formulados por la Comisión de Expertos en Aplicación de Convenios y Recomendaciones. Como fruto de esta labor, se lograron algunos progresos en cuanto a la ratificación de los convenios. En Bangladesh, por ejemplo, se está dando prioridad, con apoyo tripartito, a la ratificación del Convenio sobre la edad mínima, 1973 (núm. 138). El Gobierno de Nepal ratificó el Convenio sobre la consulta tripartita (normas internacionales del trabajo), 1976 (núm. 144). Además, en un curso práctico tripartito sobre las normas internacionales del trabajo se hizo una recomendación unánime en pro de la ratificación del Convenio núm. 138 y de las principales normas sobre libertad sindical. En la India, tras la celebración de una reunión del Comité Tripartito sobre los Convenios, el Gobierno convino en ratificar el Convenio sobre el peso máximo, 1967 (núm. 127), así como el Convenio sobre la marina mercante (normas mínimas), 1976 (núm. 147).

La promoción del tripartismo fue una vertiente importante de la labor que desarrolló el Equipo con el fin de promover la democracia. Entre las actividades que se llevaron a cabo a tales efectos cabe mencionar las relativas al fomento de unas relaciones de trabajo armoniosas y al robustecimiento de la capacidad de los representantes de los empleadores y de los trabajadores. En diciembre de 1995 se celebró en Nepal un curso práctico tripartito de formación sobre las relaciones laborales, cuya mira se centró en la solución de los conflictos, el establecimiento de un nexo entre los salarios y la productividad y las normas internacionales del trabajo. La asistencia prestada a las organizaciones de empleadores se refirió fundamentalmente al mejoramiento de la productividad, a la gestión de los recursos humanos, a las relaciones laborales y a las normas internacionales del trabajo. Las muy diversas actividades que se programaron para las organizaciones de trabajadores abarcaron las esferas siguientes: el tripartismo y las relaciones laborales, la adaptación de los sindicatos a las reformas económicas, el trabajo infantil, la protección social y las normas internacionales del trabajo. En Nepal y el Pakistán se organizaron seminarios para representantes sindicales, con el fin de que éstos entendieran mejor la razón de ser de las reformas económicas y pudieran adoptar medidas adecuadas para reducir al mínimo sus efectos sociales negativos. En Sri Lanka se celebró un seminario nacional para sindicatos sobre las consecuencias de la ratificación por el país de los convenios de la OIT. Una de las recomendaciones que se formularon en dicho seminario fue que debía crearse un órgano tripartito encargado de revisar la legislación nacional a la luz de dichos convenios.

Se preparó toda una serie de actividades destinadas a proponer medidas que permitieran mejorar la situación de las mujeres en Asia meridional y a sensibilizar a la población sobre el particular. Una misión multidisciplinaria visitó la provincia de Baluchistán, en el Pakistán, con el fin de investigar la situación en que se hallaban las mujeres con respecto a la formación, al empleo y al desarrollo de las microempresas. Como consecuencia de esta misión, se concibieron dos programas de acción cuya finalidad es elevar el nivel de preparación profesional de las mujeres que viven en dicha provincia. En la India se hizo también una encuesta sobre la protección social en el sector no estructurado, en particular de las mujeres que en él trabajan. Los resultados de esta encuesta se examinaron en un curso práctico tripartito, en el marco del cual se formuló un programa de acción. En el Pakistán se organizó también un curso práctico nacional en el que participaron las organizaciones de trabajadores para estudiar la forma de eliminar la discriminación de que son objeto las mujeres de las zonas rurales. Como actividad complementaria de este curso práctico se preparó un proyecto de informe sobre las mujeres y las leyes de empleo en el Pakistán, cuyas recomendaciones se examinaron en un seminario de carácter nacional.

Europa

Las actividades que la OIT llevó a cabo en Europa a lo largo del bienio que se examina giraron fundamentalmente en torno del proceso de reforma que han emprendido los países de Europa central y oriental cuya economía se encuentra en plena fase de transición. En los cinco últimos años, muchos países de esta región transformaron sus sistemas políticos en democracias liberales y emprendieron el proceso de transición de una economía de planificación centralizada hacia un sistema de economía de mercado. En su mayoría, estos países están aún tratando de dotarse de las instituciones y las políticas necesarias para apuntalar el proceso de reforma. Ya no caben dudas de que, para orientar la economía hacia la consecución de una elevada tasa de crecimiento económico, evitando caer en las injusticias y las dificultades sociales excesivas, no sólo se precisa un conjunto de medidas de reforma económica, sino que también es indispensable que exista en la sociedad el pluralismo de los actores sociales independientes.

Casi todas las actividades prácticas que se llevaron a cabo en la región se describen bajo el epígrafe Equipo consultivo multidisciplinario para Europa central y oriental. En la región europea están comprendidos también algunos países, en especial de Asia central y Transcaucasia, a los cuales el Equipo no extiende su labor. Así pues, las actividades que se desarrollan en estos países se reseñan al final de la sección dedicada al Equipo consultivo multidisciplinario.

Equipo consultivo multidisciplinario para Europa central y oriental

El Equipo consultivo multidisciplinario para Europa central y oriental, que está compuesto por siete consejeros técnicos, tiene su sede en Budapest y desempeña su actividad en los 18 países siguientes: Albania, Belarús, Bosnia y Herzegovina, Bulgaria, República Checa, Croacia, Eslovaquia, Eslovenia, Estonia, Hungría, Letonia, Lituania, Ex República Yugoslava de Macedonia, República de Moldova, Polonia, Rumania, Federación de Rusia y Ucrania. Se definieron objetivos por país para cuatro de estos países.

El punto medular de las reformas institucionales del mercado de trabajo es la definición de nuevos papeles para los gobiernos y las organizaciones de empleadores y de trabajadores. A título ilustrativo, los salarios y otras prestaciones, fijados anteriormente por las autoridades gubernamentales centrales, se determinan hoy en día mediante negociación entre las partes interesadas. Por otro lado, la responsabilidad en materia de seguridad y salud en el trabajo ha pasado de los sindicatos a los gobiernos. Ahora bien, los mandantes de la OIT no estaban preparados para asumir estas nuevas funciones, y adolecen aún de una capacidad limitada y de una competencia técnica insuficiente. Como en muchos países de la región se han producido frecuentes cambios de gobierno, se registra una elevada tasa de rotación entre los empleados gubernamentales, por lo demás mal remunerados. Además, la competencia en asuntos sociolaborales está muchas veces fragmentada y dividida entre varios ministerios y órganos paraestatales. En casi todos los países de la subregión, varias organizaciones compiten para obtener la representación colectiva de los trabajadores y de los empleadores. Tanto los sindicatos como las organizaciones de empleadores tienen hoy dificultades para reclutar nuevos afiliados, especialmente cuando se trata de las pequeñas empresas y de otros miembros potenciales procedentes de los nuevos sectores económicos.

Así pues, los mandantes pidieron que se les ayudara a resolver los problemas, numerosos y urgentes, que acompañan la etapa de transición. Uno de los más acuciantes es la fuerte contracción del volumen del empleo que se produjo como consecuencia de la caída de la producción en prácticamente todos los países de la subregión. Han aumentado el desempleo visible tanto como el encubierto, se han extendido las actividades económicas del sector no estructurado, el salario real ha perdido gran parte de su valor y la pobreza ha adquirido enormes proporciones. A pesar de que se restableció el crecimiento económico, a lo largo de todo el bienio los problemas sociales siguieron siendo graves, y en algunos casos hasta se recrudecieron. Lo que agravó la situación fue el hecho de que 14 de los 18 países en los que el Equipo desempeña su actividad no existían como naciones independientes antes de 1990. Por consiguiente, durante el bienio que se examina, el Equipo concentró sus esfuerzos en la tarea de guiar a los mandantes de la subregión para que pudieran hacerse cargo de sus nuevas funciones y de ayudarlos a crear las nuevas instituciones necesarias en una sociedad democrática y una economía de mercado. El apoyo técnico prestado consistió, entre otras cosas, en ayuda para la adaptación de la legislación laboral, el desarrollo de la administración del trabajo, la inspección del trabajo y los servicios de empleo, el establecimiento y fortalecimiento del mecanismo tripartito y la construcción de sistemas de protección social eficaces.

En los meses de octubre de 1994 y 1995 se organizó en Chipre un seminario regional sobre el establecimiento de una moderna administración del trabajo, dirigido a los países de Europa central y oriental, con el fin de prestar asesoramiento al respecto y ayudar a construir la capacidad de los servicios públicos encargados de los asuntos sociolaborales. Además, en septiembre de 1995 se organizó en San Petersburgo un seminario sobre la administración del trabajo en los países de la CEI. En el Centro de Turín se llevaron a cabo muchísimas actividades de formación, tanto para funcionarios de los gobiernos como para representantes de los empleadores y de los trabajadores. Por lo que respecta a la inspección del trabajo, se procuró crear servicios de inspección organizados por los gobiernos, con la participación de los interlocutores sociales, para lo cual se prestaron servicios consultivos, y en abril de 1995 se celebró en Riga una conferencia regional sobre la cooperación en materia de inspección del trabajo en los Estados bálticos. Habida cuenta de la importancia que revisten la información sobre el mercado de trabajo y las estadísticas pertinentes como base para la elaboración de una política coherente, se dio preeminencia a la construcción de la capacidad necesaria en estos campos. A los servicios consultivos prestados se añadió la celebración de una conferencia regional sobre la reestructuración de las estadísticas del trabajo en los países en transición, que tuvo lugar en Belarús, en septiembre de 1994.

Al haber accedido recientemente a su independencia tantos países de la región fue preciso que la OIT les prestara considerable asistencia en cuanto a la revisión y la adaptación de la legislación laboral. Para ayudar a los Estados Miembros de la subregión a satisfacer sus necesidades, la OIT les brindó también asistencia en la organización de un proceso de autoayuda entre los mandantes. A lo largo del bienio, los países de la región se prestaron ayuda mutuamente, como ocurrió, por ejemplo, entre el Ministerio de Trabajo de Hungría y el Gobierno de Albania en materia de política salarial y de ingresos. El Ministerio de Trabajo de Polonia, asistido por el Centro de Turín, también impartió formación a los administradores del trabajo en su centro de capacitación ubicado en las inmediaciones de Varsovia.

Para dar mayor impulso al tripartismo se emprendieron proyectos destinados a robustecer las organizaciones de empleadores y de trabajadores de Europa central y oriental. Las actividades que para estos efectos se llevaron a cabo se centraron en la ampliación y el fortalecimiento de su capacidad para participar en las tareas de sindicación y las acciones colectivas. Se hizo una encuesta entre las organizaciones de empleadores de la región y se les dio un asesoramiento práctico respecto a cuestiones orgánicas y asuntos normativos. Por ser estas organizaciones totalmente nuevas en países que hasta hacía poco tiempo habían tenido una economía de planificación centralizada, algunas veces fue preciso empezar desde los rudimentos, explicándoles la función primordial que cumplen las organizaciones de empleadores y su razón de ser en una sociedad democrática. En cuanto a las actividades destinadas a robustecer la capacidad de las organizaciones de trabajadores, se centraron en prestarles asistencia para establecer sistemas de información y programas de educación obrera. Se suministraron materiales, se prestó ayuda para el desarrollo de la capacidad gerencial, y se organizó un programa de formación sobre cuestiones que abarcaban desde la privatización hasta la negociación colectiva, pasando por la seguridad social, la seguridad y la salud en el trabajo y las empresas multinacionales.

La creación de organizaciones de empleadores y de trabajadores y su consolidación fue la actividad en la que se basó la labor del Equipo destinada a fomentar el diálogo social y los sistemas de relaciones de trabajo basadas en la cooperación. El Equipo vigiló, evaluó y respaldó muy de cerca los progresos realizados a este respecto, y lo hizo en especial mediante la organización de seminarios tripartitos y reuniones de otra naturaleza. A título de ejemplo, en abril de 1995 se celebró en Moscú un seminario sobre el tripartismo y el mantenimiento de relaciones de trabajo armoniosas para los mandantes de la Federación de Rusia. Posteriormente, se organizó un viaje de estudios a Bélgica y los Países Bajos, en el que participaron representantes de los tres grupos de mandantes. En mayo de 1995 se celebró en Budapest una conferencia en la que se informó a los mandantes de Hungría acerca de las técnicas y los sistemas internacionales aplicados en la mediación de los conflictos. En mayo de 1994 se llevó a cabo en Eslovaquia un seminario subregional sobre el papel de las organizaciones de empleadores y de trabajadores en la privatización, para mandantes de la República Checa, Eslovaquia, Hungría y Polonia. En el Centro de Turín se impartieron cursos para funcionarios gubernamentales y representantes de los copartícipes sociales con respecto a la negociación colectiva y la resolución de los conflictos laborales. Se prestó también un amplio apoyo sobre la forma de abordar la reestructuración económica e industrial aplicando enfoques tripartitos. Se llevaron a cabo proyectos en las regiones de Spisska Nova Ves, en Eslovaquia; Ivanovo, en la Federación de Rusia, y Ostrava-Karnina, en la República Checa (véase el recuadro). En cada uno de estos casos se prestó ayuda para instar a los interlocutores sociales a tomar parte en la concepción y aplicación de las políticas de reestructuración y a acrecentar su intervención al respecto. En Albania y Hungría se pusieron en marcha proyectos similares. En el contexto de estas actividades, durante la quinta Conferencia Regional Europea, que se celebró en Varsovia del 20 al 27 de septiembre de 1995, se mantuvo un debate en sesión plenaria sobre el robustecimiento de las

Diálogo social y reestructuración industrial en Ostrava

La principal actividad industrial de la región de Ostrava, en la República Checa, ha sido, desde épocas remotas, la producción de carbón y acero. Mientras el país vivió la etapa de transición hacia una economía de mercado, la industria sufrió una muy profunda reestructuración. Hoy, los progresos económicos que se han realizado en la región son una realidad que no deja de sorprender y que se cita como ejemplo de un caso en que la reestructuración se vio coronada por el éxito.

A lo largo del período considerado, la OIT prestó su asistencia técnica a los interlocutores sociales sobre cuestiones relacionadas con la reestructuración y el mejoramiento del medio en el que se desarrollan las relaciones de trabajo. Esta asistencia se materializó en forma de asesoramiento sobre las relaciones de trabajo, las políticas de personal y los sistemas de remuneración. A ello se sumaron los canjes de experiencias con los países de Europa occidental sobre los distintos métodos que permiten reducir la fuerza de trabajo, la política salarial y la reforma de las empresas, canjes cuyo objeto era dar a los funcionarios gubernamentales, los empleadores y los representantes sindicales la posibilidad de elegir entre una más amplia gama de opciones viables.

La estructura económica regional se diversificó y la situación del mercado de trabajo logró estabilizarse. Proliferaron en toda la región las pequeñas y medianas empresas, que absorbieron a casi todos los trabajadores desplazados o que habían renunciado por propia voluntad a trabajar en las grandes empresas. Este cambio se debió en gran parte a la importancia dada a la consulta tripartita y a la obtención de un consenso con respecto al ajuste industrial, que llevó a los sindicatos de las grandes empresas a adoptar un enfoque constructivo de cara a la privatización, la reestructuración y el redimensionamiento de las empresas.

En una fecha más reciente se volvió aún más tenso el clima de las relaciones de trabajo porque se anunciaron fusiones de empresas mineras, cierres de minas y la supresión de puestos de trabajo como consecuencia de las nuevas privatizaciones. Se ha pedido al Equipo consultivo multidisciplinario para Europa central y oriental que siga vigilando la evolución de los acontecimientos en la región y brindando su asesoramiento a los interlocutores sociales durante las próximas etapas decisivas del proceso de ajuste.

estructuras tripartitas con vistas a la definición de una política de empleo activa. En las resoluciones que esta Conferencia adoptó sobre el empleo y el tripartismo y sobre las formas de asegurar la independencia de las organizaciones de empleadores y de trabajadores y de facilitar su financiación se marcaban útiles orientaciones para futuras actividades relacionadas con esas cuestiones.

A lo largo del bienio transcurrido se proporcionó asesoramiento y asistencia técnica a los mandantes de Europa central y oriental con respecto a la aplicación de políticas de mercado de trabajo y de empleo en el marco de la reestructuración. Para citar algunos ejemplos de estas actividades cabe mencionar la asistencia que se prestó para los programas sobre el mercado de trabajo en la República Checa y Eslovaquia, y las enmiendas propuestas a la ley de empleo de la Federación de Rusia. Se brindó también ayuda para realizar estudios sobre las trabajadoras y se inició un proyecto sobre los derechos de las mujeres en Hungría. En octubre de 1994 se organizó en Potsdam un seminario subregional sobre la privatización en la agricultura, y en el Centro de Turín se impartieron cursos de formación sobre los servicios de fomento de las pequeñas y medianas empresas. Se prestó también apoyo para la formulación de políticas de salarios e ingresos. Entre los servicios de asesoramiento que se ofrecieron sobre el particular se hizo hincapié en la necesidad de disponer de unas políticas que sean capaces de reflejar la situación económica, satisfagan las necesidades fundamentales de los trabajadores y sirvan como instrumentos para incrementar la productividad y la competitividad. La labor desarrollada en este campo culminó en la celebración de un coloquio tripartito regional en Budapest, en noviembre-diciembre de 1995, en el cual se pasó revista a la experiencia reunida tras la aplicación de diferentes políticas de salarios e ingresos. La finalidad de este coloquio era fomentar la adopción de políticas salariales negociadas en Europa central y oriental.

Al concebirse las actividades destinadas a prestar asistencia en la elaboración de sistemas eficaces de protección social tuvo que tenerse en cuenta la enérgica argumentación de que los gastos sociales eran demasiado elevados y de que estaban paralizando el tan necesario crecimiento económico. Como parte de la asistencia que se prestó a varios países de la región a este respecto cabe mencionar la realización de investigaciones y la formulación de políticas, el apoyo para la aplicación de reformas y el suministro de formación para el personal de los sistemas nacionales de protección social. En colaboración con el Centro de Turín se confeccionaron planes de estudio para el personal encargado de la formación en Eslovaquia y Bulgaria, los cuales sirvieron como modelo para las actividades de desarrollo de las aptitudes que se llevaron a cabo en otros países de la región. Como fundamento de estas actividades, en marzo de 1994 se organizó en Chipre un seminario tripartito sobre la gestión tripartita de los sistemas de seguridad social de Europa central y oriental.

Actividades de la OIT en las regiones de Asia central y Transcaucasia y en otros países

Las Repúblicas de Asia central (Kazakstán, Kirguistán, Tayikistán, Turkmenistán y Uzbekistán) y las Repúblicas transcaucásicas (Armenia, Azerbaiyán y Georgia) se convirtieron en Miembros de la OIT en estos últimos años. Las actividades que se desplegaron en estos países siguieron el mismo orden de prioridades que se había fijado para los países de Europa central y oriental. Así pues, se dio preeminencia a la creación y al fortalecimiento de la capacidad de los mandantes, incluidos los funcionarios de las administraciones del trabajo y los representantes de los copartícipes sociales. Se impartió formación a los administradores del trabajo de Azerbaiyán y se organizó una visita de estudio para los funcionarios del servicio del empleo de Uzbekistán. Se prestaron servicios de asesoramiento en Tayikistán y Uzbekistán sobre la forma de tratar las cuestiones relacionadas con las migraciones por razón de empleo. En Kazakstán se celebraron seminarios sobre el tripartismo y la educación obrera. Además, se enviaron misiones de asesoramiento a todos los países de esta subregión para ayudarlos en la elaboración de sistemas de estadísticas del trabajo. En septiembre de 1994 se impartió en Turquía un curso de formación sobre las estadísticas del trabajo para los mandantes de las Repúblicas de Asia central y Transcaucasia. Asimismo, se prestó asistencia en Kazakstán, Kirguistán y Uzbekistán con respecto a la reforma del Código de Trabajo.

Se programó toda una serie de actividades encaminadas a fomentar el empleo mediante la creación de pequeñas empresas y de empleos por cuenta propia. Una de estas actividades consistió en la celebración de un seminario subregional sobre la creación de pequeñas empresas, que tuvo lugar en Uzbekistán, en abril de 1994, y estuvo destinado a los países de Asia central. En Azerbaiyán se organizó un seminario nacional sobre el mismo tema, y se ejecutó un proyecto para el fomento de las pequeñas empresas y del empleo independiente en varios distritos de Kazakstán. En virtud de este proyecto se proporcionaron servicios consultivos, se organizaron actividades didácticas y se llevaron a cabo visitas de estudio con la finalidad de fortalecer la capacidad de los servicios de empleo para asumir un papel eficaz en el fomento de las pequeñas empresas y del empleo por cuenta propia. Además, en el marco de este proyecto se impartieron cursos de artesanías, faenas rurales y servicios de restauración para desempleados de varias regiones. Estas actividades de formación se inspiraron en las metodologías de enseñanza y los materiales didácticos denominados Start your Business (Inicie su negocio) y Mejore su negocio.

También se desplegaron actividades en la República Islámica del Irán, Malta y Turquía. En Turquía se emprendieron varios programas de acción en virtud del Programa Internacional para la Erradicación del Trabajo Infantil (IPEC) y se cumplió un vasto proyecto de formación en el sector de la hotelería y el turismo. Además, se escogió a la OIT como organismo ejecutor del proyecto del Banco Mundial sobre la reforma de la seguridad social en Turquía. Se prestó asistencia al Gobierno de Malta con respecto al registro del desempleo y a las cuestiones relacionadas con la seguridad y la salud en el trabajo. En la República Islámica del Irán se llevó a cabo una encuesta sobre el desarrollo de la pequeña empresa; a ello cabe añadir que la OIT contribuyó en este país a un seminario nacional sobre el empleo como factor esencial del desarrollo. Se prestaron servicios de asesoramiento técnico en el campo de la formación profesional, la seguridad y la salud en el trabajo y la seguridad social. En el transcurso del bienio finalizó un proyecto sobre la readaptación profesional.

Notas

(1)Report on the design of policies and programmes for growth and employment in the non-formal sectors in Zimbabwe, 1995.

(2)Training in transition: Review of issues and options in vocational education and training in the occupied Palestinnian territories, Jerusalén, 1994.

(3)Panorama Laboral, 1994, y Panorama Laboral, 1995, Oficina Regional para América Latina y el Caribe.

(4)M.A. Castiglia: Hacia la consolidación organizativa y Género y microempresa, 1995.

(5)Manual de orientación profesional y laboral para mujeres, 1994.

(6)Viet Nam: Labour and social issues in a transition economy, Bangkok, 1995.

(7)Protecting and saving lives at work: The emerging challenge in Asia, Bangkok, 1994; Preventive measures in hazardous occupations in Asia: A guide, Bangkok, 1994; y Preventing major industrial accidents in Asia: A guide, Bangkok, 1994.

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Puesto al día por VC. Aprobada por RK. Ultima actualización: 26 de febrero de 2000.