Solamente unidos se podrá combatir la informalidad en México
La oficina para países de la Organización Internacional del Trabajo (OIT) para México y Cuba impartió Talleres sobre la Recomendación 204 como marco para el diseño de una estrategia para la formalización.
CDMX, México.- La apuesta de la OIT para combatir la informalidad en México se resume en crear una estrategia con múltiples intervenciones integradas y el trabajo en conjunto con gobierno, trabajadores y empleadores. Ya que la informalidad es una situación con múltiples causas, de gran magnitud y, al mismo tiempo, altamente heterogénea caracterizándose por un agudo déficit de trabajo decente, mencionó Gerardina González, Directora de la OIT para México y Cuba en los Talleres realizados con representantes tripartitos y donde se tomó la Recomendación 204 de la OIT como punto de partida.
Durante dos días, 15 y 16 de agosto, los Talleres sirvieron como mesas de trabajo e intercambio de ideas con instituciones como la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, la Confederación de Cámaras Industriales, Confederación Patronal de la República y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, pero sobre todo para tener un panorama claro y amplio sobre la problemática que representa la informalidad en México y América Latina y el Caribe.
En la región la informalidad ataca prácticamente a la mitad de la población económicamente activa (PEA) con 130 millones de trabajadores informales, mientras que en México seguimos cerca del 60% en este mismo rubro. Creando así, condiciones de trabajo inseguras, ingresos irregulares, variables y bajos, y que coloca a los trabajadores fuera de la seguridad social y del régimen de la legislación. Condenándolos prácticamente a nunca poder entrar a las filas de la formalidad.
González destaco tres grupos altamente vulnerables:
Gerardina González terminó por mencionar que la colaboración conjunta entre las partes tripartitas es fundamental, ya que es a través del trabajo coordinado que se podrá tener un mejor impacto en los esfuerzos para promover la formalización en México.
“No se debe perder de vista que el objetivo final de las políticas de transición a la formalidad es la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de quienes se encuentran en la economía informal. Por lo tanto, la orientación de política debería ser hacia la inclusión social y laboral de estos grupos de personas, trabajadoras y emprendedoras, que luchan por tener una vida mejor y un trabajo decente.” Finalizó.
Durante dos días, 15 y 16 de agosto, los Talleres sirvieron como mesas de trabajo e intercambio de ideas con instituciones como la Secretaría de Trabajo y Fomento al Empleo, la Confederación Revolucionaria de Obreros y Campesinos, la Confederación de Cámaras Industriales, Confederación Patronal de la República y la Confederación de Cámaras Nacionales de Comercio, Servicios y Turismo, pero sobre todo para tener un panorama claro y amplio sobre la problemática que representa la informalidad en México y América Latina y el Caribe.
En la región la informalidad ataca prácticamente a la mitad de la población económicamente activa (PEA) con 130 millones de trabajadores informales, mientras que en México seguimos cerca del 60% en este mismo rubro. Creando así, condiciones de trabajo inseguras, ingresos irregulares, variables y bajos, y que coloca a los trabajadores fuera de la seguridad social y del régimen de la legislación. Condenándolos prácticamente a nunca poder entrar a las filas de la formalidad.
González destaco tres grupos altamente vulnerables:
- Las mujeres, en donde se encuentras las mayores tasas de empleo informal.
- Los jóvenes de 15 a 24 años, quienes sufren de mayor informalidad que los adultos y;
- Las personas con baja educación, donde entre los trabajadores sin ningún tipo de instrucción o nivel educativo primario, dos de cada tres contaba con empleo informal en el año 2013.
Gerardina González terminó por mencionar que la colaboración conjunta entre las partes tripartitas es fundamental, ya que es a través del trabajo coordinado que se podrá tener un mejor impacto en los esfuerzos para promover la formalización en México.
“No se debe perder de vista que el objetivo final de las políticas de transición a la formalidad es la mejora de las condiciones de trabajo y de vida de quienes se encuentran en la economía informal. Por lo tanto, la orientación de política debería ser hacia la inclusión social y laboral de estos grupos de personas, trabajadoras y emprendedoras, que luchan por tener una vida mejor y un trabajo decente.” Finalizó.